Apreté con fuerza la mano de Harry cuando vi a Luke aún en mi casa. ¿Qué hacía aquí? Además estaba borracho perdido. Me abracé a Harry cuando vi que Luke venía hacia mí.
-¿Qué haces aquí, Luke? Te dije que te fueras a tu casa, no quiero volver a verte-dije encarándolo.
-Pero preciosa yo solo quiero hablar contigo.
-Te he dicho que no, y menos en el estado en el que estás.- Dije separándome más de él pero fue un intento fallido ya que me agarró de la muñeca.
-Por favor preciosa
-He dicho que no Luke. Suéltame.- Se negaba a hacerlo, por lo que mi mano fue directa a estamparse en su cara.- Espero que así espabiles y me dejes en paz. No soy nada tuyo como para que me intentes retener. Ahora largo de mi casa.
Pese al bofetón que le había dado, siguió parado delante de mi, intentando que le hiciera caso.
-Que mal lo has hecho... podrías haberte quedado conmigo y has elegido a este. Al fin y al cabo no dejas de ser una cualquiera a la que quiere llevarse a su cama como ha hecho con todas- dijo mirando con asco a Harry, quien no se contuvo y pronto su puño golpeaba la nariz de Luke. Y luego otro, y otro y así varias veces más.
-¡HARRY!
Intenté meterme en medio pero casi me llevo yo un puñetazo.
-Harry, escúchame- le pedí apoyando una mano en su pecho desde un lado y la otra en su barbilla, haciendo que girase su cabeza para mirarme.- Déjalo, por favor- dije una vez que había captado su atención- No merece la pena.
-No quiero que nadie te hable de ese modo, ni diga que eres una cualquiera porque no lo eres, no al menos para mí. Y si le tengo que romper la cara a alguien por decirte eso, lo hago.
-Lo se, Harry, pero es mejor si actúas como si no dijese nada, la gente así no merece nuestro tiempo ni nuestra atención.
-Lo se, enana, pero aún así me jode que te digan algo así.
-Déjalo de verdad. Vamos a limpiarte la mano, que la tienes llena de sangre.-dijede caino al baño haciendo que mirase su mano poniendo cara de asombro.-¿No la habías visto?
-No, supongo que estaba demasiado cegado descargando mi ira de los últimos meses contra él.
-Pues déjalo, a ver si nuestra relación se va a basar en visitas a la cárcel- dije mientras pasaba un algodón impregnado en agua oxigenada por sus puños rojos.
Cuando volvimos al salón, los chicos aún intentaban sacar a Luke de casa, lo cual les costó un buen rato hasta que finalmente lo consiguieron. Cuando ya estaba casi fuera, apareció Ashton que al parecer era su amigo y se lo llevó en su coche. A decir verdad en los casi tres meses que estuvimos juntos, Luke nunca me presentó a ninguno de sus amigos, pero sabía que Ashton era compañero de clase de Liam y por eso había venido.
La fiesta continuó un par de horas más, hasta que todo el mundo se hubo ido a su casa. Recogimos entre todos un poco el pequeño desorden hasta que la casa quedó presentable.
-Oye Hel -le pregunté a mi hermana.- ¿Cómo es que Luke estaba tan borracho?
-Se bebió más de media botella de vodka el solito casi de un trago y claro, así ha acabado. ¿Estás bien?
-Si, ahora si.
-Quiero que me cuentes absolutamente todo lo que ha pasado con Harry porque la cara de felicidad de ambos a pesar de lo que ha pasado hace un rato me da que pensar.
-¿Cómo no te lo voy a contar? Eres mi hermana, ten claro que voy a hacerlo.
-Si, va a hacerlo pero no esta noche ni tampoco mañana.- nos interrumpió Harry entrando en la cocina.
-¿Y eso por qué, Styles?- le preguntó Hel.
-Porque María se viene conmigo hasta mañana por la noche. Vamos enana, te acompaño a por tus cosas.
Salimos de la cocina y subimos las escaleras hasta llegar a mi habitación, donde metí en la bolsa que solía llevarme al hospital la ropa necesaria para el día siguiente. Al bajar entramos al salón, donde estaban todos los demás sentados por parejas.
