Fruncí el ceño ligeramente, el silencio de Harry me estaba poniendo algo nerviosa, me había dicho que teníamos que volver, pero siquiera había dicho el porqué.
––¿Volveremos hoy mismo?––pregunte, dándome la vuelta para quedar frente a él, nos habíamos acostado en el sofá y por la falta de espacio, me encontraba encima de él, sus manos se colocaron detrás de mí cintura.
––No, nos iremos mañana por la mañana––sonrió con pesadez––tengo una ‘’junta’’ de la cual no me había enterado y nadie había mencionado––hizo comillas con sus dedos.
––Entiendo––murmure decepcionada, realmente quería quedarme y estar así con Harry, aunque no hace diez minutos estábamos peleados.
––No pongas esa cara––susurro pasando sus largos dedos por mi mejilla––prometo traerte aquí cuantas veces me lo pidas.
––¿vamos a volver?––pregunte con ilusión, como si fuese una niña de seis años, Harry soltó una pequeña risita, la cual pareció más un gruñido, su voz era demasiado ronca para su edad, algo que me causaba escalofríos, pero no, no escalofríos malos, eran bastante acogedores.
––claro que si muñeca, vamos a volver cuantas veces quieras––sonrió abiertamente, sus manos presionaron mi cintura, pegándome más a la suya, sabía que sus besos caerían sobre mí en cualquier momento y no tenía intenciones de detenerlo, adoraba sus labios y sus manos en mi cintura, el calor que esta brindaban a mi cuerpo no tenía precio, no tenía precio estar así con este hombre; sentí como sus dulces labios se apoderaban de los míos, sin las mínimas intenciones de dejarme escapar esta vez, sonreí, ¿cómo podía estar volviéndome loca por un tipo así?, ¿un tipo tan patán y sexy como él?
Me encantaba.
––¿Qué quieres hacer?––solté con ánimo después de aquel beso rápido, él sonrió con sarcasmo, como si estuviera hablando con una niña de seis años aun––vamos, no sé, hablemos Harry…
––¿hablar?––pregunto, alzando una de sus cejas, las cuales también eran perfectas––estamos hablando.
––No me refiero a eso––murmure, di vuelta sobre mi misma, pegando mi espalda al pecho de Harry, la sensación de su aliento en mi cuello me abrumo por unos segundos, haciéndome delirar––hablame de ti…
––Ya sabes sobre mi––susurro con voz dulce, y me pareció que hacia todo lo posible para no molestarse por aquella pregunta; odiaba hablar sobre él.
––Tu sabes cosas sobre mi––me queje haciendo una mueca––vamos, tu, tus padres, de dónde vienes, quien eras antes, quiero saberlo…
––no es que me guste hablar de eso––gruño, pero hice caso omiso––siempre he sido el Harry que conoces, hablo muy enserio.
––¿Siempre fuiste así de aburrido?––bromee, levante la cabeza y pude ver como rodaba los ojos, me reí y este me robo un beso para empezar a hacerme cosquillas, solté una estruendosa carcajada intentando escapar de sus manos––¡basta!… Harry, por- por favor… basta…
––Si––se rio––siempre he sido así de aburrido––sus brazos rodearon mi cintura dándome un tierno abrazo, solté un largo suspiro tratando de recuperar el aire que la risa se había llevado––yo no… yo no conocí a mi madre en verdad.
––lo siento mucho––murmure con vergüenza poniendo mis manos sobre las suyas––¿la extrañas?
––no lose––hablo serio, sin expresión alguna––viví con mi padre desde que tengo uso de memoria, era dueño del banco de Holmes Chapel, donde vivíamos, los otros niños jamás querían jugar conmigo por ser su hijo, eran unos cabrones.
––¡Oye!––le golpee por la palabrota, él se rio por lo bajo en mi oído––y que paso…
––pues los cabrones––se rio ya que lo mire cortante––decidieron odiarme, y yo también los odie, así que pasaba la mayor parte del tiempo con mi padre, tengo su forma de ser y de actuar.
––¿Cómo era él?––cuestione intrigada por su historia.
––pues, era un hombre bastante robusto, no nos parecíamos en nada––se rio entre dientes con angustia––decía que me parecía mucho a mi madre, decía que yo le recordaba a ella y que a veces lo odiaba, porque también la extrañaba, aunque se fue por su culpa––guardo silencio por largo rato mientras acariciaba mi cabello––odiaba a las mujeres, decía que eran todas iguales y que no se podía confiar en ellas, que no podías estar con ellas.
––No todas son iguales, yo no lo creo––espete frunciendo el ceño.
––éramos él y yo, no hablaba con nadie y eso no me importaba, yo siempre estuve encima de todos y todos lo sabían, me temían por eso, yo podía hacer lo que sea, mi padre me lo daría––hablo con seguridad, pero algo dentro de él no me decía toda la verdad, ¿a quién le gusta no hablar con nadie?, ¿a quién le gusta ser odiado?, sé que a Harry no le gustaba eso.
