Narrador omnisciente:
La chica suspiró de cansancio para mirar a su madre dormir. Le dejo una nota y se fue a la estación donde el tren dirigido a Hogwarts debía llegar en cualquier momento.
Lydia se pasaba los veranos sola, pues su madre trabajaba todo el día y su padre no estaba nunca.
Cuando la chica entró al tren, buscó algún asiento en el que poder estar tranquila. Claro que no duro mucho tiempo.
-Mira quien tenemos aquí George.- dijo una voz irreconocible.
-Oh pero si es Lydia Anderson! Me firmas esto?- dijo señalándose la camiseta.- dijo el otro haciendo reír a la chica.
-Chicos...pelirrojos, farolas...gigantes que no paran de crecer...como habéis estado?- preguntó riendo a lo que ellos entrecerraron los ojos.
-No serás tú la que no crece? Cuanto mides?- preguntó Fred intrigado.
-Oye, mi altura está perfectamente bien, no es mi culpa que midáis más de 1'85?- dijo mirando arriba.
Al rato, vino Lee y como siempre, el moreno empezó a coquetear con la chica que le seguía el juego en cambio a los gemelos no les hacía gracia alguna.
-Realmente es asqueroso que digas esas cosas.- dijo George mirando a su amigo.
-Se le llama drama, espectáculo.- dijo el moreno con una sonrisa.
-Sabéis, voy al servicio, ahora vuelvo.- dijo la chica mientras se levantaba.
Cuando abrió la puerta su alegría disminuyó a un menos cero por ciento.
-Mejor no me esperéis más.- dijo ignorando a la persona y saliendo de allí.
Y Oliver? Diablos! No podía dejar de pensar en ella. Como lo había hecho? Verla de nuevo había hecho que todo lo que había conseguido de olvidarse de ella desapareciera de inmediato.
-Qué le pasa?- preguntó mirando como se marchaba hacia otro vagón.
-Creo que lo que le pasa...- empezó Fred.
-Eres tú.- finalizó George.
Lydia iba caminando sin rumbo cuando entró en un vagón donde inmediatamente sonrió.
-Merlín Draco, por que habéis crecido todos?- preguntó la chica acercándose a este.
-Si, ya veo que tú no.- le respondió a lo que también le había cambiado la voz pensó Lydia.
-Y....- empezó a decir ella.
-Y qué?- preguntó este algo confundido.
-Harás las pruebas de quidditch?- dijo la chica a lo que el platinado sonrió.
-Oh, claro que las haré, además, mi padre os tiene un regalo...-me dijo sentándose en uno de los asientos.
-Ah, ya veo...- dijo sentándose a su lado.- Y que puesto quieres?- preguntó la chica mientras miraba por la ventana.
-Buscador.- respondió a lo que Lydia abrió los ojos para darse cuanta de que Terence no se había despedido de ella.
-Bueno...piensa que ya tienes una fan.- le dijo a lo que Draco apartó la mirada.- Tu fan número uno.
El platinado no decía nada, solo sonreía e intentaba tapar el rubor que sentía en ese momento.
Por qué, vamos, la chica a la que había admirado desde siempre le estaba hablando y eran amigos...
Cuando llegaron, la chica se sentó junto Daphne que le explico todo su maravilloso verano.
Fueron a dormir temprano pues tenían pociones a primera hora, y siempre solían llegar tarde.
Y así fue, las dos chicas llegaban tarde a pociones pues se habían dormido.
Cuando entraron al salón Lydia miró a todos los lados...no era posible.
Fue junto los gemelos.
-Acaso está Wood aquí? Parece que se haya echado el frasco de colonia entero.- ellos solo negaron algo confundidos.
-No hueles eso?- le preguntó ahora a Daphne quien miraba a Adrián.
-Eh, huelo a escoba nueva?, libros...y menta? no, es más como lima...- dijo a lo que Lydia levantó la ceja.
Ella no olía a eso.
-Señoritas, veo que no saben lo que es la Amortentia.- dijo Snape haciendo su entrada dramática como siempre.- Lo que estudiaremos hoy, es el filtro de amor más fuerte, que crea obsesión por la persona que lo toma.- dijo mirando a las chicas.- Supongo que habéis olido a la persona que más... os atrae.
Lydia estaba tan roja que se tapó la cara con las manos de la vergüenza.
-Oh Lydia, te acabas de exponer tu sola...- dijo George en un susurro.
-George, estás pensando lo mismo que yo?- dijo Fred mirándola con una sonrisa.- Esto se lo tenemos que decir a Oliver...
-Y tanto.- respondió el pelirrojo.
Lydia se maldecía y no paraba de maldecirse cuando se dio cuenta y miró a su amiga quien escribía tranquilamente.
-Y ahora que te pasa?- le preguntó Daphne en un susurro a l o que Lydia sonrió.
-Qué me pasa a mi? Me pasa que te gusta Adrian!- le dijo en susurro también pero lo cierto es que estaba emocionada.- Has olido a Adrián en tu amortentia...
-Cállate! Que te puede oír.- replicó está algo avergonzada mirándolo.- Pero si...me gusta ahora no le dirás nada entendido?
Lydia asintió con una sonrisa en el rostro, seria perfecto! Adrian y Daphne tendrían que acabar juntos como fuera...y ella se iba. a encargar de eso.
Sin embargo se olvidaba de un detalle... bastante importante. Al igual que ella intentará juntar a sus mejores amigos, Fred y George no dudarán en juntar a Oliver y a la chica.
-Deséale suerte Merlín...- dijo Fred con una sonrisa a lo que George rió.
Ninguno de los dos se esperaban lo que sucedería.