Los tres quedamos en shock sin saber bien qué decir.
Eun-Kyung sacó su móvil del pequeño bolso y le tomó una foto a Yoongi.
—Vámonos de aquí.—reaccioné al fin tomando a Suga de la mano.
—¡Tú! ¿Tú lo sabías? ¿Eres su compañera de cuarto?—me indagó Eun-Kyung, a lo que tragué saliva.
Enseguida presionó nuevamente el botón en su celular y salió del lugar dando saltitos.
La observé irse por la puerta y tiré a Suga de la muñeca logrando que se levantara.
—Lo siento, Young Mi, te lo explico después.—hablé y arrastré a mi compañero hacia afuera.
Paré en seco y tomé aire. Él se detuvo de golpe sobresaltado y lo miré a los ojos. No estaba segura de qué decir... aún no, seguro ésto traería consecuencias, no sabía si gritarle por no habérsela quitado de encima... pero lo pensé mejor y sólo le sonreí. Al fin y al cabo el que más saldría lastimado sería él.
Me giré sobre mis talones y continué mi camino con Yoongi detrás y callado.
Llegamos a la sala particular para hacer esa actividad y saqué del bolsillo de mi pantalón un reproductor mp3. Lo conecté al cable que estaba allí que daba al parlante y dejé que la música fluya.
—Vamos a ensayar—le informé. Él me miró confundido pero yo insistí—. Enséñame a bailar.
Suga se cruzó de brazos y se recostó sobre la pared. Esbozó una sonrisa.
—Enséñame tú a bailar.—lo miré muy extrañada.
—¿Estás loco? ¡Tengo dos malditos pies izquierdos, ¿qué no lo sabes?!
—Sólo para de repetirte eso y déjate llevar por la música.—él comenzó a hacer unos pasos de baile, deslizaba un pie hacia un lado e instantes después el otro se le juntaba, así varias veces en la intro.
Una vez que la letra de la canción comenzó, aumentó el ritmo.
Al ver que yo seguía como una piedra observándolo se acercó a mí tomándome por la cintura.
—Confía en mí.—susurró en mi oído.
Nos movimos muy despacio tratando de seguir la melodía.
—Ya es momento...—le dije.
—¿De qué?—sonrió divertido.
—Pues... creo que deberías contarme... ¿por qué vives conmigo?—tragó saliva y pensó un rato.
Acarició mi mejilla y sonrió.
—Eso no es parte de la coreografía.—le advertí. Él sonrió de lado y suspiró.
—Bien... Supongo que tienes razón.—tomó una gran bocanada de aire y habló.
—. Cuando hice la audición, rapeé una canción escrita por mí y bailé, dando mi mayor esfuerzo ante los profesores que nos probaban. Pero...—se armó de valor para decir lo siguiente.—Fui rechazado.
—¿Cómo?—lo pisé sin querer y rió por lo bajo señalando su pie. En cuanto lo noté, retiré mi zapatilla de él, apenada.—No entiendo, estás aquí...
—Exacto. Pero no soy como los demás alumnos, vivo con una chica... —me empujó suavemente con nuestros dedos entrelazados y me volvió hacia él.—Unos minutos después Choi Min Ki se me acercó y me dijo que lo pensaron mejor y tenía una oportunidad, pero el último cupo era contigo. Sin ofender, pero fue porque eras muy mala con el baile y por eso estabas en las más bajas, por eso te tocó a ti estar conmigo.—Sonrió de lado.—Y estoy muy agradecido por eso...
—¿Por qué? —Suga me volteó y me abrazó por detrás, colocando sus manos en mi cuello, mientras aún nos movíamos.
—Porque si hubiera sido otra, tal vez no estaría aquí. Eres una persona muy agradable... —sonreí ante su comentario.
Yoongi cogió mi mano y me hizo girar perfectamente, mis pies se enredaban cuando estaba dando vueltas pero en lugar de hacerme caer se desenvolvían maravillosamente. Ya mareada Suga me detuvo e hizo que cayera sobre sus manos, éstas eran todo mi sostén. Acortó más la distancia entre nosotros y mi pulso se aceleró por alguna razón.
Se acercó más a mí y por miedo y nerviosismo tiré hacia abajo.
De un segundo a otro me encontraba tirada en el suelo.
—¡Ah!—grité por el dolor.
—¿Estás bien?—la preocupación reinaba en la expresión de Yoongi, quien ya se había sentado de rodillas a mi lado.
—Sí... sólo... mi espalda...—solté un quejido.
—¿Te duele?—asentí levemente.—Te llevaré a tu cama.
—¿Qué?—él colocó una mano en mis piernas y la otra delicadamente en mi nuca.
—Tranquila, no es la primera vez que hago esto.—sonrió coqueto.
—Lo sé...—murmuré.
Llegamos a nuestra habitación y me depositó delicadamente en mi cama.
—¿Te duele mucho?
—No, ya está mejor, sólo fue el momento.
—¿Quieres que te haga masajes o quieres pastillas para el dolor?
—No, Suga, estoy bien. Sólo quiero dormir... el lunes probablemente se nos venga el infierno encima.
