-¿Otro reporte? ¡Apenas pude terminar el primero!
-Señorita Feynman, si quiere aprobar mi materia debe cumplir con lo pedido.
Granger estaba decidida a joderme la maldita hora de literatura. Siempre me regaña porque supuestamente "estoy hablando", o me hace preguntas difíciles sobre el tema, y ahora me manda mas tarea a casa. Solo a mi. Ya que según ella, mi nivel de aprendizaje es inferior al resto y debo ponerme a la altura de la clase.
Salí del salón a zancadas con mi amigo tratando de tranquilizarme.
-¡Quiere hacerme la vida imposible!
-¿Por qué querría eso, amiga?- porque yo puedo follarme a Jason y ella no.
-¡Porque es una vieja amargada!
Salimos del instituto. Necesitaba desahogar mi enojo, así que pateé con fuerza el primer bote de basura que encontré. El cual ni se movió.
-¡No se acerquen alumnos! La bestia se despertó- se burló Tony.
Una rubia despampanante llegó a nosotros para recibirnos. Luego de saludarme, Carla se acercó a su "bizcochito" y se lo llevó arrastrando a su auto mientras yo me acercaba al toyota de mi novio, quien me esperaba recostado en el mismo.
-Estaba pensando en que podrías ayudarme en el taller hoy- me dijo él- te puedo enseñar un par de cosas.
-Si claro- respondí tajante. Rebusqué en mi mochila el bendito papel con el número y el sello de un beso que solo logró ponerme de mal humor. Se lo extendí- Ten, te lo dejaste en mi cama.
-Oh- lo recibió y carraspeó la garganta- es...el número de un amigo.- si claro, de paso su amigo dejó una linda marca de sus labios ¿No?
-Aja. ¿Y como se llama?- pregunté inocente.
-Eh...Felix. Si...Felix.
-¿Felix? Que curioso nombre mira tu...pues tu amigo Felix suena igual a Granger ¿Sabes?- abrió los ojos- Igualito.
Suspiró- Joder. Carry no es lo que crees.
-Nunca es lo que creo ¿verdad?
-Pues no.
-Jason, no me sorprende que ella siga insistiendo contigo. Pero no entiendo porque conservaste el número si según tú, ella ya es pasado.
Odio sonar como una maldita novia celosa. Pero es que no puedo evitarlo. Me hierve el que mi maestra siga molestando a mi novio sin importarle un carajo los demás.
-Mira- destrozó el papel frente a mí- ¿Lo ves? Ella no me importa.
-¿Cuándo te lo dio?
-Um- se rasca la nuca- en la fiesta de halloween.
-Claro- susurré para mi- y hasta ahora lo seguían conservando.- se frota el rostro frustrado.
-Yo no...joder. Esta bien, no fue en la fiesta.- suspira- me la encontré hace dos días y me lo dio. Es todo.
-¿Por qué me mientes?- no oculto mi molestia.
-Porque sabía que pensarías mal.
Me crucé de brazos. No quería pelear con él. Granger se las apaña para recuperar a Jason. ¿Para que? No sé exactamente. Tal vez solo extraña el sexo. Como sea no puedo dejar que se interponga entre nosotros. Además, confío en Jason.
-Okey. Lo siento, no debí ponerme así.
Sonrió.
-Ven aquí y lléname de tus besitos.
Reí e hice caso unísono.
***
-¿Te ayudo en algo Isabel?- le preguntó Tony a mi madre.
El día había llegado. Hoy es el cumpleaños de mamá. De Helena. Papa, Brandon y Lindsay ya estaban sentados en el comedor esperando a devorar la increíble cena que mamá preparó para todos. La mesa estaba cubierta por un precioso mantel blanco con flores encima. Todos estaban vestidos bien, no formal, pero con un toque de sostificacion.
-Tranquilo cariño, ya acabé- le respondió ella- Todos siéntense, vamos a comer.
Una vez sentados, la comida y bebida se repartió por los asientos. Mis padres, mi mejor amigo y mi hermana con su novio me acompañaban.
-¿Quieres decir algo hija?- me preguntó papá.
