Je t'ai trouvé

Av DarkCoffee14

60.4K 6.6K 1.7K

Yuuri Katsuki era un conocido modelo japonés que vivía en París. Su manera de caminar, su delgada silueta, aq... Mer

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34

Capítulo 21

978 105 103
Av DarkCoffee14

Narra Yuuri:

Abrí los ojos de par en par, luego reí un poco y lo atraje hacia mí.

- ¿Qué es lo chistoso? – preguntó él, incorporándose poco a poco y ofreciéndome su mano para hacer lo mismo.

- Nada, no hay nada chistoso – apreté un poco su guante – es solo que nunca pensé en hallar a alguien como tú.

En un movimiento rápido y sutil, Vitya me levantó por completo y me rodeó con uno de sus brazos. Su sonrisa se hizo presente al instante, emanaba tranquilidad, felicidad y seguridad.

Junté mi cabeza a la suya y solté un pequeño suspiro.

Era un momento perfecto.

- ¡Yuuri! ¡Conseguí tu horario...! – Pichit abrió la puerta de golpe – ¿¡QUIÉN DEMONIOS ES ÉL!? – sacó una pistola Glock del bolsillo de su saco y se acercó velozmente al alfa peli plateado.

- ¡Pichit no! – grité tomando en un acto reflejo su muñeca, llevándolo hacia el lado opuesto.

- ¡Suéltame Yuuri! – ordenó Pichit con notorio fastidio – ¡Vas a obligarme a dispararte a ti si sigues así!

- Ni te atrevas a tocarlo – bufó Vitya de la nada con voz ronca y fría, jalándome del brazo y llevándome contra su pecho.

Escuchaba su corazón latir con fuerza, y su respiración se notaba alterada. Había cambiado de golpe.

Se veía furioso. Su mirar que segundos atrás se encontraba completamente pacífico, se había vuelto un par de ardientes bolas de fuego azul. Actuaba como...

Un alfa.

A pesar de lo paradójico que podría sonar, yo jamás había notado actitudes tan distintas entre alfas y omegas, al menos no hasta ese entonces.

- ¡Aléjate de él! – dijo con su voz de alfa.

Todo el lugar se estremeció ligeramente. Y sentí miedo, mentiría si dijese que no lo tuve. Vitya enojado era realmente aterrador.

Se me pusieron los pelos de punta y la respiración se me entrecortó por unos segundos. Vi a Pichit por encima del hombro del albino y pude ver que él estaba peor: lágrimas de impotencia acompañadas de piernas y brazos temblorosos.

Me sentí fatal al verlo así.

- S-suelta a Yuuri – dijo Pichit con voz temblorosa – es mi última advertencia – levantó el arma, apuntando a su pecho.

- ¿Qué? ¿Vas a matarme? – habló Vitya sarcástico, mientras me colocaba detrás de él y se acercaba a mi mejor amigo con paso lento – puedes hacerme añicos si así lo deseas, pero si te atreves a tocar, aunque sea uno de sus cabellos... Juro que reencarnaré solo para matarte.

La situación era bastante tensa, Pichit se veía confundido y nervioso, Seung-gil era el que lo ayudaba en esos casos. Un omega puede luchar, sí, mas era casi imposible ganarle a un alfa cuando estaba enojado.

Yo nunca había visto a ningún alfa de esa forma. Mis padres no discutían de esa manera, y nunca escuché a mi madre usar la voz, mucho menos usar sus feromonas en mi padre. No fue hasta ese instante, que conocí a lo que estaba expuesto.

Empecé a sentir como mis brazos y piernas se adormecían de golpe. Una ola de calor se apoderó de mi cuerpo y nubló mi cabeza por completo. Me sentía débil, y se sentía tan bien...

Unos fuertes brazos me levantaron como si fuese una princesa, Vitya. Él estaba usando sus feromonas en mí... ¿Por qué?

- ¿Qué... – hablé a duras penas – ¿Qué crees que estás haciendo?

- Te estoy salvando la vida – respondió inmediatamente – ¡Ese omega quiere matarte!

- ¡Soy su mánager! ¿Cómo podría querer matarlo? – exclamó Pichit bajando el arma.

- ¿Qué? – espetó Vitya sorprendido. Inhaló profundo y expiró – ¿Se conocen?

- Él vive conmigo – dije, jalando levemente su camisa.

Las mejillas de Vitya estaban sonrojadas, seguramente se sentía avergonzado de toda esa escena. Me bajó cuidadosamente y tomó mi mano.

- Yuuri – me llamó en voz baja – ¿Realmente ese tipo vive contigo? Es imposible que él pueda satisfacerte...

- ¿Qué dijiste, malnacido? – gritó Pichit – Para tu información, yo ya tengo pareja muchas gracias.

- ¿Y vives con Yuuri aún teniendo pareja? – preguntó Vitya con una maquiavélica sonrisa estampada en el rostro. Giró para verme y tocó mi nariz con su dedo índice – Eres un atrevido, Yuuri.

- Y tú eres un enfermo – susurró Pichit – Yo trabajo para él, nada más.

- Lo hubieses dicho antes – rio Vitya, formando un pequeño corazón en su boca.

Soltó mi mano y dio un paso al frente, quedando a escasos metros de mi mánager. Pichit se paró firme y apretó su puño derecho.

- Lamento mucho lo sucedido – dijo Vitya, realizando una reverencia doblando por completo su espalda.

- P-puedes levantarte – habló mi amigo, nervioso.

- Gracias, mi nombre es Vitya Kulliotsky, y desde hoy seré fotógrafo de Yuuri Katsuki – estiró su mano, dándola como ofrenda de paz – Espero poder trabajar sin problemas contigo, joven...

