—Logró sorprender a las personas — Mencionó ella aún un poco sonrojada por lo que había acabado de hacerle al chico de hermosos ojos marrones frente a ella.
— Ni que lo digas — Sonrió él, acariciando su rostro.
— ¿Te logré sorprender?
— Lograste sorprender y no sólo a mi cuerpo, sino que hasta a mi corazón, pequeña — Ella quedó perpleja ante sus palabras, ya que entendió muy bien a que se refería el muchacho.
Pero antes que ella pudiera responderle, él la besó para sellar esa promesa que luego de años seguirían cumpliéndola ciegamente.