-Um...claro- me aclaré la garganta- Pues, primero que nada, esta no es una ocasión para ponernos tristes, es la celebración a la mujer que dio la vida por mi. Que me eligió por encima de ella. Por eso mami- miré ligeramente hacia arriba- quiero que sepas que te amo y te amare siempre. Y que sepas que puedes estar tranquila- miré a las personas a mi alrededor- Porque tengo lo que tu hubieras querido para mi, la mejor familia del mundo.
-¡Salud!- gritó Brandon alzando su copa- Por Helena.
-¡SALUD!- lo imitaron todos.
Sinceramente, este era mi día favorito del año. Ni navidad, ni año nuevo. Este día. Y es que Helena siempre vivirá en mi corazón. Y se merece más que una celebración de 24 horas. Pero supongo que es lo mejor que puedo darle.
Jugueteo con mi collar lo que queda de la cena hasta que la voz de Brandon me llama.
-Linds me dijo que ella te dejó una carta.
-Si...la tengo guardada.- la primera vez que leí esa carta fue apenas aprendí a leer. Las palabras de ella me llenan los ojos de lágrimas cada vez que las pronuncio. Una vez la leí en voz alta en una de estas cenas hace unos años. Había decidido compartirla con ellos ya que se me hacía muy especial. Pensé que como Brandon ya es prácticamente de la familia, podría escucharla también- ¿Te gustaría oírla?
-Por supuesto. Me encantaría.
Sonreí y subí las escaleras hacia mi habitación. Saqué la caja y tomé el pequeño rollo de papel. Volví al comedor y me quedé de pie para relatar:
-Para mi futura hijita. Lucy. No sé cuántos años tendrás cuando estés leyendo esto, supongo que ya serás una niñita hermosa. Para empezar debo presentarme. Me llamo Helena, y soy tu mami. Tengo veinte años, si lo se, soy bastante joven. Estaba estudiando la carrera de psicología, pero cuando me anunciaron que llegarías al mundo, tuve que dejarlo. Y no te sientas mal por ello, de hecho es mucho mejor para mi, sin tareas, ni estudio, ni libros. Lo único que me importaba era cuidar de la pequeña que estaba creciendo dentro de mi. De mi pequeña Lucy.
>>Fuiste un trabajo difícil cariño, me hacías hacer pipi a cada rato, los dedos se me hinchaban y mis bubis querían explotar. ¿Pero sabes? Todo aquello valió totalmente la pena. Cuando sentí tu primera patada, mi corazón salió expulsado. No podía creer que de verdad estabas ahí dentro.
>>Los meses fueron pasando, tu seguías creciendo, pero mi estado empezó a empeorar. Me preocupé y tuve que ir con mi médico. Me hice un par de análisis, los cuales no salieron muy satisfactorios. Me dieron la impactante noticia de que mi cuerpo no resistiría el parto. Así que tuve que tomar una decisión. O tu o yo.
>>Tal vez te preguntes porqué te elegí teniendo toda una vida por delante. La verdad es cariño, que este mundo no tiene mucho que ofrecerme, mis padres me abandonaron, mi novio también lo hizo y me cuesta mucho satisfacer mis necesidades básicas. Y esa era la razón por la que estaba tan emocionada de tenerte. Seríamos tu y yo contra el mundo. No importa lo que cueste. Tu me darías una razón para seguir viviendo.
>>Pero lamentablemente surgieron ciertos acontecimientos durante mi embarazo y todo lo que había planeado para nosotras no va a poder realizarse. Y ¿Sabes qué es lo que más me rompe el corazón? No es el hecho de que voy a fallecer, sino que no voy a poder recibirte en mis brazos. Pero está bien Lucy. No te sientas mal por mi. El cielo es el mejor lugar para mi. Allí tendré paz y tranquilidad. Mientras tu vives, creces y haces tu vida. La que tu te mereces.
>>Deseo desde el fondo de mi corazón que encuentres a personas que te den el amor que yo no te pude dar. Que te enamores, que te cases, tengas unos preciosos hijos y puedas hablarles de su abuela que ya los ama sin haberlos conocido. Sé feliz Lucy, quiero que seas feliz. Tal vez pases por duros momentos a lo largo de tu vida, pero lo que tienes que saber siempre, es que nunca debes dejar que te derrumben, tu debes levantarte y seguir adelante. Ser fuerte. Por más doloroso que sea. Te amo mi niña, y siempre me tendrás en tu corazón. Con amor, mami.
Me limpie las lagrimas que caían por mis mejillas pero sin dejar de sonreír.
