Carla y yo nos encontrábamos en el Zenda esperando a que mi amigo nos trajera unos cafés. Les conté a ambos acerca de mi extraña e incomoda cena con los padres de Troy. Reaccionaron igual que yo. Confundidos.
-¿A quien crees que se refería Eva con "no es de mi madre de quien deberías preocuparte"?
-No lo se, probablemente a su padre. El señor Reynor es intimidante. Lo hubieras visto, alto, ancho, y una mirada que provocó que casi me haga pipi.
Carla soltó una carcajada asegurando que exageraba. Y tal vez tenia razón. Tal vez Eva solo quería molestarme o algo así. Aunque no le veía mucho sentido a eso. Mi primera impresión de ella fue su desanimo y odio hacia la vida. No parece el tipo de chicas que hace bromas.
Troy por otro lado no paraba de llamarme y mandarme mensajes diciendo que lo sentía y que su madre estaba arrepentida.
Pf. Si claro.
Le respondí con un simple "No importa".
-Y ¿Esta todo bien con Troy?
-Pues si pero...insiste en que vuelva a hablar con su madre y resolvamos las cosas. Pero sinceramente es lo ultimo que quiero ahora. Al menos por ahora. Fue bastante dura.
-Y tienes razón, él debe entender eso.
-Un latte para la chica mas hermosa del mundo y un chocolate caliente para la mejor amiga del mundo- apareció Tony.
-Gracias bebito- empezaron a darse besos cortos y a frotar sus narices.
-Bueno ya basta empalagosos, sigo aquí- dije alzando los brazos. Ellos rieron y se separaron.
A estos dos no les importa dar demostraciones de afecto en publico. Me siento como el mal tercio.
-¿Como les fue en el instituto?- preguntó Carla.
-Igual de aburrido que siempre. Para el colmo tenemos un examen dentro de poco- respondió desanimado mi mejor amigo.
-Chicos yo los dejo, tengo que irme- me levanté y dejé el dinero de mi bebida.
-¿A donde vas?
-Voy a...hacer unas compras- mentí.
-Ok, nos vemos minioncita.
La verdad era que nuevamente había quedado con Jason para vernos. Resulta que esto de simular ser detectives nos estaba gustando. El decía que era excitante y a mi me hacia sentir toda una Sherlock Holmes.
Esta vez íbamos en su Toyota negro escuchando "Candy" de Doja Cat en el estéreo. Nos dirigíamos a Berlina. A Jason se le ocurrió interrogar a los meseros y barmans que trabajaban en el lugar. Según me había dicho mi padre, las cámaras de seguridad fueron desactivadas la noche que mataron a William durante media hora. Alguien tuvo que haber sido. Y los únicos con acceso a ese tipo de cosas son los empleados.
-Mi padre ya debió haberlos interrogado. No creo que saquemos mucho- mencioné.
-La gente se siente presionada frente a un hombre uniformado. Tal vez con nosotros se sientan mas cómodos- sugirió.
Berlina nos recibió casi vació. Claro, después de un brutal asesinato a las personas no les apetece volver. Jason y yo nos sentamos cada uno en un taburete apoyando los codos en la barra. Él ordenó una cerveza mientras que yo un jugo de mango.
-¿Que les preguntamos exactamente?- me susurró al oído.
-No lo sé, tu eres el que se las arregla perfectamente para sacarle información a la gente. ¿Por que no los besas también?- me burlé recordando lo sucedido con Lauren.
-Graciosa- me dice amargado mientras yo aguanto la risa.
Supongo que el humor es una forma de disfrazar lo que en verdad siento al recordar verlos besándose.
De repente se me ocurrió una idea. Así que me quite mi chaqueta para dejar a la vista mi camisa de tirantes que hacia resaltar mi pecho (pequeño, pero con el sostén mis limones aparentan un poquito mas de volumen) y saqué mi labial para pasármelo por los labios. Jason me miró extrañado.
-¿Que haces?
-Voy a emplear tu misma técnica.
-¿Piensas coquetearle al barman?- dijo tapándose la boca para no reír- ya quiero ver eso.
No sé en que estaba pensando. Nunca había hecho esto. Coquetear. Probablemente quedaría en ridículo. Pero era por una buena razón. Repasé en mi mente la noche que yo y Lindsay vinimos y ella hacia sonrojar al chico que la atendió para conseguir una bebida gratis.
El barman que nos atendió, se volvió para dejar nuestras bebidas y mi actriz interior salió a la luz.
-Tu cerveza y tu jugo- nos dijo el chico que aparenta unos veinte años.
-Gracias...- miré su nombre en su uniforme-...David.
-De nada- y se volvió.
Mierda.
-Wow- ironizó Jason riendo y tomando de su cerveza.
-Cállate. ¡Oye David!- le grité. El barman volvió a acercarse a mi.
-¿Necesitan algo mas?
-Y-yo quería um...- y "accidentalmente" tiré mi jugo en su ropa- ¡Mierda como lo siento!, déjame limpiarte.
