Capítulo uno. editando
Con cada bocado que me llevaba a la boca, pensaba en algún lugar donde pudiera pedir un empleo. Ni tan siquiera disfrutaba mis huevos poché.
No sabía por donde empezar.
Nunca me imaginé que después de todo lo ocurrió con mis padres, mi vida se hiciera tan complicada. Tenía que buscar empleo y hacer que la linda de mi tía se tragara sus palabras, la ambición la tomaba, y bastante. Un año tres meses me faltaban todavía...
Sólo busco ganar dinero, yo misma sustentarme y no estar de arrimada con Shelby . No es que no me guste pasar el tiempo con ella, pero las visitas de su ex Gian a media noche, su colchón con resortes salidos, cereal con leche de almendras, y los gritonerios de la para nada histérica de su madre, me encanten.
Claro que jamás dejaré de ser una "inútil".
Sinceramente mi infancia no fue perfecta, pero no imaginaba terminar así. ¿Quién lo diría, ah?
Por unos meses trabajé como ayudante en una tienda de perfumes y me encantaba, hasta que llegó ese estúpido y comenzó a acosarme. Gracias, grandísimo idiota.
Mi vida, como ya lo mencioné, no ha sido para nada fácil y sin duda podría comenzar con cosas como el hecho de que mi ex-novio Drake, me haya confesado que únicamente que uso de tapa para un negocillo que traía entre manos. La yerba le fascinaba, lástima que yo no.
No me hacía tanto daño pensar en aquello porque de alguna manera sentía que ese era un paso superado en mi vida, aunque el recordarlo no era agradable.
Cuando mi móvil comenzó a sonar todo pensamiento se esfumó.
Espero que de tantos curriculum que dejé alguno haya dado frutos.
— ¿Hola? —. Pregunté confundida, pues en mi identificador decía número desconocido.
—¿Hola?, ¿hablo con Lena Walsh? —. Preguntaron en la otra línea.
—Sí, ella habla, ¿qué desea? —. Hablé con inseguridad.
La última vez que una vieja amiga contestó sin preguntar estuvo en la cárcel por dos meses. ¿Qué?, es una historia un poco larga.
—Qué bien. Soy Simon y te hablo por lo que propusiste la semana pasada, lo del empleo ¿recuerdas? —. Comentó, y una chispa salió de mí corazón al oír la palabra empleo, ¡por fin mis jodidas súplicas habían servido de algo!
Todo en mi dió un vuelco. Me importaba un comino de que se tratara el empleo, aceptaría sí o sí.
— ¿Simon? —. Balbuceé tratando de recordar, pero nada. El nombre me era súper desconocido, ni por aquí me pasaba.
— Sí, Simon Cowell —. Respondió, puse mi cabeza a trabajar —. Una amiga cercana me pasó tu contacto, porque me urge una "niñera" y pues por lo que me dijo a tí te urge un trabajo —. Oh, con razón mi alzheimer —. Me habló muy bien de tí —. Comentó —. Me dijo que a pesar de ser demasiado joven, eres una chica muy responsable.
Te amo, Caro.
¡Joder!, ¿niñera?. No recordaba haberme perdido al punto de terminar así, o tal vez quería hacerme un rato.
— ¿Su contacto es Caroline? —. Pregunté un poco desconcertada.
Caroline era una "señora" bastante joven, vecina de la Sra. Holden -madre de Shelby- y era un amor de persona. Con tan poco tiempo que conviví con ella le aprecio mucho, más ahora que le ha hablado maravillas de mí a este tipo.
— Exacto —. Contestó.
— Oh, ya lo recuerdo.
— Mira, que más me hubiera gustado que tratar esto personalmente, pero estoy cortísimo de tiempo y se me fue de las manos —. Habló cansado —. Ésto sería algo muy rápido y fácil, por así decirlo —. Tomó una bocanada de aire —. Tengo a unos chicos a los cuales necesito que cuides. Me iré un tiempo de viaje, se trata de algo muy importante para mí y mi progreso laboral, no lo puedo posponer por ellos. Sinceramente, lo que menos quisiera sería irme de viaje y luego encontrarme con sorpresas. Tú me entiendes, ¿no?
