CAPÍTULO VEINTINUEVE:
ARMA SECRETA.
Nova había hecho bastantes cosas estúpidas en su vida, pero entrar a la oficina de Umbridge para que Harry pudiera contactar a Sirius Black debía estar en la cima de su lista metafórica. Estaba haciendo guardia con Hermione mientras esperaban a Harry, ansiosas a que el chico consiguiera la información necesaria que le asegurara que Sirius estaba bien.
— ¿Estás bien, Nova?—, preguntó Hermione, estirando su mano como si fuera a posarla sobre su hombro pero se arrepintió rápidamente. Cuando Nova la miró, Hermione tenía lágrimas en los ojos —. Oh, debería haber escuchado a Ron. Pedirte que entres a la mente de Voldemort fue increíblemente arriesgado. Es mi culpa que no te sientas bien.
Nova sacudió la cabeza, sus labios apretados en una línea —. No intenté entrar a la mente de Voldemort—, cuando Hermione le dio una mirada confusa, ella suspiró —. Intenté entrar a la de mi Padre. No es nada que no haya experimentado antes. Él fue frío y cruel cuando se trató de enseñarnos a Theo y a mí Oclumancia. No nos dejaba comer, dormir, ni hacer otra cosa hasta que lo hiciéramos bien. A Theo le tomó alrededor de doce horas de dolor continúo. Entrar a la mente de alguien y alterar lo que piensan y lo que sueñan es como abrir una parte de tu cerebro. A mí me tomó dos días—, cuando era más joven, solía alabar la habilidad de Theo para aprender Oclumancia tan rápido. Ahora, sabía que era porque debía poner un alto a sus emociones y, tal vez, en el fondo sabía que nunca podría hacerlo.
—Ron me ha dicho algunas cosas sobre tu Padre—, Hermione habló con suavidad, como si supiera que mencionarlo fuera a provocar una reacción no deseada. Nova no expresó nada además de una pequeña mueca sobre sus labios —. Él es...
—Malvado—, completó Nova, su voz fría y calculadora —. Me tomó demasiado tiempo percatarme de lo que era en realidad. Los Muggles tienen psi... psiqui... ¿psiquilogía?
—Psicología—, corrigió Hermione.
—Eso. Los muggles tienen libros de psicología que hablan de qué le pasa a un chico que sufre de ese tipo de abuso. Nunca supe que eso era lo que él estaba haciendo antes de visitar una biblioteca muggle durante el receso de invierno. Nunca lo comprendí. Cuando vi cómo Ron hablaba del señor y la señora Weasley... nunca había creído antes que era así como se suponía que tenía que ser—, la mirada en el rostro de Hermione sugería lástima, pero Nova negó —. No te sientas mal. Por eso me uní a la A.D.. Para hacer algo al respecto. Para proteger a Theo. Ron cree que él no tiene salvación—, se encogió de hombros, desesperanzada —. Pero debo intentarlo. Se lo debo. Nunca supe todas las formas en que me protegió de nuestro Padre hasta que Blaise mencionó algo sobre lo mucho que había superado Theo durante los años—, suspiró —. Odio que Blaise lo supiera y yo no.
— ¿Qué haría—, cuestionó Hermione mientras se removía incómoda —, si descubriera que nos estás ayudando? Que realmente estás de nuestro lado.
Nova conocía la respuesta, pero no se atrevió a decirla —. No lo sé—, movió sus manos para recorrer la piel de su brazo —. Espero que nunca lo tenga que descubrir.
De repente, como si hubiera mencionado las palabras mágicas, la puerta de la oficina de Umbridge se abrió, revelando a una mujer furiosa que no llevaba nada que no fuera rosado. Esto no fue lo que hizo al corazón de Nova caer, como lo hubiera hecho antes. Lo que lo hizo fue la visión de Draco Malfoy y Millicent Bulstrode de pie justo detrás de Umbridge.
