Cuarenta y Cinco: Volviendo a la normalidad
Sky miró el vaso de café que estaba sobre la mesa mientras pensaba en cómo debía trasnochar estas semanas debido a que está por acabar el semestre y ella no solo tenía compromisos de trabajo sino también debería concentrarse en los exámenes finales. Había llegado ayer en la noche tan muerta que a penas Maxi la llevó al departamento cayó desmayada. Ni siquiera desempacó.
Aunque igual no tenía mucho que desempacar más que un par de prendas sucias. Había dejado en Los Ángeles el traje de baño, pues realmente dudaba que en algún momento fuera de las playas de Nueva York, menos ahora que comenzó el invierno.
—Hola, Sky. - Escuchó una grave voz detrás de ella.
La rubia, por andar pérdida en sus pensamientos, saltó de la silla antes de ponerse de pie para voltear a ver la persona que esperaba.
—Lucas, hola, lo siento, me asustaste. - Dijo ella sonrojada por haber saltado de tal forma.
El rubio la miró con una sonrisa.
—No hay problema.
Ambos tomaron asiento y Lucas se fijó en el vaso de café que reposaba en la mesa. Solo había uno.
—¿Y dónde está el mío? - Dijo divertido conectando su vista con la de ella.
Sky sonrió.
—No he pedido, estaba esperando a que llegarás pues no sabía que tipo de café te gustaba. - Explicó mientras levantaba su mano para llamar la atención de una de las meseras del lugar.
La mesera no demoró nada en llegar para posar su vista sobre Lucas.
—¿Qué desea tomar? - Preguntó lista para anotar en su libreta.
Lucas miró de reojo a Sky.
—Un Macciato Blanco, por favor. — Indicó. — Con una galleta de avena. — Añadió para después posar su atención en Sky. — ¿Tú qué comerás? ¿Un brownie? — Ofreció atento.
—Oh, no, no puedo comer dulce y mucho menos harinas. Estoy bien así, gracias. — Dijo para ambos.
Con aquella respuesta, después de un asentimiento de cabeza, la mesera se fue hacía la barra a mandar a preparar la orden.
—Lo olvidaba, los sacrificios de modelar. — Agregó él.
Sky sonrió mientras subía los hombros.
—Ya ves lo difícil que es. — Respondió.
El chico se echó a reír.
—Pensé que no me llamarías, habían pasado uno cuantos días desde nuestro encuentro. — Reveló el rubio cambiando de tema.
—Por supuesto que no, tuve que viajar a Italia para un desfile y después hice una pequeña parada en Los Ángeles para visitar a mi novio. Llegué ayer. — Explicó.
Lucas se echó hacía atrás recargándose en el respaldar de la silla.
—Ya veo, tienes novio y todo. — Comentó.
—Sí, lo conocí en la universidad, pero es luchador, está en Los Ángeles preparándose. — Volvió a explicar.
—¿Y qué estudias? — Contra preguntó de repente pareciendo interesado.
—Biología Marina. — Anunció ella orgullosa, amaba su carrera.
Al parecer Lucas no se lo esperaba pues abrió los ojos. Parecía impresionado.
—Muy interesante, eres toda una cajita de sorpresas. Debe ser realmente extenuante alternar el estudio con el trabajo.
—Lo es y por eso te llamé, aunque por ahora se que he podido controlar mi tiempo, no sé por cuanto tiempo más será, pues realmente cada vez son más compromisos y no quisiera tener que arriesgar mi carrera por el modelaje, ni siquiera tenía planeado ser modelo, pero pues ya estoy en esto y...me gusta. — Admitió.
—¿Cómo es eso de que no querías ser modelo? — Volvió a preguntar.
Entonces Sky le contó todo, desde la pésima experiencia que había tenido con su madre cuando era pequeña hasta la pelea con Maxi por haberla inscrito al concurso de modelaje que la obligó a cambiar todo. Lucas la escuchó con calma mientras ingería su pedido, que llegó en medio del relato.
—Vaya, ya entiendo. — Comentó mientras se llevaba la taza a la boca para darle un sorbo a su café. — Pero te ha salido realmente bien para no estar buscándolo.
—Es verdad, es una fortuna que de un momento a otro haya empezado a darme a conocer en este mundo, pero creo que fue más por ganar el concurso. — Explicó.
—Tienes razón, yo también ya había escuchado de él, pero la verdad es que no había investigado mucho sobre él. — Le dijo. — Pues bien, ahora, para quedar un poco iguales, te contaré cosas sobre mí. — Sonrió. — Soy Lucas Holt, estoy en mi último año de la universidad, estudio administración de empresas.
Sky asintió escuchando con atención.
