Mi alarma sonó.
Me levanté de mi cama.
Baje hasta la cocina.
– Buen día Anett ¿a qué hora entras a trabajar?- Dijo Alexis.
– ¡Mierda! ¿Que hora es?
– Las siete y media de la mañana.
– Entro a las ocho, se me hizo tarde.
Corrí a bañarme y cambiarme de ropa.
Tome una manzana y salí corriendo.
Corrí y corrí hasta el hospital.
Subí por el elevador hacia la oficina del Doctor More.
Choque contra alguien.
– ¡Tenga más cuidado!- Mire hacia arriba y era el Doctor More.
– Creo que esto de encontrarnos así se esta haciendo una muy mala costumbre señorita Anett.- Dijo dándome la mano para ayudarme a ponerme de pie.
– Creo que si Doctor.
– Iba a recoger unos documentos que necesito, pero ya que esta aquí, podría ir a recogerlos por favor.
– Si, en seguida se los llevo a su oficina.
Fui hasta donde tenía que ir a recoger los documentos.
– Que suerte tienes.- Dijo una joven.
– ¿Por qué?
– El Doctor More no acepta que cualquiera trabaje con él.
– ¿Por qué no?
– Es muy especial para eso.
– ¿Debo sentirme afortunada?
– Si.
– Esta bien, iré a dejarle estos documentos.- Retrocedí y choque contra una doctora.
– ¡Fijate por donde vas!- Grito.
– Lo siento tanto, fue un accidente.
– Ya no hay respeto a sus superiores.- Dijo y se fue.
– La ex esposa del doctor More.- Dijo una chica.
– No se ve muy amigable.
– No lo es, no es por ser chismosa pero dicen que la dejo por que nunca pudo darle un hijo.
– Bueno chicas, las dejo, ire a entregar esto.
Caminé por los pasillos.
De pronto un niño entró a la oficina del Doctor More antes que yo.
– Stephen mira mi nuevo carro de carreras.-Dijo el niño.
– Es genial amiguito, mira ve y siéntate ahí, tengo que atender a la señorita.- Le dijo amablemente.
– Aquí están los documentos Doctor.
– Por favor llámeme Stephen.
– Está bien Doc.. Stephen.
– Si gusta ya puede irse a su casa señorita, la verdad no hay mucho que hacer.
– Oye Stephen, mamá dijo que me cuidaras por que saldrá de viaje con papá.- Dijo el niño.
– Doctor More, lo necesitan en el quirofano.
– ¡Oh Dios! Ya voy, señorita podría cuidar a mi hermano en lo que terminó..
– Es una operación que se extenderá varias horas hasta el amanecer.
– Bueno, tenga las llaves de mi coche, y tu amiguito le dirás por donde queda nuestra casa, los veo haya, adiós.
– ¡¿Qué?! Pero Doctor yo no sé...
– ¿Cuál es tu nombre? - Preguntó el niño.
– Me llamó Anett y ¿el tuyo?
– Me llamó Freddie.
– Lindo nombre.