A Nova no le importaba la opinión de Bulstrode, por lo que sintió sus ojos escanear a su compañera de cuarto antes de deslizarse hacia Malfoy, quien tenía una sonrisa plastificada sobre su rostro hasta que se percató de quien estaba parada en la habitación junto con Harry y Hermione. Su rostro se blanqueó de manera alarmante y sus pasos se detuvieron, sus ojos posados sobre Nova. Ella sintió su sentido de traición desde el otro lado de la habitación, incluso cuando Pansy Parkinson se apuró a ingresar y sostuvo sus brazos por detrás de su espalda para evitar que tomara su varita. Millicent, imitándola, se encargó de Hermione, pero Malfoy seguía mirándola como si acabara de golpearlo con un Confundus.
—Malfoy—, comenzó, su voz cargada de emoción, pero no había nada que decir. No tenía palabras para ofrecer que fueran a mejorar la situación.
—No—, siseó él mientras Umbridge marchaba hacia Harry y arrancaba su cabeza fuera del hogar —. No, Konstantinova—, su nombre completo saliendo de la boca de Malfoy rompió su corazón en dos. Recordaba haberle dicho hace mucho tiempo que no le gustaba escucharlo porque le recordaba a su Padre. Algo que él tuvo en cuenta, porque sus ojos brillaron cuando ella se encogió.
—Tomen sus varitas—, ordenó Umbridge, y sintió a Pansy palpar su uniforme para encontrar la suya —. Quiero saber por qué están en mi oficina—, dijo, su voz tan calmada que hacía a Nova querer temblar. Con una mano tomando la cabeza de Harry, ella lo sacudió.
— ¡Estaba – intentando recuperar mi Saeta de Fuego!—, respondió Harry débilmente.
—Mentiroso. Tu Saeta de Fuego está bajo guardia estricta en los calabozos, como ya lo sabes, Potter. Tenías la cabeza en el fuego. ¿Con quién te has estado comunicando?
—Con nadie—, Harry intentó responder. Ella agarró su cabeza con más fuerza y Nova vio a Harry quejarse.
—Puedes dejar de arrancarle el pelo—, señaló Nova, incapaz de mantener la boca cerrada —. Ya lo atrapaste.
Umbridge pareció aceptar la certeza de sus palabras, ya que alzó su mano y arrojó a Harry al otro lado de la habitación. Mientras golpeaba el escritorio de Umbridge, Nova luchaba contra Pansy para liberarse. Sin embargo, sabía que era en vano. Incluso aunque fuera habilidosa en el duelo, Pansy siempre había sido más fuerte que la pequeña y pobre melliza Nott. Nova escuchó una conmoción provenir fuera de la puerta de la oficina y observó a Ron, Ginny, Luna y Neville Longbottom ser traídos por Crabbe, Goyle, Warrington y una chica de sexto año de Slytherin que llamada Reina DeLeon. Nova sabía que era egoísta, pero sintió el alivio bañarla como una ola cuando se percató que Theo no estaba junto con los Slytherins que habían capturado a sus amigos. El alivio rápidamente fue aplastado cuando se percató que su novio estaba amordazado, y sus ojos se inundaron en lágrimas.
—Los tenemos a todos—, anunció Warrington con perspicacia mientras los ojos de Ron encontraban los de Nova. Él la observó como si intentara pasar todos sus sentimientos con una mirada. No hizo otra cosa que romper el corazón de Nova incluso más —. Este—, señaló a Neville —, intentó evitar que la tomara a ella—, señaló a Ginny —. Así que también lo traje.
Nova volvió a luchar contra el agarre de Pansy, pero ella posicionó sus manos sobre ella con firmeza.
—Bien, bien—, asintió Umbridge, al parecer obteniendo alguna clase de placer enfermo mientras observaba a Ginny luchar contra el agarre de Reina —. Bueno, parece que Hogwarts pronto será una zona libre de Weasley, ¿no es así?—, Pansy soltó una risa. Malfoy, quien Nova había esperado que riera, seguía en silencio, con su rostro convertido en piedra —. Y señorita Nott. ¿Por qué no me sorprende encontrarla aquí? Tu hermano es tan respetuoso—, estiró su mano y tomó a Nova por su mentón. Nova notó que Ron y Malfoy dieron un paso adelante, sin embargo Ron no pudo avanzar demasiado debido a que Warrington lo tenía agarrado —. Ya veo que no viene de familia.
