《No es un sueño》
Elle sentía el aliento de Evan, que estaba mezclado con chicle de menta, Evan tenía sus ojos abiertos y sabía que estaba nervioso. Iba a ser su primer beso real, y aquello lo tenía emocionado.
La chica tomaba las manos de Evan, que estaban frías y temblorosas. El tiempo parecía detenerse, Elle sentía que su corazón saldría de su pecho, lo que estaba pasando dentro de ella era tan grande y tan inesperado, que no sabía cómo reaccionar. Evan por su parte, recordó a Peter, y lo que su amigo haría en un momento así.
De la nada, tomó el rostro de la chica entre sus manos y de forma lenta, pero a la vez firme, se decidió a besarla. Ese había sido su primer beso, su primer beso real, un beso con el alma y con el corazón.
Evan Peters descubría el amor a los veinte años, con una chica llamada Elle Turner. Elle cerró sus ojos , y se dejó llevar por las emociones de ese momento. Los labios de Evan eran suaves y delicados, su boca era fresca y sus manos parecían algodón. La chica lo abrazó por el cuello y Evan no sabía cómo reaccionar ante aquello, pero le gustaba demasiado aquella sensación como para alejarla de él.
Después de unos segundos, se separaron y se miraron nerviosos, pero a la vez contentos.
— Evan...
— Sé que ahora estás arrepentida. Tienes novio y acabas de ser infiel y yo una mala persona—Evan tomó su característico mechón de cabello.
Y para la chica,aunque aquello había estado mal, había sido una de las mejores sensaciones de su vida.
— No, no estoy arrepentida— habló un poco más fuerte y tragó saliva, Evan aún la miraba expectante.
De la nada, Elle se acercó a Evan y jaló del cuello de su camisa para poder unir sus labios nuevamente.
Evan abrió sus ojos nerviosos y los cerró posteriormente, dejándose llevar por ese amor inocente que él sentía por Elle,por esa especie de amor platónico, que ya no lo era tanto.
La chica sentía el movimiento de ambos labios y no podía entender por qué había esperado tanto tiempo para hacer algo como eso.
El viento chocaba en sus cuerpos, Evan apenas podía moverse, estaba quieto, casi inmóvil, porque aquello era demasiado bueno para ser real.
— Dime que esto no es un sueño, no quiero despertar—Evan habló de corrido, con sus ojos cerrados.
— Esto es real, lo más real que me ha pasado— la chica abrazó a Evan con firmeza y unas lágrimas de emoción brotaron de sus ojos. Jamás imaginó que en Evan había encontrado eso, eso que Elliot jamás podría ser.
Le agradecía a la vida por estar abrazándolo en una tibia noche de primavera, le agradecía a la vida por haberlo conocido, y por hacerle sentir esas cosas, por un chico que era anormalmente genial. Evan era de esas personas para jamás olvidar.
— Es mejor volver a la fiesta...— dijo Evan.
— ¿Crees que sea lo mejor?—la chica lo miró.
— Pues...estoy confundido, mis peces están muertos,pero tú me besaste. Estoy feliz, pero a la vez triste, muy triste.
Evan miraba el piso, con su vista perdida entre la arena que llegaba al pavimento.
— ¿Quieres que vayamos a mi casa?— Elle lo miró— Está Miles y Rory.
— Cla-claro— Evan tomó la mano de la chica para caminar hacia su casa. Evan sabía que su madre se podría infartar si supiera que andaba con Elle casi a las dos de la mañana,caminando por St. Louis.
Y que la había besado. Que su mimado niño asperger había besado a su "niñera".
Los faroles de las calles iluminaban la ciudad, y Elle sólo sujetaba la mano de Evan con fuerza, no quería soltarla nunca más.
Evan por su parte,respiraba de forma profunda y pensaba en lo que estaba pasando. Probablememte todo era un locura.
Notó que Elle había apagado su celular y lo guardó en su cartera. Al hacer eso, miró a Evan y le sonrió.
— ¿Por qué haces eso?
— Elliot podría llamarme—respondió la chica.
— Él es tu novio, yo soy tu amante.
— No digas amante, nosotros somos amigos...amigos, Evan.
Evan la miró nervioso, no sabía realmente qué estaba pasando.
—¿Los amigos se besan?—Evan arqueó una ceja y Elle suspiró.
— A veces sí, creo que es para reforzar la amistad— La chica le sonrió.
— Ah, entiendo. Reforzar—Evan quedó dubitativo, pero al rato ya se había olvidado de aquello.
{...}
— ¿Seguro que te sientes bien? , es triste lo que te pasó—Miles le preguntó a Evan, mientras tomaba té.
— No quiero volver a casa, no quiero ver mi acuario. Es todo terrible, es como si hubieran matado una parte de mi mundo. Y no sé cómo sentirme realmente, no sé por qué pasó.
Miles miró a Elle de reojo y caminó hacia ella, hablándole al oído.
— ¿Elliot estaba ahí?—le preguntó a su hermana.
— Sí, ¿Por qué?—Elle respondió sin entender el punto de su hermano.
— Estoy seguro que ese hijo de perra tiene que ver con el estanque de Evan...
Elle abrió sus ojos, y claro, ella sabía que su novio no era de jugar limpio, pero tampoco era una mala persona.
— Miles, por favor. No creo que Elliot haya llegado tan lejos.
— No lo creo— siguió su hermano.
— Ya basta...— Elle quería dejar ese tema, y para su suerte, un grito de su hermano pequeño llamó la atención de los tres.
El pequeño Rory estaba en pijamas, con su osito paddy colgando de su brazo derecho.
— ¡Evan!—gritó feliz y corrió a abrazarlo.
— Hola Rory—Evan saludó nervioso.
— Me alegra verte, me gusta que estés en mi casa— el chico le sonreía y de la nada lo abrazó, Evan miró nervioso a Elle y la chica sólo sonrió.
— Es mejor que vayas a la cama Rory, ya es tarde— Elle tomó en brazos a su pequeño hermano y caminó hasta la habitación.
— Quiero que Evan venga con nosotros—el pequeño reclamó.
Evan los miró y caminó detrás de Elle, hasta llegar a una habitación color azul, llena de posters de animales y planetas.
Elle acostó a su hermano en la cama y lo tapó con las frazadas de ositos entre cuadritos celestes.
— Quiero un cuento—habló el pequeño Rory.
— Oh, Rory ... ya es tarde, los niños duermen a esta hora— Elle miró a su hermanito.
— Yo puedo leerte un cuento—saltó Evan— Mamá siempre me leía cuentos, sé muchos.
Evan vio el rostro del pequeño, iluminado, como si aquello fuera el mejor regalo de todos.
Elle sonrió ante ese Evan, ese chico comprensivo y tierno.
Elliot nunca había sido así con Rory, es mas; lo pasaba por alto, como si no existiera.
Evan se sentó en la cama del pequeño y tomó un libro de cuentos, tenía la tapa verde y salía Humpty Dumpty.
— Elliot no es así conmigo, tú deberías ser el novio de Elle— largó el chico y comenzó a reír— Eres incluso, mucho más lindo. Tú pelo es como de oveja, me gustan las ovejas, nuestro tío Graham tiene muchas.
Evan sonrió y después miró a Elle, quien los contemplaba desde el marco de la puerta.
Evan estaba realmente en otro nivel, era una persona demasiado buena para ser real.
— Deberías hacer que deje a Elliot— volvió a agregar— Yo te quiero mucho más— Rory abrazó a Evan.
— Quizás eso pase algún día— Evan susurró en el pequeño oído izquierdo de Rory.