Esa noche, con fuertes nevadas y sucesivos accidentes de tráfico en la Autopista Yuanjiang, la policía de tránsito comenzó a guiar el flujo del tráfico y cerró varias carreteras para evitar más accidentes.
Un elegante Volkswagen Beetle rompió el asedio. El conductor tenía excelentes habilidades de conducción, iba a gran velocidad sin importarle si pasaba por estrechos carriles o grandes avenidas. A esa velocidad atravesó la mayor parte de la ciudad de Yuanjiang y se estrelló contra la puerta del edificio de la casa de He An. La inercia del auto era alta y el capó golpeó la parte de atrás de Maybach, arreglar la pintura simplemente costaría el salario de dos meses de Cheng Xiu.
Sin embargo, no sentía pena por el dinero. Solo odiaba que el Beetle no fuera un taladro gigante. Quería destrozar el auto del jefe, de la cabeza a la cola. Estaba tan enojado con su jefe, que a cada segundo, en su mente, le recordaba a su madre. Su cuerpo avanzó como un rayo y llego rápidamente al pasillo. Desafortunadamente, debido a que la luz era demasiado oscura, pisó tofu y hojas de vegetales que estaban en la suelo.
Al abrir la puerta, la sala de estar estaba hecha un desastre.
Las almohadas estaban en todas direcciones, ninguna estaba donde deberían estar. La taza que a él le gustaba se convirtió en una pieza de porcelana rota, los pedazos se extendían desde una pared a la otra, pudo ver el logotipo de la cafetería en una de las piezas más grandes. Un saco estaba sobre el sillón y la corbata negra estaba en el suelo.
En ese instante, hubo un repentino grito de dolor desde la puerta de la habitación y la cabeza de Cheng Xiu explotó, pisó los trozos de la taza y entró corriendo.
Al ver la trágica escena dentro de la habitación, se quedó sin aliento.
Hacía mucho frío y la casa no estaba lo suficientemente caliente. He An había sido desnudado por completo por Zheng Feiluan. Se encontraba acostado en el borde de la cama, acurrucado en una posición fetal. Sus piernas desnudas estaban medio cubiertas en la ropa de cama. Solo se distinguían dos colores, rojo pálido y rojo brillante. Había manchas de sangre en sus muslos, una gran área de deslumbrante color escarlata se extendía por sus piernas. De su cuerpo se filtraban grandes cantidades de sangre mezcladas con agua fetal. Las, alguna vez sabanas grises, eran de un color negro debajo de sus caderas.
He An tenía frío. Temblaba por todas partes, pero estaba dolorido y sudoroso. Por lo tanto, todo su cuerpo estaba húmedo, como una raíz de loto que había estado empapada en agua durante mucho tiempo. La funda de una almohada estaba siendo mordida, debido a su fuerte dolor abdominal, la mordida era extremadamente enérgica, por lo que la cara delicada y gentil se veía un poco horrible.
Sus manos estaban fuertemente atadas, después de luchar repetidas veces en vano por desatarse, la piel de sus frágiles muñecas estaba manchada en sangre.
Cuando Cheng Xiu vio el cinturón, el pelo de su espalda se erizó.
Pero el culpable de esas atrocidades, no sabía lo que había hecho. Estaba apretado en una cama con He An, abrazándolo por detrás. Estaba cubriendo el vientre de He An con sus grandes palmas, intentando consolarlo suavemente. Como si fuera un esposo amoroso con su esposa y su hijo. Tenía los ojos cerrados, la cabeza un poco baja y pegada al cuello de He An para olerlo, su expresión era de éxtasis. Después de un momento sus labios bajaron hasta los hombros de He An, comenzó a imprimir en su piel pequeños chupetones por aquí y por allá.
Al detectar la intrusión de algún extraño, Zheng Feiluan inmediatamente levantó la cabeza en alerta, con los ojos afilados como una espada.
Había un olor a Beta en el aire. Zheng Feiluan se irritó instantáneamente y la feromona Alfa en todo su cuerpo surgió violentamente; alcanzando su pico máximo en unos segundos. Fue tan fuerte su asombrosa aura que hizo temblar las rodillas de Cheng Xiu, casi terminó por arrodillarse.