—No se atreva a involucrar a mi hermano en esto—, mencionó Nova, sus ojos volviéndose fríos —. Difame el nombre Nova Nott todo lo que quiera, pero mantenga el nombre de mi hermano fuera de su boca.
Umbridge iba a responder, pero entonces pareció recordar que Harry Potter en su oficina era un asunto más urgente —. Así que, Potter. Colocaste guardias en mi oficina y enviaste a este bufón—, apuntó a Ron con su cabeza, y Nova sintió que el asesinato no sería suficiente para cubrir el dolor que quería infligirle a la mujer —, a decirme que el Poltergeist estaba causando problemas en el departamento de Transfiguración cuando sabía perfectamente bien que él está ocupado llenando de tinta todos los telescopios, ya que el señor Filch acababa de informármelo.
>> Claramente era muy importante para usted hablar con alguien. ¿Era Albus Dumbledore? ¿O el mestizo, Hagrid? Dudo que sea Minerva McGonagall, escuché que sigue demasiado enferma como para hablar...
Completa furia. Nova levantó su pierna y la empujó con fuerza contra el estómago de Pansy, pero Pansy ni siquiera se encogió. Ella pareció asumir de antemano que ella intentaría utilizar su pie para patearla.
—No es de su incumbencia con quien hablo—, ladró Harry.
—Muy bien, señor Potter... le ofrecí la oportunidad de decírmelo. Se rehusó. No tengo otra alternativa que forzarlo. Draco – busca al profesor Snape—, Malfoy estaba más que contento con obedecer y, después de guardar la varita de Harry en su bolsillo, desapareció detrás de la puerta de Umbridge.
El silencio continuó en la oficina de Umbridge. Nova quería acercarse y limpiar la sangre del labio de Ron, intentar ofrecerle confort, pero Ron no lucía asustado. Parecía que preferiría asesinar a Pansy Parkinson, especialmente cuando Nova giró sus manos y Pansy tiró de sus brazos lo suficientemente fuerte para hacerla quejarse por el dolor. Ginny seguía intentando patear y pisar los pies de Reina. Neville se estaba volviendo púrpura por la falta de oxígeno que Crabbe le proveía, su grueso brazo permanecía enroscado alrededor de su garganta. Ella lo podía ver rasguñando el brazo de Crabbe, intentando promover aire a sus pulmones. Luna era la única que no lucía perturbada por la confrontación, observando con un gesto aburrido por la ventana.
—No tienes que ahorcarlo, Crabbe—, habló Nova con un tono duro. Umbridge abrió la boca para responder, pero Nova no había terminado —. A menos que quieras ser arrestado y terminar en Azkaban por haber matado a alguien.
—Cállate, Nott—, siseó él, pero sus palabras tuvieron efecto. Él aligeró su agarre sobre la garganta de Neville lo suficiente para que Neville pudiera respirar. Él le envió a Nova una mirada de agradecimiento.
Escuchó pasos y vio al profesor Snape. Él observó la escena a su alrededor, sus ojos entrecerrándose ligeramente cuando notó a Nova, pero además de eso lució calmado —. ¿Quería verme, Directora?—, preguntó con su voz monótona.
—Ah, profesor Snape. Sí, me gustaría otra botella de Veritaserum, tan pronto como pueda, por favor.
—Tomó mi última botella para interrogar a Potter—, respondió —. ¿Seguramente no la uso toda? Le dije que tres gotas serían suficientes—, Umbridge lucía avergonzada, y Nova intentó controlarse para no sonreír triunfante.
—Puede hacer más, ¿cierto?—, preguntó, su voz tornándose más y más dulce. Era un tono que había usado con los gemelos un montón de veces. Estaba frustrada.
—Ciertamente. Requiere un ciclo lunar completo para madurar, así que debería tenerlo listo para usted en un mes aproximadamente.