—Mi madre fue modelo cuando era jóven y ahora que ya no puede volver a las pasarelas ha decidido crear la agencia, LH Models, realmente Sky, ese es su sueño. — Admitió. — Creo crecí escuchándola hablar de eso, de tener su propia agencia de modelos y pues finalmente se le ha dado, con ayuda de mi padre y la mía, por su puesto. Yo soy el que administrará el lugar y pues, se me ha sido imposible no entrar en este mundo, pues como verás, las circunstancias me obligan.
Ambos rieron.
—Realmente la agencia hasta ahora está empezando, ya tenemos un par de contratos con dos chicas que quieren modelar en las grandes ligas, pero hasta ahora están empezando, pero te aseguro que tienen mucho talento. — Anunció convencido. — Y pues nada, viéndote a ti, estoy seguro de que es más que seguro que le encantarás a mamá y que, por supuesto, tienes futuro por delante.
Sky sonrió agradecida por sus palabras.
—Bueno, con lo que me cuentas de tú mamá ya me cae bien. — Dijo. — Y realmente no tengo ningún problema con que la agencia sea pequeña, tampoco es que esté buscando entrar a la más famosa, así que estoy más que satisfecha con lo que me dices. — Admitió sincera.
Una gigantesca sonrisa se plantó en el rostro de Lucas.
—Pues ya está hecho. Hablaré con mamá para cuadrar una reunión contigo, así se conocen y ella te explica como es todo el asunto en la agencia.
—Eso sería genial, que digo, perfecto, estoy segura de que todo saldrá una maravilla. — Lucas, en un gestó más amigable levantó la mano para chocarla con la de ella.
Sky las chocó feliz. Realmente con solo conocer a Lucas sabía que su madre debería ser igual y lo único que quería era trabajar con gente que la apoyara, gente más real, de carne y hueso. Tal y como lo parecía Lucas. Esperaba que, en la reunión que cuadrarán con su madre, todo saliera bien.
Tras dejar tal punto aclarado siguieron hablando. Sky le contó que en realidad era italiana y que estaba a poco más de tres meses de cumplir un año en aquel país. Le comentó sobre su familia y sobre Maxi, por supuesto, por lo que no pudo evitar también hablar sobre la tienda que estaba en marcha y de los excelentes diseños que el chico confeccionaba.
Además, le comentó que uno de los premios de haber participado en el concurso era la oportunidad de desfilar en el desfile que se realizaría en diciembre de ese año. Con aquella revelación Lucas quedó muy sorprendido, al punto de que parecía que sus ojos iban a salírsele, lo que hizo reír a Sky.
Finalmente, Lucas le contó sobre él y su familia. No tenía novia, había tenido una relación muy larga hace dos años, pero después de que esta terminara no tenía nada serio. También se enteró de que tenía una hermana menor que estaba obsesionada con el modelaje, lo que le causó ternura a Sky. Su padre era un empresario que también había estudiado administración de empresas como él y en este momento trabajaba en una multinacional.
Cuando ya se le hacía tarde a Sky para ir a la universidad ambos se levantaron y Lucas se dirigió a la caja, pero Sky se le adelantó sacando los billetes.
—Hoy tú no pagas, ¿recuerdas que te debía un café? — Dijo divertida recordando el momento en el que se conocieron.
—Nada de eso, era un chiste. — Dijo el empujándola un poco para apartarla de la cajera.
En un movimiento rápido Sky le entregó los billetes a la señora de la caja que los miraba divertida por su pequeña discusión y ayudando a Sky agarró los billetes.
—Ay que pena, te gané. — Volteó a mirar a Lucas que había dejado caer los hombros en señal de resignación.
—Bien, pero que sepas que para la próxima pagaré yo.
Sky río.
—Ya lo veremos.
Ambos salieron del café y se despidieron a la entrada de este, donde estaban parqueados los respectivos carros de cada uno. Tras darse un beso en la mejilla Sky lo apuntó.
—Me llamas. — Le recordó.
—Lo haré. — Prometió el rubio.
Con ese último cruce de miradas ambos se alejaron e ingresaron a sus respectivos carros. Sky suspiró, debía correr para llegar a clase, por lo que puso su lista de música y encendió el auto para después ponerlo en marcha rumbo a la universidad.
***
—Dios, ya me hacía falta una noche así, solo para relajarnos. — Dijo contento Santi, quien tenía en la mano una lata de cerveza.
Sky lo miró divertida.
—¿De qué hablas?, todas las semanas sales ya sea con nosotros o con alguna chica. — Recordó.
Por favor, si el "Don Juan" del grupo era Santi, si bien Ed también salía, este lo hacía en menor medida que el rubio. Ese sí era todo un rompecorazones.