Tomé unas servilletas y empecé a pasarlas por su torso. Disimuladamente, bajé la mano un poco mas abajo mientras subía la vista para mirarlo a los ojos.
-No sabia que chicos tan lindos trabajaban aquí. De haberlo sabido vendría mas seguido- dije tirando a la basura mi dignidad.
-Oh, bueno...gracias- rió por lo bajo y vi como sus mejillas se enrojecían.
JODER. ¡Estaba funcionando!
-Me llamo Carry- le pasé la mano por el hombro suavemente. Jason cambió su expresión divertida a un ceño fruncido.
-Es un placer Carry.
-Si que si- dije coquetamente- Sabes, me gustan los lugares un poco mas...íntimos.
¿Muy directa? Muy directa.
El sonrió y se acercó para decirme:
-Pues no perdamos tiempo.
Miré a Jason de reojo y este negaba con la cabeza. Lo ignoré y me bajé del taburete para seguir a David. Pero antes de que pudiera irme, Jason tomó mi brazo deteniéndome.
-¿Que mierda crees que haces?
-Seguir el plan.
Mi plan consistía en lograr que David me llevara al cuarto de cámaras y hacerle algunas preguntas sobre estas. No pienso besarlo ni mucho menos engañar a Troy. Obtendría las respuestas que quería y me largaría de ahí.
Me zafé del agarre de Jason y seguí a David.
Cuando íbamos por el pasillo, David me arrinconó en la pared para acercarse a besarme pero lo detuve.
-Espera...a-aquí no. Hay una cámara ahí- le señalé arriba- podrían despedirte. Necesitamos algo mas privado.
-Tienes razón.- coincidió.
-Si tienen cámaras...imagino que tienen un cuarto para eso ¿No? Podríamos ir ahí.
-Bien pensado linda- me sonrió y me guió hacia el objetivo.
Entramos por una puerta al fondo del pasillo para adentrarnos a un pequeño cuarto con una computadora sobre un escritorio. En la pantalla se mostraba diferentes ángulos del bar.
-¿Todos los empleados tienen acceso a este cuarto?- pregunté.
-Si, cada uno tiene una llave.
Interesante.
-¿Y sabes como se desactivan las cámaras?
-¿Por que quieres saber?- cuestionó extrañado.
-Um...- piensa Carry piensa- no lo sé...supongo que los informáticos me prenden.
-Pues en ese caso- se sentó en el escritorio- se selecciona aquí...- empezó a decir cosas que apenas entendí mientras yo observaba con detenimiento el lugar. Me percaté de un minúsculo objeto que brillaba en la esquina del suelo. Paseé al rededor con las manos en la espalda sonriéndole a David mientras el seguía parloteando cosas de tecnología que ya ni tenían que ver con las cámaras. Me agaché disimuladamente para tomar el objeto que resultó ser un fragmento de vidrio.
-¿Y? soy muy listo ¿No crees?- David se había levantado para acercarse a mi.
-Ya lo creo- dije aproximándome a la puerta- oye David me acabo de dar cuenta de que tengo que volver a casa, mis padres me están esperando y...
-Tus padres tendrán que esperar a que terminemos aquí.
-Lo siento y-yo, no puedo.
-Tiene que ser una puta broma.- escupió- ¿Te me insinúas así y me dejas a medias?
-L-lo siento enserio, yo mejor me vo...
-No- me tomó de las muñecas y me dio la vuelta para dejarme de cara contra la pared- te vas a ir cuando termine contigo- bajó una de sus manos para abrir el cierre de mis jeans y empezar a bajarlo.
-¡David no! ¡Para!¡No!
-Shh.
Empecé a gritar y forcejear pero era inútil por que él tenia el doble de fuerza que yo. Cuando estuvo a punto de bajar mis pantalones del todo, la puerta se abrió abruptamente.
-Aleja tus asquerosa manos de ella o te juro que te rompo esa mierda que llamas cara- dijo Jason furioso. Tenia las manos cerradas formando unos puños y la mandíbula tensada. Las venas se le marcaban en el cuello y la ira enmendaba su cuerpo.
-¿O qu...?- David no logró terminar la frase ya que Jason se había lanzado a él derribándolo y proporcionándole puñetazos en la cara.
Uno, dos, tres, siete fuertes puñetazos en la nariz, mejilla y ojos. Cuando finalmente salí del shock tomé los hombros del chico que me defendía para detenerlo.
-¡JASON!¡Para, ya fue suficiente!
En cuanto me miró su rostro se relajó y se incorporó lentamente.
-Vamonos- le dije. El le dedicó una ultima mirada al hombre que yacía en el suelo.
-Pedazo de mierda.
***
Ya con el toyota estacionado al frente de mi casa, me atreví a hablar.
-Gracias.
-Fui un imbécil al dejarte ir con él en primer lugar.
-Por favor no te eches la culpa. No debí haber hecho eso- admití con la cabeza baja.
-Carry...- se giró y tomó mi mentón- prométeme que no volverás a hacer algo así. Conseguiremos la información que queremos de una manera segura y sin estupideces.
