Aclaración para antes de leer: decidí poner el apodo de la bebé como Lily para ya no poner Lirio de los Valles y Linglan (la palabra china para lirio de los valles) no me terminaba de convencer.
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Nueve meses después. El lunes, a las 7:40 de la mañana, el distrito comercial del centro de la ciudad de Yuanjiang.
Las emblemáticas torres gemelas son altas y la fachada de vidrio de 300 metros, refleja la luz del sol naciente. En la entrada del metro, la multitud estaba aglomerada, en su mayoría eran trabajadores administrativos de las compañías, todos iban bien vestidos. Subieron la escalera y se apresuraron al paso peatonal colectivamente. En el segundo siguiente, cuando el semáforo cambió de rojo a verde, fue como si una cuerda gruesa se desatará y las personas se pudieron ir en diferentes direcciones de forma ordenada.
En el piso 55 del edificio de Jiusheng, temprano en la mañana, la atmósfera era extrañamente tensa. La baja presión del aire hizo que todos sintieran que les costaba respirar, el aire que habían conseguido recuperar el fin de semana se iba lentamente.
Cuando se encontraban en la sala de café, estaban en silencio y solo se comunicaban con sus ojos; algunos de ellos suspiraban y negaban con la cabeza, pero ninguno decía ni una palabra. Todos entendían el dolor del otro al 100%. La puerta del ascensor se abrió y un camarero salió con un carro lleno de flores, dejando un pasillo fragante en el camino. Aún con el hermoso olor, los deprimidos empleados no recuperaron su vitalidad.
La razón: en veinte minutos aparecerá Zheng Feiluan, la persona más difícil del mundo en fechas recientes.
A las 7:42, una fuerte maldición rompió el silencio. Cuando todos escucharon el sonido, vieron a una mujer con un vestido blanco, una bolsita al hombro y una taza de café frente al carrito de flores. Estaba atónita, tenía los ojos bien abiertos, las cejas erguidas. El camarero la observaba al otro extremo del carrito.
-¿No es la asistente Yu? Todavía no llega el Sr. Zheng y ella ya está teniendo problemas.
-Debe estar loca para poder estar con el Sr. Zheng todo el día.
Hablaban dos empleados. La asistente Yu, era una mujer beta, tenía una Maestría en Gestión Hotelera por la Universidad de Yuanjiang. Venía de una buena familia y a una edad temprana se le consideraba brillante, se había convertido en una empleada estrella en su primer año de trabajo. Hacía nueve meses había sido transferida y le dieron un puesto más alto. Su puesto, era el lugar vacante de asistente personal del Sr. Zheng. También había sido ella la que había llevado personalmente un ramo de girasoles y un oso cuando visitó a He An y al Lirio de los Valles al hospital en nombre de Zheng Feiluan.
Había pensado que esta promoción era un regalo caído del cielo. A partir de su promoción, ha estado con la esperanza de obtener fama y reconocimiento por parte del jefe. Quien diría que después de unos pocos meses felices, el sr. Zheng, al que ella tanto admiraba, cambiará repentinamente su temperamento y se volviera una persona sumamente irrazonable. Se había vuelto muy meticuloso en el trabajo, no soportaba el más mínimo error y a menudo la regañaba de una forma tan fea que no se atrevía a discutir.
Su trabajo era como estar pisando el filo de un cuchillo, como pasar los 18 niveles del infierno, Dios sabía lo duro que había estado trabajando para aguantar hasta el día de hoy.
En ese momento, la asistente Yu tenía un problema: los tacones de aguja de ocho centímetros se hundían profundamente en la alfombra, tenía las puntas de los zapatos ladeadas y presionadas contra la rueda del carrito de flores.
-¿Su gerente de compras no entiende ni una palabra? La semana pasada, enfatice 18 veces, tanto de forma verbal como escrita, sin rosas, sin lirios, sin hortensias, sin iris, gypsophila, lo que sea que se enumera en la lista...
Dejó la taza de café en el carrito, sacó su teléfono móvil de la bolsita de mano, busco algo en él y luego lo presionó en la cara del camarero (el teléfono)
-¡Gracias! ¡No! ¡No! ¡Sí!
El camarero retrocedió rápidamente para evitar que le aplastaran la nariz.
Era tan temprano en la mañana y ya tenía problemas. El temperamento del camarero se puso violento y se enfrentó a la asistente
-Asistente Yu, lo crea o no, hoy las Torres Gemelas de Jinyuan están completamente ocupadas, desde el primer piso hasta el ochenta. Hemos hecho todo lo que nos ha pedido, hasta hicimos una excepción especial con el tulipán negro que necesitaba para el piso superior. Si no está satisfecha, es posible que nuestro departamento de compras no pueda hacer más por usted.
