Como no escuchó ninguna respuesta por parte de He An, Zheng Feiluan paro de escribir, levantó la vista y preguntó
— ¿No estás de acuerdo?
He An guardó silencio, sus uñas se estaban enterrando en la palma de su mano, un milímetro y otro milímetro; las marcas que dejaron sus uñas gradualmente se volvieron rojas y oscuras.
Al verlo así, Zheng Feiluan suavizó su tono a regañadientes
— ¿No te agrada todo el acuerdo o sólo alguno de los tres puntos?
— El bebé... mi niño... ¿También se tiene que ir mi niño?
Zheng Feiluan comenzó a reír
— ¿Sino?
Estas palabras sonaron corteses y sinceras, y también fueron muy indiferentes. He An apretó su puño, sus nudillos se volvieron blancos por la fuerza, haciendo que las uñas perforaran su piel, sangro y sus uñas se tiñeron de rojo.
Cerró los ojos, respiró hondo y repetidamente se dijo que no tuviera miedo, que no se estremeciera y que hablara con valentía. El miedo a resistirse a su Alfa es solo algo psicológico, pero su niño está vivo, está vivo en su estómago, ¡sólo si hablara con coraje tendría la oportunidad de vivir!
El dolor de las palmas de sus manos se convirtió en una lanza afilada, rompiendo la supuesta obediencia absoluta de la naturaleza del Omega hacia el Alfa. Antes de que se acabara esa determinación, He An se obligó a gritar
— ¡Por favor, déjame... déjame mantener a mi niño!
Los ojos de Zheng Feiluan se oscurecieron, hizo sonar su lengua con desaprobación. Sin embargo, después de tener que estar en reuniones sociales durante mucho tiempo, rápidamente se colocó una máscara amigable, empujó el papel un poco hacia adelante y preguntó suavemente
— Sr. He, déjame hacerte una pregunta, ¿dónde trabajas?
He An no entendió el propósito de la pregunta y respondió rápidamente
— En la tienda de mascotas cercana, la que está en la esquina, se llama ¨"Castillo de Mascotas". A veces la florería de al lado tiene poco personal, y también ayudo a entregar flores.
El bolígrafo se movió entre los dedos de Zheng Feiluan, sonrió y dijo
— ¿Una tienda de mascotas?
La respuesta le pareció bastante divertida.
Al segundo siguiente, dejó de sonreír y se sentó derecho, con los codos separados sobre la mesa, los dedos entrelazados, la mirada hacia abajo. Después de un momento miró directamente a He An, sus ojos liberaron una sensación de presión que no podía ser ignorada. Esta habilidad de un alfa de alto rango, es usualmente utilizada en el mundo de los negocios.
Su concentración de feromona superior puede llevarte al cielo o al infierno, dependiendo la situación. Es difícil de soportar por unos minutos incluso para un Alfa poderoso, ahora imagina lo que haría en un Omega y peor aún en uno marcado.
Efectivamente, He An comenzó a temblar violentamente, sus pupilas se contrajeron repentinamente. Su frágil cuerpo fue empujado con fuerza contra el respaldo del sofá por un par de manos invisibles, y no podía sentarse sin importar cuánto peleara. Su pecho se siente apretado, sus piernas están débiles, y sus delgados hombros están presionados contra la piel del sillón que no es suave. Pareciera que el sofá se lo estuviera tragando vivo.
Zheng Feiluan se aclaró la garganta y explicó en tono serio
— Sr. He, nuestra negociación debe basarse en tres puntos claros: Primero, usted y yo no nos convertiremos en una pareja; segundo, la familia Zheng no admitirá como uno de sus miembros a su hijo; y en tercer lugar, no pagaré ni un centavo de manutención. Esto significa que tu pagaras toda la manutención de forma independiente sólo así se podrá cumplir con lo que yo llamo "terminar completamente". Sin embargo, la manutención va a requerir mucho dinero. Y su trabajo en la tienda de mascotas, sus trabajos ocasionales en la florería, no serán suficientes. En general, no creo que haya una posibilidad que pueda criar al niño por su cuenta
He An se sonrojó por la vergüenza mientras lo escuchaba y sus uñas ensangrentadas se apretaron aún más en la carne.
— Puedo firmar un acuerdo con usted, del tipo que usted quiera. Todos los gastos después del nacimiento del niño, como la leche en polvo, la ropa, los pañales, el tratamiento médico y la escuela... lo voy a pagar todo por mí cuenta. Jamás le pediré ni un centavo. Eso... ¿Estaría bien?
Zheng Feiluan no cambió de idea
— Pero la realidad objetiva está frente a ti: tus ingresos no son suficientes.
— ¡Pensaré en una manera!
-Pensar en una manera no significa que realmente encuentres una manera. Esta es una cuestión de habilidad, no una cuestión de actitud.
