Capítulo 51: ¿Por qué no me habías contado nada?

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TRES AÑOS DESPUÉS

Las cosas habían cambiado bastante para todos nosotros. Louis y Hel se mudaron a Manchester cuando el equipo de fútbol de dicha ciudad, que siempre le había gustado, lo fichó por varios millones.  Mi hermano, monitor en un gimnasio, se fue cuando recibió una oferta demasiado buena de una cadena de gimnasios que lo destinó a Dublín.

Zayn y Bea decidieron quedarse en Londres, ya que el trabajo de Zayn como pintor famoso se lo permitía. Vivían en Bloomsbury, zona de residencia de gran parte de los artistas, aunque Zayn pasaba la mayor parte de las tardes pintando tranquilamente en HydePark, y además de eso tenían una bonita casa cerca de la playa en una ciudad cercana llamada Eastbourne.

Harry y yo vivíamos en Chelsea, en una bonita casa de tres plantas con un amplio jardín trasero. Niall, que rompió dos años y medio atrás con su novia, llevaba dos años con Andrea, una joven a la que conocí cuando empezó a trabajar conmigo en la oficina en la que yo trabajaba como secretaria de subdirección y de la que me hice inseparable enseguida, convirtiéndose rápidamente en mi mejor amiga. Ambos vivían en la casa de al lado de la nuestra, por lo que pasábamos el día prácticamente entero juntos siempre y cuando Niall no tenía partido. El rubio era futbolista, pero éste jugaba en el Chelsea. Era muy gracioso, por llamarlo de algún modo, cuando jugaba contra Louis porque ninguno de nosotros sabía quién apoyar y después se pasaban días sin hablarse.

Llevaba unas tres semanas que no podía comer nada porque todo lo vomitaba, incluso lo que más me gustaba. Pedí cita para el médico y llamé a Andrea para que me acompañase.

-Gem –ese era nuestro apodo. Desde que nos conocimos, prácticamente todo nuestro día a día era igual, coincidíamos cuando nos enfermábamos, cuando estábamos en nuestros días... éramos como gemelas separadas al nacer.

-Dime

-¿Estás ocupada?

-Pfff que va, estoy tirada en el sofá sin saber qué hacer.

-Genial. ¿Podrías acompañarme al médico? Harry está trabajando y no puede acompañarme.- Hacía poco que su tío le había hecho un hueco en su empresa y llevaba el departamento de marketing.

-Por supuesto, Gem. Dame dos minutos y estoy en tu casa.

Tal y como dijo, en dos minutos estaba en mi casa. Esperamos a que se acercase la hora de la citación y nos fuimos al hospital. Buscamos la consulta de mi médico, Bill. Él era mi médico desde que me hice el esguince hace unos años.

-Buenos días, María.

-Buenos días, Bill

-¿Qué te pasa?

-Llevo unas tres semanas que cada vez que como, mi estómago lo rechaza y vomito.

-¿Cuándo fue la última vez que tuviste el periodo?

-El mes pasado, me toca otra vez la semana que viene.

-Voy a llamar a ginecología para que te hagan una ecografía por si acaso. Tu problema es uno de los principales síntomas del embarazo.

Fui a la consulta de ginecología y tras ponerme la bata que me entregó la doctora me tumbé en la camilla. Me echó un gel un tanto frío en el vientre y con un aparato lo fue esparciendo.

-¿Ves eso de ahí?- dijo señalando un pequeño punto en la pantalla.

-Eehh si.

-Eso es tu pequeño.

-Pe…¿pequeño?

-Si, María, estás embarazada de tres semanas.- dijo limpiando mi vientre.

-¿Qué?- no podía ser.

Afraid of love (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora