Male! reader.
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Cuando Yamaguchi era más pequeño muchas veces no entendía a su amigo, su comportamiento peculiar hacia ciertas cosas—Por no decir todas— y su obsesión hacia la limpieza.
No fue hasta que el mismo chico le confesó su condición; los eventos y situaciones anteriores comenzaron a encajar a la vista del pecoso.
Desde entonces Tadashi tuvo más consideración respecto a lo que rodeaba a su amigo.
Trato de hacerle la vida un poco más fácil, esperando hacerlo sentir más cómodo, incluso se animó a adoptar ciertas medidas de higiene que antes no se le pasarían por la cabeza.
Él lo sabía, por supuesto, era plenamente consciente del esfuerzo que estaba poniendo el pecoso, la sensación cálida que le dejaba el pecho de saber que Yamaguchi prestaba atención a las cosas que para otros eran mínimas, pero, para él eran importantes, lo hacía feliz, bastante, realmente lo apreciaba.
Porque después de todo, Yamaguchi es una persona que suele fijarse en los detalles, quizá sea un tanto despistado, quizá sus acciones no se hagan notar tanto como otras personas, sin embargo lo era, no muchas personas suelen notarlo, tal vez porque no se han tomado el tiempo necesario para conocerlo o simplemente por no prestar tanta atención a su actuar.
Él, debido a su ser asocial y la relación de amistad que ha observado de años entre el pecoso y el rubio alto de 1.88, lo sabía, porque tanto él como Tsukishima no eran el tipo de personas que se expresarán abiertamente sobre muchas cuestiones y eso mismo, sumando la introversión de Yamaguchi y otros factores más, era lo que hacía que la relación funcionará, no solo entre él, sino también entre el rubio.
Eso y muchas otros detalles más, son los que hacen que su corazón salte, que vaya más rápido de lo normal y a veces duela, no por ser una taquicardia o similar, porque en algún momento y en algún punto de su vida, dejo de ver a Yamaguchi como su amigo para pasar a convertirlo en un interés amoroso.
Comenzar a sentir esas mariposas en el estómago, los nervios que se van manifestando cada que ves a la persona que te gusta, siente escalofríos, ese cosquilleo en las palmas de las manos, es gratificante, pero de solo recordar los intentos fallidos que ha tenido solo por su condición lo hacen sentirse avergonzado, muchas veces como un tonto y otras tantas, patético.
Sin embargo cuando vuelve a verlo y observa que Tadashi lo observa con absoluta atención, tratando de saber si está cómodo, si algo lo molesta e incluso si necesita ayuda, le dan esos retortijones que lo traen a la realidad diciéndole que tiene que confesar sus sentimientos lo más rápido posible, que su condición no es un impedimento para ello, que su ansiedad no va a poder con él.
Suspira.
Porque nuevamente siente los nervios en su cuerpo. Tal vez sus manos están temblando ahora dentro de los guantes de látex.
Sin embargo suelta un suspiro nasal, dejando que el aire caliente dentro del cubre bocas se esparza y que por un momento llega a darle asco. Sin embargo lo deja pasar porque no es el momento adecuado, tiene a su lado al pecoso, ambos caminando por los pasillos algo vacíos de la escuela, tiene en sus manos una oportunidad que no puede dejar pasar por un pensamiento sobre los gérmenes.
—Tadashi—Su voz suena incluso un poco rasposa, quizá por no hablar durante un tiempo.
De inmediato capta la atención del más alto, se siente un poco acojonado debido a la atención que los grandes ojos de Yamaguchi le prestan, duda un poco en si continuar con lo que tenía planeado.
—¿Si?—Es su primera respuesta— ¿Necesitas algo?— Se apresura pronto a agregar—
Suspira un poco irritado.
El movimiento que hace con la cabeza da a entender que todo está bien, por lo que continúa.
—Me...—Lo que sea que haya dicho después, Yamaguchi trata de entenderlo lo más que puede, sin embargo el tono bajo con el que ha hablado, sumando la tela del cubre bocas que le impide escuchar correctamente y por si fuera poco, los gritos del equipo de fútbol de fondo por haber anotado un gol haciéndose cada vez más vigorosos.
Yamaguchi con algo de vergüenza y cierto temor por la reacción ajena decide volver a preguntar.
—¿Qué has dicho?—Reza mentalmente que su compañía no se irrite aún más, sabe que no le gusta repetir las cosas, pero definitivamente no entendió una palabra después del “Me”.
Por su parte, nuestro acompañante está teniendo un colapso interno, se regaña así mismo por no hablar tan fuerte como quería, porque sabe que el cubre bocas no lo dejaría articular lo que quería. Se siente sofocado gracias a la tela sobre su boca y nariz, los nervios de la situación y los sentimientos que carga consigo.
Decide bajar su cubre bocas, dirigiendo su dedo índice a la orilla de la tela, bajando a una velocidad promedio pero que Yamaguchi sintió en cámara lenta.
Queda absorto en las facciones del más bajo, las mejillas pintadas en un ligero tinte melocotón, los labios bien cuidados y que desde su perspectiva se ven tan...
Se aclara la garganta, su corazón late con fuerza, pronto siente sus mofletes calentarse y la saliva acumularse dentro de su boca, por lo que decide tragarla, dándole un aspecto de nerviosismo.
—Me...—Su voz lo trae de vuelta a la situación, sigue curioso por lo que sea que tenga que decir—Me... Me—Pronto lo ve acuclillado a su lado, con el rostro entre sus brazos y rodillas. Se pregunta quizá si su amigo se siente bien, tal vez enfermo, se acerca a su amigo en un acto de ayuda—Aaaah! Espera ahí.
Se detiene en seco, sabe que rebaso el límite en su espacio personal y por un momento que siente culpable, sin saber que la razón de aquellas palabras son muy ajenas a lo que piensa.
—Me gustas Tadashi—Suelta por fin. Siente como poco a poco el alivio se cuela en su cuerpo, sin embargo la incertidumbre reina—Desde hace un tiempo realmente—Suspira—Y me gustaría que salieras conmigo, puedo ser un dolor de cabeza con mi condición actual, pero hare mi mejor esfuerzo por mejorar—No levanta la mirada durante todo el rato.
La confesión le cae como si de un valde de agua fría se tratase, su rostro se muestra sorprendido, siente varias emociones al mismo tiempo que no sabe que decir. Decide acercarse y ponerse de frente para colocarse en la misma posición que él.
Medita un poco lo que dirá a continuación, porque sabe que nunca ha sido bueno con las palabras.
—A mí también...me gustas quiero decir—Agrega atropelladamente , se siente avergonzado, con las mejillas calientes—Siempre has sabido que no eres un dolor de cabeza para mí, por lo que estare bien, estoy bien con saber que aceptas salir conmigo, esforcémonos ambos ¿Esta bien?—Acerca sus manos a las de él, en un intento de acción amorosa que rápidamente es cortada por el susodicho.
—No tan rápido, no estoy acostumbrado a esto—Aclara.
Yamaguchi no puede evitar disculparse por su apresurado actuar. Sin embargo la sonrisa que se asoma por sus labios, es más que suficiente para hacerle saber que no está disgustado y que tendrá la paciencia para que ambos den los primeros pasos.
Fin.
Wattpad me cambia los guiones largos por cortos, una disculpa :(
Yosoko-