— Sí, claro —. No entendía un carajo.
— Entonces el trabajo consistirá en que supervisarás de ellos y sé que te parecerá ridículo pero estos chicos en verdad me importan, si no supiera de lo que son capaces no te hubiera contactado. Es algo muy relax —. Dijo. Sonaba muy bien de la manera que el lo explicaba —. ¿Qué dices? ¿Aceptas?
Lo pensé por varias veces intentando no sonar desesperada, aunque así fuera. Ya podía ayudar a mi mejor amiga.
Nunca había trabajado cuidando niños, de hecho nunca había tan siquiera convivido con uno. Mi familia no era tan numerosa.
— Mmm, no lo sé —. La inseguridad me tomó presa —. Ni del horario hemos hablado —. Excusé el miedo que me daba que algún chiquillo terminara con el brazo partido.
Bueno, tampoco sería tan paranoica y extremista. ¿En serio podía pasar eso?, nah.
— Sólo serían unas 8 horas, y eso variable. Prácticamente sólo necesito que les des una que otra checada, tu eliges el tiempo, pero por tu edad supongo estudias, ¿no te afecta? —. De sonar mal, para nada. Comenzaba a convencerme, aunque por lo que dice, la paga sería una miseria.
18 años, 7 meses.
— No, porque ya me queda poco para terminar, estoy en las "últimas" —. En realidad todavía había mucho camino que recorrer, pero sería una pequeña mentirita que diría para quedarme con este trabajo. No creo que por estar en este trabajo baje mis notas.
Tal vez era lo mejor.
—¿Y de cuánto tiempo estamos hablando que seré su niñera, Sr. Simon? —. Informada al 100, si tomaré un trabajo lo tomaré bien. Supongo que es la mejor oportunidad que me cae en meses.
—Serían ocho —. Contestó muy inútilmente.
— ¿Ocho? —. Pregunté.
—Sí, ocho meses —. Dijo y me quedé en shock.
No pude hablar, parecía que mi mente se había quedado trabada, no carburaba bien.
Silencio y más silencio.
—¿Hola? —. Dijeron en la otra línea
—No lo creo, es demasiado ¿no lo creé? —. Adiós empleo.
— Para nada, ¿cuánto esperabas trabajar? ¿3 días ó una semana? —. Su tono era medio irritante. Según yo, se estaba poniendo intenso y a pesar de eso, sabía que por un lado tenía razón —. Créeme que el sueldo que te daré, ni en la mejor de las empresas te lo darán —. Y justo ahí, me había dado en el clavo.
— Pues... ¿de cuánto estamos hablando? —. Contesté esperando la mejor de sus respuestas.
— ¿Qué te parecen... —. Se quedó pensando, el silencio se me volvió larguísimo —. ... 80 dólares al día? —. Mi cabeza explotó y una sonrisa se dibujó en mi rostro.
— Wow, ¿en serio? —. Respondí incrédula, no me la terminaba de creer.
¿Era narcotraficante o qué? ¡Era demasiado para ser una simple niñera!
No aceptar era un delito.
¿O aceptar lo era?
Necesito el dinero para poder ahorrar lo suficiente y aportar un poco con los gatos para la casa de Shelby, de arrimada no puedo más. También tengo que pensar que debo hacer con mi vida, donde me quedaré, que quiero para mí, lidiar con mi tía Susan, ¡Dios!, con que lata me quedé,
Si iba a ser niñera, ¿qué podría salir mal?
—¿Sí? —. Insistió -. ¿Qu...
— Acepto —. Lo interrumpí decidida.