––¿entonces no tenías amigos?
––no, hasta que llegue a ultimo año de secundaria, conocía a Liam y Alicia––sonrió––ellos estaban locos, recuerdo haberlos amenazado si se acercaban a más de dos metros, me dijeron que era un niñato estúpido y se sentaron a almorzar conmigo, no sé qué habría pasado si me hubieran hecho caso.
––Seguirías siendo un marginado––alce una ceja con gracia––no me hubiera gustado conocerte antes, ¿jamás tuviste una novia?
––jamás me intereso––hablo simplemente––nunca necesite de nadie, siquiera de mi padre, cuando termine la universidad, unos años más tarde mi padre murió de forma natural, no sabía qué hacer con el dinero que me había dejado y compre el casino, desde entonces esa es mi vida.
––¿por qué Alicia no trabaja contigo en el casino y Liam si?––pregunte, dándome la vuelta de nuevo, apoye mis codos en su abdomen y sonreí.
––por qué se casó con un imbécil el cual se la llevo a Liverpool, viene de vez en cuando, aunque no lo hace con frecuencia––respondió––¿algo más?
––No, gracias por hablarme de ti––sonreí abiertamente, como si me hubiera salvado la vida, agradecida por que sabía que Harry Styles, confiaba en mí y eso era algo jamás logre poder conseguir.
––¿Qué hay de ti?––pregunto gracioso.
––Lo sabes todo––le golpee levemente en el hombro––estoy aquí contigo y no estamos peleando.
––No, no lo estamos haciendo––soltó una risita ronca––es hora de dormir, tenemos que irnos mañana.
––no tengo sueño––me queje––¿no tienes películas aquí?
––No––frunció el ceño––si de esas películas estúpidas hablas…
––no son estúpidas––asegure molesta––son películas románticas, aprende Styles.
––Puedes ser muy bobalicona a veces––soltó una carcajada––vamos, te llevare en brazos a dormir.
––No quiero––me cruce de brazos, el hizo caso omiso y levantándose, rodeo sus brazos en mi cintura, solté una risita y enrede mis piernas en su cintura y mis brazos los deje descansar en sus hombros.
––así está mejor––susurro, sus ojos se clavaron en mí, asentí y despegando la mirada de aquellas gemas esmeraldas, deje descansar mi cabeza en su hombro, llenando mis sentidos con aquel perfume tan varonil suyo, que tanto me gustaba, el rose de sus rizos en mi nariz me causaba cosquillas y la calidez de su cuerpo tranquilidad––podría estar contigo de esta forma todo el día.
––Ya estoy cansada, así que no creo estar así todo el día––me reí en su cuello––¿ya llegamos?
––No quiero soltarte––me susurro, aun con mi cara escondida en su cuello, deje caer los brazos acariciando su espalda, la cual estaba cubierta por una fina tela de una camiseta gris, sus pies empezaron a moverse y con un lento movimiento se dejó caer en la cama, aun conmigo en sus brazos––quiero dormir así contigo.
––Estoy encima de ti, me tiraras a media noche––me reí, mirándolo a los ojos, rodo los ojos por el mal chiste y me dio un largo beso en los labios, atrapando con sensualidad mi labio inferior con sus alineados dientes.
––no voy a soltarte.
––mentiroso––le acuse––te levantaras y me dejaras sola.
––Jamás he hecho eso––frunció el ceño confuso.
––siempre te levantas en la mañana, jamás te veo dormir y hablo muy enserio––murmure––¿no te gusta que te vean dormir?
––no.
––Quiero verte dormir––hable, sus ojos se quedaron fijamente mirando los míos y después de pensar recibir una respuesta cortante de su parte, asintió––¿no te despertaras?
––Si despertare––aseguró––pero no voy a levantarme de la cama hasta que despiertes.
––yo quiero verte dormir.
––Despiertas muy tarde––sonrió con autosuficiencia––basta de charla, a dormir.
––sigo sin tener sueño, ¿recuerdas?
––Eres tan terca––gruño, se estiro hacia la mesa de noche, donde descansaba su celular, deslizo el dedo por la pantalla repetidas veces y después de unos segundos se pudo escuchar una melodía––a dormir.
––¿The Beatles?
––Tus favoritos––me guiño un ojo––es Yesterday.
––Tal vez si decida dormir––bromee, mientras la música llenaba la estancia y mis sentidos––umm, buenas noches.
––duerme muñeca, que tengas dulces sueños.
Bueno, hola, en primer lugar no quiero darles explicaciones de por qué no había subido, ya que no tengo ninguna u.u la inspiración me había abandonado y tomando el primer tren con destino a lo impensable se fue, explicación filosofa de por qué no escribía, ojala y les haya gustado aunque sea un poco, realmente los capítulos buenos vienen más adelante y tengo para decirles que esta novela es muy larga y extensa, ojala les guste, sin más, ¡bye!