Comprendí la palabra "amor" cuando estas tres personas a mis lados entraron por primera vez al orfanato para darme la noticia de que querían que los acompañara a su casa. Y formar parte de su familia.
Papá siempre me protegió para asegurarse de que nadie me lastimara. Mamá me ayudó a crecer y supo acompañarme en cada tropiezo de mi vida. Y mi hermana me dio momentos maravillosos los cuales compartimos juntas y guardo en mi memoria.
Ojalá pudiera decirle a Helena todo lo que siento al verlos. Ojalá ella pudiera ver todo lo que ha terminado siendo mi vida. La vida que ella quería que tuviera.
-E-e-eso f-fue h-hermoso- tartamudeó Brandon mientras se sonaba la nariz.
El ambiente se había tornado silencioso. Papá abrazaba a mamá mientras ambos me dedicaban una mirada entristecida pero a la vez conmovida. Mi hermana tomó mi mano con un brazo mientras que con el otro tranquilizaba a su novio.
Terminé de secarme la lágrimas cuando oí el ruido de unos toques en la puerta.
-Yo voy- anuncié. Me dirigí a la puerta para abrirla y quedé pasmada ante el hombre parado frente a mi. - Jason ¿Qué haces aquí?
-Sé que es la cena con tu familia, yo solo quería traerte algo.- sacó un objeto de su bolsillo y me lo extendió.
Estaba envuelto en una pequeña tela. La desenvolví emocionada e intrigada, nunca nos hemos dado la oportunidad de entregarnos obsequios. Me encontré con un pequeño dije con forma de mariposa que aceleró mi corazón a mil.
-Es hermoso ¿Qué significa?
-Pues...cuando mis padres murieron...mi abuela me dio un dije igual a este. Decía que las mariposas eran las viajeras entre nuestro mundo y el más allá. Que volaban arriba para visitar a aquellos que mas amamos y volvían para dejarnos una parte de ellos.- rió- tal vez te suene estúpido no se...pero yo era un niño y crecí con esa imagen.- lo miré con una sonrisa de oreja a oreja- Por eso te traje una, peeero- le dio la vuelta- esta tiene una "H" grabada. Ahí en la alita.
No lo pensé ni dos segundos y me lancé a sus brazos para unir nuestros labios. Me correspondió el beso y me abrazó por la cintura levantándome del suelo. Cuando me separé repartí besitos en todo su perfecto rostro.
-No tienes idea lo que significa esto para mí- confesé- Gracias.
-Me alegra que te guste- me dejó en el suelo pero no me soltó- y mira- me señaló- aquí tiene un pequeño agujero para que puedas colgarla en tu collar.
-Me encanta.- sonreí.
Este pequeño gesto de su parte me hizo enamorarme aún más de él. Literalmente estoy embobada por este hombre. Mi pecho respiraba pesadamente y mis ojos brillaban ante su imagen. Amo a Jason. Y quiero decírselo otra vez, pero no quiero espantarlo ni que sienta la necesidad de tener que decírmelo también.
-Mejor me voy, no quiero arruinar la cena.
-No arruinaste nada...pero okey.- suspiré. Quería que se quedara- ¿Puedo dormir en tu casa hoy?
-Sabes que si.
Sonreí y lo volví a besar para despedirme, aunque no lo quería soltar.
Volví adentro sonriendo inconscientemente, jugando con mi nuevo dije. Me mordí el labio repasando la situación y mis mejillas se tornaron rojas.
-¿Quién era?- preguntó papá llenándose la boca de refresco.
-Mi novio.
Escupió el chorro en dirección al pobre Brandon.
Joder, papa tiene que dejar de escupirle a la gente.
***
-¡TRUCO!- gritó Martín con una sonrisa malévola en la cara mientras sostenía su última carta.
-Mmmmm- me lo pensé- Puedo.
-Se dice "quiero" Carriola.
El truco era un juego de cartas muy típico en Argentina. Martín me lo explicó al menos unas diez veces. Al principio es un poco complicado dado que hay que aprenderse los valores de las cartas, y saber cual vale mas y cual menos, esto es fundamental en el juego. Básicamente hay que saber mentir muy bien y ser estratégico, porque incluso teniendo la carta más baja, puedes ganar la ronda.
Él dejó ver su carta. Un uno de espada.
