GROSERO ©

Od CitizenOfHeavenn

1M 53.2K 7.5K

Esto no es una historia normal. No hay tristeza, felicidad, risas, llantos como tal. Aquí hay más que esto... Více

GROSERO
Prólogo
Capitulo 1
Capítulo 2
Capitulo 3
Capitulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capitulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Epílogo

Capítulo 4

40.8K 1.8K 242
Od CitizenOfHeavenn

- Verás, necesito comprar algunas cosas para mi fiesta, si quieres puedes acompañarme.- Le decía Arielle que iba a hacer hoy, pero como anteriormente se había molestado cuando le comenté que estaba emocionada por mi cumpleaños, no quise decirle nada al respecto por sí reaccionaba mal.

-Claro que quiero.- sonaba emocionada y con esa voz chillona y un poco irritante. Pero me alegraba, peor es nada, ¿no?

-¿En serio?

-Si, pero con una condición.- vaya, ¿por qué no me sorprende? Yo sabía que tanta alegría no era por nada.

-Dime.

-Que pases por mi departamento y vengas a buscarme, es que no quiero llegar a tu casa, y me da miedo ir sola hasta el centro comercial.- Seguramente quería que fuera a buscarla por el auto. Sonreí maliciosamente.

-Pero iré caminando, mamá se ha llevado mi auto y papá tiene el suyo.- Bueno, no es que sea tan mala, pero es que, es divertido que se haya quedado con las ganas de ir en auto, es demasiado perezosa. ¡El centro comercial está a unas cuadras de su departamento!

-Ah.- sonaba algo decepcionada. ¡Sí!- No importa, ¿a qué horas vendrás por mi?

-En dos horas estoy en tu casa, ¿vale?

-Vale, puedes abrir con llave que te di.

-Allí estaré.- colgué y me dispuse a buscar en internet algunas cosas que me faltaban para mi fiesta, faltaba poco para cumplir dieciocho años, una semana para ser exacta.

Yo no quería hacer fiesta, pero mi madre es tan insistente que estuvo por dos meses tratando de convencerme, y lo logró. Me había fascinado la idea de ir de compras y bailar hasta el amanecer sin necesidad se hacerlo a escondida.

-Papá, ¿estas allí?- bajé las escaleras tratando de localizar a mi padre. Si, estaba en casa, pero eso Arielle jamás lo sabría.

-Aquí estoy.- respondió mirando el periódico y bebiendo una taza de café.

-¿Qué tal te ha ido en el trabajo?- La relación con mi padre era muy buena, más que con la de mi madre, nos llevábamos bien, pero el día que no discutíamos era extraño.

-Excelente.- Dejó el periódico para prestarme atención.

-Quiere decir que... ¿Funcionó el negocio que estabas tratando de hacer?- Me alegraba que sucediera así, cuando no salían muy bien, mi padre no dormía, tenía severos dolores de cabeza y pocas veces hablaba conmigo. Era devastador.

-Podría decirse que sí.-Sonrió, pero su sonrisa no llegó a los ojos.- Pero ya no importa, cuéntame, ¿has pensado lo que te dije?

-Si lo he pensado, papá. Sólo te pido un poco más de tiempo, quiero tomarme las cosas con calma. Prometo no decepcionarte.- Papá me había comentado lo de trabajar con él, le dije que lo pensaría, no quiero tomar una decisión que a él le termine decepcionando, pero tampoco quiero hacer algo sacrificando mi felicidad.

-Jamás me decepcionarías, pequeña. Primero me odiarías tú a mi, que yo a ti.

-¿Por qué dices esas tonterías, papá?- pregunté abrazándolo.- Eres lo mejor que hay en mi vida, y no hay nada que pueda dañar el amor que siento por ti y por mamá aunque ella sea muy cansona.- Reímos los dos.

-No digas eso de tu madre, no sé qué hace pero, todo lo llega a saber.- dijo papá divertido.

-¿Por qué estaban hablando a mis espaldas?- Llega mamá con un montón de bolsas. Papá se levanta y empieza a ayudarla.

-Nadie ha hablado a tus espaldas, mamá. Bueno, exceptuando ahora.- Papá y yo reímos, porque literalmente estábamos hablando a sus espaldas. Mamá estaba de espalda acomodando las compras.

-Sigan haciéndose los graciosos, esta cansona se las sabe todas.- Papá y yo nos miramos a los ojos como los cómplices que éramos.

