<<Hay alguien en la puerta>>
—Quiero irme de este lugar, no quiero seguir acá— Elle tomó de la mano a Augustus.
— ¿ Qué pasa amor? — El chico miró a su novia y le sonrió—¿ Te sientes bien?
— Me siento ahogada — mintió— La noticia del bebé me ha dejado cansada y quiero ir a casa— Elle miró de una forma extraña al chico, quería dejarlo tranquilo, pero aquello le costaba.
— Si quieres vamos a casa, yo estoy feliz y quiero llegar y decir la noticia, quiero llamar a mis padres — Elle veía la sonrisa sincera de su futuro esposo y se sentía una bestia horrible, sabía que ese bebé podía ser de Evan, y aquello era demasiado para ella.
— Esperemos que llegue a los tres meses, quiero estar segura de que todo saldrá bien— Elle le sonrió y lo abrazó, por dentro se sentía extraña, no deseaba la maternidad con urgencia.
— Claro... Sabes que te apoyo en todo, eres el amor de mi vida— Augustus la abrazó fuerte— Ahora seremos tres y nadie va a separarnos.
Elle tragó saliva y suspiró, quería a Augustus, pero cuando veía a Evan Peters, todo cambiaba. Había estado enamorada de él desde el momento en que lo vio, y tardó un tiempo grande en darse cuenta, chicos tan adorables no se encontraban de forma tan fácil.
— ¿ Viste un fantasma o qué? — Danielle miró a Evan, el chico se había quedado pegado.
— No, sólo vi una cosa— el chico miró al piso.
— Sé más claro, ya eres un hombre de veintiséis, no eres un bebé para que hables como un bobo— la chica odiaba que Evan fuera tan poco expresivo y que además tuviera sus actitudes de toda la vida— Aún me pregunto cómo era tu novia, de seguro era un fenómeno como tú— Danielle se rio, como si Evan fuera un chico vulnerable, del cual burlarse fuera cosa fácil.
— ¿ Entonces por qué estás conmigo? — Evan salió de sus pensamientos hacia Elle, que de seguro lo había visto en una tienda de bebes.
— No seas tontito, te amo porque eres Evan, mi novio, pero eso no quita el hecho de que te comportes como si fueras un retrasado— Danielle sonrió como si se tratase de una diosa intocable, maltratando verbalmente a su futuro esposo.
— No soy un retrasado— Evan se defendió y recordó cuando miles de veces lo trataron así y Elle siempre lo defendía y era capaz incluso de agarrarse del pelo con los demás con tal de defenderlo, si eso no era amor, entonces nos sabía qué era.
— Mejor dame la mano y llévame a casa, el bebé ya me cansa— Danielle tomó su mano de manera fuerte— Te amo.
Evan la miró inexpresivo y aceptó su mano, para después salir del centro comercial.
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— No la veo hace tres semanas, es decir, sin contar hoy en el centro comercial y eso me tiene realmente mal, no sé qué diablos es de ella. A veces me gustaría buscarla e irme con ella para siempre.
— Amigo, las cosas ya están demasiado avanzadas, estás a una semana de casarte y... — James suspiró, sentía pena por su amigo.
— Sí sé, pero... Desearía que Elle fuera mi esposa, o sólo mi novia, ella es la única que me quiere por quien soy.
— ¿ Y por qué no vas a buscarla? — James le sonrió a su amigo— Búscala y dile que la amas y que no quieres estar lejos de ella, que quieres estar para siempre a su lado, y si ella te dice que sí, renuncias a ese matrimonio estúpido, cumples con tu hijo y te vas con Elle.
Aquello parecía una historia encantadora, sacada de un cuento de amor.
— Siempre me das ideas asquerosas— Evan suspiró.
— Amigo, te hago ver la vida de otra forma, debes dejar de tener miedo, estás atrapado en algo que odias, si te quedas con Danielle, serás infeliz toda tu vida.
Evan lo miró y le sonrió a James, tomó su chaqueta y salió de la casa de su amigo, la noche comenzaba a caer y el chico iba decidido a buscar a Elle y decirle sus planes. Llegó a esa casa que tantos malos recuerdos le traía, no dudó en tocar el timbre, por su mente jamás pasó el hecho de que su novio podía estar en casa con ella, y sin pensar en eso, tocó nuevamente.
— Augustus, ve a abrir la puerta, yo terminaré de cambiarme de ropa— Elle habló desde su habitación, esa noche no había nadie más en casa.
