¿Y si te robo un beso?

By StilinskiDB_

1M 47.1K 2.4K

"-¿Y si te robo un beso?- susurró él con voz ronca con los labios muy cerca de mi boca. -No...- fue lo único... More

Dedicatoria.
Capítulo 1. ¿Quién demonios es ese chico?
Capítulo 2. Ojos verdes.
Capítulo 3. ¿Su primo?
Capítulo 4. Chico misterioso.
Capítulo 5. No somos nada.
Capítulo 6. ¿Y si te robo un beso?
Capítulo 7. ¿Quién es Blue?
Capítulo 8. Confundida.
Capítulo 9. Mi pasado.
Capítulo 10. ¡No lo nombres!
Capítulo 11. Ojos rojos e hinchados.
Capítulo 12. ¿O qué?
Capítulo 13. Amor a primera vista.
Capítulo 14. No me gusta.
Capítulo 15. No te contengas.
Capítulo 16. Me atraes.
Capítulo 17. Unas copas de más...
Capítulo 18. Ella.
Capítulo 19. ¿Qué pasó anoche?
Capítulo 20. Demasiado que pensar.
Capítulo 21. Secreto.
Capítulo 22. Te necesito.
Capítulo 23. Piscina.
Capítulo 24. Novia.
Capítulo 25. No te odio.
Preguntas y Aviso
Capítulo 26. Tenía razón.
Aviso.
Capítulo 27. Es cierto.
Capítulo 28. La realidad es cruel.
Aviso y disculpas
Capítulo 29.
Capítulo 30. Parte uno
Capítulo 30. Parte dos
Capítulo 32. HOT.
Capítulo 33.
Capítulo 34.
Capítulo 35. Cumpleaños.
Capítulo 36.
Capítulo 37. Final.
Nota y Agradecimientos.
Especial #1
Especial #2
Especial #3
Segunda parte.

Capítulo 31. Todo vuelve a ser perfecto.

22.9K 1K 53
By StilinskiDB_

Esa noche volví a llorar. La separación con Zachariah me dolía más de lo que yo pensé que me dolería. Y lo extraño más de lo que debería. ¿Qué me pasa con él? Sinceramente no lo entiendo, si se supone que yo solo gustaba de él, ¿por qué lo necesito tanto a pesar de todo lo que pasó?

Alguien llama a la puerta de mi habitación. —¿Sí?— grité.

—Lia, soy yo, ¿puedo pasar? — dijo la voz de mi mamá al otro lado.

—Pasa—respondo sin girarme en la cama.

—¿Qué te sucede, cariño? No te noto bien. —Dijo ella sentándose en mi cama y acariciándome la espalda.

Me di vuelta y la miré. —No es nada, mamá.

—Tu rostro no me dice lo mismo. 

Rodé los ojos. —Estoy bien.

—No, no lo estás, cuéntame. A lo mejor yo puedo ayudarte. 

Suspiré y me quedé callada unos instantes. —Es Zachariah. —Dije finalmente, a veces me sirve contarle a mi mamá las cosas que me suceden.

—¿Qué pasa con él?— preguntó levantando las cejas.

—Él y yo terminamos... —comencé y le conté todo lo que había pasado. El beso, la discusión, lo que él sabía, todo. Mi mamá escuchó pacientemente, y cuando terminé de hablar suspiró. 

—Deberías dejar que se explique, Lia. Yo siempre lo vi con buenas intenciones hacia ti... no creo que él hubiera sido capaz de…

—¡No lo conoces! No sabes lo que yo vi, cómo me trato, yo... No entiendo por qué a pesar de todo, lo extraño, quiero estar con él, no lo entiendo. 

Ella suspira y me acaricia un brazo. —Cariño, yo no te diré que es lo que sientes, pero creo que ese chico es importante para ti. Más de lo que tú crees.

—Él sólo me gustaba...

—Demasiado gustar. Sólo digo, cariño— murmura antes de levantarse e ir hacia la puerta. —Baja, ya debe estar la comida. 

Y se va dejándome confusa. ¿Qué tan importante era para mí Zachariah? ¿Yo estaba enamorada de él? No, eso es imposible. Lo quería, sí, pero el amor… es más serio, más complicado. Lo quería y por eso lo extrañaba. Sí, esa es una buena explicación.

Me levanté de mi cama y arrastrando los pies me dirigí a la cocina. Mis pasos bajando las escaleras sonaban como si estuviera caminando un gigante en mi casa. Mamá me observaba con el ceño fruncido desde el interior de la cocina antes de seguir con lo que estaba haciendo. Me senté en la mesa.