-Nos vamos- dije interrumpiendo su conversación.
-¿Con Harry?- preguntó Louis.
-¿Con quién sino?
-No se, pensaba que no os hablabais.
-¿Dónde has estado toda la noche entonces?-pregunté riendo
-Por ahí hablando con gente y esas cosas.
-Entonces es normal que no te hayas enterado de nada. Resulta que cuando Harry acabó de cantar yo me fui a mi habitación y el vino detrás y cuando íbamos a hablar, Luke apareció en casa diciendo que quería hablar conmigo y le dije que se fuera y yo volví con Harry a mi habitación y ya hablamos todo.
-Pues sí que me pierdo cosas hahaha
-Hel, dile a tu novio que vaya al médico, a ver si va a ser tonto de verdad. Nosotros nos vamos.
-Yo lo llevo, tranquila hahaha- dijo guiñándome un ojo.
Dejamos a todos allí y justo antes de salir por la puerta escuchamos como Louis volvía a hablar
-¡USAD PROTECCIÓN, QUE AÚN NO QUIERO SER EL TITO LOUIS!
Reímos antes de cerrar la puerta e ir de camino al coche de Harry.
-¿Cómo está Gemma?
-La verdad es que mucho mejor. Hemos ido varias veces a revisión y el médico dice que está perfecta, y que puede hacer vida normal como antes de la caída.
-Me alegro muchísimo, no sería la misma Gemma hahaha
Llegamos a su casa y subimos directamente al piso superior.
-¿Vas a dormir conmigo?- dijo Harry abrazándome desde atrás mientras miraba por la ventana de su habitación.
-¿Tengo otra opción?
-Creo que no. Ahora que te tengo no pienso soltarte ni por activa ni por pasiva.
-No me parece mal hahaha
-Enana, ha sido una noche un tanto larga, ¿nos vamos a dormir ya?
-Si, por favor.
Después de cambiarnos y meternos en la cama, (Harry como no, en bóxers) estuvimos hablando un rato hasta que nos quedamos los dos dormidos. Cuando me desperté a la mañana siguiente abrazada a Harry, éste seguía durmiendo, por lo que me tomé unos minutos para observarlo bien. Me encantaba verlo dormir, tenía una cara de paz que tranquilizaba a cualquiera y si le sumábamos su respiración pausada, era mi muerte. Su sonrisa ladeada mostrando su hoyuelo izquierdo me tenía enamorada, pero sus finos labios ligeramente abiertos me podían. Me tomé el lujo de poder delinear con las yemas de mis dedos el tatuaje que tenía en el pecho, dos golondrinas que supuse que se había hecho en este tiempo que perdimos la relación, porque nunca antes se lo había visto.
Poco a poco fue despertándose, dejando ver esos ojos verdes que tanto me encantaban. Amplió su sonrisa y se acercó a mi para dejar un suave beso en mis labios.
-Buenos días, princesa- dijo con voz más grave de lo normal, lo que envió un escalofrío por todo mi cuerpo.
-Buenos días.
-Así da gusto despertarse.-dijo volviéndome a besar- ¿qué hora es, por cierto?
-Las once y media, hora de levantarse.
-O de quedarse en la cama-dijo con cara de deseo.
-Ah no, Styles, tienes que ganártelo hahaha
-Tranquila, es algo que voy a acabar haciendo
Pasamos el día entero en casa sin hacer nada más que ver la tele o besarnos. Era mi tipo de tarde perfecta, o tal vez una tarde de sofá, peli, manta y Harry al lado. Fuera la opción que fuera, me encantaba.
-Harry, voy a darme una ducha- dije cuando acabó la película que estábamos viendo, Batman: El caballero oscuro, la leyenda renace.
-Vale, yo voy preparando la cena para que cuando salgas ya esté todo listo.
Subí las escaleras hasta la habitación de Harry y cogí lo necesario para ducharme.
NARRA HARRY
María subió las escaleras y una vez escuché el sonido del agua al caer en la ducha, supe que podía empezar con mi plan. Subí al piso de arriba y entré en la habitación de mi hermana, donde estaba el vestido que ella había elegido para María junto a unos zapatos de tacón. Lo llevé todo a mi cuarto y lo dejé sobre la cama con una nota.
