Actualización (2/2)
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Todo pasó tan rápido que cuando pude reaccionar, me encontraba en el piso porque Ramson me echó a un lado para responderle el golpe a Alfredo, un puñetazo directo en el ojo que lo tumbó al suelo, pero ojalá que todo hubiera acabado ahí, podía ver a Ramson sobre Alfredo con su mano en puño dándole golpe tras golpe sin piedad.
Iba a matarlo.
¡¿Qué se suponía que tenía que hacer ahora?!
Quedarme observando con palomitas y refresco no era opción por más tentadora que fuera la idea.
Me levanté lo más rápido que pude y me abalancé sobre Ramson, logré tumbarlo a un costado de la calle lejos de Alfredo, él comenzó a empujarme, pero al ver mi rostro frente al suyo me reconoció y apretó la quijada quedándose quieto, podía sentir su cuerpo temblar completamente caliente.
—Basta, no sigas —gemí conmocionada—, por favor, déjalo en paz.
Ramson soltó un profundo suspiro de enojo y solo entonces hizo lo que menos esperé, me besó. Enredó sus dedos en mi cabello para atraerme más a él y abrió mi boca con su lengua en una lenta caricia estremeciendo mi piel y haciéndome olvidar incluso el lugar donde estábamos. Entreabrí los ojos como tenía por mala costumbre hacer y lo vi con la mirada fija en algo más allá de mí.
¿Qué caraj...?
Me separé sin comprender y miré a Alfredo de pie, la comisura de su labio estaba sangrando y su ojo derecho comenzaba a hincharse, la mirada en su rostro era completamente miserable, Ramson me usó para darle el golpe que probablemente lo terminaría de matar.
—Afedo... —susurré levantándome del suelo— ¿estás bien?
Alfredo negó con la cabeza y siguió negando como si no pudiera creerlo, como si la decepción fuera más grande. Se dio la vuelta para caminar un poco desestabilizado y se montó en su auto alejándose a toda velocidad.
Me sentía fatal.
Por más que las cosas hubieran cambiado entre nosotros, le tenía cariño y aprecio, era mi mejor amigo, jamás le desearía el mal.
Sentí que alguien agarró mi brazo y me voltee bruscamente con el ceño fruncido encontrándome con Ramson tenía apenas una ligera macha roja en su mejilla por el golpe que le había dado Alfredo, parecía enojado, conmocionado e incluso resentido.
—¿Qué pasa contigo?
¿Ah?
No oculté mi expresión incrédula.
—¿Conmigo? —Dije— ¿Acaso yo fui la que me pelee? ¿Qué necesidad tenían para terminar así?
—Tú —respondió entre dientes—. Desde ahora estás conmigo y no quiero que él se te acerque.
Ay por favor, no podía creer que me hubiera dicho eso.
Solo le faltaba ponerme un collarín con el nombre del dueño.
—Con calma Rocky Balboa —dije—, no me va eso del machismo cavernícola, relájate.
Ni siquiera porque era Ramson Stone.
Él soltó un profundo suspiro y rascó su cabeza pareciendo volver en sí.
—Lo siento —dijo, pero pareció más una pregunta, apenas me miró cuando se montó en la camioneta y la movió hasta su casa, lo observé bajarse y entrar sin ni siquiera mirarme, o despedirse.
Oficialmente creo que Ramson Stone era una cajita llena de sorpresas extrañas.
***
A la mañana siguiente salí de mi casa para ir a clases, cuando caminaba hacia la parada de autobús sentí ese extraño olor a ron añejo y el leve dolor de cabeza.
No, mierda, mierda, mierda.
Se suponía que yo estaba bien, los exámenes no mostraban nada, la medicina me oxigenaba el cerebro. Mis ojos pararon en el muchacho que pasó junto a mí con las manos metidas en sus bolsillos y una capucha, su mirada gacha mientras caminaba rápidamente.
Empuñé mis manos y llenándome de valor dije:
—¿Primor?
El sujeto se detuvo, lo sabía, era Ron, había vuelto, ¿pero qué pasaba con mi cerebro? Tomé una profunda respiración acercándome a él, ¿qué le iba a decir exactamente?
Probablemente algo como: “Mijo, deja de actuar como yo, es malo acosar gente”.
Cuando estiré mi mano para tocar su hombro, escuché una bocina que me sobresaltó, al voltear vi la camioneta de Ramson, él descendió el vidrio y me hizo un gesto de saludo con la barbilla, me quedé por un momento pasmada al ver lo atractivo que lucía con sus lentes de sol y sus manos en el volante.
La baba estúpida, cierra la boca que te entrarán moscas.
¡Reacciona!
—¡Eh, Fea! —Sonrió— ¿te llevo?
Giré los ojos con dramatismo por cómo me llamó y recordé que iba a hablar con Ron, cuando miré al frente, no vi a nadie, ni siquiera a lo lejos se veía a un chico usando capucha.
Bien, oficialmente estaba paranoica.
Paola la paranoica.
Un poco aturdida fui a la camioneta y me monté de copiloto.
—Uhm, hola —dije no sabiendo exactamente como sentirme después de la pelea de ayer.