- Y dejen de mirarse así, que se van a quedar sin cenar los dos.- Esta vez reímos todos, ¿cómo era posible que pudiera notar todo?

-¿Dónde tienes las cámaras?

Ya estaba lista para irme, vestía unos jeans y una sudadera, lo mismo de siempre, unos chavos. No era esa clase de chicas que se vestía como si fuese a ir a un reinado, no era Arielle. Ella amaba ir de compras, yo amaba a mis libros; ella amaba los chicos, yo amaba estar en mi habitación. Era raro, pero éramos mejores amigas.

-Señor y señora Adams, no demoro. Los amo.- Mamá y papá estaban sentados en el sofá hablando yo no sé de qué, ni quería saberlo.

-Corrección, señorita Adams.- dijo mamá. Bajé el último escalón y puse mis brazos en jarra. Papá enarcó una ceja.

-¿Qué? Aún soy joven y bella.- levantó los hombros y miró sus uñas restandole importancia.

-Eh. Como decía, no demoro. Iré a comprar lo que falta para la fiesta.- Me dirigía a la salida, no sin antes despedirme de ellos.

-¿No irás en tu auto?- preguntó papá algo preocupado.

-No, le dije a Arielle que mamá se había llevado mi auto.- sonreí maliciosamente.

-Pero...¿no crees que es muy peligroso...-Mamá le interrumpió sonriéndole.- Déjala. Yo creo que Chloe ya es es lo suficiente mayor para cuidarse sola.

Sonreí. Por primera vez en mi vida estaba agradecida que mi madre abriera su boca.

Salí y el día estaba maravilloso; el clima estaba perfecto, no había nada de sol, pero tampoco lluvia. El cielo estaba gris; la temperatura estaba agradable. Amaba los días como estos, me sentaba en mi cama con mi libro preferido y una taza de chocolate caliente. Qué tentación.

Sacudí mi cabeza para olvidar lo que estaba pensando ya que podría arrepentirme y dejar a Arielle plantada. No fue muy buena idea, la paranoia se apoderó de mi ser, sentía que me estaban vigilando, como si alguien me estuviese siguiendo. Desafortunadamente, no había ni un alma en la calle en la que estaba.

Apresuré mis pisadas, entre más rápido andaba, más rápido llegaba y mi paranoia se iba. Era demasiado paranoica. Yo creo que si buscaban en Google: "Paranoia" aparecía una foto mía, y una foto horrible. Estoy segura que en otra vida fui paranoia. Sinónimos de paranoia: Chloe. Ya no dicen: soy paranoica, sino soy Chloe.

Si, también soy exagerada, demasiado exagerada.

Bueno, creo que la paranoia y la exageración que tenía Chloe Adams en estos momentos eran justificables, del otro lado de la calle venían dos tipos, algo asquerosos, y no daban buena impresión. Aceleré más mis pasos para poder entrar en algún lugar reconocido o perder a esos tipos que iban a hacer que me orinara los pantalones.

Mala suerte, Chloe. Ellos también aceleraron sus pasos.

Papá Dios, sí muero hoy hazle saber a mis padres, Michael y Arielle que los amo. Ah. Por favor, sí muero hoy, que muera virgen, te lo suplico. Amén, amén, amén.

-¿A dónde vas, muñeca?- dijo uno de los tipos cuando lograron acorralarme. Ya estaba asustada. Les aseguro que orinaría, pero después eso llamaría la atención de ellos.

-Eh, pa-para ningún lado.- ¡Que me lleven! Soné tan nerviosa que el otro tipo comenzó a reír, ya me tenían atrapada.

-Vaya, hasta te ponemos nerviosa.- Comenzó a tocar con sus sucias manos mi mejilla.

-Déjenme en paz.- Esta vez soné más ruda. ¡Muy bien Chloe! ¡Eres fantástica!

-Me encantan así, las que tienen carácter.- dijo el otro tipo.

-Bella.- Sus ojos fueron directo a mis senos. ¡Ay no! Padre nuestro que estas en los cielos...

-¿Te gusta compartir, muñeca?-...santificado sea tu nombre, venga nosotros tu reino...

-¿No piensas decir nada?- Comenzó a bajar su mano a mi sudadera. Dios te salve María, llena eres de gracia...

-No cierres los ojos, muñeca.- Tenía los ojos cerrados, este era el fin. Sentí que sus dedos asquerosos iban hacia mi sostén... Un momento, se detuvo.