—Lia, hay algo que deberíamos hablar— dijo mamá haciendo que levantara la vista de la mesa.

—¿Sí?

—El mes que viene es tu cumpleaños y eso es en dos semanas. ¿Sabes que harás ese día?

Me quedé en blanco. Me había olvidado por completo de mi cumpleaños. ¿Tan rápido pasaron estos meses de vacaciones? Si el mes que viene era mi cumpleaños, al otro comenzaba mi último año. Tenía tantas cosas en la cabeza que no me había puesto a pensar en mi cumpleaños.

—Sinceramente, no lo sé, mamá.

—Oh, bueno, cuando se te ocurra algo que quieras hacer, dime. —Dijo ella y colocó un plato de comida delante de mí antes de servirse ella.

Asentí con la cabeza y comencé a comer sin ganas en silencio. ¿Qué es lo que quería? La imagen de Zachariah apareció en mi cabeza. La aparté, eso no.

* * *

Al día siguiente luego del trabajo le mande un mensaje de texto a Nare de si podía ir a su casa y ella accedió sin problemas, por lo que ahora me dirigía hacia allí. Necesitaba a mi mejor amiga. 

Cuando llegué a su casa me recibió su hermana y subí las escaleras directamente a la habitación de Nare. La puerta estaba abierta, Nare se encontraba limpiando. Se sorprendió al verme. 

 —Oh, hola Lia. ¿Está todo bien?— Hoy parece que todo el mundo me preguntaba eso, ¿tan mala cara tenía?

—Sí, está todo bien, ¿por qué todo el mundo hoy me pregunta eso?— digo entrando en su habitación y sentándome en la cama.

Nare sigue haciendo lo que estaba haciendo: barrer, mientras me contesta. —Bueno, quizás sea por esa cara de tristeza que tienes. 

Suspiré. —No estoy triste. Sólo... —resoplé. —Todo este tema con... tu primo, me tiene medio... mal.

Nare frenó de golpe de barrer, vino y se sentó a mi lado. Me tomó la mano y se quedó callada unos instantes. Luego me miró fijamente a los ojos. —Quiero que me cuentes todo. 

Fruncí el ceño. —¿Todo?

—Sí, todo. Desde cómo se conocieron hasta lo que pasó después. Necesito saberlo de parte tuya, de parte de mi amiga. 

Lentamente asentí sin saber por qué ella me estaba pidiendo eso y lo hice. Le conté desde su fiesta hasta ante ayer. Nare escuchó pacientemente y la vi enviar un mensaje desde su celular mientras yo hablaba y sonreía. ¿Qué le pasaba? 

—Lo siento mucho, Lia. Siento haberles causado tantos problemas, pero lo que pasó con Beth creo que me dejó algo marcada... Ella se fue cuando yo más la necesitaba y tenía miedo que me dejes tú también. 

—Nare tú sabes que yo jamás haría eso. 

—De ella también pensaba lo mismo. Nos conocíamos de toda la vida. Cuando ella se fue no creí volver a tener otra amiga. Éramos sólo Mar y yo. Hasta que llegaste tú. Me di cuenta que estabas dañada y necesitabas amigos, y ahí estuve. Cuando te volviste nuestra mejor amiga me prometí no permitir que te vayas, no permitir que nos dejes porque ya eras muy importante para nosotras. Y... por culpa de mi temor, provoqué todo lo que pasó entre ustedes... Lo siento, de verdad lo siento. 

—Eso ya no importa. Zachariah y yo terminamos y no fue por ti. Él metió la pata. 

Nare dio un suspiro pesado mientras después de mirar otra vez su celular lo dejaba en su bolsillo.—Pero él te quiere, debes perdonarlo.

Espera, ¿qué? 

—¿Qué dijiste?— pregunté mirándola fijamente. 

—Qué el imbécil de mi primo te quiere y está muy arrepentido de lo que pasó. La situación se le fue de las manos. Sólo... deja que se explique. —Diciendo esto se levantó de su lugar en la cama y se dirigió a la puerta para abrirla. —Has que no me arrepienta de esto. 

Le había dicho eso a alguien más. La miré con el ceño fruncido y ella dejó pasar a la persona a quién le hablaba. Zachariah. 

—Ustedes dos no saldrán hasta que hablen— dijo especialmente mirándome a mí y se fue cerrando la puerta con llave detrás de ella. Cuando salga la mato.

