Es el primer lunes de noviembre, mi mes favorito, pero sigue siendo lunes así que me levanto malhumorada. Me arrastro fuera de mi cama y me alisto como siempre para la escuela. ¡Uf, la escuela! Me dan escalofríos de sólo pensar en lo que me depara hoy después de todo el show del viernes.
En clase de historia, la primera del día, Sam llega más tarde de lo de costumbre y no lo dejan pasar. A través de la ventana de la puerta puedo observar su figura cansada apoyada contra la pared, luce desesperado. Me pregunto si recordara lo que hizo el viernes. Espero que si, no quiero tener que explicárselo.
Sam sigue en su misma postura- desparramado contra la pared, la ligera mochila colgándole de un hombro- cuando la clase termina y salgo.
-Buenas noches- le digo con una sonrisa.
-Buenas noches- contesta correspondiendo con una risita-. Aunque tampoco llegué taaan tarde.
-Claro, 15 minutos de retraso no son nada para quien vive a cinco de la escuela.
-Déjame en paz- me da un ligero codazo mientras nos encaminamos a nuestra siguiente clase.
-¿Y qué pasó? ¿No sonó el despertador?
-Sí, lo hizo, por desgracia- suspira mi mejor amigo-. Pero Julie seguía en casa e insistió en traerme.
-Claro, pon a tu hermana de excusa- río mientras entro en la siguiente clase.
-Espera- Sam me tira de la mano y me atrae de nuevo al pasillo-. Necesito saber algo. Sólo necesito un si o no, ya hablaremos en el almuerzo.
-¿Qué pasa?- pregunto nerviosa por su repentino apremio.
-¿Hice algo estúpido el viernes?
Vacilo mientras muerdo mi labio inferior. ¿Le digo, no le digo? Quisiera decirle que no para evitarme la incómoda tarea de explicarle lo que hizo, pero es mi mejor amigo y no puedo mentirle, no puedo dejar que se entere por otra parte.
Negándome a soltar mi labio, sólo asiento con la cabeza antes de darme media vuelta y entrar en el salón.
-Dime- me dice Sam en cuanto el timbre marca el descanso-. ¿Es malo nivel "no tan malo, podemos ir a la cafetería a reírnos de ellos" o malo nivel "es tan malo que mejor buscamos un sitio solo y tranquilo para una plática seria"?
-Es malo nivel "mejor búscate una nueva identidad y múdate a Noruega".
-¿Por qué haría eso?- me pregunta con una graciosa y fingida cara de incredulidad.
-Porque sino posiblemente mueras de vergüenza- me burlo mientras caminos por el pasillo sin rumbo alguno.
-Aún así no lo haría. No me alejare a más de 1000 kilómetros de ti- dice como si fuera una amenaza. Me lanza un sonrisa divertida, haciéndome saber que es broma, pero esta vez yo no le puedo corresponder, no cuando el tema del que tenemos que hablar es justo de lo que dice reírse. Su rostro es mortalmente serio cuando inquiere-: ¿Qué hice?
Suspiro. La hora ha llegado.
-Mejor búsquenos ese sitio callado.
-Ok, ¿que te pareeee...?- la pregunta de Sam se alarga mientras cae hacia el frente y estira los brazos para detener la caída mientras sus libros salen volando.
Se escuchan risitas. Me agacho de inmediato a ayudar a Sam a incorporarse, a pesar de que sé quienes son los burlones que tiraron a mi amigo.
-¿Qué, Samuel? ¿Sigues borracho?- se burla el cabecilla del grupo, Xavier por supuesto.
Mi mejor amigo recoge sus libros con todo el orgullo que se puede albergar después de una caída como la suya, y sigue caminando como si nada. Lo imito.
-¿Los tortolitos quieren estar solos?- escucho decir a nuestras espaldas-. He oído que el salón de química tiene mesas con buen soporte.
¿Qué, ya lo has probado? Quiero replicarle, pero sé que con eso no llegare a nada y posiblemente Xavier salga vencedor, como siempre.
-Así que- suspira Sam a mi lado-. ¿Noruega?
Al final nos decidimos por la cancha de fútbol. Caminamos alrededor del pasto, evitando balonazos, pero al menos es mejor que en las gradas, pues estas tienen fama de albergar a enamorados y no creo que sea algo muy bueno para nosotros en este momento. Le explico vagamente a Sam la llegada de Loan. Su ceño se frunce. Prosigo con la búsqueda y como lo encontré, aunque no entro en muchos detalles, sólo le digo que estaba en uno de los patios con Vicky. Sam se ruboriza, parece que va recordando. Y por último le cuento la pelea.
-¿Por qué empezamos a pelear?- inquiere ya un poco menos confundido.
-Eso fue culpa de Xavier. Todos lo vieron hacerle una zancadilla a Dylan y luego señalar a Loan.
-Antes de eso...- vacila sin mirarme. Se rasca la nuca y centra su atención en el sumamente interesante suelo-. ¿Dije algo estúpido? ¿Atrevido? ¿Indebido?- prueba.