— Verás que no te vas a arrepentir —. Ojalá que no —. Ah, y una cosa más —. Dijo entusiasmado. ¿Hay más? —. Mi vuelo sale en un par de horas, te necesito en la dirección que te mandaré, a las 3:00 en punto ¿okay? —. No tenía nada que hacer, estaba perfecto. Bueno, en realidad no tengo mucho que hacer, era sábado.
Me parecía medio muy precipitado y lo aceptaba, no podía ponerme tan exigente.
Sobrevivir de lo "poco" que tenía ya no era tan cómodo. Shelby no ganaba tanto en la cafetería.
— Okay —. Acepté
— Bueno, me tengo que ir —. Dijo —. Te veo puntual allá.
— Sí, claro. Adiós —. Me despedí.
— Bye.
Esto si que era guay, porque de todos los lugares a los que fui a pedir empleo lo que menos me esperaba es que me fueran a contactar para ser niñera.
— Como te encanta la comida fría, Sophia —. Se burló Shelby, siempre le encantaba llamarme Sophia.
¿Salió de la nada o qué?
— Me asustaste, maldita —. Hablé.
— ¿Quién era, eh? ¿Christian? —. Levantó sus cejas.
Christian, ufff. Otro problema más en mi cabeza.
—No, desde ayer no hemos hablado —. Rodée los ojos, tenía más obsesión por Christian que yo. Mi novio le importaba más a ella que a mi, raro ¿no? —. Era de un empleo —. Dudé en decirle, por lo general no lo toma del todo bien que yo esté metida en este rollo.
— Sophia... -. Se puso seria.
— Necesito ganar un poco de dinero, Shel —. Dije suave y rogando al cielo que no estuviera en sus días.
— Sabes que no, con lo que yo gano en la cafetería y lo de mi mamá no nos va tan mal -. Parecía enojada, por milésima vez —. ¿Por qué te empeñas en buscar?, jamás te correría, eres mi mejor amiga —. ¿Era una cinta?, así se ponía cada vez que el tema salía.
— Y yo se los agradezco infinitamente a tí y a tu madre, pero llevo medio año aquí y no es su responsabilidad. Además un poco de ayuda no viene mal, eh —. Metí mis huevos al microondas, 2 min estaba bien. La miré.
— Okay —. Evadió mi mirada —. Te veo después, Michael me está esperando —. Me guiñó el ojo -. Nos vemos, bebé -. Sabía que esta enojada.
Yo también saldré, bebé.
Simon's POV
Me había desvelado por días pensando en si debería confiar en los chicos, pero los conocía, era muy probable que esa confianza que yo les se vaya al carajo en cuanto me vaya.
Quería irme de viaje, tranquilo y sin preocupaciones, así que... ¿por qué no confiar en aquella chica que me había recomendado Caroline?
Decidí darle la oportunidad, así que lo que ahora me faltaba era hablar con los chicos sobre ella. Para ser su primera niñera no sé como reaccionarán ni lo que harán, pero lo más seguro es que nada bueno salga de ésto.
— ¡Chicos! —. Grité y me acerqué donde se la pasan siempre. A veces me hacen creer que tanta fama y plata les afecta. Los encontré jugando como todos unos adolescentes en su Play Station.
— ¿Qué pasa? —. Me preguntó Zayn por todos, sin quitar la vista de la inmensa pantalla que tienen.
— ¿Qué piensan de que voy a salir un tiempo de viaje? —. Recordé y ellos simplemente sonrieron un poco alegres.
— Pues diviértete, ¿para eso es no? —. Contestó animado Liam.
— Me imagino que nos vas a dejar solos —. Dijo Harry —. Que desconsiderado eres, tío —. Era más que notorio el sarcasmo.
— Sí —. Dije y pude ver como festejaban muy discretamente y sonreían —. Pero no solos —. Sonreí, pero ellos borraron su sonrisa, con una expresión desconcertada. Ahí va la bomba, chicos.
Justo como lo imaginaba.
— ¿Cómo que no solos? —. Preguntó confundido Niall.