-¿Cuál es la diferencia entre esto y el arreglo de flores del viernes pasado?
La asistente Yu estaba tan enojada que presiono con fuerza sus pies en el suelo casi rompiendo sus tacones. El camarero puso los ojos en blanco y dijo
-Es cierto que no hay diferencia. Los diseñadores de flores de las habitaciones, las salas de exposiciones y el vestíbulo están llenos de trabajo, sólo podrían hacer algo diferente en una circunstancia espacial.
-¿Circunstancia especial? Las flores que envió deben colocarse en el escritorio del Sr. Zheng. Al Sr. Zheng no le gustó el arreglo de la semana pasada. ¿Esto no es una circunstancia especial?
El camarero no se tomó en serio el nerviosismo de la asistente Yu:
-¿No ha ocurrido esto antes? Al sr. Zheng no le ha importado.
La asistente Yu estaba furiosa
-¡Eso solía ser antes, ahora es ahora!
-Entonces debemos comprar más flores, lo que llevará a que el presupuesto de final de mes no esté bien.
La asistente Yu casi enloqueció
-Por favor, quiero diez flores, no diez mil! ¿Acoso eso generará una perdida irrazonable? Deja que el contador haga su trabajo y si no puede, que se vaya.
Levantó la muñeca y miró el reloj. Aún le quedaban dieciséis minutos antes de la llegada de Zheng Feiluan. De repente se puso pálida y ni siquiera se molestó en seguir discutiendo. Inmediatamente puso todas las cosas en el carrito y corrió hacia el ascensor.
Después de correr unos pasos, probablemente porque los tacones altos se interponían en su camino, se quitó los zapatos, los colocó en sus manos y siguió corriendo descalza.
Uno de los empleados que había estado observando todo desde la distancia estaba desconcertado
-¿De verdad necesita entrar en pánico de esta manera por unas cuantas flores?
El otro empleado le dio una palmada en el hombro.
-Estabas de viaje de negocios la semana pasada y te perdiste de los últimos cambios que han ocurrido. ¿Has escuchado sobre un horrible despido causado por un trozo de papel higiénico?
-¿Papel higié... papel higiénico?
-¿Sabías que los tres mejores hoteles de Jincheng del último trimestre están en Huaining Road? Pues el miércoles pasado realizaron una conferencia para tratar el tema de una inversión histórica. Pero durante el intermedio de la conferencia, el sr. Zheng fue al baño. Cuando salió, sin decir la razón, despidió a todo el equipo de limpieza. El gerente del hotel, se sentó a revisar la razón del despido y ¿adivina cual fue?
-¿Cuál fue la razón?
-Debido a que el inicio del rollo de papel de repuesto no había sido doblado en un triángulo isósceles, estaba en triángulo pero no tenía los 30° de inclinación necesarios para ser isósceles.
-...
-Te lo explicaré con una analogía, es como si el secretario de educación despidiera personalmente a un maestro de escuela primaria. Se dice que el departamento de Recursos Humanos pensaron que había sido una broma y hasta elogiaron al sr. Zheng por su buen sentido del humor. Como resultado, todo el departamento de Recursos Humanos también fue despedido.
-Siento pena por ellos.
-Simpatiza contigo primero. El sr. Zheng no puede ir a Jincheng seguido. Pero él está aquí permanentemente y tú estás justo en el área más cercana a él. El viernes pasado, había un ramo de flores en su escritorio, al parecer no le gusto y regaño horrible a la asistente Yu. En cuanto se supo la noticia, todos retiraron las flores de sus escritorios, es más, hasta las macetas en los pasillos tuvieron que ser podadas. Bueno, dejaré este tema aquí, no encuentro una hoja amarilla...
-Esto da demasiado miedo
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El ascensor descendió desde el piso cincuenta y cinco hasta el vestíbulo. La asistente Yu se sentía ansiosa. Tan pronto como la puerta se abrió un poco, salió corriendo y se encontró con una chica que se parecía a ella en talla. La niña llevaba una bolsa de lona, tenía puestos unos zapatos planos, no llevaba maquillaje, en pocas palabras no iba vestida de forma apropiada para el lugar. Parecía que era una pasante que iba a reportarse a un trabajo cualquiera.
La asistente Yu se detuvo enfrente de ella con los brazos abiertos y preguntó con entusiasmo
-¿Es tu primer día de trabajo?
-Si... si lo es.
La chica vio los tacones que la asistente Yu tenía en la mano y asintió nerviosamente. La asistente le ofreció los tacones a la niña, sonrió de una forma amable y le dijo
-Se recomienda usar tacones altos el primer día de trabajo, eso puede mejorar mucho la primera impresión. Acabo de comprar este par el sábado, es un nuevo modelo; me costaron cuatro mil yuanes. Pero por ser tu primer día, te los cambio por tus zapatos planos ¿está bien?