-¡Largo!
Sólo una palabra, concisa y clara.
Al mismo tiempo, los bíceps de sus brazos se contrajeron, formando un muro irrompible que protegía a su amado Omega que se encontraba en sus brazos, era como un dragón feroz que resguardaba su tesoro.
Las pestañas de He An temblaron cuando escuchó el ruido y solo después de un rato, levantó los párpados con dificultad.
-Cheng...
Abrió la boca, claramente tratando de decir algo, pero no pudo hacer ningún sonido. Cheng Xiu estaba ansioso y dio un gran paso hacia él. Este paso fue como tocar cierto cordón invisible, la ira de Zheng Feiluan aumentó bruscamente, se levantó y gritó
-¡Fuera!
-¡Feiluan, cállate!
He An tosió, su voz estaba ronca
-Él es Cheng Xiu.
Su voz sonaba tan delicada, pero funcionó muy bien, como si fuera un sello que bloqueo la boca del demonio. Zheng Feiluan cerró la boca obedientemente y no dijo nada más, pero su mirada hacia Cheng Xiu se volvió más feroz, como si estuviera tratando de compensar su mudez con intenciones asesinas. Asustó a su oponente de un solo golpe.
Cheng Xiu se sentía indefenso.
El extraño estado de Zheng Feiluan ya es común para ambos. La mayoría de las veces, después de haber tenido sexo, se convertirá en un perro gigante súper pegajoso. Se convierte en un enorme perro hermoso tan difícil de alejar, como si cada cabello de su cuerpo estuviera cubierto por pegamento 502. Donde quiera que vaya, se pegará, feliz y complacido, pero sobre todo, tan inocente. Las personas no podían soportar ser duros con él.
Cada vez que Cheng Xiu lo iba a buscar, no podía alejarlo de He An. He An tenía que llevarlo personalmente al auto, convencerlo suavemente y luego poner una manta naranja en sus brazos.
La pequeña manta, contiene el olor de He An, emite una leve fragancia de lirio de los valles, su aroma se vierte en su nariz. Solo así el perro obstinado está dispuesto a cerrar los ojos y dormir. De hecho, la primera vez que Cheng Xiu vio a su jefe sosteniendo la pequeña manta y frotándose la boca, las mejillas y el cuello, lo hizo sentir avergonzado. Quería sacar su teléfono y grabar un vídeo furtivamente. Un pequeño vídeo para poder amenazar a su jefe para que le aumentara el salario. Incluso podría recibir un bono de fin de año como pago por su silencio.
De hecho, si lo grabo.
Simplemente nunca lo amenazó, lo almacenaba en silencio un disco duro, planeando esperar para cuando Zheng Feiluan le propusiera matrimonio a He An, con rosas en sus manos. Él quería mostrarlo el día de la boda. En ese entonces Cheng Xiu sonrió alegremente mientras grababa ese vídeo furtivo, pensando que todo sería mejor a partir de ese momento.
Estaba 100% seguro que su destino era estar juntos pero ¿por cuánto tiempo, el síndrome de búsqueda de pareja, les iba a obstaculizar el camino? Él sabía que, en lo más profundo de su subconsciente, Zheng Feiluan amaba a He An. Sabía que le daría un amor sin fin, que lo sacaría de esa pequeña y oscura casa de alquiler, que tendrían muchos niños blancos y gordos. Que cuando los niños fueran grandes, los llevaría con él a la compañía y no se molestaría porque hicieran un desastre sobre la alfombra de su oficina. Cheng Xiu había diseñado un plan para cuando Zheng Feiluan estuviera sobrio, hablarle sobre He An. Llevarlo a que se presentaran y asegurarse que su hilo rojo estuviera bien atado.
Pero el tiempo pasó y ocurrieron cosas que no estaban dentro de sus planes.
Después de haber estado seis meses en un viaje de negocios, resulto que He An estaba embarazado, pero Zheng Feiluan seguía siendo el lobo de corazón de piedra.