— No, no los dejare solos —. Aseguré y de inmediato bufaron. Me miraban con más confusión.
— ¿En serio? —. Comentó Harry, con una sonrisa de satisfacción, suponiendo que hablaba en cotorreo.
— Vamos, que yo no bromeo —. Dije como si nada. Yo sí sabía disimular.
— ¿Nos piensas poner guardaespaldas o qué? —. Se burló Louis —. Cómo que ya estamos muy grandecitos, ¿no crees? -. Tomaba de su soda light.
Estaban muy equivocados si creían que los dejaría solos.
— Son muy inmaduros, chicos —. Hablé lo más serio que pude para que se lo tomaran más de a quinto —. Guardaespaldas no, pero niñera sí —. Natural, así fue mi tono.
Sólo estaba esperando a que explotaran.
— ¿¡Qué!? —. Exclamaron impactados, todos al unísono.
— ¿¡Pero qué mierda!? —. Murmuró Harry pero logré escucharlo, por lo que mi mirada fulminante quedó sobre él.
En ningún momento se ahorraron comentarios, me miraban molestos.
— Es la tontería más grande que nos has dicho, Simon —. Intervino Niall.
— ¡Nos estás jodiendo! —. Respondió Zayn —. ¡¿Escuchaste lo que dijiste?!.
— ¿¡Niñera a mí!? ¡Por dios! Debes estar bromeando, ¿verdad? —. Me preguntó Louis, con esperanza.
— No, no bromeo —. Dije de manera seria.
— ¡Jodida broma! —. Gritó Liam.
— Es mi última palabra —. Dije claro, y tratando de lucir más duro de lo normal. A veces me sacaban de mis casillas —. Y mas les vale no andar de cabrones con ella, que no tiene la culpa de nada. Si no los conociera, no hubiera llegado a estos extremos. Así que están advertidos —. Terminé, y salí de la habitación, dejándolos con la palabra en la boca.
Tenía que hacer que Lane se encargara estos meses de ellos, sin que saliera de la casa desesperada de los chicos a los días.
Aún consideraba el hecho de verme muy estúpido con esto, pero ya no había vuelta atrás.
Quiero irme de viaje relajado y sin preocuparme de nada.
Lo cuál, era un reto absoluto.
Harry's POV
— ¿SE VOLVIÓ LOCO O QUÉ LE PASA? —. Hablé una vez que Simon salió. Estaba alterado, era una estupidez.
— Esto es una mierda —. Contestó Zayn.
— Quien sea que le haya dicho esto se pasó de huevos—. Comentó Niall.
Éramos muy inmaduros, fiesteros y nos encantaba andar por nuestras anchas con las chicas. ¿Disfrutar o no?, y ni la niñera más buena del mundo haría que cambiáramos.
— Mira que niñera —. Bufó Liam —. ¿Cuántos años creé que tenemos? ¿6? ¿9?
Ésta idea era tan idiota, pero Simon se la toma tan en serio.
— O sea, definitivamente es una pendejada —. Dije animando —. ¿Quién dice que le tenemos que hacer caso a Simon? —. Simon era una de las personas en la que más hemos llegado a confiar y querer, pero a veces entraba en sus ondas, y ésta no era la excepción —. No estamos como para que nos traigan una niñera, niños no somos —. Cerré la puerta del cuarto para evitar que alguna sirvienta se diera a la tarea de andar de chismosa —. Tenemos que hacerle ver que nosotros no necesitamos sus mierdas —. Me senté llamando la atención de todos —. Con unos buenos billetes, se larga pero si rápido. No es la gran cosa —. Propuse y Niall me volteó a ver con una sonrisa extasiada.
— Tienes razón —. Me apoyo Louis.
— ¿Cómo es que no pensé eso antes? —. Bromeó, Liam.
— Wow, esa es la actitud —. Acreditó mis ideas la voz de Zayn —. Ya decía yo que tanta idiotez junta no se podía —. Carcajeó —. Te amo, Harry.