Inhalo: aquí vamos. Esto es justo lo que trataba de evitar, pero no puedo hacerlo. Bueno, al mal paso darle prisa.
-Me dijiste que me querías.
Mi mejor amigo sigue mirando atentamente la tierra mojada, pero lo veo ruborizarse.
-Y... parecías muy enojado con Santiago o Loan, como quieras llamarlo- digo nerviosa. Creo que también me he puesto roja-. Y le dijiste unas cuantas cosas.
-Ay, no- se lamenta enterrando el rostro en sus manos-. ¿Fui muy imbécil?- sus palabras salen amortiguadas, pero yo las entiendo perfectamente.
-Algo- asiento con un suspiro.
-Tienes razón, nos iremos a Noruega.
-¿Nos iremos?- sonrío con incredulidad.
-Aja, no creerás que me mudaría lejos y me cambiaría de identidad sin llevarte conmigo, ¿verdad?
-Contaba con eso- finjo pensar-. Ahora tendré que idear una nueva manera para deshacerme de ti ya que emborracharte y humillarte no funcionó.
-¿Eso es lo que quieres?- al fin me mira y lo hace con un brillo divertido y esperanzado titilando en sus grandes ojos castaños.
-Tal vez- sonrío con complicidad.
-Pues no lo lograrás tan fácilmente- y se pone al ataque y con eso quiero decir que me bombardea con toneladas de cosquillas. Me retuerzo y retrocedo hasta pegar las espalda contra las gradas, haciéndome con su apoyo para no caerme a la tierra y el pasto de las canchas.
-Basta, basta.
-¿Aún quieres deshacerte de mí-? inquiere con voz grave.
-No, no.
-¿Segura?
-Si, si.
-Muy bien- dice, pero se demora un poco más antes de dejarme tranquila-. ¿No cambiarás de idea?
-Mmm- digo retrocediendo- tal vez.
-Habrá que arreglar eso- se acerca amenazante hacia mí mientras yo aprovecho la distancia que había puesto entre nosotros y echo a correr. Sé que Sam podría atraparme fácilmente, pero no lo hace, se mantiene detrás de mí, fingiendo que soy terriblemente rápida para él. Me siento ruborizar mientras corro y pienso en lo increíble que se siente volver a estar bien con mi mejor amigo.
¿Soy una perra?
No puedo evitar preguntármelo mientras contesto un mensaje en Facebook.
Un mensaje de Santiago.
El fin de semana, Sam se desapareció por completo. Me conecté todo el sábado y domingo enteros, pero mi mejor amigo nunca entró, así que termine hablando con Santiago de lo sucedido, aunque más que nada fue una plática de las antiguas: real. Y al final me agregó a su Facebook verdadero para poder platicar sin estar bajo el ojo acosador de Xavier.
Y bueno hablamos por muuucho tiempo, conociéndonos por fin de verdad, empezando de cero, incluso nos volvimos a presentar.
"Soy Violet".
"Yo soy Santiago, mucho gusto".
Sé que suena ridículo, pero eso provocó que me riera como tonta por un buen rato.
"¿Puedo llamarte Vi?", me preguntó.
Y no pude evitarlo: acepté.
Últimamente ese apodo no me ha traído muchos buenos recuerdos y sentimientos, pero me parece que todo puede mejorar si empezamos desde el principio como hicimos el fin de semana, quizás Vi ya no me recuerde a Xavier, ni siquiera a todo el asunto de Loan, sino sólo a Santiago, el chico lector que vino a verme en Halloween.
El domingo me invitó a salir, pues planea quedarse hasta el miércoles antes de volver a Guadalajara.
Y yo acepté.
Lo hice sin pensar, no me juzguen. Ni siquiera sé porque lo hice, creo que algunas cosas son simplemente imposibles de explicar. Como el enamoramiento, por ejemplo. Nunca se sabe sus causas y tampoco nunca se está completamente seguro de estar enamorado, pero uno siempre supone que lo está.
Así que nos veremos el miércoles en la tarde, justo antes de que regrese a su ciudad y los kilómetros nos vuelvan a separar.
El mensaje que estoy contestando en estos momentos es la confirmación para Santiago del lugar donde nos veremos. Pero al final lo borro y elijo contestarle después.
Decido que ya esta bien de ocultarle cosas a Sam, a fin de cuentas es mi mejor amigo y para eso está: para poder contarle lo que sea y tener su apoyo. Así que lo llamo en la tarde y quedamos para vernos cuando salga de su castigo, de todos modos ya le había prometido que le ayudaría con su proyecto de informática.
Mi amigo llega sin retraso y nos ponemos a hablar sin parar a pesar de que nos vimos hace unas pocas horas.
-Ahora dime- dice poniéndose serio de repente-. ¿Para que me llamaste? Porque no te veo con muchas ganas de apoyarme con mi proyecto- dice arqueando una delgada ceja castaña.
-He estado hablando con Santiago- suelto, ¿para que darle largas?
-Hablas de Loan- dice Sam como si pensara en voz alta.
