-Quédate en la cama. Iré a ver qué está pasando.-me dijo Hunter alejándose de mi lado.
Había pasado como media hora desde que se cortó la luz y que no volvió. Sin embargo, lo que más nos inquietó fueron algunos murmullos provenientes de uno de los jardines debido a que la ventana que teníamos en esta habitación, dejaba algo al descubierto del jardín. No obstante, no podíamos llegar a ver nada desde esta perspectiva.
-Voy contigo.
-No, amor. Mejor quédate en la cama.-me dio un beso en la frente.
-Pero ya estoy mejor.-hice un puchero.
Hunter ante mi acción, me sonrió.-Vuelvo enseguida ¿sí?
-Está bien.-dije dándome por vencida ante él.
Una vez que salió de la habitación, me senté mejor en la cama y volteé ante la única luz que iluminaba nuestra habitación, la luz de la luna.
Minutos después, busqué la pequeña cartera que había llevado colgada mientras estábamos bailando en el jardín con Freya ya que no quería tener el teléfono en la mano tanto tiempo.
Al sacar mi teléfono, me di cuenta que tenía el teléfono de Freya junto a la llave de su habitación.
Inmediatamente, desbloqueé la pantalla de mi teléfono y le mandé un mensaje a Hunter preguntándole si Freya estaba en alguno de los dos jardines.
Al no recibir respuesta, me levanté y me acerqué a la ventana para ver si podía lograr ver algo pero era imposible. Resignada, me encaminé nuevamente a la cama hasta que mis pasos se detuvieron al ver el picaporte de la puerta girar.
Me quedé inmóvil unos segundos esperando que la persona que está al otro lado de la puerta sea Hunter pero cuando el movimiento del picaporte cesó, la adrenalina comenzó a surgir en mi sistema y el miedo comenzó a apoderarse de mí. ¿Quién quería ingresar?
Por un momento quise creer que quizás, alguno de los invitados quería ir al baño y se confundió de habitación pero cuando volvió a suceder lo mismo, me alarmé.
Rápidamente marqué el número de Hunter pero me mandó al buzón de voz lo cual me extrañó.
Tratando de calmar mi respiración, me encerré en el baño y me quedé allí unos minutos más.
Cuando creí que la persona finalmente se había marchado del pasillo, salí del baño y me senté en la cama sin despegar la mirada de la pantalla de mi teléfono por si recibía algún mensaje de Hunter pero cuando el silencio espeso de disipó y mi mirada impactó de nuevo en el picaporte, mis latidos volvieron a aumentar en el preciso instante que la puerta se abrió de repente agarrándome desprevenida.
-¿Estás bien?-al oír a Hunter solté todo el aire que estaba conteniendo.
-¡Casi me matas del susto!-me acerqué a él para abrazarlo.
-¿De qué estás hablando?-me preguntó confundido mientras acariciaba la parte baja de mi espalda.
Alejándome un poco, busqué su mirada en la oscuridad.-Alguien quiso ingresar a la habitación.
Maldijo para luego hablar.-No tendría que haberte dejado.-acarició mi mejilla.-Por eso regresé a buscarte. No es seguro que te quedes sola.
-Pero... ¿qué es lo que está pasando?-pregunté preocupada.
-Hay tres invitados descompuestos, por eso se oían murmullos.
-¿Por qué siento que hay algo más?
Hunter pareció debatir internamente si decirme o no hasta que volvió a hablar.-Los envenenaron.
-¿Me estás diciendo enserio?-lo miré alarmada.
-Todo indica que los envenenaron pero por suerte los invitados no lo saben. Liza acaba de llamar a la ambulancia. Ya deben estar en camino.-cuando terminó de hablar, las luces se encendieron. De golpe volvió la luz.
-Será mejor que bajemos ahora.
Asintió.-Sí. Vamos.
-¿Qué pasó con tu teléfono?-le pregunté mientras agarraba el mío.
Suspiró.-Otra historia.
-¿Qué más pasó?-lo miré atenta.
-Casi me agarro a las piñas con un imbécil y entre una cosa y la otra se me cayó al piso y no enciende.
-Con razón cuando te llamé me mandó al buzón de voz.
-Si no enciende me voy a tener que comprar otro.-su enojo era evidente.
-Si.-hice una mueca.-Oye...tu hermana se dejó su teléfono en mi cartera. ¿Te la cruzaste en el jardín?