— ¿Un mes?—, chilló —. ¿Un mes? ¡Pero lo necesito esta noche, Snape! ¡Acabo de descubrir a Potter utilizando mi hogar para comunicarse con una persona o personas desconocidas!
— ¿En serio?—, inquirió Snape, girándose para mirar a Harry —. Bueno, no me sorprende. Potter nunca ha demostrado la inclinación a seguir las reglas de la escuela—, Nova siseó. ¿Hermione no siempre decía que el profesor Snape estaba secretamente de su lado? ¿Dónde estaba esa lealtad ahora? Su lealtad a Dumbledore. Él observó a Harry por un momento más antes de deslizarse a Nova.
Sus ojos estaban diciendo algo. Él la estaba mirando como si quisiera darle algún tipo de visión. Fue entonces cuando lo recordó, Snape sabe Oclumancia. Nova cerró los ojos mientras Umbridge comenzaba a gritar que quería interrogar a Harry ahora y, en lugar de eso, se concentró en el sonido de su propia respiración. Sintió cada emoción que se había permitido sentir drenarla, como si se estuvieran escapando a través de sus dedos. El Señor Oscuro tiene a Sirius Black en una habitación en el Departamento de Misterios. No le queda mucho tiempo. Snape la siguió mirando por un momento antes de dar el más sutil de los asentimientos. Nova se sintió aliviada. Snape entendió.
—Ya le dije que no tengo más Veritaserum. A menos que quiera envenenar a Potter – y le aseguro que tendré la mayor simpatía por usted si así quisiera – no puedo ayudarla. El único problema es que los venenos actúan demasiado rápido como para darle tiempo a la víctima de decir la verdad...
— ¡Está en período de prueba!—, rugió Umbridge —. ¡No está siendo de ayuda! Esperaba más de usted, ¡Lucius Malfoy siempre ha hablado muy bien de usted! Ahora, ¡salga de mi oficina!
Snape dio una reverencia, luciendo como si no quisiera hacer otra cosa más que irse. Nova también quería que se vaya, que fuera a decirle a alguien lo que le había compartido. Él la había entendido. Fue entonces cuando Harry gritó —. ¡Tiene a Padfoot! ¡Tiene a Padfoot en el lugar en el que está oculto!
Nova se encogió.
— ¿Padfoot? ¿Qué es Padfoot? ¿Donde qué está oculto? ¿Qué quiere decir, Snape?—, inquirió Umbridge, aferrándose a la información que Harry le había proveído como si preservara su vida. Nova estaba demasiado ocupada regañando a Harry en su mente. Si no hubiera dicho nada, Snape ya se hubiera ido y estaría ayudándolo en ese mismo momento.
—No tengo idea—, mencionó Snape fríamente —. Potter, cuando quiera que me griten cosas sin sentido, le daré una poción de balbuceó. Y Crabbe—, dijo, girándose al chico que había vuelto a presionar la garganta de Neville con fuerza —, suéltalo un poco. Si Longbottom se sofoca, significará un montón de tedioso papeleo, y temo que deberé mencionarlo en tus referencias si alguna vez aplicas para un trabajo—, con esas palabras, se marchó, cerrando la puerta con más fuerza de la necesaria.
Umbridge lucía furiosa —. Muy bien—, comenzó, sacando su varita —. Muy bien... no tengo otra alternativa... este no es un asunto de disciplina escolar... es un asunto de seguridad del Ministerio... sí... sí...—, observó a Harry como si estuviera intentando decidir algo —. Me estás forzando, Potter... no quiero hacerlo, pero a veces las circunstancias justifican su uso... estoy segura que el Ministro comprenderá que no tuve opción...—, Nova esperó con una respiración colgando de sus labios a lo que Umbridge planeaba hacer —. La maldición Cruciatus soltará tu lengua—, dijo finalmente.
