CPS(Comento Para Saber)

Acoso

Muy a mi pesar, Xavier y yo compartimos algunas clases. Así que, aprovechando la ausencia de mi amigo, Xavier se sienta a mi lado en geografía. Deja caer su mochila en la banca contigua, tan casual como si lo hiciera diario.

-Hola, Vi- me saluda con una enorme sonrisa.

Le doy la espalda, tragandome las ganas de borrarle la alegría de un puñetazo.

-Vamos, no seas así, Violet. Al menos ten la decencia de saludar- el modo en que lo dice, con voz dulce e inocente, como si en verdad se sintiese herido, me pone los pelos de punta.

-Hola, Xavier- imito su enorme sonrisa-. Tus notas me encantan cada día más.

A pesar de mis palabras, su rostro no pierde su gentileza.

-¿En serio? Me alegro, paso mucho tiempo pensando en que escribirte.

Pienso que cualquiera que nos estuviera viendo y escuchando en este momento, creería que somos un par de tórtolos perdidamente enamorados. Si supieran...

-Y las rosas, no sabes cuanto me encantan- sigo con la sonrisa plástica pegada al rostro, sin dejarme intimidar por esos ojos tan amables y a la vez llenos de maldad.

-Oh, no es nada, sólo quiero que me tengas en cuenta- otra manera de decir que no quiere que me olvide de sus amenazas y de lo que es capaz.

Ya no puedo más. Incluso sostenerle la mirada me resulta difícil y hablar con él de manera civilizada es aún peor. Tengo los nervios a flor de piel, siento el aire escaparse de mis pulmones.

-¿Porque me haces esto, Xavier?- le pregunto con voz lastimera, incapaz de poder mantener la farsa de dos-buenos-amigos-hablando por más tiempo.

-Tú lo sabes bien, Vi- murmura con voz melosa, pasando sus asquerosos dedos por mi cabello.

-No me toques- trato de que suena a advertencia, pero siendo sinceros debo sonar verdaderamente patética-. Y no me llames así.

-¿O... qué?

Gracias a Dios, en ese momento llega la maestra, lo que corta nuestra conversación. Por un momento- un estúpido e ingenio momento- pienso que me librare de hablar con él, que ya perdió su oportunidad de intimidarme cuando me encuentro sin la protección de Sam.

A pesar de todo, sigo siendo tan crédula como cuando salía con Xavier.

La siguiente vez me cierra el paso en un pasillo a la hora del almuerzo.

-Hola de nuevo.

-Hola- saludo con la esperanza de que diga lo que tenga que decir y luego se vaya. Mientras, aprieto mis libros fuertemente contra mi pecho, como si fuesen algún tipo de escudo anti-psicópatas.

-Dejamos una plática pendiente.

-Para mí fue todo- digo volviéndome para irme por el otro lado.

Cuando Xavier responde, lo hace tan cerca de mí que siento su nauseabundo aliento golpear mi mejilla-Pues para mí no.

Me vuelvo de golpe, dispuesta a enfrentarlo, pero ya se esta retirando, desapareciendo por otro pasillo.

-Hablamos luego, Vi.

No lo vuelvo a encontrar por los pasillos y en las clases que nos tocan juntos, no se me acerca, pero aún siento el corazón en un puño y el vello se me eriza en cuanto veo una cabellera rubia como la de él. Estoy paranoica.

Lo único que se me antoja en este momento es hablar con Sam, ya no sólo por lo mismo de ayer, sino porque simplemente lo necesito. Lo necesito para que me pase un brazo por los hombros y me diga que todo estará bien. Porque sólo él me puede convencer de que así será.