Negó.-No. No la vi en el jardín. Escuché algunos rumores de que casi se pelea con una chica. Quizás Tyler la vio.
-¿A él tampoco lo viste?
-No, capaz está en su habitación.
-Si puede ser.
-Vamos hacia su habitación que queda en el piso de abajo. Liza me dijo que le avisara lo que está pasando.-dijo mientras salíamos de la habitación.
-Está bien, vamos.
Ya estando en el otro pasillo, fuimos hacia la habitación de Tyler.
Luego de que Hunter golpeara dos veces la puerta, se asomó Tyler. Estaba con el cabello alborotado y algo ¿adormilado?
-Ey, ¿estás bien?-le preguntó Hunter al ver su estado.
-Sí, bien ¿Qué pasa?
-Parece que envenenaron a tres invitados.-Tyler al oír las palabras de Hunter, salió de su habitación entrecerrando la puerta detrás de su espalda. Al verlo hacer aquello, fruncí un poco el ceño.-Tu madre me dijo que te avisara. Será mejor que bajes. Está asustada. Cree que alguien lo hizo intencionalmente.
Tyler se quedó un instante en silencio a lo cual yo ladeé la cabeza.-¿Estás seguro que estás bien?-le pregunté un tanto insegura.
-Sí, seguro. Vamos.
-¿Viste a mi hermana?-cuando Hunter le hizo la pregunta, yo me até el cabello en una coleta y mientras lo hacía, algo llamó mi atención. Por el pequeño espacio abierto que había en la puerta, percibí unos tacones que me resultaron conocidos. No obstante, lo dejé pasar cuando llevé velozmente la mirada hacia Tyler al oír su respuesta.
-La vi ingresar a su habitación.-se encogió de hombros.
Me lo quedé mirando unos segundos.
Era imposible que Freya haya ingresado a su habitación porque yo tenía la llave.
-A bueno, me quedo tranquilo entonces.
A todo esto, no dije nada. Simplemente regresé la mirada hacia los tacones que me resultaron conocidos hasta que de un momento a otro me cayó la ficha de quienes eran.
¡Esos tacones son de Freya!
No me digas que...ay Dios mío. Menos mal que no le dije a Hunter que yo tenía la llave de la habitación de su hermana porque sino no sé qué hubiera pasado si se daba cuenta que Tyler le había mentido en la cara.
-¿Estás bien?-me preguntó Hunter a mi lado cuando me quedé sumida en mis pensamientos.
-Si...-susurré para luego llevar la mirada a Tyler que había girado para ver que era lo que había mirado segundos atrás. Cuando se percató de que yo me había dado cuenta de su mentira, se me quedó mirando fijamente.-Em...-comencé a decir.-Mejor vayan ustedes. Le voy a tocar la puerta a Freya para darle su teléfono.
-Te esperamos.-dijo Hunter.
Ante su respuesta miré nuevamente a su amigo que no me quitaba la mirada de encima.
-No, está bien. Vayan yendo ustedes que seguro Liza está asustada. Yo voy enseguida, no te preocupes.
Lo vi ladear la cabeza.-Hace unos minutos alguien quiso ingresar a la habitación. No voy a dejarte sola de nuevo.
-De verdad, no te preocupes. Voy a estar con Freya en su habitación. No nos va a pasar nada.
-¿Estás segura?-Hunter levantó las cejas ante mi cambio repentino.
-Si.-le sonreí.
Hunter habrá notado algo extraño porque se me quedó mirando por un instante hasta que Tyler cerró la puerta, pero sin llave, y le hizo una seña a Hunter para que bajaran de una vez por todas.
Cuando los vi bastante lejos de donde estaba yo parada en el pasillo, me acerqué a la puerta de Tyler pero apenas lo hice, Hunter volteó y me miró. Rápidamente me alejé y golpeé la puerta de Freya para disimular.
Al perderlos de vista, volví nuevamente a la puerta de la habitación de Tyler y golpeé para ver si salía Freya pero no salió.
Dudé un momento si abrir la puerta o no ya que Tyler la había dejado sin llave hasta que finalmente me decidí a abrirla y cuando lo hice, me la encontré a Freya.
Durmiendo.
En la cama de Tyler.
Con una camiseta de él.
¿De qué diablos me perdí?
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Hasta el próximo capítulo que será en unos días ❤️
Capítulo dedicado a:
Recuerden que estaré dedicando los capítulos a los que dejen comentarios a lo largo de los capítulos 🥰