- Pichit – respondió él, rechazando el acto del alfa – Solo llámame Pichit, y no le hagas nada raro a Yuuri, ¿entendido?

- Sí señor – respondió él, haciendo un gesto de soldado.

Solté una risa ante la escena, Pichit a veces podía llegar a ser algo orgulloso, pero tenía el presentimiento de que ese par se llevaría bastante bien.

Como amigos, claro está.

El teléfono de Pichit empezó a sonar.

- ¿Aló? – su expresión se suavizó y una leve sonrisa llegó acompañada de un rubor – Hola Sung-gil, sí ya vamos para allá – se dio media vuelta y avanzó unos pasos todavía sosteniendo el teléfono, dándonos la espalda – también te amo, ¿podrías comprarme un café por favor?

- Pensé que mentía cuando dijo que tenía pareja – susurró Vitya riendo.

- No, no. Ellos dos son tal para cual – respondí con una sonrisa sincera.

Él posó su mano sobre mis ojos, tomándome desprevenido. Dio un par de pasos y se acercó súbitamente a mi oído.

- Hagamos un gran trabajo juntos – susurró con voz melosa.

Sonreí con deseo. A pesar de no poder verlo, sabía cómo se encontraba; él quería devorarme. No lo culpaba, el verme al espejo a veces me asustaba. Siempre me preguntaba: "¿Podré usar este cuerpo para algo?"

La respuesta estaba clara; sí.

- Saca mi mejor ángulo – respondí con voz lasciva – Toma cuantas fotos requieras hasta que estés satisfecho.

- ¿Eso es una invitación? – preguntó – Porque si es así... Aceptaré sin dudar.

Tomé su camisa y lo acerqué a mi boca, dándole un beso rápido. Vitya retiró su mano de mis ojos y la bajó a mis labios, jugueteando con ellos, pasando sus dedos por arriba y abajo.

- Vas a hacer que pierda la cordura – mencionó – Aunque no lo sepas, soy una persona muy paciente...

"Aunque no lo sepas" No me gustaba esa frase para nada. Había muchas cosas que él debía saber de mí y muchas cosas que yo deseaba saber de él, sobre todo... Si él era mi destinado.

- Quiero conocerte más – susurré – Quiero saber por qué eres tan malditamente perfecto.

Vi como su mirar se puso un tanto melancólico, ¿habría dicho algo malo?

- Yuuri – habló, tapando mi boca por completo – Hay muchas cosas de mí que será mejor que no conozcas. No soy perfecto, y nunca lo seré... – cerró los ojos unos segundos – Я напуган и не хочу, чтобы вы чувствовали то же самое. – sonrió con semblante triste – Te iré diciendo todo según pase el tiempo, ¿de acuerdo?

Asentí con la cabeza, no sabía nada de ruso, así que no entendí una sola palabra de lo que había dicho.

- No sabía que hablabas ruso – murmuré con duda.

- Soy ruso Yuuri, ¿no te lo dije antes?

Al parecer, había mucho que decir. No lo culpaba del todo, no llevaba mucho tiempo desde que nos habíamos conocido...

Pero por una extraña razón, me dolía el ver que me ocultaba cosas.

"Cuando amas a alguien, siempre quieres protegerlo, por eso algunas personas ocultan cosas para mantenerlos a salvo."

Mamá, recuerdo aún cuando me dijiste eso...

Pero por ocultar cosas, he perdido a todos los que amaba, ¿debería quedarme de brazos cruzados y confiar, de nuevo?

- No, no me lo dijiste. P-pero no hay problema, todo a su tiempo, ¿no? – dije, mientras hacía un gesto con mis manos, como si no fuese algo relevante.

- Sí, todo a su tiempo – respondió tranquilo.

Pichit se acercó a nosotros, sin quitarle la mirada a Vitya en ningún momento.

- Tenemos la primera sesión en una hora y media. Tú – señaló al ruso – Anda prepara tu cámara y esas cosas. Tú por otro lado... – me miró de arriba abajo – Tenemos que cambiarte de atuendo cuanto antes.

- Entonces, veo que será mejor que me vaya – habló Vitya. Se acercó rápidamente a mí y depositó un beso en mi frente – Tu peux porter ce que tu veux – susurró seductor.

- No te preocupes, tengo buen gusto – respondí.

Vitya acomodó su camisa en el espejo y luego salió de la suite, cerrando la puerta detrás de él.

- Ojalá no vuelva jamás – espetó Pichit con notable molestia.

- Es el fotógrafo con el que vamos a trabajar – mencioné mientras me dirigía a mi clóset.

- ¿Es una broma, no es así? – preguntó con una risa nerviosa – ¿Y por qué tan meloso con él?

- No es una broma Pichit, y por otra parte... Creo que él es la persona que he estado buscando desde hace tiempo.

- Un segundo, ¿él es uno de esos tipos iguales? – dijo, acercándose a donde me encontraba, bajándome una casaca color celeste obscuro – ¿Ese patán podría ser tu destinado?

- Oh vamos, no es un patán – chillé – ¿Cómo crees que hubiese accionado Seung-gil si veía a alguien desconocido con un arma en mano, dispuesto a dispararte?

- Está bien, he de admitir que me extralimité un poco... ¡Pero no has respondido a mi otra pregunta! ¿Por qué tan melosos? Y, por otra parte, ¿cómo escapó del psicópata?

- Ah – sentí mis mejillas arder de nuevo – Por lo que me dijo, obtuvo un poco de ayuda desde afuera, no fue tan fácil, pero al final lo consiguió y consiguió un trabajo momentáneo.

- ¿Es fotógrafo realmente?

- