<< Evan se desahoga>>
— ¿Estás bien?—Justyna había llegado hasta su primo, lo había visto sentado con la espalda contra una pared; sabía que Evan estaba pasando por algo complicado.
— No, Elle se fue donde Elliot, creo que aún lo ama. Ella no va a volver—el chico tenía su mirada fija en unas sillas del comedor.
—Ah..es Elle—Justyna miró incómoda, ella sabía que su primo moría por su niñera y aquello era tierno, pero por otro lado, era muy cruel que él sufriera.
—Sí, me siento muy enojado, él siempre está ahí, siempre intenta robármela.
—Creo que tú le robas la novia a ese chico—Justyna bromeó y Evan la miró serio.
—No quiero bromas—habló en seco.
—Está bien...relájate—Justyna intentó sobar su hombro, pero Evan se paró, dejándola sola.
—Es mejor que vaya al estanque, quiero estar solo—el chico comenzó a caminar despacio, hasta llegar a su sala especial, donde aún estaba la bolsa con los peces que James le había llevado de regalo.
Sonrió al ver a sus nuevos amigos, sabía que podía cuidar muy bien de ellos y aquello lo emocionaba. Caminó hasta la mesita donde descansaban y les comenzó a hablar.
—Hola amigos, soy su nuevo padre; me llamo Evan Thomas Peters—les dedicó su sonrisa perfecta, con dientes alineados como si hubiera sido efecto de algún tratamiento de ortodoncia, pero no era así, eran perfectos por genética—Ustedes serán mis nuevos amigos y tendré que ponerles nombres, como son cuatro, creo que es justo llamarlos: Paul, John, Ringo y George—Evan sonrió y depositó a los peces en el estanque— No dejaré que nada malo les pase, eso puedo jurarlo por Izzie—Caminó hasta un cajoncito de un mueble y sacó el frasco con comida de peces.
Orejas daba vueltas por la casa, y siempre quedaba mirando a los peces como si fueran sacados de otro planeta, Evan sólo sonreía al ver a su conejito.
{...}
Elle estaba en la pieza de Elliot, el chico aún la abrazaba y sollozaba. En el fondo le dolía verlo así, tan frágil, tan infantil, como un chico sin su juguete preferido.
—Todo va a estar bien, yo no voy a dejarte solo—Elle le sonrió a su novio y el chico la quedó mirando.
—Eres maravillosa, no sé que hice para merecer a una novia tan genial como tú—Elle tragó saliva, se sentía culpable al escuchar aquellas palabras de Elliot, porque a pesar de todo, ella había besado a Evan y eso significaba que había sido infiel; si había algo que Elle podría jurar, es que Elliot jamás la engañaría con otra chica. Ella lo había hecho, y se sentía tan culpable, pero por otro lado, sus sentimientos por Evan eran como un monstruo, uno amable y cariñoso, con largos tentáculos que la arrastraban a ese mundo maravilloso al que entraba cuando estaba con él.
—No me digas eso, por favor. Te mereces lo mejor del mundo—Elle dio un abrazo silencioso a su novio.
Su vista daba a un velador que Elliot tenía al lado de su cama, ahí sólo habían cuatro elementos: Una lámpara azul de metal, una botella de agua con figuras de Los Vengadores en el centro de ella, su despertador y lo que más llamó la atención de la chica, fue un frasco color negro con una calavera en ella, símbolo de veneno.
Pensó— Oh Dios mío, Elliot ha querido matarse—y abrió sus ojos, soltando a su novio del abrazo, dejándolo sin explicaciones.
— ¿Qué es esto?—la chica lo encaró, tomando el frasco con sus manos, Elliot la miró nervioso, porque sabía que ese frasco era el culpable del envenenamiento de los peces de Evan; si su novia supiera eso, sería un problema grande. Por otro lado, no quería que Elle pensara que tenía pensamientos suicidas, porque eso estaba muy lejos de la realidad, él estaba lejos de atentar contra su vida, se quería demasiado como para hacer algo así.
— Oh, amor. No pienses mal, puedo explicarlo.
— Espero no escuchar que has querido acabar con tu vida, Elliot McDougall—Elle se cruzó de brazos y el chico se largó a reír, sólo para darle tranquilidad.
— Oh, cariño—se acercó a ella y la abrazó, Elle se corrió de su abrazo y lo volvió a mirar con reproche.
— No me abraces hasta que me digas cómo ese frasco llegó a tu pieza—Elle lo miraba con preocupación.
—Bueno, te diré la verdad.
<<He asesinado a los peces del retrasado>> — pensó.
—Por favor...
—Lo ocupé para dejar un poco en el entretecho, creo que ha llegado una plaga de ratas. Aunque sería mejor tener un gatito, quizás Bo me sirva—bromeó.
Elle respiró tranquila, ya le parecía extraño un intento de suicidio en Elliot.
—Bueno, es sólo que me asustas, sé que esto te afecta mucho y no sé cómo puedas reaccionar— Elle lo abrazó.
— Elle, yo jamás podía dejarte sola en este mundo—Elliot tomó el rostro de Elle entre sus manos y la besó—Esta noche saldré con Jonah y Cindy...¿Vienes con nosotros?, me haría bien.
—Quiero ver si alcanzo a llegar donde Evan, aunque sea para ver como ha estado hoy—la chica miró al piso y pudo adivinar la cara de furia de novio.
—Ah, genial...siempre ese chico— Elliot se dio la media vuelta— Estoy mal Elle, me acabo de enterar que soy adoptado y resulta que vienes, me abrazas y ya piensas en irte donde él.
—No te pongas así—Elle tomó su mano—Es sólo mi trabajo, sabes que no pienso dejarte solo en estos momentos.
— ¿Entonces por qué no vienes conmigo?
—Iré a ver a Evan, y después pasaré donde ustedes—La chica lo miró triste. Sabía que estaba haciendo pésimo las cosas.
— Está bien, como digas Elle Peters—se burló su novio—Pero vaya qué apellido de perdedor tiene ese imbécil.
—Elliot, te he dicho que no me gusta que lo trates así...
— Bueno, bueno, pero sabes lo que pienso de él, y jamás cambiaré de parecer—Elliot sonrió y Elle lo miró seria.
— No me gusta que seas así, Evan es mi amigo—la chica miró al piso, le costaba decir esa palabra, porque evidentemente, los amigos no se besan.
{...}
Después de estar casi dos horas más en casa de Elliot, emprendió rumbo a casa de Evan, estaba nerviosa, sabía que Evan la estaba odiando en esos momentos, pero también, le emocionaba el pensar en él, y en que quizás lo estaría abrazando en un par de minutos.
— Pase Elle—Wilkins siempre le daba la bienvenida—Evan ha estado en su habitación hace un par de horas, creo que sería bueno que hable con él.
El hombre calvo le dio una mirada de extrañeza, sabía que estaba preocupado por Evan.
—Claro Wilkins, iré ahora—la chica le sonrió débil.
Elle entró y se encontró con Joe en el sillón, el chico estaba viendo una película, y al verla, se paró y fue a saludarla.
— Hola Elle—metió sus manos en sus bolsillos—¿En qué andas?
— Vine a ver a Evan—habló nerviosa.
—Evan ha estado encerrado—Joe la miraba detenidamente.
—Eso me ha dicho Wilkins. Creo que subiré a verlo.
— Claro, que te vaya bien—Joe la miró de pies a cabeza. EL chico sólo guardaba respeto, porque a su primo le gustaba Elle, pero tampoco se sentía mal al mirarla.
—Gracias por tu amabilidad, Joe—Elle ya sabía la clase de chico que era Joe, aunque tampoco le caía mal.
Elle caminó hasta la salita donde Evan solía estar, aunque su habitación con su cama estaba en el segundo piso, su real habitación estaba en la sala del estanque, con sus peces.
La chica tocó la puerta dos veces, y Evan, por alguna razón, sabía que era ella, y no quería abrirle.
—Vamos, Evan...sé que estás ahí, he vuelto—Elle hablaba a través de la puerta.
—Me has dicho que no vendrías, ¿por qué mientes?
—¿No te alegras de que esté acá?
Hubo un silencio.
—De igual forma, no sé si quiero verte.
— Vamos, déjame estar contigo, he caminado mucho para llegar hasta acá—Elle hablaba con un nudo en su garganta. Una parte de ella quería mantenerse seria, y tener una distancia con él, pero la otra parte, quería correr hacia él y abrazarlo y decirle lo mucho que lo quería.
Evan no contestó, y a los segundos la puerta se abrió, encontrándose en una mirada seria, pero a la vez potente, cargada de sentimientos que ni ellos podían comprender.
— ¿A qué viniste?¿Cómo está Elliot?—Evan la miró serio.
— Está bien, sólo ha tenido un problema—Elle bajó su mirada.
— ¿Y cogieron?—La mirada de Evan tenía una sombra negra, Elle nunca lo había visto así, y jamás lo había escuchado decir una palabra así; casi nunca decía palabras fuertes.
— ¿Por qué me tratas así?—Elle lo miró impresionada.
— Porque eso es lo que hacen los novios
—Pero...
—¿Por qué no vuelves donde él?
— ¿Por qué me tratas así?
—Porque me estás haciendo mal, porque no sé lo que quieres y me confundes mucho.
— Pensé que me entendías...—Elle tenía lágrimas en sus ojos.
—Me cuesta demasiado entender. No sé por qué una chica tan hermosa como tú está con un idiota, siendo que estoy yo, que estoy dispuesto a entregarte mi corazón que jamás ha sentido tantas cosas en tan poco tiempo.
Esas palabras hicieron eco en la cabeza de la chica, quizás Evan tenía razón.
—Las cosas no son tan simples, Elliot me necesitaba.
—Puedo entender eso, no soy idiota. Pero también es complicado tener que estar escondido en tu vida, ser esa salida de tu mundo real, siendo que yo podría ser tu mundo real—Evan habló un poco más fuerte.
— No me digas esas cosas, me haces sufrir—Elle estaba al borde de llorar.
—Creo que ha sido un error el que llegaras a mi vida, yo antes tenía todo en orden, en cambio ahora, Elliot y tú, son un problema para mí...
Esas palabras habían sido duras.
—Creí que querías verme, creí que te gustaba estar conmigo.
—Me gusta y mucho, pero...hay cosas que no puedo entender, y no debo por qué entender. La verdad es que yo no necesito una novia, no necesito amar a una chica, tengo todo para ser feliz y gasto mi tiempo pensado en ti y en que podrías llegar a quererme.
—Pero te quiero y mucho—Elle quiso tomar la mano de Evan.
— Es mejor que olvidemos esto, es mejor que no olvides tus planes junto a Elliot, sigue con él, sigue en esa relación tóxica, y deja de enamorarme, deja de ser especial y linda. Me estás haciendo sufrir y tu novio también, él está loco— Evan cerró sus ojos y también cerró la puerta de su habitación en la nariz de Elle.
Elle quedó triste, pensando en que Evan tenía razón, lo estaba confundiendo y de paso lo hacía sufrir.
Caminó de regreso a la salida con sus ojos llorosos, se sentía mal, se sentía una mala persona, y sólo le quedaba volver a ese mundo que tanto odiaba, al de Elliot y sus amigos, que no tenían comparación con los momentos mágicos que vivía junto a Evan.