¡Él se metió a mi Wattpad! (L...

By Ysaris_areinamo

675K 95.2K 31.3K

Soy Paola Stalone una chica de 17 años un poco desaliñada, torpe ¿y por qué no? rara, muy rara. Hace unos año... More

Dedicatoria + Booktrailer
Prólogo
Capítulo 1: "¿Que rayos hago en su habitación?"
Capítulo 2: "Dormir en el hospital".
Capítulo 3: "¿Explicarle matemáticas?"
Capítulo 4: "La rarita fea que nadie quiere".
Capítulo 5: "Me metí en wattpad"
Capítulo 6: "Dios me ayude a no..."
Capítulo 7: "Dormir cerca de ti"
Capítulo 8: "No seas tan hijo de..."
Capítulo 9: "Afedo, camate po favo"
Capítulo 10: "Apenas te conozco"
Capítulo 11: ¡Ay Alfredo!
Capítulo 12: "Cena incómoda"
Capítulo 13: "Siempre torpe, nunca intorpe"
Capítulo 14: "Secreto para dos"
Capítulo 15: "Guarda dignidad, Paola"
Capítulo 16: Más verguenza.
Capítulo 18: "No soy tu esposa"
Capítulo 19: "La popular Cliché"
Capítulo 20: "Bragas de encaje"
Capítulo 21: "La parafilia de Ramson"
Capítulo 22: "La fiesta"
Capítulo 23: "No te hagas la vistima"
Capítulo 24: "A lo AFTER"
Capítulo 25: "La caída épica"
Capítulo 26: "al parecer soy esquizofrénica"
Capítulo 27: "Mi hermana"
Capítulo 28: "La cruel verdad"
Capítulo 29: "La pedófila"
Capítulo 30: "El chico misterioso"
Capítulo 31: "Quiero que te enamores de mí."
Capítulo 32: "Sufre por mí"
Capítulo 33: ¡Ñelda! #1
Capítulo 33: ¡Ñelda! #2
Capítulo 34: "Wtf, Ramson?" #1
Capítulo 34: "Wtf, Ramson?" #2
Capítulo 35: "Golden"
Capítulo 35: "Golden, parte II"
Capítulo 36: "¡Él está demente!"
Capítulo 37: "Cu-cu, Ramson está cu-cu"
Capítulo 38: "Ramson Stone por siempre"
Capitulo 39: Visita al CECMO
Capitulo 39: Visita al CECMO, parte II
Epilogo (+18)
Segunda temporada❤
II. Prologo
1.Los videos prohibidos de Ramson
2. Celos incontrolables
3. No soy tu esposo
4. No me olvides
5. Paola comiendo clavos
6. Ramson preso
7. Matrimonio cuesta abajo
8. Salida con Maxi
9. Caricias subliminales
10. Casarnos fue un error
11. Separada de mi esposo
12. Vete de mi casa, Ramson
13. Ramson no seas HP
14. La decisión más difícil
15. No todo es color de rosas
16. Aquí llegó tu tiburón
17. Volver a verte
18. La fiesta improvisada
19. Infiel
20. La mañana siguiente
21. Ya todo acabó
22. La tortura del pasado.
23. La pedófila cayó
24. El final de una parte
25. Vuelta a la realidad
26. El plan casi perfecto
II. Epilogo.
Capitulo extra: Un final inesperado

Capítulo 17: Mamá

11.5K 1.7K 368
By Ysaris_areinamo

—Mierda —expresé moviéndome en mi pupitre para ver si lograba ver a la pequeña bola peluda de puntos negros.

Me iban a matar, había tomado la mascota de mis vecinos sin permiso y la había llevado a la escuela, ¿por qué se me ocurrió hacer algo tan estúpido?

Porque eres estúpida, las personas estúpidas hacen cosas estúpidas.

—¿Qué pasó? —murmuró Stefani tocando mi hombro.

—¡Pistacho! —susurré con el corazón en la boca.

—¿Pistacho? —dijo confundida. Le enseñé mi bolso vacío, Stefani pareció comprender que hablaba del perro.

—Señorita Stalone  —escuché que dijo el profesor Andrew, me sobresalté—, ¿quiere prestar atención a la clase?

En realidad no, se me acaba de perder el perro que traje a escondidas, ahora ¿puede dejarme en paz?

Bajé mi bolso y me acomodé en mi asiento mirando al profesor con los nervios de punta, mis ojos fueron a la puerta medio abierta y observé al desobediente Pistacho salir del salón, me levanté como un resorte, el profesor me miró incrédulo, en este momento yo era el centro de atención.

Joder, odiaba ser el centro de atención, me sentía vulnerable.