Zachariah caminó hacia la cama y no queriendo incomodarme se sentó un poco lejos de mí. 

—¿Me dejarás hablar?— preguntó con voz ronca. Parecía cansado. 

Asentí y miré mis manos.

—Aquel día... él del beso... Bárbara fue a visitarme allí ese día buscando algo más que una simple visita. Ella es mi ex, pero nunca fue importante, ambos nunca nos fuimos fieles, era una cosa de mostrarnos en público nada más— explicó con tono cansado. Seguía sin mirarlo. —Ella no entendió que yo no quería nada. Salí fuera y me siguió, me besó y yo la aparté pero creo que no viste eso... 

Negué con la cabeza, no podía hablar. 

—Sé que eso es algo que dañó y es algo que hubiera deseado que no vieras, pero el mayor problema es cómo te traté aquel día. Lia no sabes cómo me arrepiento. Yo... estaba tan preocupado por ti. Tú no atendías mis llamadas. Yo me había enterado de aquello y temía que te pasara algo, mi frustración pudo conmigo. Volví a casa de Nare por algunas cosas y le pregunté si sabía algo de ti, discutimos y mi humor sólo empeoró. Cuando te vi... sentí tanto alivio y a la vez enojo porque me habías tenido tan preocupado y reaccioné así. Lo siento. Yo pensé que seguías enojada por lo de Beth y te reproché cosas en la cara, fui un imbécil.

Negué con la cabeza, lo entendía. ¿Pero qué cambiaba aquello? ¿Él se preocupaba por mí?

—El escucharte decir que no eras especial para mí y que no lo serías para nadie rompió mi corazón. Me quedé paralizado y no fui detrás de ti. Otro error. Lo siento tanto Lia— dijo Zachariah cerca mío. Levanté la vista de mis manos, ahora estaba a mi lado. Se había acercado y me miraba con ojos suplicantes. —No sabes cuan especial eres para mí— susurró más cerca.

—¿Yo soy especial para ti?— pregunté con un hilo de voz.  

Me miró fijamente a los ojos y levantó una mano para acariciarme la mejilla. —Sí, lo eres… Te amo, Lia— susurró acercando su boca a la mía y me besó. 

Me derretí en el beso. Sus palabras dispararon mi corazón que ahora latía muy rápido. Un alivio inmenso me recorrió el cuerpo, lo había extrañado tanto. Las lágrimas cayeron de mis ojos sin poder controlarlas por culpa de sus palabras. Él me amaba. Pasé mis brazos a su alrededor y me aferré a él cómo si la vida dependiera de aquello. Poco a poco fuimos ralentizando el beso, que fue feroz al principio, a uno tierno y nos separamos. Me miró con esos ojos suyos verdes y vi que no mentía. Me amaba.

—¿Me amas?— pregunté queriendo que me lo diga de nuevo. 

—Te amo— dijo sonriendo levemente. Había leído mis pensamientos. 

Acaricié su mejilla. —Te extrañé— confesé. Sólo con esas dos palabras supe que él sabía que lo había perdonado.

Rió un poco y tomó mi mano antes de besarla. —Yo también. 

***

Tardamos un poco en lograr dejar de besarnos por más de un minuto antes de tocar la puerta para que nos dejaran salir. Nare nos esperaba del otro lado con los brazos cruzados. 

—¿Y?— preguntó alzando las cejas hacia nosotros. 

Zachariah pasó su brazo por mi cintura y me atrajo hacia él como respuesta. Nare sonrió. Todos sonreímos.

Luego ella se acercó a mí y me abrazó separándome de Zacha. —Tarde me di cuenta que él era tu felicidad. Tarde me di cuenta que no debía meterme. Tarde me di cuenta que a él le importabas. Y demasiado tarde me di cuenta que debía confiar en él. —Dijo en mi oído y sonreí abrazándola fuertemente. —Quería protegerte y me equivoqué. Espero haber sido de ayuda hoy. 

Nos separamos y asentí. Zachariah nos miraba sonriendo. Todo era perfecto nuevamente. Tenía a mi amiga bien, tenía a Zachariah de nuevo. Me sentía completa. 

—Bueno, ahora dame a mi chica. Tenemos muchas cosas de que hablar. 

Nare le dio un golpe en el brazo a Zacha y luego asintió. —Respeta el tiempo de amigas. 

Zachariah rió y tomó mi mano llevándome abajo con él. Salimos de la casa y nos subimos a su camioneta. 

—¿A dónde vamos?— pregunté. 