Estuvo silencioso por un momento. Y entonces, caos. Nova no supo de dónde vino, pero le tomó un par de minutos percatarse que estaba viniendo de su propia boca —. ¡Perra!—, gritó, luchando contra Pansy con más vigor que nunca. El pánico estaba pasando por sus huesos, pánico por Harry. Recordó cómo se sentía la maldición, recordó rogar que alguien terminara con su vida por el dolor —. ¿Cómo se atreve? ¡No puede hacer esto!—, vociferó, las lágrimas rodando por sus mejillas —. ¡Será arrestada! ¡Tú precioso Ministro no evitará que la arresten! ¿Cree que lo haría? Será daño colateral. No significará nada para él si se atreves a romper una de las reglas de la Comunidad Mágica.
Funcionó. La distracción fue suficiente para que Umbridge girara su varita hacia Nova, ocultando a Harry de su campo de visión —. Crees que lo sabes todo, ¿no? Crees que solo porque estás del lado de Potter te hace mejor que todos los demás. Crees que sabes todo sobre el Ministerio. ¡A Cornelius no le importará, niña ciega! Él nunca supo que ordené a los Dementores atacar a Potter el verano pasado, pero estuvo encantado de tener la oportunidad de expulsarlo igualmente...
— ¿Fue usted? ¿Usted envió los Dementores tras de mí?—, inquirió Harry.
Umbridge se giró a Harry con su varita en mano, y Nova luchó contra el agarre de Pansy una vez más —. Alguien tenía que actuar—, su varita se movió hasta descansar contra la frente de Harry —. Todos estaban hablando sobre silenciarte de alguna manera – desacreditarte – pero yo fui la que realmente hizo algo al respecto... solo que tú lograste escaparte, ¿no es así, Potter? Pero no hoy, no ahora...—, tomó una respiración profunda —. Cruc--.
— ¡NO!—, lloró Hermione detrás de Millicent —. No – Harry – Harry, ¡debemos decírselo!
— ¡De ninguna manera!—, replicó Harry, pero Umbridge se giró a Hermione para saber de qué estaba hablando.
—Debemos hacerlo, Harry, te forzará a decirlo de todas formas, ¿cuál...? ¿Cuál es el punto...?—, y entonces Hermione Granger explotó en lágrimas lo suficientemente altas como para ser escuchadas hasta en Londres. Millicent dio un paso atrás y Nova recordó que ella repelía las lágrimas. Cuando sea que Pansy comenzaba a llorar, Millicent siempre se pararía al otro lado de la habitación como si las lágrimas fueran una materia desconocida que iba a lastimarla.
— ¡Bueno, bueno, bueno!—, llamó Umbridge felizmente, luciendo como si hubiera ganado un concurso —. ¡La señorita sabelo-todo nos va a dar unas respuestas! ¡Vamos, niña! ¡Adelante!
— ¡Er-my-nee-no!—, gritó Ron por sobre la venda que cubría su boca.
Pero Nova no compartía sus sentimientos. La única cosa que pasaba por su mente era que Hermione Granger realmente era la persona más inteligente que había conocido. Porque mientras Hermione ponía un show convincente, estaba haciendo exactamente lo mismo que Nova había estado haciendo cuando le gritó a Umbridge. La estaba distrayendo. Le estaba comprando tiempo a su mejor amigo e intentando prevenirlo de sentir los efectos de la maldición Cruciatus.
— Lo – lo siento, todos—, mencionó —. Pero – no puedo soportarlo--.
— ¡Eso es! ¡Eso es, niña!—, exclamó Umbridge, arrancando a Hermione del agarre de Millicent y sacudiéndola por los hombros —. Entonces, ahora... ¿con quién se estaba comunicando Potter?
—Hermione—, advirtió Nova para hacer parecer la situación mucho más convincente. Malfoy siseó cuando Nova mencionó el nombre de Hermione, como si fuera un pecado referirse a alguien por su nombre.
—Bueno, estaba intentando hablar con el profesor Dumbledore...
— ¿Dumbledore?—, preguntó Umbridge, aferrándose a esa pequeña pieza de información como si Hermione fuera su salvación —. ¿Saben dónde está Dumbledore, entonces?—, sacudió a Hermione por los hombros una vez más como si la acción fuera a soltar las palabras de su boca más rápido.
—Bueno... ¡no!—, sollozó Hermione —. Intentamos el Leaky Cauldron en Diagon Alley y las Tres Escobas, e incluso Hog's Head--.