— ¿Por qué venías a tomar el autobús? —Dijo Ramson comenzando a andar la camioneta—, debes esperarme, de ahora en adelante yo te llevaré al instituto.
Hey, hey, aguanta.
Un momento.
¿Uh?
Fruncí el ceño al escuchar el tono serio que empleaba, como si fuera mi padre regañándome por hacer algo estúpido.
— ¿Cómo mi transporte? —dije sin ocultar mi sarcasmo.
—Como tu novio —refutó—, si vas a salir, yo te llevaré.
Ja. ¿Acaso dijo novio?
Joder sí...
¡SE PRENDIÓ ESTA MIERDA!
Lo miré a su perfecto perfil para ver si bromeaba, sus ojos verdes fijos en la carretera, y su semblante completamente serio.
—Ah —solté una risa incrédula—, ¿En qué momento me pediste que fuera tu novia que no recuerdo?
Él apenas volteó a mirarme.
—Yo lo decidí.
Stop, ¿Qué caraj...?
—No puedes ser arbitrario —dije un poco molesta—, yo no soy tu novia, no me va esto del machismo cavernícola, ¿recuerdas que te lo había dicho antes?
Ramson pareció ignorarme, simplemente tarareando la canción de Bad Bunny que sonaba desde la radio.
—Ramson —dije, él hizo un sonido para que supiera que me escuchaba—. ¿Escuchaste lo que te dije?
—Sí, pero no me importa —respondió simplemente—. Tienes mucho tiempo detrás de mí, acosándome, creando historias, fantaseando conmigo, ¿ahora te pondrás con condiciones? Ya me tienes, disfrútalo.
Debía de estar bromeando.
Lo admitía, tenía razón, que Ramson fuera mi novio había sido mi fantasía, pero me molestaba su posición machista arbitraria e idiota.
Así es ponlo en su lugar Paolita.
—No soy tu novia —dije—, sigo soltera.
Las personitas en mi cerebro comenzaban a darse palmadas de felicidad en sus espaldas cuando se abrazaban celebrando que tenía orgullo.
Odiaba que me dijeran qué hacer o que otros me impusieran cosas.
Que irónico, estaba discutiendo con Ramson porque no quería que él dijera que era su novia.
Llegamos al instituto y Ramson estacionó el auto en su lugar usual, sus amigos estaban reunidos como siempre en la entrada, me puse un poco nerviosa, que me vieran llegar con Ramson daría muchísimo de qué hablar.
Miré a Ramson, parecía un poco confundido.
—¿Qué es lo que pasa contigo? —Dijo—, no te entiendo.
—La mayoría de las personas no lo hacen, ¿por qué crees que me gusta la lectura?
Ramson me miró por lo que me pareció una eternidad y metió las manos por su cabello para arreglarlo a un lado o tal vez para darle ese aspecto desordenado.
—Ah, bien —frunció el ceño—, Paola, ¿quieres ser mi novia?
Señoras y señores, el amor de mi vida acaba de doblegar su orgullo machista y egocéntrico para pedirme que yo Paola Stalone dejara de estar alone y fuera su novia.
Ese fue un chiste malísimo Paola.
Había soñado esto miles de veces, se lo había pedido a Dios en cada oración, sentí mis ojos cristalizarse de por fin haber logrado mi objetivo.
Pero decidí hacerlo sufrir.
Quité el cinturón de seguridad y me acerqué a él mirándolo fijamente, mis manos se apoyaron de los muslos de sus piernas y mi nariz rozó la suya, podía ver lo extraña que le parecía mi actitud valiente, parecía incluso nervioso, me encantaba tener el control.
Mi corazón comenzó a desenfrenarse, algo usual que siempre me ocurría al tenerlo cerca.
—¿Qué si quiero ser tu novia? —susurré sintiendo su aliento rozar mis labios, el deseo incluso podía palparse en el ambiente, rocé sus labios observando como comenzaba a entrecerrar los ojos y dije: — No.
Me separé bruscamente observando como parecía completamente desubicado y solté una carcajada hasta casi quedarme sin aliento, Ramson frunció el ceño, parecía no saber qué carajos estaba pasando.
Solo me estaba desquitando todas las que me hiciste mi Adonis.
—No lo sé —abrí la puerta—, déjame pensarlo y te digo después.
Me bajé y le guiñé un ojo antes de cerrar la puerta disfrutando de su gesto completamente incrédulo.
Dios debía de estar poniéndome los ojos en blanco en este momento.
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♪♪♪♪Y yo te entregué mi corazón una noche oscura sin mirar atrás (to my love-to my love-to my love) iiiooo te di to' my love, me fuí corriendo y no volví más♪♪♪
😂😂😂😂 así hizo Paola, después de por fin tenerlo se hizo la dura jajsjajjajksl♥
Esta historia esta por dar otro giro completamente inesperado, probablemente me odien o me amen no sé, 😂😂😂♥ nos leemos la próxima semana (si no me muero o algo así)♥
Los amo con mi hígado, y hablo enserio cuando digo eso, estaba muy rara últimamente, no quería leer, escribir, pintar o concentrarme en la universidad, algo así como una zombie por dentro, demasiado distraída, ausente, esto me enfoca, sus vistas y votos me animan... gracias♥
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