Zheng Feiluan respondió fríamente:
— Es una pena, no importa cuán sincero suenes, esto es solo una charla vacía para mí. La ley es la que otorga los derechos de custodia del niño. Si tú no estás calificado para cuidarlo, el juez no aprobará el acuerdo de exención de responsabilidades que me propusiste.
Hizo una pausa, sus ojos se volvieron fríos y mostraban sospecha:
— Esto es una simple suposición: un día, si no tienes dinero y no puedes mantener al niño, ¿pensarías de alguna forma en ir a la Asociación de Protección de Omegas para solicitar una prueba de paternidad y pedirme que cumpla con mi responsabilidad? O tal vez ¿pensaras en una forma de llevar al niño que diste a luz ante la familia Zheng, y pedirás una parte igual a la propiedad que mis hijos nacidos de mi matrimonio obtendrán? No dudo de tu carácter en este momento, pero debo recordarte: cuando la gente tiene hambre, frío o está desesperada, tienden a abandonar sus valores anteriores y hacen cosas feas. Podrías tener una buena vida, ¿por qué tienes que ser arrastrado por tu hijo? La llamada "familia" que puede ofrecerte no se puede comparar con el precio que tendrás que pagar. Si lo eliminas, tú y yo podremos deshacernos de una bomba de tiempo. ¿No es buena esa idea?
No lo era.
Esto no era bueno en lo absoluto.
Cada célula, desde las orejas de He An hasta su estómago, rechazó esta sugerencia tan espantosa. Sabía lo encantadora que era esta masa de carne y sangre en su vientre, lo sabía mejor que nadie. Se quitó la bufanda y su cuello estaba empapado de sudor.
Se desabotono el abrigo, revelando su vientre envuelto en un delgado suéter blanco, que lo hacía lucir como una masa de arroz blanco glutinoso, su cuerpo se veía tan frágil.
— Feiluan, un omega como yo, no podrá encontrar a otro alfa fácilmente. Si no conservo a este niño, tal vez no seré capaz de tener uno de nuevo en toda la vida. ¡Déjame conservarlo! Tiene seis meses ¡ya se mueve! Deberías tocarlo, no podrás soportar matarlo después de haberlo tocado.
He An trató de tirar de la mano de Zheng Feiluan. Con solo un clic, el bolígrafo salió volando y aterrizó no muy lejos. Zheng Feiluan levantó con calma el bolígrafo y evitó hábilmente el toque de He An. He An se congeló por un momento pero lentamente retiró su mano.
— Para poder deshacerse de un feto de seis meses, las repercusiones para el cuerpo serán grandes. Pagaré la cantidad completa de la operación y te compensaré bien. No te preocupes.
Zheng Feiluan lo dijo como si hablaran de cualquier cosa
— ¡No quiero tu compensación, quiero a mi niños!
He An se puso de pie de un salto, con el rostro pálido. La mesa tembló y movió las tazas y los papeles.
— ¿No hay otra forma de resolver esto? Feiluan, firmaré otro acuerdo contigo, solo nosotros. Si en algún momento decido volverme codicioso y pido dinero para manutención o si decido pelear por las propiedades con tus otros hijos, ¡prometo pagarte el doble de lo que te pida! No sufrirás ninguna perdida y yo no perderé a mi niño. Solo yo seré el que sea castigado.
Sus emociones estaban demasiado agitadas y el volumen de su voz subió involuntariamente, atrayendo miradas dispersas. La cara de Zheng Feiluan cambió drásticamente y le ordenó
— ¡Siéntate!
La ira del Alfa se disparó al máximo en un instante, y su feromona fuera de control envolvió a He An con un aura disuasoria extremadamente impactante. La visión de He An se volvió oscura, sus piernas débiles, su cuerpo se sentía flácido como si su columna vertebral, sus huesos y los músculos hubieran desaparecido por completo. Tan pronto como cayó de espaldas en el sofá, parecía un pez sin vida.
No podía levantar la cabeza, su cabeza colgaba hacia abajo, su cabello rápidamente se mojó de un sudor frío, las gotas comenzaron a deslizarse por su espalda.
Cuando la ira del Alfa llega a su límite, el Omega sentirá un miedo extremo. He An comenzó a tener una terrible alucinación. Estaba en una habitación oscura, su cabeza, sus pies y las paredes estaban cubiertos por innumerables escarabajos y arañas arrastrándose. Era como una ola de animales, sus caparazones brillando a la luz y sus pequeñas patas hacían sonidos aterradores al caminar.
Se movían en todas las direcciones y sus pequeños ojos brillantes estaban fijos en He An. Mientras decidiera resistirse a Zheng Feiluan, se apresuraría rápidamente a caminar en sus piernas, entrar por las mangas de la camisa y el pantalón. Usarían sus pequeñas patas para caminar por la piel desnuda de He An y lo morderían hasta llegar a sus huesos.
He An se sentía enfermo. Se acurrucó en la esquina del sofá, cerrando fuertemente los labios, y ya no pudo decirle "no" a Zheng Feiluan.