— ¡Niña estúpida!—, interrumpió Umbridge, volviendo a sacudirla —. ¡Dumbledore no va a estar sentado en un pub mientras todo el Ministerio lo está buscando!—, lucía enojada y frustrada, como si Hermione no fuera a ser su salvación después de todo. Nova abrió la boca para intervenir, pero se detuvo cuando Hermione comenzó a hablar otra vez.
—Pero – ¡necesitamos decirle algo importante!—, Hermione cubrió su rostro con sus manos y soltó otro sollozo. Los ojos de Nova se desviaron a Ron, quien tenía sus ojos no en su mejor amigo, sino que en su novia. Sus ojos bajaron hasta el agarre de Pansy sobre las manos de Nova y mostró molestia, pero Nova negó.
— ¿Sí?—, Umbridge revivió, como si alguien la hubiera golpeado con un relámpago —. ¿Qué le quieren decir?
—Nosotros... ¡queremos decirle que está listo!
— ¿Qué está listo?—, tomó los hombros de Hermione una vez más y se acercó lo suficiente para hacer retroceder a la chica —. ¿Qué está listo, niña?
—El... el arma.
Ésta pequeña pieza de información parecía ser tan preciosa para Umbridge como lo era un bebé recién nacido —. ¿Arma?—, mencionó para sí misma, antes de mirar a Hermione para aclarar —. ¿Arma?—, repitió, sus ojos brillando con emoción —. ¿Han desarrollado un método de resistencia? ¿Un arma en contra del Ministerio? ¿Bajo las órdenes del profesor Dumbledore, por supuesto?
—S-s-sí—, balbuceó Hermione, aún pretendiendo llorar —. Pero tuvo que irse antes que lo termináramos y a-a-ahora está listo, ¡y no p-p-podemos encontrarlo p-p-para decírselo!
— ¿Qué tipo de arma es?—, cuestionó Umbridge, incapaz de lidiar con el llanto de Hermione —. ¿Qué hace?
—No lo comprendemos r-r-realmente—, contestó Hermione, lloriqueando para más efecto —. Nosotros s-s-solo hicimos lo que el p-p-profesor Dumbledore nos dijo que ha-ha-hagamos...
— ¡Tú!—, mencionó Umbridge, de repente girándose a Nova como si tuviera todas las respuestas del mundo —. Puedes decirme todo sobre ésta arma sin tanto tartamudeo. ¿Qué es? ¿Dónde está? ¿Qué hace?
Nova observó a Umbridge, transformada en piedra. Ron estaba luchando contra el agarre de Warrington y soltando sonidos feroces en contra de su captor, pero Nova estaba mirando a Umbridge como si nunca le hubiera temido en su vida. Nova vio a Hermione enviarle una mirada en pánico, pero Nova sabía cómo pretender. Ella había estado pretendiendo toda su vida.
—El arma es parte de un plan de dos partes. No creyó honestamente que Dumbledore tendría solo un arma para derrotar al Ministerio de Magia, ¿o sí?—, Nova sacudió la cabeza, como si estuviera disgustada —. Dumbledore puso a Harry y Hermione a cargo del arma. Yo estaba a cargo del polvo floo modificado que Dumbledore iba a distribuir en el Ministerio. Estaba encantado con un poderoso hechizo que modifica los recuerdos, así él podría convencer a todo el Ministerio de que Voldemort realmente había vuelto. Esa es la única parte que sé. El polvo especializado probablemente va con el arma. No sé dónde Harry y Hermione pusieron el arma—, concluyó Nova.
— ¡Sí! Sí, esto es bueno. Dumbledore creyó que podría engañar al Ministerio con simple polvo floo, ¿cierto?—, Umbridge marchó de vuelta hacia donde Hermione estaba sentada —. Llévame al arma.
—No voy a mostrársela a... ellos—, dijo Hermione, señalando a los Slytherins en la habitación.
—No estás en posición de poner condiciones—, replicó la profesora Umbridge.
