Un instante

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El jueves después de clases decido esperar a que Sam termine su castigo de hoy para acompañarlo a escoger su sax, creo que se lo merece. Además, hoy no hemos hablado mucho, en las clases platicamos lo necesario y en el almuerzo se fue con Leo y Dylan, parece que comienza a llevarse muy bien con ellos; así que no he tenido mucho tiempo de hablar con él y agradecerle por estar conmigo ayer en cuanto se lo pedí.

Me dirijo a la bodega de prepa donde deben seguir desempolvando todos los misterios de las cajas viejas y archivos olvidados. No lo encuentro trabajando como es de esperar, sino todo lo contrario.

-¡Vamos, Mine, con todo!- grita Carter a voz de cuello.

-¡No podrán con nosotros!- ruge Sam a su vez mientras las chicas no paran de reír.

La escena es esta: una pelea de dos contra dos en caballitos, con las chicas encaramadas a los hombros de los chicos y atacandose entre ellas mientras Carter y Sam luchan por mantener el equilibrio. Leo y Dylan se encuentran a los lados, cada uno apoyando a una de las parejas.

Los chicos siguen gritando cuando Vicky toma impulso y empuja a Mine, quien se va hacia atrás, desequilibrando a su chico y perdiendo así la batalla. Dylan se deja caer de rodillas con un billete en alto, el cual Leo toma con profunda satisfacción. Mientras tanto, los participantes no dejan de reír y se ayudan los unos a los otros a ponerse de pie.

-Buen juego, hermano- los chicos se dan la mano.

-La próxima ganaremos- gruñe Mine.

-La próxima sus patéticos traseros no podrán levantarse en un mes- dice Vicky triunfante.

-Al menos tenemos trasero- presume Mine petulante.

-¿Qué estas tratando de decir?

-¿Qué parece que digo?

A continuación las chicas rompen en carcajadas, una apoyándose en la otra mientras sus cuerpos se sacuden con múltiples espasmos de risa. Es hasta ese momento en que alguien nota mi existencia, justo a su lado.

-Ah, hola Violet- Dylan me saluda con un inclinamiento de cabeza.

-Hola- contesto llamando la atención del resto.

Sam mira en mi dirección aún con una carcajada iluminando su rostro. Espero que venga a saludarme, pero no lo hace, se limita a dirigirme un inclinamiento de cabeza idéntico al de Dylan, un típico saludo que se usa con alguien que te cae bien, pero que no conoces del todo.

-Eh...- retuerzo un pie contra la tierra del suelo, ya no tan segura de lo que hago aquí, invadiendo un momento que parece privado-. ¿Sam?

-Ah, claro- comprendiendo mi lenguaje corporal, mi mejor amigo por fin acude a mi lado mientras los demás se ponen en otros asuntos-. ¿Qué pasa?

-Eh...- repito-. Quería ver si quieres que te espere para ir a buscar tu sax cuando salgas.

Sam esboza un mohín incómodo en cuanto termino de hablar. Mira un momento hacia atrás, hacía las chicas risueñas que esperan a que vuelva con ellas, antes de decirme:

-Lo siento, quedé en llevar a las chicas por un helado y luego Mine me enseñará un local de música muy bueno por su casa.

-Ah... bien.

-¿Querías que te llevara a casa?- se le ve profundamente incómodo. Retrocedo inconscientemente un paso cuando mi amigo alarga una mano para tocar mi brazo.

-No, no hay problema- me apresuro a decir, retrocediendo otro paso.

-Viol...

-Estoy bien- le aseguro con una sonrisa que, estoy segura, es la más falsa que he esbozado en mi vida entera. Antes de irme echo otra mirada alrededor, percatandome de que falta alguien. Se lo pregunto a Sam con la mirada. Me responde señalando hacia un lado con la cabeza, al lugar donde un chico de cabello rubio esta acostado sobre el pasto, una gorra cubriendo buena parte de su rostro.

CPS(Comento Para Saber)Where stories live. Discover now