—A unos de mis lugares favoritos— dijo con una sonrisa. 

—¿Sí? ¿Y dónde es eso?

—Ya verás, curiosa— contestó y puso en marcha el auto. 

Nos dirigimos hacia su casa. ¿Su lugar favorito era su casa? Estacionó fuera y ayudo a bajar del coche. Tomó mi mano y me llevó dentro de la casa y hacia la parte trasera de ella. Había un patio gigante con césped verde y un juego de mesa y sillas. Él dio la vuelta y soltó mi mano para tirar de una escalera al costado de la pared de la casa.

La bajó y me miró. —Sube. 

Haciéndole caso miré hacia arriba y vi un balcón,  ¿había otra habitación allí arriba? Comencé a subir y Zachariah me siguió como protegiéndome por si me caía. El hecho de pensar que él quería protegerme hacia aletear a mi corazón. 

Llegamos a arriba. Parecía un ático. Me giré hacia él. 

—¿Qué es esto?

—Es uno de mis lugares favoritos, pasaba mucho tiempo aquí cuando era niño. Tendría que haber sido un ático pero no tiene conexión con la casa. Sólo se puede subir por afuera. 

Me metí dentro. Estaba vacío, más que por una pequeña mesa y un pequeño armario de dónde Zachariah sacó unos cojines y una manta gruesa para poner en el suelo. Todo estaba muy limpio.

—No parece un ático, todo está muy limpio. 

—Me gusta mantenerlo limpio. Suelo venir aquí a componer canciones, o solo tomar un respiro. Ven, siéntate, voy por algo de comida— dijo tomando mi mano y llevándome hacia la manta. 

Me senté en ella. Era cómoda y suave. Tome un cojín y empecé a jugar con él mientras Zacha bajaba e iba por comida. Volvió a los minutos. 

—Traje algunas galletas que hizo mi madre y algo de agua. No tengo mucho— explicó pareciendo avergonzado. Negué con la cabeza restándole importancia y tomé una galleta. 

Nos quedamos callados comiendo galletas y riendo un poco por algunas cosas que hacía él. Pero teníamos que hablar, seguro él quería saber sobre mi pasado. Estaba lista para esto. Suspiré y lo miré.

—Pregunta. —Me mira algo confundido. —Vamos, sé que quieres preguntar sobre mi pasado. Hazlo. 

Mi tono suave al hablarle parece que hizo que él aceptara, pero primero me tomó en sus brazos y me abrazó recostándose en los cojines. Apoyé mi cabeza en su pecho. Me había sacado los anteojos hace rato, no estaban molestando.

—¿Tú intentaste matarte realmente?— preguntó pausadamente como si me fuera a enojar por la pregunta. 

Asentí. 

—¿Por él? 

Me separé un poco para mirarlo fijamente a los ojos. 

—¿Crees que intenté matarme por un estúpido?— pregunto incrédula. Zachariah asiente algo avergonzado. Me volví a acomodar en su pecho. —Bueno, pues no es así. Mi padre... ese día, él dijo algo que me destruyó en mil pedazos e hizo que yo tomara esa decisión. 

—¿Qué dijo?— susurró. 

—Dijo que era la causa de sus problemas. Que no debería haber nacido— Zachariah se tensa y me estrecha más contra él. —Damien... él me había desechado como una basura ese mismo día y eso lo empeoró todo. Me sentí vacía, inútil, inservible, insignificante.  Me di cuenta que no le importaba a nadie, que nunca sería especial para alguien y que nadie se preocuparía por mí. Y sólo lo hice... 

Zachariah toma mi mentón en su mano y me hace mirarlo a los ojos. —Tú ahora eres especial para mí, ¿de acuerdo? Y le importas a las personas. A Nare, a tu madre, a Nicolas, y a mí. Especialmente a mí. Yo te amo, Lia— acerca su rostro al mío y me besa. —¿Quieres seguir hablando? 

Asiento suavemente. —Con respecto a mi... anorexia, yo... estuve en tratamiento durante un año. Ahora estoy bien, pero esta es una enfermedad para toda la vida. Debo cuidarme y no dejar de comer y seguir con los consejos que me había dado mi psicóloga. 

Zachariah asiente comprendiendo Y me besa en la frente. —Eres hermosa, no entiendo cómo pudiste...