Abrí los ojos y lo que vi eran los tipos asquerosos tirados en el suelo, y estaban dos tipos altos y como vestidos de negro. ¡Ay! Me salvo de unos asquerosos y llegan otros, a diferencia que estos están más aseados. ¿Qué tienes hoy, Chloe? ¡Oh, por Dios! ¿Y si estoy en el cuerpo de Megan Fox?

-Señorita, venga con nosotros al auto- dijo uno de los de negro. Esto era como una película combinada: transformers, los vagabundos y los hombres de negros.

-No iré con ustedes a ningún lado.- Me puse de pie firmemente.

-¿Tienes un siete?- Bueno, la camioneta por dentro no olía nada mal. Si, estaba en la camioneta, luego de que dije que no iría a ningún lado con ellos, el más grandulón me alzó y me metió en la camioneta. Dijeron que no me iban a hacer daño, que me llevarían a dónde necesitaba ir, pero que no podía estar sola por la calle porque podría ocurrirme algo peor de lo que me acaba de pasar ahora. Había un tráfico por la calle donde ellos se habían desviado y ahora me encontraba jugando a cartas con Batman y Robin.

En serio, reí mil siglos cuando me dijeron sus "nombres", según ellos, tenían que proteger su identidad, así que no me podían decir sus verdaderos nombres. Su misión era salvar el mundo.

La verdad, eso era extraño, ellos eran como guardaespaldas, pero...¿por qué se ofrecieron a llevar a una chica común y corriente? ¿No se suponía que ellos cuidaban a gente importante? ¡Ay Dios! ¡Soy Megan Fox!

-Megan, estas haciendo trampa.- Bat me miró con los ojos entrecerrados. Les había dicho que me llamaba Megan Fox, y no se opusieron. Dios, tenía que verme en un espejo, la intriga me estaba matando.

-No es cierto, Batman.- reproché. Él me miró enojado.- Lo siento. Quise decir: Bat.- me había obligado decirle "Bat" ya que sonaba más "amigable" y lo hacia ver más guapo. "Batman" lo hacía ver más bravucón.

Ellos intimidaban demasiado, cualquiera que los viera se orinaría los pantalones, pero si los conociesen, o más bien, les dieran confianza, ellos eran un amor, daban ternura. Las apariencias realmente engañan.

-Robin, ¿por qué estás tan callado?- puse mis brazos en jarras.

-Eh, ¡gané!

Antes de que Batman y Robin me dejaran a mi y a Arielle en el centro comercial, ya que habían insistido llevarnos hasta allá, me dieron sus números para que los llamara por sí necesitaba ayuda. Duré horas discutiendo con Robin porque quería que lo agendara como Robie y un corazón al lado, le dije que no porque así no se escribía el nombre, además pensarían que era mi novio. El dijo que era la nueva versión de "Robin" y necesitaba personalizar su nombre. Batman dijo que le pusiera una linterna de emoticón al lado de su nombre. Ellos me agregaron como Megan con un emoji de una mujer con la mano hacia un lado, según ellos, me hacia más femenina. Estos tipos eran realmente raros.

Después de que recogiéramos a Arielle, la diversión se fue apagando, a ellos tampoco les agradó Arielle, no lo entiendo. Tengo que reconocer que Arielle no dejo de hablar durante todo el trayecto, pero últimamente lo que pasaba en mi vida era extraño.

Ya no hay tiempo, ya eres prisionera, te dije que corrieras... Aún tienes otra opción...

Bueno ternuras, hasta aquí el capitulo, si les gustó no se les olvide votar, REGALENME COMENTARIOSSSS. Gracias por el apoyo.

Pokračovat ve čtení

Mohlo by se ti líbit

655 243 73
Ella, una chica con demasiados problemas, intentando escapar de su pasado. Un pasado muy negro, que la hizo madurar antes de tiempo, que la hizo sufr...
1K 212 41
Ya ha pasado un año desde que ocurrió el accidente de Ruby. Muchas cosas han cambiado desde entonces. Ella renunció a la empresa, ahora trabaja en la...
7.1K 1.3K 81
Un chico encuentra en el piso de su escuela un inusual pin, de esos que se abrochan a la ropa o mochilas, de color amarillo con una gran sonrisa, per...
107K 5.3K 51
¿Seria sensato perdonar a alguien que te hizo daño en la niñez? Skylar tendrá que pensarlo muy bien si darle otra oportunidad o no, sabes que puede e...