—Oyeee, yo no hago eso. — Se defendió. — No le creas nada, Alaia. — Le dijo a la castaña que se encontraba al lado de Sky.
Sky abrió la boca sorprendida mientas veía como Alaia se reía fuertemente.
—Como si no supiera que ere un mujeriego, eso solo refuerza mis razones para seguir rechazándote. — Dijo la chica como si nada.
De inmediato tanto Sky, como Maxi y Ed estallaron en carcajadas por la valentía de la chica.
—¡No puede ser! ¡Eres la primera persona en negarle una salida a Santiago! — Exclamó Ed con entusiasmo. — Chica, tú eres mi ídolo. — Le apuntó.
Alaia sonrió por dicho cumplido mientras que Sky y Maxi volvían a reír.
—¡Tú cállate, idiota! — Saltó Santi tirándole un cojín en la cabeza. — Y te tragarás tus palabras Alaia, solo es cuestión de tiempo para que me aceptes. — Dijo mientras se encogía de hombros como si nada.
—Vamos a ver quien pierde primero. — Retó ella.
Los "uhh" no se hicieron esperar por parte de todos, queriendo añadirle más leña al fuego.
—¿Y ustedes qué? ¿No son mis amigos?, deberían apoyarme a mí. — Dijo haciéndose el ofendido.
—Mira la verdad es que esto es algo nunca visto, entonces por esa razón apoyaré, esta vez, a la castaña. — Respondió Ed.
—Y yo. — Lo secundó Maxi.
Fue entonces cuando Santi se volteó hacía la rubia, que era la única que no había respondido.
—Primero, Alaia también es mi amiga, así que eso de "no se supone que son mis amigos" es algo difícil para mí. — Comenzó. — Y segundo, bueno, conozco a Alaia y si ella te dice que no, es un no. — Terminó encogiéndose de hombros.
El rubio achicó los ojos hacia ella, juzgándola.
—No lo esperé de ti, relámpago. — Negó con la cabeza.
Sky levantó las manos como diciéndole "ni modo", por lo que Santi fijó su vista en Alaia que lo miraba con una sonrisa de suficiencia. Fue allí donde sonrió finalmente, sin quitarle la vista de encima.
—Bueno, ya que todos se pusieron en mi contra, creo que iré a decirle a papá que no les de las hamburguesas que prepara. No lo merecen. — Dijo juguetón, levantándose del sofá.
El chico desapareció y los cuatro se quedaron viendo.
—Creo que su papá también estará de nuestro lado. — Volvieron a reír.
Cuando ya estaban dando por concluido el tema de Santi, Ed se dirigió a Sky.
—Bueno, rubia, cuéntanos como está nuestro chico. — Indagó el pelinegro.
Sky se acomodó mejor en el sofá de la casa de Santi, que era donde estaban en ese momento.
—Pues bien, ha subido mucha masa muscular, está gigante y pues, el lugar donde vive es cómodo, creo que es perfecto para él. — Dijo. — Conocí a una amiga suya, se llama Megan, es una buena chica, algo...reservada, pero no es algo malo. — Explicó. — Lamentablemente no pude conocer el gimnasio ni nada más allá, porque pues justo el no tenía entrenamiento el domingo y por supuesto que lo que menos quería era mostrarme el lugar, pues supongo que salir a distraerse en otras cosas es mucho mejor para él.
Todos asintieron comprendiendo a lo que se refería.
—Fuimos a la playa y ya, técnicamente en eso se resume mi visita, pero creo que es un muy buen destino para visitar con tiempo, a parte el clima es muy propicio para irnos de vacacionar en la playa. — Recomendó ella entusiasmada. — Sería genial que todos puedieramos viajar una vez terminemos el semestre. — Propuso.
—Pues para mi es una excelente idea, nunca he ido a Los Ángeles. — Opinó Maxi.
—Ni yo. — Anunció Ed. — Yo creo que sí podríamos cuadrar algo, ¿crees que Axel tenga algún problema? — Preguntó.
—Pff...para nada, creo que sería todo lo contrario, le haría muy bien que nos reuniéramos todos. — Aseguró.
—¿Creen que podría ir? — Preguntó Alaia con algo de duda.
Sky se acercó para pasar uno de sus brazos contra sus hombros.
—Obvio que sí, tonta, eso no se pregunta. — Le respondió Sky.
—Sky tiene razón, ya eres parte de nosotros, así que de ahora en más puedes contar con cualquiera para lo que sea que necesites. — Apoyo Ed.
La castaña sonrió.
—Genial, espero después no se quejen, porque me les pegaré como lapa.
—Y yo más que dichoso con ello. — Habló Santi entrando con dos platos, cada uno con una hamburgués y papás.