Diez segundos después, una figura blanca como la nieve salió corriendo por la puerta del hotel.
Con los zapatos planos, la asistente Yu miró el mapa en su celular, dividía su atención entre los peatones y el semáforo. Una vez que este cambio, corrió hacia el este unos 500 metros y se precipitó a la florería más cercana.
El dueño de la floristería tomó el celular de la asistente y vio en él docenas de nombres de flores seguido de una hilera de cruces. Miró a la asistente Yu con impaciencia
-¿No vas a llevar nada de lo que está marcado? Niña, ¿conoces todas estas flores?
La asistente Yu abrió su billetera, sacó una pila de billetes rojos y los extendió en forma de abanico entre sus dedos
-Mientras me dé algo de lo que no esté en esa lista, le daré todo el dinero que tengo en la mano.
Mientras el Sr. Zheng esté feliz, ¿Qué importa gastar unos miles de yuanes?
La boca del florista se crispó de alegría y se levantó las mangas
-Aguarda, te buscaré algo.
El segundero del reloj de la pared gira y gira, el florista busca lentamente las flores. La bomba de tiempo en el cerebro de la asistente está ya en números rojos. Estaba tan ansiosa que presionó varias veces al florista, pero él siguió con las mismas calmas.
Si esto continuaba, no había duda de que moriría.
La asistente Yu finalmente ya no lo pudo soportar más, tomó su celular y marcó un número que nunca había marcado.
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Cuando timbro su teléfono, Cheng Xiu, estaba meciendo a la pequeña Lily en un columpio ubicado en una pequeña posada en la ciudad de Luotan.
La ciudad de Luotan, es un lugar pequeño. Esta bordeada por el mar Risheng al este y al oeste por unas montañas. Es conocida en todo el país por su cálido verano. A medida que se acerca el comienzo del otoño, la última oleada de flores había terminado y por lo tanto, no había muchos turistas.
Estaba tranquilo en la mañana y ocasionalmente dos o tres silenciosos pájaros canturreaban entre las ramas y hojas de los árboles.
Anoche, Lily había estado llorando. He An la había estado abrazando y tratando de tranquilizar toda la noche, por lo que en ese momento estaba exhausto. Cheng Xiu tenía miedo de que no recupera su sueño, por lo que llevó a la niña al patio, preparó un poco de leche y dejó que la tomara en el columpio/cuna.
El sol era cálido, había una buganvilia al lado de la cuna. Sus flores eran blancas y los pétalos se balancean con el viento. La pequeña Lily tiene once meses ahora, le ha crecido el cabello rizado y ahora era posible atárselo en trenzas y poner un lindo moño en ellas.
La pequeña cuna de bambú se balanceaba, Lily estaba sentada en ella tomando su leche. Sus mejillas estaban hinchadas y trataba de chupar la leche. Gracias a que estaba intentando beber de prisa, su babero estaba mojado.
En la parte superior de la cuna hay un gato gordo de color naranja, con la cola gruesa. Estaba mirando a la pequeña Lily a través de un hueco en las enredaderas y las flores, estaba protegiendo a su linda princesa.
Este gato naranja se llama 606 Jin pero se le apoda 606 y era la mascota oficial del hotel Qingguo.
Antes de que He An, Cheng Xiu y Lily se mudaran al lugar, 606 era muy famoso. Junto con su columpio que estaba bordeado de la buganvilia, había aparecido en todas las postales de la ciudad Luotan, estaba en todos los blogs de jóvenes y artistas y en las revistas de viajes. Mucha gente sabía que el hotel Qingguo tiene un gato gordo y perezoso que le gusta dormir en su columpio. Siempre lo encontrarán ahí.
O eso era así hasta el día que Lily llegó.
El primer día en que Lily estuvo en el hotel, 606 rompió su columpio.
El dueño de la posada, un alfa trabajador, al ver que el columpio estaba roto, sacó un martillo inmediatamente y lo arreglo con unos cuantos golpes. Pero al día siguiente, se había sorprendido al ver que de nuevo estaba roto. La cuerda de uno de los extremos había sido cortada, claramente había sido con dientes afilados.
606 se puso a su lado y movió su cola con calma. Había una luz de astucia brillando en sus ojos de color ámbar.
El posadero ya no intentó reparar el columpio, sino que lo desarmó y lo reemplazó con una cuna de bambú con una cama suave.
De esta manera, 606 dio su amado columpio como regalo de bienvenida hacia su más amada persona, Lily.
Debido al gesto de este gato gordo, He An se estableció en Luotan.
Cheng Xiu también lo siguió.
