Un amor de esos

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4 meses después.

Violet baja a toda la velocidad las escaleras en cuanto escucha el timbre. Estoy sentado en el sofá de la sala, sin embargo, mi hermana consigue llegar a la puerta antes de que yo piense siquiera en levantarme.

Abre de tirón la puerta, dejando a la vista a su novio. Contra todo pronóstico, luce desilusionada: esa no es la persona que estaba esperando.

Me río internamente. Me encanta cuando se pone de los nervios. Y hoy se pondrá así más que ningún otro día, si, señor.

-Yo también te quiero- Sam sonríe, inclinándose para darle un beso a mi hermana en la mejilla.

Aparto la mirada. Sí, sé que Sam es el mejor chico con el que mi hermana podría estar, pero ahora que ya tengo la suficiente edad para ser llamado el hombre de la casa- tengo 15, pero son suficientes-, siento la enorme y apremiante necesidad de proteger a las mujeres que viven bajo este techo.

-Lo siento, estoy esperando que mamá llegue con el vestido.

-Tranquila, todo saldrá bien- la calma Sam, como siempre lo hace-. Además todavía es temprano, date un respiro.

-Lo intentare.

Violet se mete en la cocina, de seguro buscando distraerse con algún bocadillo, mientras Sam entra y deja su traje cuidadosamente en el sofá antes de seguir a mi hermana. Seguro la detendrá de que se coma un buen trozo de algo, pues sabe que después no parará de quejarse y lamentarse de lo gorda que esta.

¡Puf, mujeres!

El timbre vuelve a sonar. Apenas me estoy inclinando para levantarme de mi lugar cuando Violet se me vuelve a adelantar y abre la puerta. La cierra enseguida.

-¿Quién era?- inquiero volviéndome a acomodar. Quizás hoy sea uno de los días más importantes de la vida de mi hermana, pero para mí es sólo un día más de flojera.

-Isaac- responde distraída.

-¡Le cerraste la puerta en la cara!

-Sabe que me cae bien- se encoge de hombros-. Ve a abrirle.

Conteniendo mi impulso de seguir peleando, me paro y abro la puerta, dejando a la vista a un confundido Isaac.

-Entra.

-¿Tu hermana se siente bien?- inquiere pasando perezosamente.

-No, el baile es en unas dos horas y esta un poco ansiosa.

-Por cierto, le traje algo.

-¡Violet, mueve tu huesudo trasero para acá, el chico al que le cerraste la puerta en la cara te trajo algo!

-¡Mi trasero no es huesudo!- chilla, pero igual viene.

-Feliz cumpleaños- mi amigo le da un abrazo antes de entregarle una pequeña cajita.

Yo, como buen hermano, quería ser el primero en felicitarla, pero cuando me levanté, a las doce en punto un sábado, ella estaba en la sala, riéndose con Sam, quien llevaba ahí ya quince minutos. Novio: 1, hermano: 0. Algún día conseguiré ser el primero en algo.

-¿Qué es esto?- Violet mira confundida un pequeño collar rosa en su mano. Sonrío, se va a llevar una buena sorpresa-. ¿Qué...?- esta diciendo cuando Sam entra en la sala con una caja en sus manos.

-Ten, pequeña. Feliz cumpleaños.

Aún luciendo confundida, Violet se agacha y abre la caja que no deja de moverse.

-Oh por Dios- dice cubriéndose la boca con las manos mientras una naricilla negra se asoma por las tapas segundos antes de que la pequeña cerda vietnamita intente salir-. ¡Es hermosa! Mamá no nos deja tener mascotas- se vuelve hacia mí.

CPS(Comento Para Saber)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant