Look after you // Evan Peters (TERMINADA)

Capítulo 24

<<De camping>>

Elliot dormía en su habitación, era su siesta de las siete de la tarde, algo habitual en él.

Los constantes gritos de sus padres lo despertaron, aquello no era algo fuera de lo común; su casa era así todo el tiempo. Para Elliot, pese a tenerlo todo, su vida en familia era una mierda, o al menos así lo describía él.

Su hermano mayor, Elijah, había vuelto de la universidad, y debía volver a salir a un ensayo de fútbol americano.

Elliot bajó con cuidado hasta el primer piso, su madre estaba con una copa de vino y su padre le gritaba.

— ¿Ahora qué vamos a hacer? ¿Y si lo encuentra?— Ramona, su madre hablaba hundida en una profunda tristeza.

— Cállate mujer, Elliot nos puede escuchar— Victor, su padre le hablaba furioso.

— Aún recuerdo que es de apellido Sinclair— la mujer hablaba mirando a un punto fijo.

— Basta, esas personas jamás lo van a encontrar; Elliot es un McDougall, es nuestro hijo,  lo hemos criado.

— Pero sus padres lo están buscando, recibí un mensaje  de esa mujer que nos vendió a Elliot, y sus padres están desesperados por saber algo de él— la mujer temblaba, pensar en perder a su hijo, le rompía el corazón.

Elliot estaba detrás de una pared, y no podía creer lo que escuchaba. Se armó de valor y salió del escondite; sus padres lo miraron impactados.

— Cariño— Ramona quedó sorprendida al ver a su querido Elliot.

— ¿Me van a decir qué es eso que no puedo escuchar?— Elliot los miraba enojado. Su padre no sabía qué responder.

— Hijo...ve a tu habitación, es malo escuchar conversaciones ajenas...

— No es malo cuando se trata de mí. Ahora respondan...¿Qué pasa?

— Hijo...— Ramona miraba nerviosa a su esposo.

— Elliot— El padre rió y tocó el hombro del chico—¿ Vas a seguir con el tema?

— ¿Por qué hablan como si esto fuera normal? ¿Por qué dijeron que mis padres me buscan?—el chico tenía una mirada de horror en su rostro.

— Cariño...— Ramona abrazó a Elliot.

— Díganme la verdad...¿Ustedes son mis padres? Porque no tengo otros que me están buscando...

Los McDougall se miraron de manera cómplice, estaban en aprietos, su hijo los había descubierto.

— ¡Hablen!—gritó el chico.

— Dile tú— Ramona estaba al borde del llanto. Victor miró a su hijo y suspiró.

— Elliot...hijo, tú sabes que nosotros te amamos—El padre posó su mano en el hombro de su hijo.

— Ve al grano, odio la espera— Elliot habló furioso.

—  Bueno,ya que insistes. Te diré la verdad, espero que lo tomes como el hombre que eres— Victor acomodó su costosa camisa rosada y su reloj de oro— Eres adoptado, Elliot.

El chico abrió sus ojos, y más que impactarle el hecho de ser adoptado, le impactó el darse cuenta que su padre no se había ni arrugado en decirle la verdad.

— ¿Es una broma? ¿verdad?— el chico caminó donde su madre y la miró al borde del llanto.

— Hijo...tú sabes que eres mi bebé— Ramona tomó el mentón de Elliot.