Un ambiente simple y romántico siempre puede cambiar la mentalidad de las personas de una manera sutil. Durante los últimos nueve meses, Cheng Xiu se ha acostumbrado al ocio de la ciudad de Luotan. Hoy, de repente, recibió una llamada de la ciudad de Yuanjiang. El timbre era como un taladro eléctrico diseñado para romper la pared en la madrugada de un fin de semana. Cada palabra era extremadamente ruidosa.
-¿Cheng Xiu? Cheng Xiu, ¿sabes qué flores le gustan al Sr. Zheng?
La asistente Yu estaba muy ansiosa en el teléfono.
Cheng Xiu arrastró una silla de mimbre rota que había pasado por vicisitudes de la vida y se sentó cómodamente
-¿Qué tipo de flores le gustan a Zheng Feiluan? No lo sé.
Frotó suavemente los pequeños pies de Lily.
La pequeña Lily estaba luchando por beber leche, balbuceaba, su boca sorbía obstinadamente, sus extremidades trabajaban juntas y sus pies empujaban suavemente la palma de Cheng Xiu.
Para ser honesto, Cheng Xiu realmente no quería hablar con la asistente Yu en absoluto.
Después de ser expulsado por Zheng Feiluan, quiso darle algunos consejos al nuevo asistente de manera amistosa. Después de todo, Zheng Feiluan se encuentra en una situación especial y es un jefe con constantes dificultades. Es muy probable que se convierta en un demonio en algún momento en el futuro. Necesitan estar preparados. Sin embargo, la asistente Yu pensaba muy bien de sí misma. No preguntó por qué fue despedido o la personalidad de Zheng Feiluan. Tomó el puesto directamente e incluso se burló de él por no saber cómo aprovechar la oportunidad de tener un puesto tan bueno.
Cheng Xiu casi vomitó sangre, pero no pudo discutir con ella: He An todavía estaba medio muerto en el hospital en ese momento y Lily no había abandonado la unidad de cuidados neonatales. Había demasiadas cosas por las que preocuparse. Después de ocuparse de esta y descuidar la otra, todavía queda el sarcasmo por parte del otro lado.
Inesperadamente, esta asistente aparentemente muy competente, solo había sobrevivido nueve meses.
Le preguntó a la asistente Yu lo qué había sucedió. Ella le dijo que Zheng Feiluan había estado odiando todos los arreglos de flores sin ningún motivo desde la semana pasada. Quería cambiar las flores, pero no podía decir qué tipo de flores le gustaban. Finalmente, estaba furioso y perdido. Le había dicho:
-Si este problema no está arreglado para la próxima semana, mejor no vuelvas.
Cheng Xiu estaba atónito.
Había estado con Zheng Feiluan durante muchos años. Zheng Feiluan es un típico emprendedor. Comprende la situación, no se apega a cosas triviales y nunca se preocupa por las decoraciones innecesarias en la mesa: en una ocasión concedió un capricho de alguien y puso flores en un jarrón. Zheng Feiluan no dijo nada cuando vio las flores, por lo que Cheng Xiu no sabía que había flores que no le gustaban.
De hecho, aparte de la parte que involucra a He An, Cheng Xiu difícilmente podría culpar a Zheng Feiluan.
Si incluso una flor insignificante puede irritar a Zheng Feiluan en estos momentos, ¿qué significaba? Significa que sus emociones han estado fuera de control durante mucho tiempo y ya no son suficientes para ayudarlo a lidiar con cosas de nivel macro de manera racional.
Se le está acabando el tiempo.
Cheng Xiu no pudo evitar suspirar y cuando la asistente Yu lo escuchó entró en pánico
-Cheng Xiu, piénsalo de nuevo, piénsalo detenidamente, ¿hay flores que haya mencionado, elogiado o comprado? ¡Si no puedo encontrar unas que le agraden, me despedirán! ¿Alguna vez has visto a un asistente que fue despedido por una flor?
Cheng Xiu pensó, ¿qué tiene de extraño esto?
Antes, cuando Zheng Feiluan no veía a He An y estaba irritado, había despedido a un conductor por apretar el acelerador muy rápido, un cocinero que fue despedido por dejar una rodaja de jengibre en la sopa, una secretaria que fue despedida por haber hecho cuatro agujeros en unos documentos en lugar de tres. También estaba el ex asistente que había sido expulsado sin piedad por matar a su omega y a su hija.
El tener de compañero a Zheng Feiluan es como tener de compañero a un tigre, no sabes que habrá en el futuro.
Cheng Xiu bostezo y dijo perezosamente
-Realmente no lo recuerdo. He estado con el sr. Zheng durante tantos años y nunca supe qué flores le gustaban...
En este punto, Cheng Xiu se detuvo de repente.
La delicada Lily estaba sentada en la cuna, sosteniendo el biberón y chupando mientras lo miraba con ojos oscuros y brillantes.