Cheng Xiu resistió la feroz presión de Zheng Feiluan y corrió a la cama de He An para preguntarle
-¿Cómo estás ahora? ¿Aún puedes sostenerlo?
He An bajó los ojos, no respondió y sacudió la cabeza lentamente.
Con ese simple movimiento hizo que el cuerpo de Cheng Xiu se congelara. Después de mucho tiempo, recogió un poco de energía y agarró la manga de Cheng Xiu con dedos temblorosos
-Lirio de los Valles... No se ha movido en mucho tiempo... Envíame al hospital, llévame al hospital por favor.... Sálvalo... sálvalo...
-¡vamos!
Sin decir nada, Cheng Xiu separó las manos y los pies de Zheng Feiluan, encontró una colcha limpia para envolver a He An y lo abrazó.
Al ver que iba a tomar a He An, Zheng Feiluan inmediatamente se convirtió en un obstáculo y agarró firmemente la colcha
-Mío.
-¡Suéltalo, date prisa!
Cheng Xiu estaba ansioso, con sus dos manos intento alejarlo, casi queriendo patear su cara
-¡Lirio de los Valles morirá si no vamos al hospital, es tu hijo, es tuyo! ¡¿No lo dejaras ir?!
-No lo dejaré ir
Zheng Feiluan era tan terco, más terco que diez vacas negándose a retroceder.
-Él es mío.
Cheng Xiu ya no aguantaba.
Sostuvo a He An en sus brazos por bastante tiempo y combinado con el peso del embarazo, ambos brazos estaban a punto de fallarle, ya no tenía fuerza suficiente para lidiar con Zheng Feiluan. Incluso si peleará con las manos vacías, este Alfa violento, que tenía ocho abdominales y tantos músculos puede vencerlo sin mucho esfuerzo.
En este momento, He An sintió una ola de dolores agudos, puso sus mejillas sobre los hombros de Cheng Xiu y exhaló con cansancio.
-Feiluan, déjame ir
Dijo suavemente. El maníaco Alfa se puso rígido y sus dedos se aflojaron inconscientemente. No podía resistir lo que su Omega quería que hiciera.
Cuando Cheng Xiu estuvo libre, inmediatamente dio un paso atrás y se mantuvo alejado de las feromonas de Zheng Feiluan para evitar que lo intentará asesinar nuevamente. El Alfa, que ha perdido la comodidad de la feromona, está extremadamente perturbado, como si hubiera sido abandonado en un desierto desolado, incapaz de encontrar a su Omega perdido. Solo puede sentarse en la cama y ver el lugar donde en algún momento estuvo su omega. El hombre de cabello negro dijo con entusiasmo
-Vuelve pronto.
He An cerró los ojos, pero no respondió. Cheng Xiu esperó en el lugar durante unos segundos y viendo que He An no tenía la intención de prestarle atención a Zheng Feiluan, salió corriendo con el omega en los brazos. Bajó las escaleras y salió a toda prisa por la puerta de la unidad, en ese momento un viento frío y rugiente se mezcló con una fuerte nevada. Hacia tanto frío que las mejillas le dolieron.
Vagamente, captó un sonido casi inaudible en el viento.
-No, Feiluan, ya no volveré.
Cuando Cheng Xiu había llegado a casa de He An, había llamado por una ambulancia, pero le dijeron que había habido un gran accidente, 7 coches estaban involucrados, en una carretera cercana. Le enviarían una ambulancia lo más pronto posible, pero después de tanto tiempo aún no había rastro de dicha ambulancia.
Hay dos autos estacionados frente a él, uno es su pequeño Beatle y el otro es el Maybach de doce cilindros de Zheng Feiluan.
Cheng Xiu no dudó por un segundo, colocó a He An en el asiento trasero del Maybach, se abrochó el cinturón de seguridad, saltó al asiento del conductor, pisó el acelerador hasta el final y se alejó en medio del rugido del motor. Se apresuró al hospital de maternidad.