—Me hacían bullying, Zachariah— lo corto pero no soy brusca. No quiero que piense que estoy molesta o algo.—Me sentía bien mucho antes, me sentía bonita. Pero el hecho de que me llamaran "gorda obesa" "bola de grasa", lo cambió. Mi padre cuando estaba ebrio también lo hacía. Eran constantes insultos en la escuela y en mi casa. Me atormentaban— confieso. Nunca hablé esto con nadie. Sólo con mi psicóloga. Ni siquiera con Nare. Con ella sólo lo hablé por encima. —Y así empecé a odiarme. Toda yo. Mi forma de ser. Mi cuerpo. Todo. Y aún me cuesta amarme. Todos los días me paro en frente del espejo y repito "Soy hermosa como soy" pero aún me cuesta creerlo— digo. ¿De dónde vino toda esta sinceridad?   

—Yo te amaré por ti si no lo haces. Eres hermosa como eres. Toda tú— dice Zachariah haciéndome sonrojar. —Especialmente cuando te sonrojas— sonríe. 

Acerco mi rostro al suyo y lo beso. Lo quería y mucho. Él era diferente. Seguimos besándonos y el beso va subiendo de tono. Sin darme cuenta termino encima de él y sus partes tocan las mías haciéndome soltar un gemido en sus labios. Me separo de su boca totalmente avergonzada y seguro que roja como un tomate. Miro su pecho. 

Toma mi barbilla con su mano y acaricia mi mejilla ardiente. Me hace mirarlo a los ojos. —Está bien— susurra y acerca sus labios a los míos pero no los toca. Es como si estuviera pidiendo permiso.

Los uno yo mordiendo su labio inferior, Zachariah lanza un gruñido sexy que hace que mis entrañas se retuerzan y me pone debajo de él. Todo lo que hacemos es besarnos, abrazarnos y tocarnos. Paso mis manos por toda su espalda, sintiendo todos sus músculos y las llevo hacia arriba para terminar en su cabello. Paso mis manos por él. 

Zachariah está entre mis piernas y empuja sus caderas contra las mías cuando vuelvo a morder su labio. Me di cuenta que eso lo vuelve loco. Ambos gemimos. Bajé mis manos hacia el borde de su camisa queriendo tocar su piel por debajo, él entendiendo se apartó por unos segundos y se la sacó. Demonios, no pude apartar mis manos de él. Su piel era tan suave. 

Él quiere hacer lo mismo con mi camisa y me mira a los ojos pidiéndome permiso. Esta vez yo sí quiero mostrarle a alguien lo poco que tengo para mostrar debajo y con algo de vergüenza dejo que lo haga. 

Zachariah recorre mi cuerpo con la mirada. Me vuelvo roja por todas partes. El deseo que veo en sus ojos me acalora  y él tranquilizándome acerca su boca a mi oído y susurra antes de comenzar a besar mi cuello: —Eres tan malditamente hermosa.

Y me dejo hacer.

-------------------------------------------------------

¡Hola! Este es el capítulo más largo de la historia, creo(? Lo quise  hacer largo en modo de agradecimiento hacia ustedes, ¡ya tenemos 21 mil leídos! Casi llegando a los 22, increíble para mí. 

Al fin todo está bien -.-' Hasta a mí ya me frustraba. Cómo termina el cap, se darán cuenta un poco de lo que pasará en el siguiente no 1313 xd

Pondré todo mi esmero en el próximo cap, será la primera vez que escribo algo así y no me quedará bien... creo(? Espero que me apoyen xd

En fin, espero que les haya gustado este cap y me dejen su voto y su comentario. 

Los quiero mucho, lectores míos.

Besitos, Vani

Continue Reading

You'll Also Like

37.8K 1.7K 23
[TERMINADA] ᶜ | 𝑺𝒐𝒎𝒐𝒔 𝒖𝒏𝒂 𝒄𝒂𝒔𝒖𝒂𝒍𝒊𝒅𝒂𝒅 𝒍𝒍𝒆𝒏𝒂 𝒅𝒆 𝒊𝒏𝒕𝒆𝒏𝒄𝒊ó𝒏
18K 1.5K 19
___ es una chica Estadounidense de 15 años la cual fue recomendada para ir al proyecto Blue Lock, a ayudar en la parte de enfermaria.Quien diría que...
187K 8.1K 50
Lilly a estado enamorada de Ryan durante años, él es el chico mas deseado por todas, es amable e inteligente en cambio Lilly es timida y torpe. Lueg...
9.1K 510 8
En una noche lluviosa me quedo dormida pero cuando despierto...¡BOOM!.. Estoy en el cuerpo de yashiro nene, alparecer nadie sospecha nada pero hanako...