—¿Te refieres a lo de Eun-Kyung?—asentí—. Tranquila, yo te cuidaré—dijo, pasando suavemente la palma de su mano por mi cabello.
—No... Yo debo cuidarte a ti, saldrás muy perjudicado de todo ésto... tal vez influya en tu futura carrera.—Él negó con la cabeza.
—Eso no importa ahora, Sun-Hi, importa el daño que te harán a ti, si ya te molestaban, ¿no crees que ahora será peor?
—Yo soy fuerte, puedo con eso. Pero tu futuro...
—Cállate—me interrumpió él.—¿No querías dormir?—bufó y se levantó de mi cama—. Que duermas bien—me dijo y se adentró en el baño.
Busqué mi pijama pero no lo encontré, diablos, habíamos dejado nuestros pijamas y la peluca en la habitación de Young Mi.
Cogí un short y una musculosa con rayas y me cambié rápidamente, no iba a ser que Suga justo abra la puerta, pero seguro estaría un rato allí batallando con su ropa de "mujer" –que en realidad no era muy femenina–, y el poco maquijalle que le quedaba.
No sabía si debía preocuparme por él... no por el hecho de que yo también tendría problemas, sino porque tenía miedo a perder la pequeña amistad que en estos pocos días habíamos creado. Si yo lo cuidaba y trataba de protegerlo, ¿y a él le molestaba? ¿Qué si ese tipo de chicas no eran de su agrado?
Até mi preciado cabello en una coleta de caballo y me recosté en la cama, tapándome con una frazada.
Unos minutos después, sentí cómo algo suave tocaba mi frente y algo más cálido caía sobre mí.
Me giré para ver a la pared y volví a cerrar mis ojos, buscando el sueño.
+
Me desperté a las 12 del mediodía y estiré mis brazos mientras un largo bostezo salía de mi boca.
Miré mi cuerpo y estaba enredada en un caliente acolchado.
Observé la cama de Suga pero él no estaba allí.
Caminé hacia la cocina descalza y mis ojos fueron directo a la heladera, la cual sin dudar abrí y retiré de ahí un jugo de fresa.
—Buenos días, dormilona. —coloqué ambas manos en mi pecho, alarmada.
—¡Santísimo dios, Yoongi! Me has asustado—él rió sin disimular y se acercó a mí con una sartén en la mano—.
—Lo siento—depositó un beso en mi frente que causó que me sobresaltará, pero al mismo tiempo sentí algo que me quemaba el brazo derecho.
—¡Suga!—grité, dando un brinco hacia el costado y señalando la sartén.
—Uh, perdona—avanzó un paso hacia mí y besó mi brazo, exacto en el lugar donde eso me había tocado.
Lo miré salir del lugar y dejar las cosas en una pequeña mesa.
—Me voy, ahí está tu desayuno y te dejé dinero para que almuerces en el restaurante de aquí cerca—me dijo.
Le di un sorbo a mi jugo y rodé los ojos.
—No tienes que preocuparte, mi mesada llega mañana.
—Pues eso es mañana, no hoy... adiós—agarró un saco y posó su mano en la perilla de la puerta, estaba a punto de abrir cuando lo detuve.
—¡Espera! ¿A dónde vas?
—Saldré con los chicos y les daré la noticia antes de que se enteren por algún rumor...
—Oh, está bien. Mándales un saludo de mi parte—él asintió y se fue.
Dejé mi jugo sobre la mesa y me concentré en comer, pensativa... sentía que me faltaba hacer algo...
¡Rayos, rayos!
Mastiqué lo que tenía en mi boca y me lancé sobre la cama buscando mi teléfono.
—¿Dónde dejé ese estúpido celular?
Me arrastré un poco sobre mi cama y estiré mi brazo para llegar al armario, abrí el primer cajón y allí estaba, junto a mi ropa de ayer.
Toqué la sección de mensajes y apreté el botón para enviar uno.
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De: Sun-Hi.
Para: Gyong-si❤.
Tengo algo muy importante que decirte, antes de que te enteres por otros...
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Esperé unos minutos y obtuve respuesta, mientras terminaba mi desayuno.
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De: Gyong-si❤.
Para: Sun-Hi.
Está bien, ya me enteré por Young Mi.
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Tenían que ser hermanos.
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De: Sun-Hi.
Para: Gyong-si❤.
Lo siento, de verdad lo siento, teníamos que mantenerlo en secreto. ¡Por favor dime que aún somos amigos!
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De: Gyong-si❤.
Para: Sun-Hi.
Yo esperaba que seamos más que eso... ¿Paso por ti a las seis?
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Me mordí el labio.
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De: Sun-Hi.
Para: Gyong-si❤.
¡Eso estaría genial!
~~~
Terminé mi desayuno y dejé los platos en la lava-vajillas.
Saqué los auriculares de mi bolso y el cargador de mi móvil.
Conecté ambos cables y fui a Wattpad.
Me gustaba leer cuando estaba aburrida.
**
—¿Qué?—una lágrima cayó por mi rostro, era la 01:45 pm y Yoongi estaba enfrente de mí, contándome lo sucedido.