-Aja.
-¿Y?- pregunta con apremio.
-Pues... Lovereelmiercoles.
-¿Qué?- mi amigo frunce el ceño.
-Que lo veré el miércoles- repito, esta vez más despacio.
-No me refería a eso, te entendí, te entiendo aún cuando hablas con la boca llena...
-Yo nunca hablo con la boca llena- protesto de inmediato.
-...a lo que me refiero- continúa- es que porque saldrás con él.
-Eh... no lo sé- confieso con la cabeza gacha, incapaz de mirarlo.
-¿Quieres verlo?
-¿Eh?
-¿Quieres verlo?- repite.
-Pues... si.
-Entonces está bien- asiente como para si mismo.
-¿Eh?- repito. Mi vocabulario parece haberse reducido notablemente.
-Aja- dice con determinación-. ¿Qué esperabas? ¿Qué me enojara? Es tu vida, Violet- me mira con tal intensidad que es como si estuviéramos teniendo contacto físico-. Si a ti te gusta y quieres verlo, esta bien para mí- me mira con recelo cuando finaliza-: Creí que ya había dejado claro eso.
No puedo evitarlo: le obsequio un enorme abrazo.
-¿Te he dicho que eres el mejor?
-Sólo un par de veces- responde petulante, recibiendo y correspondiendo a mis brazos-. Quiero que me prometas una cosa- dice aún abrazandome, su barbilla acomodada familiarmente contra mi cabeza.
-¿Qué?
-Que no volverás a ocultarme nada. Podemos confiar uno en el otro, ¿no es así?
-Tienes razón, perdón por lo de antes.
-Ya no importa, es pasado.
-En serio eres el mejor.
-Bueno, eso si puedes repetirmelo cuando quieras.
-Eres el mejor- repito con una risita que soy incapaz de reprimir-. ¿Y tú?- no puedo evitar preguntar.
-¿Yo qué?
-El viernes te veías muy bien con Vicky- ok, me dolió lo que vi, pero eso no se lo voy a decir, no cuando yo le estoy hablando de mis propios dilemas amorosos. No cuando no lo elegí a él.
-Oh, eso- se aparta, rojo como un tomate. Me encanta verlo así. Que una mujer se ruborice es una cosa, que un hombre lo haga es una completamente diferente. Se ve terriblemente lindo.
-Aja, eso- le doy un ligero codazo.
-No lo sé- luce indeciso como el infierno mientras se rasca la nuca sin parar. Casi como acto de reflejo, le aparto la mano para evitar que se haga daño.
-Deberías invitarla salir a ver si pasa algo.
-Si, estaría bien- dice pensativo-. Lo haré- proclama repentinamente.
-Muy bien.
-Ahora- dice con apremio y abriendo mucho los ojos, como despertando de un sueño-, ¿me ayudas con mi proyecto de info?
Sam se marcha dos horas después cuando ya esta oscuro. Julie se va hoy y quiere verla antes de eso.
Mientras tanto, yo no puedo dejar de pensar. Una hora después ya estoy metida en mi cama, solamente pensando. Tengo la computadora prendida a un lado y una pila de libros al otro, pero no puedo hacer nada más que pensar y pensar. Pensar en un montón de cosas:
Sam.
Santiago.
Vicky.
¡Uf!
¿Por qué me afecta tanto ese tema? Lo mejor es que Sam salga con alguien, hace mucho que no lo hace. Es lo mejor para él.
Pero esas no son más que cosas que me repito, intentando grabarmelas y creérmelas.
Sin embargo no puedo. No puedo porque, en efecto, soy una maldita perra que sólo quiere a su mejor amigo para si misma. Necesito dejarlo ir. Necesita encontrar a alguien. Y no podrá hacerlo mientras esté con alguien como yo, alguien que no le conviene y que sólo le traerá problemas. Bueno, no es como que Vicky sea una santa que no se meta en aprietos, pero al menos ella no tiene un ex novio psicópata detrás de ella que pueda dañar a mi mejor amigo.
Si, estará mejor con ella.
Y con ese pensamiento reescribo mi mensaje de hace un rato hacia Santiago y lo envío.
"Si, nos vemos ahí".
Buenas nocheeeees o lo que sea cuando lean esto. Quiero pedirles disculpas por 1. No subir ayer (y ya sé que estas no son horas para subir), 2. Siento que el capítulo fue corto y no muy emocionante, y 3. Mmm yo tenía tres disculpas pero ya olvide la última. Como sea, espero les haya gustado, prometo subir el domingo. Sólo que me atrase por mis proyectos pero en cuanto los termine me pondré a escribir como loca, lo juro por mis libros.
Buenas noches de nuevo, nos leemos pronto ;)
P. D. Una de mis mejores amigas subió su novela, pasense porfa (; antes escribíamos juntas así que somos del estilo, espero les gusté. gracias :3
Su usuario es vickypollo26 y su historia se llama "complaints" (la imagen de galería es su portada)
http://www.wattpad.com/story/27397494-complaints