— Claro amor—el rubio caminó hacia la puerta y abrió, encontrándose frente a frente con Evan, no sabía quien era, pero su rostro le era muy familiar.
— Hola... Vengo por Elle, ¿ Dónde está ella? — Evan intentó entrar, pero Augustus lo frenó.
— Hey amigo, Elle está cambiándose de ropa, soy Augustus su novio. ¿Cuál es tu nombre? — el chico lo quedó mirando.
Evan abrió sus ojos y tragó saliva.
— Me llamo Evan, soy un amigo de Elle. Necesito hablar con ella— Augustus de inmediato supo quien era, sintió una especie de incomodidad con enojo, no entendía por qué la buscaba.
— Espera amigo, ya voy por ella... — Augustus se dio la vuelta y caminó hasta la habitación de la chica. Elle peinaba su cabello, notó que su novio la miraba, incluso notó algún grado de molestia.
— ¿ Qué pasó? ¿Quién es?
— ¿ Por qué tu ex novio está buscándote? — Augustus estaba cruzado de brazos— ¿ Por qué jamás me dijiste que hablas con él?
Elle se paró de la silla del tocador y miró con asombro a su novio.
— Augustus....yo no sé de qué me hablas.
— Evan, sí, Evan... Evan es el nombre de tu noviecito por el que sufriste. Está abajo buscándote con desesperación, y no me mientas, porque es cosa de ver ese cuadro tuyo que es muy famoso, el chico que pintaste es Evan, ese pelo dorado y rizado es de él.
Elle caminó donde su novio e intentó tomar su mano, pero Augustus la rechazó.
— Ve y dile que se vaya, que estás conmigo y que no quieres tener problemas.
— Augustus, Evan tiene novia, él no está interesado en mí— Elle intentaba excusarse. Si tan sólo supiera Augustus de que su novia no estaba segura de quien era el padre de ese bebé, le daría un infarto.
— Ve y haz lo que quieras... Sólo espero que sea la última vez que lo veas.
Elle miró hacia el piso y caminó hacia la puerta, de inmediato vio a Evan parado en la puerta. La chica caminó hasta él y lo sacó por el jardín de la casa.
— ¿Qué demonios haces acá? — Elle lo miró enojada— Creí que habíamos terminado esto.
— Elle... Yo no puedo vivir sin ti, te amo— Evan tomó su mano— Me di cuenta que no puedo pasar toda mi vida con Danielle, ella me trata horrible y no la amo— Evan tomó su cabello.
— Debiste pensar eso antes de dejarla embarazada, te vi hoy en el centro comercial... Te vi en una maldita tienda de cunas de bebés, ella acariciaba su vientre y sé que me viste, porque sentí tu mirada en mí, ¿ Cúando ibas a decirme la verdad?
— Elle... yo iba a decirte, te amo, no puedo sacarte de mi mente. Yo desearía poder tener una familia contigo, y no me importa que Danielle esté esperando un bebé, porque un hijo no es motivo para amarrarme a ella.
— Evan, ya está y lo mejor es que te vayas. Ya no hay vuelta atrás — Elle jamás le diría a Evan sobre su matrimonio, y Evan tampoco.
— No pienso irme así como así, Elle... Augustus es tu novio, pero sé que me amas.
— No Evan, ya no, es tarde. Así como decidiste formar una familia con Danielle, también yo.
— ¿ Qué quieres decir con eso? — Evan abrió sus ojos.
— Estoy esperando un hijo de Augustus, hoy me enteré. Estoy embarazada de él, tengo casi un mes, así que olvídate de nosotros— Elle iba a darse la vuelta, pero Evan la tomó del brazo.
— Piensas que soy un tonto, pero sabes que tienes miedo... — Evan soltó nervioso, jugando con sus dedos.
— ¿ Qué quieres decir?
— ¿ Estás segura que ese bebé es de tu novio? Porque yo recuerdo que nos juntamos un par de veces a tener sexo, y ninguno se cuidó, lo recuerdo porque tengo una gran memoria y soy muy detallista— Evan tragó saliva.
Elle sintió un calor en su cuerpo, y lanzó una risa nerviosa.
— Vete a formar tu familia maravillosa y no me molestes, mira que he follado más con mi novio que contigo — La chica le hablaba de forma cruel, pero en el fondo le dolía, porque lo amaba y ya no podía correr a sus brazos.