En el camino al hospital, la condición de He An empeoro: la feromona alfa tenía un efecto analgésico y hemostático significativo sobre el omega durante el trabajo de parto. Sin su alfa, el omega se volvería extremadamente vulnerable. Es lógico que Cheng Xiu trajera a Zheng Feiluan con él, pero el estado actual de Zheng Feiluan era como sacar a un Husky loco para tomar el examen de ingreso a la universidad. Cheng Xiu realmente no tenía la energía para cuidar a He An mientras entrenaba al perro. Escogió el menor de los dos males y decidió confiar en el hospital.
Quince minutos después, He An fue empujado a la sala de emergencias en una camilla.
Había caído en coma hace mucho tiempo y toda su cara estaba tan pálida como la porcelana, sin rastro de sangre. Tan pronto como se abrió el edredón que cubría el cuerpo, el olor a sangre era tan fuerte que picaba la nariz.
Cheng Xiu estaba tan asustado por esta escena que no pudo decir nada y corrió hasta la puerta de la sala de emergencias con la camilla. La brillante luz roja sobre su cabeza se encendió y miró las palabras "en cirugía" sobre la puerta, tan preocupado estaba que era incapaz de distinguir si la luz roja y brillante era luz o sangre.
El pánico en su cuerpo era enorme y aún faltaba mucho para que terminara. Sin el alfa, todas las cargas cayeron sobre los hombros de Cheng Xiu.
Fue a la recepción para pagar las tarifas de rescate, las tarifas de equipo, las tarifas de medicamentos y las tarifas de hospitalización y firmó un formulario de consentimiento en nombre de Zheng Feiluan.
Los médicos han solicitado de emergencia un sustituto de feromona alfa. Incluso han tenido que solicitar varias bolsas de sangre para una transfusión. Después de terminar con el papeleo, Cheng Xiu estaba exhausto y se apresuró a regresar a la puerta de la sala de emergencias para esperar.
Las dos palabras "en cirugía" todavía están bien iluminadas y no sabe cuándo acabará.
Se sentó a esperar hasta la medianoche, en algún momento una doctora Beta se acercó y le empujó los hombros para decirle que el bebé había nacido y que había sido una linda niña Omega. La salud del bebé no es un gran problema, pero su físico es débil y tenía un poco de líquido amniótico en los pulmones. Debía observarse en la incubadora durante unos días.
Cheng Xiu se puso sobrio en un instante, palmeó su muslo y saltó
-¿Cómo está el padre de la niña?
-El padre de la niña... la situación aún no es estable de su lado. El paciente perdió demasiada sangre. El alfa no estaba cerca y el índice de equilibrio de feromonas es muy pobre. Ha aumentado la dificultad del rescate y, por el momento, no ha escapado del peligro.
Cheng Xiu estaba nervioso
-Entonces... ¿Hay alguna esperanza de que sobreviva?
-Haremos todo lo posible.
La médico extendió la mano y le dio unas palmaditas en el hombro para tranquilizarlo, luego levantó la barbilla y señaló en dirección a la unidad de cuidados intensivos neonatales.
-Vea al bebé. El bebé ha nacido y podrá tranquilizarlo.
Cheng Xiu levantó la cabeza y miró la luz roja aun encendida, se frotó las cejas y siguió a una enfermera por el largo pasillo hasta la sala de atención neonatal. A través de una ventana de cristal transparente, vio una docena de bebés rosados.
La enfermera le señaló una de las incubadoras. Cheng Xiu abrió mucho los ojos y vio a una pequeña niña en pañales acostada. Su piel era roja, rasgos faciales arrugados, cuerpo delgado y pequeño, pero una cabeza grande y redonda. Hay cabello escaso y rizado en la parte superior de la cabeza. Un anillo de etiquetas estaba unido a su muñeca y tobillo, ella estaba moviendo sus pies. El vientre es ligeramente redondo y hay un pequeño clip umbilical rosado.
Hoy es Navidad, no pudo esperar a nacer. Aun logro nacer este día, la nariz de Cheng Xiu estaba molestándole, no sabía si llorar o reír. Estiró la mano, golpeó el cristal con las uñas y saludó al bebé dentro.
-Lirio de los valles, ¿cómo estás?