Aunque trató de disimularlo, la castaña se sonrojó levemente, por lo que Sky la miró con atención, pensando que realmente su amiga podría estar sintiendo algo por Santi. Ante la inquisidora mirada de la rubia, Alaia se sonrojó más, sabiendo que había sido descubierta. Afortunadamente Sky fue la única en darse cuenta pues Santi y los chicos estaban distraídos con la comida que acababa de llegar.
Antes de que Sky pudiera comenzar a interrogar a la castaña, el padre de Santi irrumplió en la sala, trayendo consigo más platos de hamburguesa.
—Llegó por quien lloraban. — Anunció el con una sonrisa plantada en su rostro.
Sky sentía que no podía amar más a ese hombre, era tan dulce, divertido y protector que solo podía pensar que Santiago era una replica de él con menos años. El sentido del humor nunca faltaba en ambos y eso los hacía ser tan únicos. Ya se hacía una idea de que Santi, seguramente, sería tal y como su padre en unos cuantos años.
—Creo que te equivocas, llegó por el qué llorábamos, es decir, aquel plato de comida que traes en tus manos. — Le respondió juguetona Sky, solo para llevarle un poco la contraria.
—Cariño, llevo tanto tiempo en esto que se que soy más que irresistible, no te resistas. — Le siguió el juego dejándoles a ambas chicas su respectivo plato de comida.
Definitivamente, eran iguales.
Cuando Sky vio la dulce presentación aquella hamburguesa no sentir más ternura por ese hombre.
—Debo admitir que esto se ve delicioso, muchas gracias, eres el mejor. — Dijo Sky haciéndole un corazón con sus dedos.
El hombre sonrió son suficiencia.
—Te dije que era irresistible. — Repitió.
—Oye pa, no le digas esas cosas, pues después llega Axel a armar un alboroto con lo celoso que es. —Le advirtió un divertido Santi.
—Já, si yo tuviese la edad de ustedes justo ahora, Sky me habría elegido a mí. — Respondió convencido.
Todos en la sala se echaron a reír incluyendo a Sky, que estaba más que dispuesta a seguirle el juego.
—Oh, por supuesto, pero que quede entre nosotros. — Dijo divertida.
—La traición. — Apuntó Santi, quien había dado un par de pasos para acomodarse al lado de Sky y así estar más cerca de Alaia.
Con aquella invasión imprevista, Sky alzó las cejas.
—Jumm, pero que, esperaría un poco de respeto a mi espacio personal. — Le susurró al chico mientras se acomodaba mejor.
—Shh...si no me vas a ayudar, déjame al menos hacerme cerca de ella. — Pidió en voz baja.
Comenzaba a pensar que aquel gusto no era solo de Alaia, sino también de Maxi. Al principio pensó que solo se trataba de una broma entre ellos, pero comenzaba a pensar que había más verdades que mentiras en aquel jueguito que llevababan y lo peor es que ella todavía no sabía nada de eso, de ninguno de los dos.
Su celular vibró, distrayéndola de los planes de Maxi para llamar la atención de la castaña.
Coqui
Ya he llegado a casa, hoy realmente querían matarme en aquel gimnasio. ¿Cómo va la reunión? ¿Qué están haciendo?
Sky le había avisado con anterioridad sus planes de reunirse con los chicos para "celebrar" su llegada, como le había dicho Santi. Antes de escribirle decidió que lo mejor sería mandarle una foto.
—Chicos, miren hacía acá, es para Axel. — Avisó la rubia alargando su brazo para acomodar la cámara.
Ante la petición, todos posaron, incluyendo al padre de Santi. Cuando ya estuvo, con una sonrisa, escribió en el pie de la foto:
Extrañándote
La envió y dejó el celular a un lado, para comenzar a comer junto a todas aquellas personas que se habían convertido en su familia en aquel país. Y esperaba que fuera así para siempre.
Holaaaaa, sorpresa, nueva actualización ❤️❤️❤️
Oigan les tengo una noticia: POR FIN TENGO EL FINAL DE MI RUBIA🙊🙈, es decir que ya planeé todos los capítulos, el final y, por su puesto, el epílogo. Si todo sale como lo planeado, el final de MR será a mediados de noviembre.
¿Están listas?
Por cierto, he estado muy pendiente de las nuevas lectoras, bienvenidas a la historia de Axel y SKy, les alegra mucho tenerlas aquí 💗
Por cierto, quería preguntarles si quieren que en Instagram hagamos un preguntas y respuestas con nuestros dos protagonistas, me parece cool 😎, pero pues, digan ustedes 🙊
Ya hablé mucho, dejen en los comentarios sus opiniones sobre el capítulo ❣️
Nos leemos pronto, besooooos😍
CK