Lo miré mal.
— Jodido —. Murmuré riendo, me mandó en respuesta un beso al aire.
— Chicos, ¿qué tal si ella le dice? —. Preguntó Niall, con ligera inseguridad —. Amo mis tarjetas de crédito -. Pensó.
— No te preocupes, brou —. Dije intentando que se relajara —. De eso nos encargamos Louis y yo —. Comenté con seguridad y pasé un brazo por su hombro.
— Estas viejas lo único que buscan es dinero —. Siguió Zayn —. Se lo damos, y se acabó. No va haber quién nos joda.
— Exacto. La vieja ésta, no va a venir a decirnos que hacer —. Dijo Liam riendo —. Todavía no me la creo, "Niñera, niñera, niñera" —. Arremedó.
— Si que se ha pasado de cabrón con ésto —. Dije con una sonrisa traviesa, más allá de lo que haríamos con ella, me encantaban las parrandas que se armaba Zayn, que para eso era un chingón.
Habíamos hablado unos días antes de que organizaría una, pero no una cualquiera, una buena BUENA, donde invitaremos a unos cuantos del bachillerato, 6to grado obviamente, nuestro DJ estrella, chicas hasta reventar, y sobre todo aquellos que estuvieran dispuestos a gastar en la barra libre.
Esto iba a ser entretenido.
S. Lane's POV
Después de la llamada de Simon terminé de desayunar, lavé los pocos platos que había, y me preparé una infusión de té verde con hielos y leche de coco riquísima. La veganía de Shelby no me iba del todo mal.
Apenas eran las 12, pero ya tenía que irme preparando.
3 mensajes nuevos... y ninguno de Christian.
Unknown
Hey, aquí está la dirección:
Recuerda estar puntualll :)
3:00 en punto.
La dirección no era problema para mí, al parecer llegaba como en 30 min máximo, y por suerte mi auto estaba con medio tanque lleno. Esa es una de las pocas cosas que le agradezco a mi bellísima tía Susan.
Guardé el contacto, y me senté en el sofá a revisar instagram.
¡Dios!, instagram me hace recordar que tengo que ir al gym.
Zayn's POV
Estúpida niñera, ella no va a arruinar mis planes de los reventones de fiesta que organicé, y mucho menos el de tener sexo con alguna chica.
Romper con Sarah no fue de a gratis.
No sé en qué momento Simon cayó tan bajo como para contratar a una sanguijuela, que lo único que quiere es exprimirlo al máximo y venir a chingar.
Simon's POV
Terminé de alistar y ordenar mis maletas, empaqué documentos y papeles que necesitaría ahora que me iré a Chicago. También di algunas llamadas de mi trabajo para avisar que ya iba a tomar el vuelo.
No conozco a Lane, pero como me habló de ella Caroline, supongo que puedo confiar en ella y en que estará bien con los chicos. No son tan distintos en edad, así que supongo que pueden llegar hasta a llevarse bien.
Cuando terminé de alistar todo y de hacer algunas transacciones por internet, bajé por un bocadillo que me tenía preparado una de las empleadas. La casa estaba en silencio, extrañado busqué a los chicos, y estaban nada más y nada menos que viendo la tele en la sala muy tranquilamente, contrario a como actuaron ese rato.
Sólo estaban Liam, Louis y Niall.
— ¿Siguen enojados? —. Pregunté y pude ver que todos se intercambiaron miradas.
— Para nada —. Contestó Niall simplón.
—¿Apoco? ¿Se nota? —. Murmuró Louis.
— Si ustedes lo dicen —. Dije intentando sonar harto —. Es por su bien, y lo saben —. Le di un mordisco a mi avo-sánd con jamón serrano, y me fui de su vista.
Los conozco perfectamente, y sé que probablemente se traigan algo en mente, pero que ni crean que dejaré que hagan su voluntad. Por algo estoy a cargo de ellos.