-Bien...
-Promételo.
-Lo prometo- soltó mi mentón y volvió su vista al frente- por cierto, encontré esto- le mostré el pequeño vidrio que encontré en el cuarto de seguridad- estaba en el suelo. Tal vez no sea nada pero...
-Deberías dárselo a tu padre y que lo mande a analizar- dijo aún enojado.
-No puedo...- me miró- tendría que decirle como lo encontré.
Suspiró y me sacó el vidrio de la mano.
-Veré que puedo hacer- asentí- ¿Algo mas?
-Solo sé que los empleados del bar tienen una llave para el cuarto de seguridad. Y que saben como desactivar las cámaras.
-Okey, eso nos servirá.
Silencio. Sabia que ya era hora de bajarme del auto. Pero no quería. No sabiendo la tensión que gobernaba ahora entre nosotros. Sé que él no estaba molesto conmigo. Estaba molesto con la situación.
Lo miré. Seguía tensado. Bajé mi vista a sus labios y...joder. Quería besarlo.
Recordarlo a el defendiéndome provocaba fuertes sensaciones en mi.
El recuerdo de nosotros en el lago se manifestó de nuevo. Nuestras miradas encontradas. Solo él y yo. Dentro del agua fría en medio de la noche, totalmente solos.
Mierda, no puedo estar pensando en esto. Tengo novio. Y me gusta mi novio.
-Bueno...mejor me bajo- rompí el silencio- de nuevo, gracias.
Se quedó callado y yo solo abrí la puerta para salir y volver a casa.
***
-Otra cadáver. Otro homicidio. ¡Esto se esta yendo a la mierda!- espetó mi padre furioso mientras cenábamos.
Si. El asesino fatídico había vuelto a matar. Esta vez fue el turno de otro estudiante de Redwood. Kevin Gray. Fue encontrado asfixiado en el cuarto de un motel por una mucama.
Y adivinen que.
Le faltaba una mano.
Según los registros, Kevin había pasado tres noches en dicho hotel. En la habitación se encontró su mochila con pertenecías como ropa de cambio, cepillo de dientes y condones.
Lo justo y necesario Kevin.
Papa nos comentaba que buscaron su teléfono tanto por el motel, como por su casa. Pero no lo encontraron.
-La estación es todo un alboroto- decía frustrado.
-Ya lo atraparan amor- lo tranquilizaba mi madre- ¿Como les fue hoy?- nos miraba a mi y a mi hermana.
-Bien mami- respondí primero- el instituto sigue igual de aburrido.
-No te culpo, yo también lo odiaba- reía ella mientras se giraba a Lindsay- ¿Y tu mi amor? ¿Como vas en UAB?
-Bien...normal.- respondió decaída. Ella no había hablado en toda la cena y solo revolvía su comida. No tenia esa actitud alegre y animada que la caracterizaba. Algo le pasaba.
Así que después de la cena subí las escaleras y entré a su habitación. Ella estaba acostada en su cama mirando el techo.
-¿Que sucede?- pregunté sentándome a su lado- y no me digas que nada.
Ella suspiró aún mirando el techo.
-Prométeme que no dirás nada. Y menos a mama y papa.
-Lo prometo hermana.
Otro largo suspiro. Se incorporó y me miró.
-Estoy embarazada.
¡¿QUE?!
-¡¿QUE?!
-Lo sé.
-Dios mio Linds...¿C-como te sientes?
-No lo tenia planeado. No ahora al menos. No sé que hacer Carry. Estoy espantada.- se cubría la cara con las manos en medio de sollozos.
-Hey, tranquila. Lo resolveremos ¿Si?- la abracé mientras acariciaba su pelo- ¿Quien es?-pregunté. Ella sabia que me refería al padre.
-Brandon.
Joder. Su ex novio. Estuvieron juntos por un año. Es un buen chico. Pero los últimos meses de su relación se resumía en discusiones y enfados.
-¿Volvieron?
-No...solo fue el calor del momento.
-Supongo que él no lo sabe.
-Deducción correcta- la acosté colocando su cabeza en mi regazo para seguir haciéndole caricias en el cabello. Mi hermana necesitaba apoyo. Esta asustada y es completamente entendible. Ella no necesita organizar su vida ahora. Necesita saber que tiene un hombro en el cual apoyarse. Tiene que saber que no está sola en esto. Decida lo que ella decida.
-No te abrumes. Estas cosas pasan, y quiero que sepas que siempre contaras conmigo. Y si, tal vez papa y mama no se lo tomen bien al principio, pero nunca te abandonarían- la tranquilicé- y sobre Brandon...tiene derecho a saberlo. Díselo cuando estés lista y sea el momento. Pero no dejes correr el tiempo.
-Te amo enana.
-No como yo a ti.
Si, de ahora en adelante mi hermana no la tendría fácil. Pero por lo menos ella cuenta con personas que la aman de todo corazón.
No como pasó con ella...
Brandon Willer