El Deseo De Perséfone

By MyPersonalAdiction

213K 20.7K 4K

- De verdad no me tienes miedo - murmuró Hades con un tono sorprendido que me hizo estirar una esquina de mis... More

·PRÓLOGO·
CAPÍTULO DOS
CAPITULO TRES
CAPITULO CUATRO
CAPITULO CINCO
CAPITULO SEÍS
Capitulo SIETE
CAPITULO OCHO
CAPITULO NUEVE
Capitulo DIEZ
CAPITULO ONCE
CAPITULO DOCE
CAPITULO TRECE
ADELANTO

CAPITULO UNO

16.8K 1.3K 314
By MyPersonalAdiction

"Nunca vas a entender cuánto amor me costó dejarte ir..."

POV de Perséfone
Maldije irritada mientras veía como mi tiara de flores se rompía debajo de mis manos.
Mire mis manos, como si pudiera acusarlas sin echarme la culpa en el proceso. Al final tuve que admitir la derrota y comencé a arrancar los pétalos mientras dejaba a mi mente divagar.

En apariencia no podría ser una mujer más frágil. Con mi piel blanca y complexión menuda, mis dedos son delgados y finos, igual que mis tobillos y pies. Mi estatura era pequeña, mi madre solía decir que era como esos perfumes de muestra, los que te dejan deseando más pero sabes que no podrás pagar por ellos. Lo que sea que eso signifique. Mi cara era la de una niña, con pecas en el puente de mi nariz respingona, como la de las hadas duende que divagaban por el Prado de las Ninfas. Mi mentalidad era otra cosa completamente diferente; cada noche desde que cumplí los vente años, tengo pesadillas, sueño con un lugar donde pequeñas motas blancas cubren al tierra, sueño con tierra muerta, y un zorro rojo que persigue un cuervo. Muchas veces yo soy el zorro y siento su ansiedad, su desesperación por retener al precioso animal alado, y cada mañana me despierto llorando, porque al final el cuervo toma vuelo y me deja sola.

Suspiré cansada, regresando a mi realidad. Estaba sentada en la hierva verde, en mi regazo estaban los restos de mi intento de crear una corona de flores. Saqué el aire contenido y decidí que ya era suficiente de intentar manejar mis manos con delicadeza; en realidad era una persona más bien brusca con las manos.

Decidí que una buena caminata por bosque me vendría bien, había un hermoso manantial donde muchos animales venían a refrescarse, me gustaba ir y bañarme con ellos, nadar me hacía bien, sobretodo porque mi piel siempre estaba fría al tacto, el agua tenía un calor templado que hacía maravillas. Decidida, me levante, ignorando las miradas desaprobadores de las ninfas que me miraron con mi ligero vestido blanco, cierto, no ocultaba mucho a la imaginación, pero no era como si hubiera pervertidos mirando, ¿O sí?.

Cada fin de semana se organizaban fiestas, eran las conocidas fiestas de Dionisio. No me mal entiendan, me encantaban sus fiestas, pero se habían convertido en una rutina más para mí. Me acomodé el vestido rojo de escote pronunciado, sabía que mi mamá iba tener un apoplejía en cuanto me viera, pero como eran los tiempos finales de cosecha, ella había anunciado su ausencia durante todo el mes, así que, pretendía disfrutar de cada bocanada de libertad que podía recibir. Aquello me hizo sonreír. Puede que esta fiesta no fuera tan ordinaria después de todo. Y con ese pensamiento en mente me quité el chal que planeaba llevar para ofrecer una apariencia más recatada. al diablo con los comentarios. Sonreí mirándome al espejo, si entrecerraba los ojos casi podía ver a la mujer en la que me podía convertir.

El salón parecía estar decorado para que las parejas ilícitas tuvieran privacidad; con pesadas cortinas de terciopelo oscuro que ocultaban pequeños salones privados, habían mesas de madera largas con bandejas de comida a rebosar. uvas, copas de vino y ambrosía se servían con generosidad. Destape mi capa que ocultaba mi atuendo y se le entregué a un mozo que se ocupaba del clóset. Mi vestido era largo y con capas de muselina que le daban una apariencia inocente, pero aquello se desmentía en cuanto veías la estrecha cintura y el escote que daba una buena vista de mis senos generosos. Unas mangas blancas se escondían sobre un forro rojo que se abría con lazos hasta la cintura. Para completar el atuendo me había puesto unos pendientes de rubís y un collar a juego

Mi cara era extraña, podía hacerla lucir exótica sin ese tono aniñado que tanto odiaba, pero mi madre decía que aquello era para las promiscuas, algo que haría Afrodita para llamar la atención. Aunque no lo dudaba, yo amaba el look extravagante de algunas ninfas, conocidas por su ninfomanía, incluso el cariz atrevido de Afrodita me parecía excelente. Yo era la única demasiado asustada para ver más atrevida.

En medio de los invitados saludé a mi mejor amiga, una ninfa sin nada que temer y poco que perder. Ella nació sin padres, una flor le dió vida, dandole el don de la bondad y la curación. Era una mujer sin malicia pero con un humor picante por pasar tanto tiempo entre humanos. En su opinión, ir de vacaciones a la Tierra era la mejor decisión que cualquiera podría tomar. Yo aun no tenía más que el milenio de vida, así que faltaban unos siglos para exponer mis poderes y convertirme en una diosa para los humanos.

Rowina se acercó dando pequeños saltos de emoción. Su vestido amarillo hacia perfecta combinación con su piel oscura. Sus ojos violetas, impresionantes como siempre me miraron chispeando divertidos al contemplarme.
- Así que, tu mamá de verdad no esta. - observó mientras aplaudía mi decisión de vestimenta.

