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Han pasado seis días desde el cumpleaños de Liza y cinco días desde que Hunter, Madison y Dimitri tomaron su vuelo para regresar a Boston ya que Madison y Hunter tenían que ir a hablar personalmente del problema que había con respecto a la construcción de la casa.
Desde un principio estaba todo bien pero luego de la llamada que recibió mi hermano hace unos días, se creó una pequeña posibilidad de que no se pudieran unir las dos casas para formar una sola pero hoy, recibí un mensaje de Madison comentándome que ese problema se había solucionado, sin embargo, a pesar de que todo estuviera en condiciones para seguir, terminaron decidiendo que no las iban a unir lo cual me desconcertó por completo.
Confundida por el repentino cambio, marqué su número y nos quedamos conversando casi dos horas sobre lo que había ocurrido, entre otras cosas más.
Resulta que el conocido de Hunter, le contó lo que había ocurrido durante los días que no estuvimos en Boston.
En una sola madrugada asaltaron a tres casas de ese vecindario y al día siguiente, a la tarde, volvieron a asaltar a otra casa pero como los dueños, dos personas mayores, se resistieron, recibieron varios disparos los cuales le ocasionaron la muerte de inmediato.
Ante estos acontecimientos, mi hermano junto a Madison retrocedieron con la idea de unir las dos casas de su infancia para hacer una sola. Ya habían pasado muchas situaciones desafortunadas y no querían correr el riesgo de que les sucediera algo parecido y menos ahora qué hay un bebé en camino.
Pero eso no era todo porque también, les llegó la información de lo que se andaba comentando por el barrio, que "el hijo del ex abogado iba a regresar al vecindario a vivir junto a su novia" y como nuestro padre era conocido en el entorno, habían grandes chances de que esa noticia saliera en los medios de comunicación y como mi hermano y Madison lo que menos quieren es llamar la atención y que se divulgue el lugar en el cual querían vivir, terminaron optando por buscar otro sitio para mudarse.
Luego de hablar de todo eso, conversamos nuevamente sobre el tema de la ropa que quería que me guardaran en la maleta que me iban a mandar de Boston a Paris.
También hubo cambios respecto a esto porque el día posterior al cumpleaños de la madre de Tyler, mi hermano me dijo que iban a volver a viajar a Paris para mi cumpleaños que es mañana pero ese plan cambió cuando me enteré, hace dos días, que Madison no se estuvo sintiendo bien. Al saber aquello, les dije que no viajaran, que se quedaran en Boston total yo, la iba a pasar genial aquí en París. Al principio Madison me decía que iba a viajar igual, que se sentía bien pero después de repetirle que se quedara allí, terminó dándose por vencida. También me dijo que ya tenían mi regalo, lo cual me dio ilusión. No obstante, tenía que esperar a recibirlo ya que volvería a Boston después de ir al campamento que por cierto, es un tema aparte.
El campamento resultó ser un gran misterio ya que esta vez, a diferencia de otros años, no había demasiada información en la página web. Y como a Tyler no le interesaba mucho, mañana me iba a sentar junto a Liza frente a la computadora para ver si encontrábamos más información respecto al campamento.
Dejando a un lado mis pensamientos, dejé de mirar la pantalla de mi teléfono cuando oí los pasos de Tyler mientras bajaba la escalera.
Hoy, Liza me preguntó si quería ir al evento que se iba a realizar esta noche. Era un evento para recaudar fondos para un comedor comunitario.
Para no quedarme sola en la casa, le dije que sí. Pero cuando me acordé que no tenía nada "elegante" para usar ya que no quería usar el mismo vestido que usé para el cumpleaños de Liza ni tampoco quería usar el otro que traje, le pregunté a Liza si había alguna tienda cerca. Por lo que me dijo no habían tiendas que quedaran cerca de la casa así que me dio la dirección de otras que quedaban un poco más lejos.
Después de que tomé nota de las tiendas en mi teléfono y de decirle que iba a ir para ver si conseguía algo para esta noche, ella prácticamente obligó a su hijo a acompañarme para que no ande sola. Tyler por supuesto lo que menos quería era acompañarme pero bueno, disgustado, terminó aceptando.
Nuestra situación volvió a ser como era en un principio, es decir con odio de por medio.
Luego del beso de aquella noche, ninguno mencionó nada al respecto. Cada uno siguió con lo suyo y como él era una persona difícil de descifrar ya que siempre estaba igual sin mostrar ninguna emoción, todo me decía que para él fue un desliz. Sin embargo, a pesar de su seriedad, tenía la sensación de que algo había cambiado entre nosotros.
-Vamos.
Al oírlo, me levanté del sofá y caminé hacia la puerta detrás de él. Mientras tanto, miré su atuendo. Llevaba unos jeans negros junto a una camiseta gris. La simpleza suma, pensé pero cuando me di cuenta que lo estaba mirando bastante, desvié la mirada hacia otro lado.
Después de aquella noche, no sé por qué, pero lo miraba más de lo que debería.
Una vez que Tyler abrió la puerta y salió, me estampé con su espalda cuando se detuvo.
