Reseñado por pulentodestino
¿Qué pasa cuando combinas géneros como la ciencia ficción y el wéstern ambientados en un parque temático como el de Jurassic Park con robots similares a los que aparecen en películas como Terminator o Blade Runner? El resultado es Westworld: una producción de la cadena de televisión HBO creada por Lisa Joy y su esposo, Jonathan Nolan. Quizá no te suene el nombre de este último, pero sí recordarás a su hermano, Christopher Nolan, con quien trabajó en conjunto para crear películas como The Dark Knight o Interstellar. Si bien Westworld comenzó como una película de la década de los setenta y alargó su historia con una secuela años después, me enfocaré solamente en la serie de 2016 y en sus dos temporadas (también hay otra serie de 1980 pero a esa nadie la quiere, así que haremos como si no existiera, ¿de acuerdo?). ¿Cómo? ¿No sabes de qué te estoy hablando? Pues ponte tu mejor sombrero, súbete al tren de los recién llegados y exploremos el inmenso y desierto Viejo Oeste. ¡Bienvenido a Westworld!
Viajaremos unas cuantas décadas al futuro y nos adentraremos en una sociedad utópica, donde el ser humano ha sido capaz de crear androides a imagen y semejanza de él mismo, aunque claro, inhabilitando la opción de poder hacerle un mínimo rasguño a su delicada piel. La compañía Delos Inc. opera seis parques temáticos con diferentes ambientaciones donde los adinerados (que son conocidos como huéspedes) se adentran en uno de estos mundos e interactúan con los anfitriones (los robots), donde cada uno posee una historia propia e invita a los recién llegados a unirse a su pequeño juego cíclico.
La serie nos presenta en los primeros minutos la vida de Dolores (Evan Rachel Wood), la típica hija del ranchero, inocente y enamoradiza, que prefiere ver al mundo de una manera mucho más bonita, por así decirlo. Cuando su amado Teddy (James Marsden) regresa al pueblo, él y Dolores vuelven a encender aquella chispa que los tenía tan enamorados en el pasado. Cuando Dolores regresa a casa y descubre que su padre fue asesinado por un bandido inmensamente buscado, Teddy lo encara y venga su muerte. Hasta que de pronto llega el Hombre de Negro (Ed Harris), quien aparece con el vil propósito de asesinar a la pareja sin razón alguna. Es entonces cuando Dolores despierta en su cama y todo vuelve a comenzar.
El problema va cuando, tras insertarles una actualización a los anfitriones, éstos comienzan a sufrir ligeros cambios (y fallos) en su rutina, tales como suicidios, convulsiones y, sobre todo, recuerdos de sus vidas anteriores.
Como ves, Westworld es una serie impredecible, puesto que no sabes qué reacciones tendrán en un futuro los anfitriones. Cuenta, además, con otras tres líneas argumentales, como la de Meave (Thandie Newton), una prostituta que busca respuestas de su pasado; la de Bernard (Jeffrey Wright), un programador de la empresa que investiga estos extraños comportamientos en los anfitriones; y la del Hombre de Negro, un huésped y pistolero obsesionado con un tal Laberinto.
La serie sigue un punto de vista filosófico y religioso. Toca puntos que pocas series y películas sobre robots han hecho, especialmente sobre el poder que tienen los seres humanos en las máquinas y la mente bicameral. En realidad tiene un poco de todo, puesto que su trama no dejará de girar y ni te darás cuenta cuando tu cabeza haga ¡boom! Pero, sobre todo, tiene mucha... muuucha acción. Tal vez por eso tenga tantas críticas positivas. ¡Ah!, y la música... Es tan perfecta como los créditos de apertura. Está compuesta por Ramin Djawadi, el mismo que hizo la banda sonora de Game of Thrones y las inigualables melodías que tanto tarareamos. Aparecen, también, canciones como Paint It, Black de The Rolling Stones, Exit Music (For a Film) de Radiohead, Back to Black de Amy Winehouse, entre otras, todas tocadas en piano al más mínimo estilo del siglo diecinueve (obvio, todo tiene que ser acorde y fiel al Viejo Oeste).
Ahora que ya sabes un poco de qué va Westworld, ya no tienes excusa para no verla. Aún quedan misterios qué resolver, historias que contar, y a un sinfín de personas qué conocer. Westworld cuenta con dos temporadas y veinte capítulos en total (diez cada una). Cada capítulo tiene una duración de alrededor de sesenta minutos, pero hay algunos que llegan a durar incluso hora y media. La tercera temporada se estrenará en 2020 por las pantallas de HBO. ¿Qué haces aún aquí? ¡No te quedes atrás y ve a verla cuanto antes!