—¿Qué haces?
Me sobresalté cuando apenas había dado un paso dentro de la habitación, voltee saliéndome, cerrando la puerta de la habitación de Roma rápidamente a mis espaldas y observé a Ramson apoyado de la puerta de su habitación con el entrecejo levemente fruncido en confusión.
¿Que qué hacía? Estaba por entrar a la habitación de tu hermana para ver si había algo que respondiera mis preguntas, ¿no es obvio?
Piensa, di algo, no te quedes solo parada como una estúpida.
¡Reacciona!
¡REACCIONA!
—Uhm —murmuré—, creí que era la cocina.
¿Es enserio Paola?
¿La cocina?
—El baño, perdón, quise decir el baño —agregué rápidamente y me acerqué a él forzando una sonrisa—, es que me distraje con tu belleza.
Todas las personitas de mi mente se dieron una palmada en la frente como si fuera un caso perdido.
Era una terrible mentirosa.
—Espero que no te distraigas mientras me explicas matemáticas —Ramson sonrió débilmente, se echó a un lado para dejarme pasar a su habitación, yo le correspondí la sonrisa intentando tranquilizar mi respiración.
Eso estuvo demasiado cerca.
Mis pies se detuvieron y mis ojos pasearon por las paredes azules descubriendo que ya no había posters de bandas de rock, ni afiches. Mi boca se abrió tanto que sentí que se iba a desencajar de mi cara.
Ahora había muchas fotos.
Fotos mías.
Sacadas de mi Instagram impresas en tamaño gigante pegadas alrededor de las cuatros paredes de la habitación.
—¿Te gusta? —dijo Ramson llegando desde atrás, sus manos envolvieron mi cintura y se pegó a mi espalda pasando sus labios por mi mejilla en besos repetitivos, suaves, tiernos, que en vez de derretirme, me hicieron querer gritar con todas mis fuerzas.
¿Cómo debía llamar a esto?
¿Obsesión o amor?
Ya esto me había superado en el nivel de acoso, y creo que realmente era el límite.
—Son, fotos mías —dije en un hilo de voz—, ¿por qué?
Ramson me hizo voltearme de modo que quedé frente a él sintiendo que mi respiración apenas podía sostenerse, mi corazón quería salir por mi boca y correr por su vida.
Estaba asustándome.
Sus ojos verdes analizaron mi rostro y me dedicó una amplia sonrisa que ahuecaba sus hoyuelos.
—Porque eres hermosa —susurró metiendo una mano dentro de mi cabello y se acercó de tal manera que sus labios rozaron los míos pero no me besó—, quiero verte cada vez que me despierte y cada vez que vaya a dormir.
Bien, eso sonaba un poco perturbador.
—Habías dicho que no querías ver mi cara en las mañanas porque no querías morir de un infarto —dije recordando la primera vez aparecí en su habitación—, ¿ahora sí quieres morir de un infarto?
Ramson soltó una carcajada, su aliento rozando mis labios.
—Me encantas —susurró—, me encantas demasiado.
¿Uh?
Se acercó de modo que extinguió la distancia entre los dos y su boca devoró la mía lentamente, su lengua deslizándose dentro de mi boca, dejándome por un momento derretida y me hizo incluso olvidar el pánico que me causaba la situación.
Una de sus manos se deslizó por mi cintura y me aferró contra él, cuando me besaba de esta manera, podía estar segura que no estaba de mente, sino que tal vez realmente yo le había encantado, solo que sin encantamiento alguno porque desgraciadamente no tenía poderes.
Mordí su labio inferior sintiéndolo estremecerse en mis manos que mantenía en su pecho, y el beso comenzó a tornarse más salvaje, más demandante, sus manos se introdujeron dentro de mi camisa aferrando sus dedos con fuerza a mis caderas para alzarme, envolví mis piernas a su alrededor y caminó conmigo hasta la cama tumbándose sobre mí.
Mi cabeza se sentía revuelta, mi mente siendo víctima de las gloriosas sensaciones que Ramson me hacía sentir cuando sus labios se deslizaron por mi cuello, mis manos acariciaban su cabello cuando en un movimiento tomó mis dos manos por las muñecas y las colocó sobre mi cabeza con fuerza.
Me salí por un instante del embrujo sintiendo su cambio brusco de actitud, así no me gustaba, nada de sadomasoquismo, me sentía aprisionada, los recuerdos de mi hermana vinieron a mi mente y aceleraron mi corazón con fuerza.
—No, Ramson —dije—, suéltame.
Ramson cubrió mi boca con su otra mano mientras sus labios descendía por mis pechos besándolos y mordisqueándolos sobre mi camisa, gemí sintiendo que el pánico comenzaba a invadirme, grité con todas mis fuerzas mientras las lágrimas se escurrían por mi rostro y me movía de un lado a otro intentando respirar.
Pero al igual que Lilian, Ramson no me hizo caso.
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😱😱😱😱😱😱😱 SE PRENDIÓ ESTA MIERDAAAA! Okno, ¿Creen que esto es loco? Esperen los otros capítulos y entenderán lo que es locura😂😂😂😂
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Los amo con mi hígado♥