—Tranquila, no llores, ellos sólo necesitan tiempo.
—¿Tiempo? ¿Para qué?—hice un tonto esfuerzo en intentar secar las lágrimas que caían una detrás de la otra, no podía controlarlas.
Suga me acorraló entre sus brazos, estrechándome contra él.
—Tiempo para pensar. Ellos nos aceptarán, pero deben procesar todo esto. Que no les hayamos dicho nada, y además esto es extraño, chica y chico...
—¿Y JungKook? ¿Él que dijo?—se encogió de hombros.
—Nada, se quedó callado todo el tiempo.
—Hmm... bien. —limpié unas lágrimas más y respiré hondo.—¿No es para tanto, no? Ellos estarán con nosotros y nos defenderán, ¿no?
—Si tengo que ser sincero...—acarició mi cabello—. No lo sé...
—¿Cómo que no sabes? Sí, ellos son nuestros amigos.
Suga se limitó a alejarme un poco de él, mirarme a los ojos y volver a abrazarme.
Correspondí a su abrazo sonriendo. Ya me estaba sintiendo mejor. Confiaba en que ellos nos entenderían.
Nos alejamos y él fue hacia la cocina y yo me dirigí hacia el living.
A las dos de la tarde Yoongi llegó con dos tazas de chocolate caliente y se sentó a mi lado.
—Gracias—le dije, cogiendo una. Él sólo sonrió, y yo me dispuse a hacer zapping con el control.
Me detuve en un canal donde pasaban un drama muy bonito, llamado "Playful kiss".
—¿Te gusta esto?—asentí.
Vimos el drama en silencio hasta que terminó.
Senti a alguien sentarse a mi otro lado.
—Kook.—sonreí.
—Sun-Hi—él sonrió.
Lo abracé de inmediato y noté que Suga hizo una mueca pero no le presté demasiada atención.
—¿Haces algo hoy?
—¿Cómo están los chicos? ¿Nos perdonarán, no?
—Pues se han enojado conmigo por saberlo y no haberles dicho.
—Lo siento, eso es mi culpa, te pedimos que no dijeras nada.
Él negó con la cabeza.
—No, está bien. ¿Haces algo hoy?—repitió.
—¡Gracias, gracias!—lo volví a abrazar y más fuerte.
—Sun-Hi... me haces daño—dijo, algo incómodo.
—¿Qué?—lo miré—. Oh, lo siento. —lo solté enseguida.
—Entonces, ¿estás ocupada hoy? —asentí lentamente. —¿Si?
—¿Si?—preguntó Suga sorprendido luego de él.
Volví a asentir.
—Síp, tengo una "cita" o algo parecido con Gyong-si.
—Uy, ese chico se está ganando tu corazón—advirtió JungKook.
—Oye, estoy cansado, iré a dormir, ¿si? Adiós—Yoongi se despidió.
—Que descanses bien—le deseé.
—¿Aún no te das cuenta de lo que le pasa?—me preguntó Kook una vez que él ya se había ido.
Negué con la cabeza confundida, él suspiró.
—Ya lo sabrás—dio unas palmadas en mi cabello.
**
—¿De verdad saldrás con él?
—Creo que ya tuvimos esta conversación—rodé los ojos.
—Pero, ¡mírate!—me señaló con sus brazos abiertos.
Llevaba un vestido rosa que me llegaba por arriba de las rodillas y tenía una cinta en la cintura. Mi cabello estaba suelto y con bucles y en los pies estaba calzando unos zapatos de poco tacón.
—¿Qué?
—Te produces demasiado para un tipo como él. Él debería aceptarte normal, simple.
—Por favor... es muy difícil que algo así suceda.
—Ya te dije que alguien que está muy cerca tuyo te quiere...
—Déjate de tonterías—le di un leve empujón y cogí mi bolso—. Dime, ¿cómo estoy?
—Bonita.—suspiró.
Sonreí ampliamente.
—Creo que... creo que será mejor que espere afuera, porque aunque ya lo sepa, sería incómodo si te viera aquí...
Él asintió.
Estaba dispuesta a abrir la puerta pero una mano se posó en mi muñeca.
—Sun-Hi...
—¿Y ahora qué? No te hagas el enfermo.
—No es eso—negó con la cabeza —. Sólo prométeme que no pasará nada con él.
—¿De qué hablas?
—Prométeme que no te enamorarás de él. Por favor, no me dejes. No vayas con él si no puedes prometerme eso.
—Yoongi...¿qué?
—Por favor, no pienses en él como algo más que un amigo.
Reí ante la situación, estaba nerviosa e incómoda. No sabía exactamente que hacer.
Pero Suga se veía muy serio y entonces cerré mi boca y lo observé extrañada.
—¿Puedes hacer eso?
—Yoongi...¿por qué... por qué me dices esto?
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¡Yah! TÚ, ¿QUÉ CREES QUE HACES?
ah no.
Bueno, aquí un nuevo cap y es corto.
Lo siento :( pronto pronto se los recompensaré.
Esperó que no colpasen por todo lo que pasa(?).
Adióoos.
Con amor, Ingrid ^^