Ya nada más faltaba que Lane llegara para poder irme. Confío en que ella, por ser igual de joven que ellos, podrá entenderlos y sobrellevarlos mejor que cualquier mujer de 55 años.
Entre tanto entretenimiento olvidé revisar la hora, ya eran las 3:09. Pensé que estaría incluso antes de las 3:00.
Iba a llamarle cuando sonó el timbre de la entrada.
Ya era hora.
S. Lane's POV
Debo de confesar que ver videitos de este tipo sobre maquillaje si me ha servido bastante, cada vez mejoro más. Sólo necesito comprar ese eyeliner tan hermoso como el de ahí.
1:58
¡Mierda!
Si no me apuro no voy a llegar a la cita. Simon me matará.
No sabía si darme un baño o no, me había bañado ayer en la noche. Al final opté porque no iría toda cerda a la presentación y me duché.
Elegí algo que no se viera tan formal, pero tampoco al grado de usar mis jeans rotos azul pálido, y después de cambiarme me maquillé. Gracias Krystal Clear, eres mi salvación por el día de hoy (y también gracias Shelby, que agarré tu labial stone matte).
Estaba presentable.
Después de unos minutos pensando que ya estaba del todo lista, tome mis llaves, intento de cartera y bolso, claro sin olvidar mi amado móvil para poner el Google maps.
Arranqué y siguiendo la ruta me hice alrededor de 23 min, cuando me dí cuenta que había llegado a mi destino.
Dudé muchísimo que fuera ahí, incluso dude que Simon me haya dado la dirección correcta. La casa desde fuera era hermosa, grande, que digo grande, era gigantesca.
Desde luego parecía mansión de millonarios.
Estaba súper sorprendida, estaba delirando.
Llegué y estaba uno de eso ¿guardias de seguridad?, que me tenía que levantar la barra para poder ingresar a la casa.
— Hola —. Sonreí, nerviosa era poco.
— Nombre —. Dijo su voz ronca.
— Lane Walsh Dunne —. Respondí.
Buscó algo en su mesita que tenía ahí dentro y encontró un post-it color naranja, supuse que tenía mi nombre porque sin peros me dejó entrar.
Ya más cerca era mucho mejor la vista.
Le dejé las llaves de mi auto a un chico de por ahí, que iría a estacionarlo no sé donde.
La "mansión" en la cual viví por un tiempo con mis padres en California, no era para nada comparada con esta. Ésta si que era una de verdad.
Antes de que terminara con alguna lágrima rebelde, borré cualquier recuerdo que me hiciera poner mal, avancé al gran y bonito portón color ocre y me animé a tocar el timbre.
Luego de 3 toques salió Simon.
Me sentía muy apenada por llegar tarde, y aún más, era el primer día.
— Hola Lane —. Dijo todo lo contrario a lo que esperaba.
— Lo siento —. Sonreí con pena. Me sentía avergonzada, y sobre todo me sentía como una mirruña ahí dentro. La casa era más que hermosa, me fascinaba.
Entré con delicadeza y observé cada detalle de la decoración, la cual era espectacular.
Me había enamorado... Por segunda vez. Literal.
— Lane, sé que te contacté tal vez un poco fuera de tiempo, pero ya sabes. Los negocios son así —. Comentó —. Un día estás de un lado, y al día siguiente del otro. Ahí estás tú, ahora eres niñera -. Rió haciéndome sentir lo doble de nerviosa.
Jaja que gracioso, niñera.
¿Lo seré?
Simón se acercó a un par de maletas que tenía a lado del gigante sofá de cuero negro y las jaló.
— Me tengo que ir, Lane. Todavía falta mucho papeleo —. Guardó el móvil que tenía en la mano en su bolsa trasera —. Te dejo con los chicos —. Me sonrió de forma agradable y pronto pude oír como varias pisadas comenzaban a bajar por las escaleras en forma de caracol.
¡Carajooooo!