- ¿de verdad crees que si estuviera me hubiera vestido así? - mascullé, bufando. - jamás. Estoy disfrutando de unas merecidas vacaciones.

- Bueno, lo apruebo mucho.- dijo. - aunque estoy segura que si le demostrara a tu madre quién te aceptaría.

Exhalé ruidosamente. Como toda una dama.

- Nunca lo sabremos. - dije, dando el tema por zanjado.

Ella extendió las manos en señal de rendición y aceptó una copa de champaña de alguno de los meseros. Nunca había entendido que no le gustara la ambrosía. Cierto, era bastante fuerte y dos tragos podían hacerte el más contento de la fiesta. Conversamos sobre su más reciente visita a Grecia. Los juegos olímpicos comenzaban de aparecer y se habían convertido en su fiesta favorita. Me contó sobre los filósofos más conocidos por el momento y su amor por alguno de ellos. Le causaba risa que acusaran a las mujeres de "incitadoras de la lujuria" como una débil excusa para sus tendencias homosexuales.

Yo era amiga de las Destino, por lo que sabía de buena fuente que habrían varios problemas a lo largo de la historia con todo lo que es diferente a las mayorías: homosexualidad, racismo, discriminación a la mujer... todo llegaría y no se erradicará jamás.

Las campanas que anunciaban la entrada de alguno de los doce importantes sonó, haciendo que todos nos volteáramos hacia la entrada en señal de respeto, bueno casi todos, yo miraba con curiosidad. No era extraño ver a uno de los doce, pero eran tiempos ocupados, no todos podían estar de fiesta todo el tiempo, hacia unos cuantos siglos que no se sabía mucho de ellos.

Las puertas se abrieron y aparecieron los tres hermanos. Los que todos conocemos y que no requieren explicaciones. Seuz, el mayor y todopoderoso, conocido por sus experiencias extramaritales, su ego inflado y esposa con los cambios de humor; Poseidón estaba con su esposa, Anfi, era una mujer callada y con una luz que parecía estar muy cerca de su piel, ella me miró primero y me ofreció una sonrisa luminosa que no llego del todo a sus ojos. No era un matrimonio por amor eso era claro, pero de nuevo, un matrimonio de esa clase se reservaba para algunos humanos. Ni si quiera Afrodita estaba casada por amor y su hijo Eros era el puto experto en la materia. El ultimo en salir fue Hades, rey del inframundo, el Torturador por derecho propio, era el más escalofriante de los hermanos, sus ojos siempre chispeaban con humor negro, como si supiera tus peores pecados y le dieran risa.

Hades era conocido por cambiar de aspecto, como si cambiar su cuerpo y rostro fuera un maquillaje para él, normalmente usaba una figura masculina alta y definida, con una barba de chivo y pelo pintado de varios colores. ¿Hoy? Lo llevaba de un rubio quemado del que casi podías oler la carne de sus prisioneros. Una camisa blanca con los botones sueltos dejaba ver su piel tatuada. Llevaba las llaves de su hogar por toda la piel, cientos de diferentes formas dibujaban sus brazos hasta perderse por la tela de su camisa.

La cara que lucía hoy ele daba la apariencia de un hombre humano de treinta años, con cuerpo en buena forma pero sin demostrar grandes cantidades de músculo. Decir que el hombre en cualquier aspecto era como un bombón en fuego, era decir poco. Sus ojos amarillos me miraron por un momento, casi con aburrimiento antes de examinar el resto de la sala.

- te miró. - susurró Rowina, su voz claramente excitada. - Él nunca mira a nadie.

Encogí los hombros, intentando aparentar una indiferencia que no sentía.

- Eso no significa nada.

Ella no dijo nada, tan ocupada como estaba en mirar la escena frente a nosotras. Las presentaciones formales se hicieron y todo regreso a la normalidad. Tomé una bocanada de aire muy necesitada y aparte la mirada, casi obligándome a fingir que no me había afectado sentir esos ojos ambarinos sobre mí.

Rowina contuvo el aliento y me hizo mirar haca atrás.

Hades se acercaba directo a nosotras, sin siquiera disimular.

Sus ojos se encontraron con los míos y me olvidé de nuevo de respirar.

Esta fiesta no iba a ser aburrida después de todo.



SUPER SIDE-NOTE: Hades no es un personaje normal, su cara va cambiar y su aspecto también probablemente más de una vez, así que en los capítulo iré poniendo imágenes y GIFS de como luce dependiendo del capitulo. Sino pongo imagen es porque tiene el mismo aspecto que en el capitulo más reciente.

¿cómo se imaginan a nuestro Hades? si me dan ideas puede que su personaje aparezca con su actor/modelo favorito

Espero que se haya entendido bien!!

PD: DIVIERTANSE Y GOCENLO <3 

Continue Reading

You'll Also Like

17.6K 948 15
¿Por que conformarse con un solo ship? Aquí encontraras todo tipo de historias, desde +18, hasta las historias mas soft que pudieras imaginar, deja v...
15.5K 628 19
Pequeños imaginas de personajes emblemáticos de nuestra música nacional. (No sé quién creo este concepto; créditos a dicho aut@r).
67.1K 3.3K 40
Marinette vuelve a París, después de estar 6 años estudiando en New York. Al irse de su cuidad natal, se alejo de amigos, familia y especialmente de...
1.1K 56 3
THG AU Peeta Mellark es un hombre dulce, sencillo y apegado a sus seres queridos. Está a punto de casarse con Kantiss Everdeen, el amor de su vida y...