-¡JA! ¡Gané!- tiré mi carta la cual era un cinco de copa.
Martín se golpeó la frente con una mano.
-Carry, literalmente es de las cartas más bajas del juego. ¡Y el uno de espada es la carta más alta de todas!
-Ah...- pensé que era el cinco.- Ups.
-Tranquila- me consoló Eva- a mi me tomó días aprender a jugar.
-Ni que fuera tan complicado- recogió las cartas negando con la cabeza.
Después de la cena vine a visitar a mis amigos. ¿Chisme? Cuando Fancis me abrió la puerta, entré al departamento y esos dos estaban muy pegaditos viendo una película.
-Te está empezando a crecer el cabello- toqué la cabellera de Martín. Cuando lo conocí estaba recién rapado y era divertido acariciar aquellos pequeños pelos suaves.
-Sip, creo que esta vez voy a dejar que crezca y dejarlo así. ¿Vos qué crees Eva Peron?
-Um...c-cualquiera te quedaría bien.- se sonrieron mutuamente.
¡Ship, ship, ship!
Me levanté y acomodé mi ropa.
-Bueno, me voy yendo. Hoy voy a casa de Jason.
-¿Van a darle duro contra el muro?- preguntó él.
-¡MARTÍN!
-Ayyyyyyyy, decime que no es cierto.
Pues no lo se...
-Cállate. Adiós.
***
-¿Por qué pitufina?- le pregunté a Jason mientras él se metía un puñado de palomitas en la boca. Recordé la vez que me llamó así aquella noche que me secuestró.
Estábamos viendo una película en su sofá. Yo estaba sentada y él tenía su cabeza en mi regazo mientras le hacía caricias en el cabello.
-Mmm...pues porque eres bajita. Y las más hermosa del pueblo.
-Pero pitufina era la única mujer del pueblo- le recordé haciendo referencia a la película de los pitufos.
-Aun así es la más hermosa.
Reí y le besé la frente. En medio de la película mi novio metió su cabeza debajo de mi blusa y empezó a dejar besos en mi abdomen.
-¿Qué rayos haces?- pregunté entre risas.
-Tomando la iniciativa.- subió más su cabeza y besó mis senos por encima de las copas de mi sostén- Desde aquí escucho los latidos de tu corazón. Pum pum, pum pum...
Terminé quitándome por completo la blusa. Tomé su rostro para estampar mi boca contra la suya. Me tomó de las piernas para tumbarme en el sillón y besar mi cuello cuando mi cuerpo ya empezaba a calentarse. Me bajó la cremallera del pantalón y me los quitó. Volvió a besarme y agilidosamente me quitó el sostén. Le dio atención a mis tetas lamiéndolas y agarrándolas con ganas. Eché la cabeza atrás dejando salir jadeos de mi boca mientras el cuerpo me temblaba debido al éxtasis.
Jason es capaz de calentarme con simples palabras saliendo de su boca. Incluso con un pequeños besos puede provocar que mis bragas terminen mojadas. Creo que este tipo de cosas solo suceden cuando la química es tan grande entre dos personas. No solo se trata del placer y las ganas, sino también del amor que enmendamos.
Se quitó la camiseta y bajó una de sus manos acariciando mi abdomen hasta llegar a la tira de mis bragas. La metió dentro de estas y comenzó a acariciar mi zona de a poco. Yo ya estaba totalmente empapada y eso lo hizo sonreír. Gemí su nombre cuando al fin introdujo sus dedos en mi haciendo que arqueara mis espalda y agarrara con fuerza su espalda.
Sus dedos comenzaron a hacer magia con mi clítoris y el placer aumentaba cada vez más.
-Joder Jason...- gemí.
-El Geometry Dash sirvió de algo.- reí y volví a besarlo.
Marcaba círculos y acariciaba con cierto cuidado para no lastimarme. Agarré su cabello mientras él seguía disfrutando de mis pechos y dejaba chupetones en estos y mi cuello.
Genial. Ahora iba a tener que tapar eso.
Sacó sus dedos de mi vagina dejando ver el fluido que corría por estos. Me quitó por completo las bragas y me levantó del sofá envolviendo mis piernas en su cintura para llevarme a la habitación.
No podía parar de sonreirle a mi chico. Él me arrojó a la cama haciéndome rebotar ligeramente sobre esta. Tomó un condón de la mesa de noche luego de bajarse los pantalones y se lo colocó mientras yo lo esperaba ansiosa.