— Chicos —. Simón los llamó y pronto pude ver cinco rostros, pero no de unos niños, si no de hombres. Nada comparados con alguien de cinco años como imaginaba.
¡Dios, por favor dime que... !
Mi corazón comenzó a latir con fuerza, debía ser una broma. Yo en mi vida podría cuidar a esas bestias, apuesto a que eran hasta más grandes que yo. ¿Qué le había dado a este viejo como para ponerme a MÍ, a cargo de ellos?
¿Dónde están las cámaras?
— Mira, él es Harry —. Señaló a un chico de ojos muy llamativos y vivos color esmeralda, tenía cabello alborotado en forma rizada. Eran unos rizos super definidos. Levantó la mano, se veía medio perdido. Observé los tatuajes que posaban en su brazo, y también los que se alcanzaban a notar, gracias a su polo blanca —. Zayn —. En este caso señaló a un morocho de ojos mieles con pestañas largas y rizadas (ya ni las mías), y cabello oscuro bien peinado. Frunció el ceño, y no paraba de analizarme. Al parecer esto chicos tienen más estilo que yo, me encantó su sudadera gris que llevaba —. Liam —. Señaló ahora a un chico de ojos café oscuro, muy penetrantes, con cabello más corto que los dos anteriores. Su mirada estaba impregnada a la mía —. Niall —. Dijo y señaló a un rubio de ojo azul, y sonrisa resplandeciente. Su corto saludo me dejó sin palabras. Qué bonita playera roja, pensé —. Y Louis —. Me señaló al último de los cinco, igualmente con ojos azules y con un cabello castaño brillante de lado, pero lo que más destacaba de él, era su mirada, que no sé como explicar. También parecía ido de la situación.
No sé si era yo, o mis ideas pero sentía que esto fue como un balde de agua fría para los ¿6?, nadie se lo esperaba.
No eran feos, ¿para qué miento?. Todos eran atractivos, en realidad muchísimo.
Por supuesto que cuidarlos era lo que menos quería. No era nada comparado con ellos.
— Y chicos, ella es Lena Walsh —. Nos miró a los seis repetidamente para luego terminar su oración —. Su niñera.
Hubiera abierto mi boca de la impresión, pero eso sería ser exagerada ya que esto era de esperarse. Únicamente sonreí falsamente, con unas ganas inmensas de salir corriendo, ya no estaba a tiempo de arrepentirme, o tal vez si, pero no pasaría ese oso.
Simón dio una última vista a su reloj.
— Me tengo que ir. No quiero perder el vuelo —. Dijo y tomó la perilla del portón —. Ya sabes Lane, cualquier cosa me llamas. —. Me dió su mano para despedirse, y penetró a los chicos con la mirada.
Se los traía cortos.
— Adiós, tío—. Cada uno de los chicos se despidió de él. A su manera, pero lo hicieron. Simon nada más se limitó a formar una mueca de diversión.
¿De verdad eran tan malos?
No pasaban de 20 años, entonces eso responde mi ilógica pregunta. Así como lo ilógico que se veía que yo fuera a "cuidar" de ellos. En todo caso sería al revés.
— Se cuidan —. Simón suspiró y salió de la mansión, seguido de él, el mismo chico que me recibió las llaves de mi auto, entró por las maletas de Simon y salió. dejándome totalmente sola con los cinco chicos que apenas conocía.
El ambiente era tenso.
No tenía la fuerza para poderlos ver a los ojos, quedé bastante intimidada.
— ¿Qué pasó? —. Oí una voz burlona, parecía que le hablaba a un bebé —. ¿Te comió la lengua el ratón? —. Todos comenzaron a reír
¡¿En qué diablos me metí?!
Te pido no abandones la lectura por la falta de ortografía y concordancia, ya que esto sólo sucede los primeros capítulos, los demás ya están corregidos, o tal vez no. :)
Cambios en edición.
Abby - Shelby
______- Lane