— ¡Bien!—, Hermione lloró contra sus manos otra vez —. Bien... déjelos verla, ¡espero que la usen contra usted! De hecho, ¡me gustaría que invite a cientos y cientos de personas para que vengan a ver! Es-eso le demostrará – oh, me encantaría ver a to-toda la escuela sabiendo dónde está, y cómo u-usarla, ¡así si los molesta, podrán l-lidiar con usted!
Umbridge miró entre Hermione y los Slytherins. Malfoy estaba acercándose, inconscientemente siendo atraído por las palabras de Hermione sobre un arma poderosa que podía destruir enemigos. Pansy sollozó detrás de Nova, y Nova supo que ella también se había creído el cuento. Umbridge pareció considerarlo por un momento antes de asentir.
—De acuerdo, querida, hagámoslo solo tú y yo... y llevaremos a Potter también, ¿sí? Levántate, ahora--.
—Profesora—, irrumpió Malfoy —. Profesora Umbridge, creo que alguien del Grupo Inquisitorial debería ir con usted para--.
—Soy una Oficial del Ministerio perfectamente calificada, Malfoy, ¿realmente cree que no puedo lidiar con dos adolescentes sin varitas a solas?—, respondió —. En cualquier caso, no suena como si ésta arma sea algo que estudiantes de la escuela deberían ver. Permanecerán aquí hasta que vuelva y asegúrense que nadie de ellos—, señaló al resto de los estudiantes —, escapen.
—De acuerdo—, asintió Malfoy, decepcionado.
—Y ustedes dos pueden ir delante de mí y mostrarme el camino—, agregó Umbridge, señalando a Harry y Hermione con su varita —. Guíenme...
Nova observó a los dos dejar la oficina de Umbridge. Su corazón latía salvajemente en su pecho, esperando que Hermione y Harry pudieran hacer lo que sea que Hermione tenía planeado. Ahora que solo había silencio en la oficina, vio a Malfoy observándola por un momento antes de sacudir la cabeza y desviar la mirada.
—Malfoy—, mencionó Nova en voz baja —. Sabes por qué lo hice. Sabes que haría cualquier cosa para proteger a Theo. Lo sabes. Era de lo único que hablaba, evitar que Theo se transforme en un Mortífago. Él es muy joven, también lo sabes—, Malfoy no la estaba mirando, pero ella notó que sus hombros se habían tensado ante sus palabras —. No quise lastimarte. No quería lastimar a nadie. Pero protegería a mi hermano con mi vida. Protegeré a mis amigos con mi vida.
—Solíamos ser amigos—, dijo él, fríamente. Nova quiso acercarse y tomarlo por los hombros, confirmarlo, pero no podía hacerlo. Pansy seguía sosteniéndola por sus brazos como si nunca la fuera a soltar —. Me crees un estúpido, ¿no? ¿Crees que no sabía qué estaba pasando entre ustedes dos?—, él se giró de repente, tan brusco que Ron volvió a luchar contra el agarre de Warrington —. Sabía exactamente lo que estabas haciendo. Estaba esperando, rogando, que volvieras a tus sentidos. Sabía que querías proteger a Theo. Creí que eso era todo lo que era esto, la única razón por la que hacías esto—, siseó —. Entonces, lis descubrí a ti y Weasley. Y supe que nunca sería solo por proteger a Theo. ¿Realmente te importa, Nova? Grítamelo. Mírame a los ojos y dime la verdad.
Nova tenía lágrimas en los ojos mientras observaba a Draco. Él la estaba mirando, expectante —. Lo siento, Draco—, susurró —. Lo amo.
La habitación fue silenciada ante su confesión. Ron, que estaba luchando por escapar, cayó flojo entre los brazos de Warrington y sus ojos cayeron sobre ella. La boca de Ginny había caído abierta y miraba a Nova como si le hubieran crecido dos cabezas. Pero Nova solo estaba concentrada en Draco, en la mirada derrotada que cruzó su rostro antes de sisear.
—Supongo que no eres la Reina del Hielo después de todo.
Entonces, él se movió y golpeó a Ron sobre su ya sangrante labio.