—Necesito... —susurré acercándome al profesor— ir al baño, creo que me llegó el periodo y tengo una piscina roja allá abajo que pronto manchara mis pantalones yo...

El profesor me dio un pase de permiso rápidamente pareciendo incómodo.

Como no, la excusa del periodo siempre funcionaba my friend.

—Gracias —prácticamente corrí saliendo al pasillo, maldición, esto me pasaba a mí y solo a mí.

Vi a Pistacho doblar el pasillo, corrí y al doblar la esquina, tropecé de frente con un muchacho, me disculpé entre dientes y seguí corriendo hasta atrapar a Pistacho que se había quedado olfateando un calcetín del suelo.

Ouh, probablemente el perro tenía hambre.

Me había olvidado que los otros seres vivientes también comían.

—¿Qué se supone que haces? —preguntó una voz a mis espaldas, voltee la cabeza para ver al muchacho con el que había tropezado y cuando reaccioné que era Ramson, metí al perro dentro de mi sudadera.

Maldición, esto no podía ser peor.

Que suerte la mía.

—Nada —me voltee hacia él.

Pistacho no dejaba de moverse, así que metí mis manos dentro del suéter para intentar acariciarlo en un inútil intento de que se quedara quieto, pero solo lograba que me mordisqueara con sus pequeños dientes.

Intenté disimularlo moviéndome de un lado a otro como si estuviera bailando, pero sabía que él había notado el bulto dentro de mi camisa moviéndose.

—¿Qué tienes ahí? —preguntó Ramson alzando una ceja.

—Eso no te impor... —solté un grito cuando me mordió fuerte mi pulgar, saqué mis manos y el perro se deslizó de mi sudadera cayendo al suelo, se sacudió y movió la colita yendo hacia Ramson.

Traicionero.

—¿Pistacho? —dijo Ramson confuso agachándose para tomarlo en sus manos, lo acarició y luego me miró posiblemente esperando una explicación.

Uhm, bueno, ahora no tenía excusa.

—Yo... —joder, ¿Qué le iba a decir? Nada justificaba que hubiera traído a su perro al instituto.

—Como sea —dijo Ramson girando los ojos—, estaba buscándote.

Alcé las cejas, ¿buscándome? ¿A mí? ¿Después de que me dio a entender que estar conmigo lo avergonzaba?

Me crucé de brazos con aire de superioridad.

—Ah, ¿Ya no te da avergüenza que te vean conmigo? —Ironicé—, si vas a disculparte solo para tener paz mental, entonces déjame decirte que ya estoy harta de tus juegos.

Ramson mantuvo su expresión seria y negó con la cabeza.

—No es por eso —bajó la mirada pareciendo un poco incómodo—, mi mamá me llamó y dijo que te llevara al hospital.

Abrí la boca ligeramente desenfocada.

Mamá.

Hospital.

Cáncer.

El mal presentimiento que había tenido desde anoche. Todo comenzó a abrumarme, sentí que mis manos comenzaron a sudar.

— ¿Po-por qué tu mamá te llamaría y te diría eso? —Tartamudee—, pudo haberme llamado a mí...

Ramson observó mi expresión preocupada pareciendo perturbado, como si supiera algo terrible que yo ignoraba.

Por favor Dios mío, no, mi mamá no...

—Dijo que tu teléfono suena apagado —dijo—, vamos.

Recordé que había puesto mi celular en modo avión para ahorrar batería, joder, ¿Cuántas veces mi papá me habría llamado?

Afirmé con la cabeza comenzando a temblar.

Dios mío, por favor que mi mamá esté bien.

—Espera, voy por mis cosas —murmuré en un hilo de voz caminando rápidamente hasta el salón.

Sentía que mi mundo se estaba derrumbando a los alrededores y yo apenas podía entender que iba a ser aplastada.

Irrumpí en el aula y me acerqué al profesor rápidamente, le conté lo que estaba ocurriendo en un murmuro para que nadie más pudiera escuchar, odiaba que me tuvieran lastima, no quería que nadie más se enterara.

El profesor Andrew al ver mi rostro angustiado al borde de las lágrimas me dio permiso, debía de pensar que era rara, pero siempre lo había sido. Tomé mis cosas, le hice un gesto con la mano a Stefani en despedida y cuando Alfredo me miró, simulé con mis labios la palabra: “mamá”.

Caminé rápido hacia la salida, Ramson ya estaba esperándome en la camioneta, me monté y prendí mi teléfono observando los mensajes de mi papá llegar como bombas:

“Mi amor, no vayas al instituto, ven directo al hospital.”

“Mi amor, ¿por qué no contestas?”

“Mi amor, tu mamá no está muy bien.”

“Mi amor, ven.”