-Mierda. Está lloviendo.-gruñó para luego dirigirse al coche.
Apresurándome, fui rápido y me senté en la parte del acompañante. Tyler puso en marcha el coche y le dije algunas direcciones de las tiendas que me pasó su madre.
Por suerte el tráfico era escaso y no tardamos mucho en llegar a la primera tienda.
-¿Te quedas en el coche?-le pregunté antes de salir.
-Si fuera por mí me quedaría en el coche.-hizo una mueca.-Pero le tengo que dar a la dueña una cosa que me dio mi madre.
-Ah, bueno...-dije cuando no dio detalles.
Ya fuera del coche, dijimos unas cuantas palabrotas por el viento horrendo que había.
Que día de mierda para estar en la calle, pensé.
Una vez dentro de la tienda, me sorprendí de la cantidad de mujeres que estaban echando un vistazo a toda la ropa que había. ¿Acaso había ofertas o qué?
-Lo que me faltaba...-dijo en voz baja mientras miraba fastidiado el local.-Elige algo rápido.
Al oírlo no pude evitar sonreír.-Vas a tener que tenerme paciencia.
El chico de rizos me dio una mirada fulminante antes de comenzar a caminar entre las personas. No obstante, antes de que desapareciera de mi campo de visión, pude llegar a distinguir un sobre en su mano.
Girando sobre mi propio eje me puse a ver los vestidos que estaban colgados detrás de mí pero como no me convenció ninguno, comencé a recorrer todo la tienda en busca de algo que me llamara la atención.
No supe cuánto tiempo había pasado desde que ingresé a la tienda pero había pasado bastante, o eso me pareció cuando dirigí mi mirada hacia uno de los ventanales y percibí que ya había comenzado a anochecer.
-¿Dónde diablos te habías metido?-el aliento de Tyler en mi oreja me ocasionó cosquillas. Había tanta gente en el lugar que estábamos todos amontonados.
Cuando volteé hacia él, me lo encontré demasiado cerca de mi rostro lo cual me hizo sentir pequeña frente a él.
-No me convence nada. Vayamos mejor a otra tienda.-le dije sin quitar la mirada de sus ojos verdes.
-No hay tiempo. Elige algo en esta tienda.
Sentí mi pulso acelerarse cuando no me quitó la mirada de encima.- ¿Cómo que no hay tiempo?
-En dos horas tenemos que estar saliendo de la casa para ir al evento.
Abrí muchos los ojos.
-¿Por qué en dos horas? Si tu madre me dijo...-me interrumpió.
-Busca algo.
-Pero no...
-Vamos a la casa entonces.
Entrecerré los ojos por su poca paciencia.-No puedo irme de la tienda sin un vestido. No tengo nada que ponerme para el evento.
-Ten.-agarró el primer vestido que vio y me lo dio.-Pruébatelo.-Ni si quiera tuve tiempo a decir nada que ya me había llevado al sector de probadores.
La chica, que se encargaba de hacernos pasar al probador, al verme me sonrió.-Al fondo del pasillo hay un probador vacío.-me indicó para luego mirar a Tyler.-Puedes ir también y quedarte en el pasillo.-le dijo antes de que una chica la llamara para hacerle una consulta.
Minutos después ya me encontraba mirándome en el espejo. El vestido que agarró Tyler, al azar, era un poco más corto de lo que solía usar y también, un poco transparente lo cual me generaba algo de inseguridad.
-¿Y?-la voz de Tyler al otro lado de la cortina me sacó de mis pensamientos.
-No sé...-comencé a decir hasta que de pronto la cortina se abrió de golpe dejando ver a Tyler.
-Hay que irnos ya.
-¡Tyler!-golpeé su pecho.
-¿Qué?
-¡No puedes ingresar así como así! ¿Y si no estaba cambiada?
-No me quejaría.
Cuando oí su respuesta y levanté nuevamente la mirada hacia la de él, me lo encontré mirándome fijamente.
Antes de que ocurriera el beso de aquel día, podía empezar perfectamente un juego de miradas y ganarlo pero ahora, después del beso, me costaba aguantarle la mirada. Me ponía nerviosa y no entendía por qué.
-¿Por qué hay que irnos ya?-musité desviando la mirada para otro lado.
-Recibí un mensaje de mi madre.
-Ah, bueno. Ahora me camb...-callé cuando sentí su mano en mi barbilla para que lo mirara.
Sentí mi pulso acelerarse cuando dio un paso más hacia mí.-¿Por qué me esquivas la mirada?
-No estoy esquivando nada.-susurré para luego empujarlo fuera del probador. Sin embargo, llegue a notar una sonrisa juguetona en su rostro.
-Prepárate para el juego de esta noche.-lo escuché segundos después de que cerré las cortinas. Confundida ante sus palabras volví a abrirlas pero ya no estaba.
¿De qué juego estaba hablando?
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Hola ❤️ ¿A qué piensan que se refiere Tyler con "juego"?
Capítulo dedicado a:
Hasta el próximo capítulo que será en unos días ❤️