Este vestido es digno de una princesa y por eso está aquí esperando a que te lo pongas. Te espero en el salón. H.
Abrí mi armario y cogí unos pantalones negros ajustados, una camisa blanca y la americana y salí de allí haciendo el menor ruido posible. Bajé a la cocina y preparé la cena, unos raviolis de carne que dejé haciéndose cuando subí, ya solo me quedaba hacer la salsa, que era bastante fácil. Cuando estaba todo listo, me vestí y cuando escuché a María con el secador encendido, supe que no me quedaba demasiado tiempo.
NARRA MARÍA
Me duché y después de secarme el pelo salí a la habitación envuelta en una toalla. Me paré en seco al ver un vestido precioso y unos tacones al lado encima de la cama. Había una nota que inmediatamente supe que era de Harry.
Este vestido es digno de una princesa y por eso está aquí esperando a que te lo pongas. Te espero en el salón. H.
Me vestí y después de delinearme el párpado, echarme rímel y un poco de brillo de labios, bajé las escaleras, encontrándome el salón lleno de pétalos de rosa que daban un olor genial, y todo iluminado con la luz de unas pocas velas esparcidas por la mesa y sus alrededores. Harry apareció desde la cocina y creí morir en aquel mismo instante. Estaba vestido con los pantalones negros ajustados que tanto me gustaban, una camisa blanca con los primeros botones desabrochados y la americana. Y encima se había puesto las botas negras que le regalé un año atrás. Todo aquello junto era la muerte de cualquiera.
-Dios, Harry, esto es precioso.
-Para eso ya estás tu- dijo cogiéndome la mano y haciéndome girar.
Tras separarme la silla para que me sentara tal y como un perfecto caballero haría, se sentó frente a mi y empezamos a cenar. Nos contábamos cosas que nos habíamos perdido de la vida del otro en el tiempo que habíamos estado distanciados. Cuando terminamos, Harry no me dejó ayudarle a recoger nada, lo hizo todo él. Cuando volvió de la cocina, traía algo en sus manos.
-¿Qué es eso?
-Ven, vamos a sentarnos al sofá y te lo cuento.
Nos sentamos de lado, por lo que quedábamos el uno frente al otro, por lo que Harry me cogió las manos.
-Tengo algo que contarte, algo que es importante para mí. Teniendo en cuenta todo lo que pasó ayer, y que ya sabes que estoy enamorado de ti, quería hacer esto bien, porque te mereces lo mejor. Por eso, ayer antes de ir a tu casa pasé por la joyería donde había encargado lo que hay en esa caja. No es un anillo, aún no te voy a pedir que te cases conmigo, pero si que te quiero pedir que me hagas inmensamente feliz y empieces a formar parte de mi vida como mi novia formal. Por eso -dijo abriendo la caja dejando ver su colgante del avión de papel- ¿quieres ser mi novia?
-Claro que quiero, Harry.-dije con las lágrimas a punto de salir. Me puso el colgante y cuando lo cogí pude ver que por la parte de atrás, en las cada una de las alas del avión estaban nuestros nombres.- Esto es precioso.-esta vez ya no pude evitar las lágrimas.
-Eh, princesa, no llores. No quiero verte llorar. Mira que si lo llego a saber no te lo regalaba.
-No es que no me guste, es que me regalas esto que significa tanto para ti después de decir eso y claro, lloro, pero son lágrimas de alegría. Gracias, Harry.
-No me des las gracias, casi te las tengo que dar yo por perdonarme y darme esta oportunidad. Te quiero, no lo olvides nunca.
-Te quiero, Harry.
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Debéis perdonarme, iba a subir el fin de semana pasado, pero me fui a Salamanca a casa de una amiga y estuve... ocupada todo el fin de semana y esta semana he tenido exámenes y el jueves me puse mala y hasta hoy no he terminado de escribir el capítulo. Sorry
Espero uqe os haya gustado, a mi me encanta y es más largo de lo normal para compensaros las dos seanas de desaparición.
Votad y comentad, por favor.
María xx