Sentía el corazón a punto de salirme por la boca, Pistacho saltó a mis piernas y comenzó a gemir mientras lamía mi brazo en un intento de consolarme, acaricié al perro traicionero y las lágrimas salieron solas de mis ojos, Ramson no dijo nada, pero podía sentir su mirada sobre mí.

Me sentía débil, ahogada, mi cabeza se sentía a punto de explotar.

Cuando llegamos al hospital me bajé del carro con rapidez y corrí por las escaleras hasta el piso 4, observé a varias personas ahí, algunos que conocía porque eran amigos de mis padres, reconocí a la señora Donna y a mi padre, ambos pegados de las paredes mirando al suelo, su rostro con una expresión miserable.

Mi corazón latía desenfrenado, tragué saliva acercándome a mi padre, cuando él me vio, pareció suspirar de alivio y me dio un fuerte abrazo.

Sabía que esto era malo, mi padre no me había dado un abrazo así desde que supimos de la enfermedad de mi madre.

—¿Qué pasó? —dije en un hilo de voz, mi padre limpió las lágrimas que se escurrieron de mis mejillas con sus pulgares, su mirada era tan triste que apenas podía verme a los ojos.

—Entra —dijo en un hilo de voz señalando con la cabeza la habitación 108 donde estaba mi mamá.

No quería, temía entrar ahí, pero como aprendí casi toda mi vida: debía vencer el miedo para poder cumplir la meta.

  Tomé una profunda respiración, fui a la puerta y la abrí, estaba un hombre que reconocí como el tio Steven, hermano de mi madre, él le dio unas palmadas a la pálida mano de mi madre y me miró asintiendo con la cabeza en un gesto amistoso, apenas le correspondí  el saludo, mis ojos estaban enfocados en ella.

Él cerró la puerta cuando salió, dejándome a solas con mi mamá. Limpié las palmas sudorosas con la tela de mis pantalones y me quedé parada junto a la camilla al lado de ella, no hice ningún gesto, solo la observé por lo que me pareció demasiado tiempo.
Tenía una mascarilla de oxígeno cubriendo su nariz y su boca, su pecho subía y bajaba con mucha fuerza, como si se aferrara a la vida, su piel pálida marcaba sus venas, tomé otra profunda respiración, joder, no podía con esto.

De repente la mano de mi mamá se movió, en seguida se la tomé y la aferré con fuerza, las lágrimas no me dejaban mirar correctamente, pero mi mamá abrió sus ojos azules un poco y se enfocaron en los míos. Escuché que intentó decir algo y me incliné más hacia ella, pero no lograba comprender qué decía.

—Tranquila mamá, no es necesario que digas nada —susurré—, has sido siempre la mejor mamá, aunque nunca te lo dije, te amo, siempre te amé y te amaré, perdona todas esas veces que te grité o te hice sentir mal, yo... te amo, más que nada en el mundo... por favor... solo...

...No me dejes...

Mi voz se perdió en un gemido ahogado, no podía detener mis lágrimas.

Mi madre comenzó a respirar más deprisa, su mano temblorosa se alzó y apartó la mascarilla de su rostro, sus labios completamente blancos y rotos, su respiración se volvió más rápida y agitada.

Me partía el corazón a cada segundo.

—Paola... —susurró, su voz completamente ronca y tardía— cuida a tu papá....

—Claro... ma-mamá, yo... —los sollozos se mezclaron con mis palabras y de repente escuché su ritmo cardiaco reflejado en la maquina volverse más lento.

  Le coloqué la mascarilla en un intento de regularizar su respiración, sin embargo su cuerpo comenzó a tener débiles espasmos...

—Por favor ma... mamá —tartamudee en gemidos—, so... solo dime que me amas una vez más...

Sollocé observando como ya no había líneas en la maquina cardiaca, sus ojos entre abiertos mirando algún lugar de la habitación y no se movió, nunca más.

.
.
.
.
.
.
*††*
*Se va antes que la vean llorar*
Nos leemos pronto

Continue Reading

You'll Also Like

468K 23.1K 48
Una historia que promete atraparte desde el principio hasta el final. Camila es una chica humilded, Ignacio Besnier es el heredero de un imperio empr...
2M 100K 19
Segunda parte de Juegos de seducción Gabi regresa a Miami tras casi dos años de su marcha, durante ese tiempo retomo su vida como deseaba Se centro...
5.8K 291 17
Goku,El Salvador del Universo 7 Es Traicionado Por Sus Amigos Pero La Vida Depararia Un Destino Diferente
63.3K 3.3K 51
¿Qué les impide estar juntos? Cuando uno quiere, todo es posible. Nada es imposible para Valery y Malcom, dos personas las cuales unieron su corazón...