Sinceramente esperaba un encuentro piel a piel ya que ahora estaba tomando mis pastillas. Pero entiendo que el condón es muy necesario para prevenir posibles enfermedades. De igual forma, estoy doblemente protegida de posibles bendiciones.
Me sorprendió cuando me tomó de la cintura y me dio la vuelta con rapidez dejándome de espalda a él. Me puso de rodillas para adoptar así la famosa posición de "perrito". Se sujetó con una mano de mi hombro y la otra la utilizó para agarrar su miembro erecto y penetrarme de una estocada.
Solté un pequeño grito ante tal brutalidad y cerré con fuerza los ojos.
-Lo siento- me acarició la espalda.
-Joder sigue- logré formular con mi respiración hecha un asco. Percibí la sonrisa en su rostro y comenzó a embestirme sacudiendo mi cuerpo por completo.
Dolió como el diablo. Pero ese dolor desapareció a medida que mi cuerpo se acostumbraba a su tamaño.
Agarré la sábana con fuerza soltando los gemidos que me provocaba el placer. Jason me tomó del cabello echando mi cabeza hacia atrás dejando salir gruñidos de su parte. Mi culo rebotaba constantemente en su pelvis aumentando la velocidad de las embestidas.
Nunca creí que me encantara tanto la rudeza en el sexo. Siempre creí que seria de las que prefieren el sexo tranquilo y amoroso, con caricias y besos lentos. Pero no, me encanta que Jason me folle como un puto animal.
Definitivamente, salir con Jason sacó mi lado pervertido.
Terminé cayendo de codos provocando que mi espalda se arqueara demostrando una increíble flexibilidad que ni yo sabía que tenía. El sudor recorría las partes de mi cuerpo y mis pechos se quedaron pegados a la cama. Mis piernas estaban mucho más abiertas dándole mejor paso a su verga que entraba y salía de mi culo como lápiz en sacapuntas.
-¡Mierda!- jadeó él.
Su voz ronca y sus gemidos me ponían demasiado. Sentí que estaba a punto de correrme cuando una oleada de sensaciones que me volvían loca se aproximó. Sus manos ajustaron su agarre y escuché cómo lanzó un último gruñido debido al orgasmo antes de dejarse caer a mi lado.
-Creo que es mi nueva posición favorita- habló él con la respiración cortada y el pecho agitado.
-Eso fue increíble- sonreí también jadeante.
-Necesito agua- se levantó para ir al baño.
Yo sonreí y me metí debajo de las sábanas totalmente satisfecha. El sonido de mi teléfono llamó mi atención. Lo tomé para leer el mensaje que había recibido.
DESCONOCIDO 01:19 am
-Un muy feliz cumpleaños para tu madre muerta Feynman. Pero debo admitir que el que más me emociona es el que llega en un mes: ¡El tuyo! Pronto cumplirás diecisiete añitos. No te preocupes que ya estoy preparando tu regalito. Ya veras que te encantará. :P
¿Pero qué carajo? ¿Quién mierda es y cómo sabe sobre mi cumpleaños y mi madre? ¿Es...alguien que conozco?
-¿Quién eres?- le respondí temblorosa.
-Tu peor pesadilla muajajaja...nah mentira. Solo soy homicida jeje.
Tiene que ser una jodida broma.
-Deja de molestarme. Si es alguna especie de broma no es para nada gracioso.
-No es ninguna broma Lucy. Debí imaginar que me olvidarías rápido.
Dejé el teléfono en la mesa y me refregué la cara con mis manos. No quiero darle importancia a un pesado que sigue molestándome con sus mensajes.
Aunque...si de verdad es el asesino..., estoy cagada de miedo. Digo, no es una posibilidad muy remota. El asesino ya se ha contactado conmigo por medio de la carta que de alguna manera dejó en mi habitación, la cual amenazaba con meterse con mi familia si no dejaba de buscarlo.
Jason volvió con una botella de litro y tomando de esta.
-¿Todo bien?- preguntó al ver mi cara.
-Sip- me erguí- ¿Segunda ronda?
-Joder pitufina.
Helena Donovan
Ojalá te haya gustado!!
El próximo capitulo es uno de mis favoritos jejeje
Besote <3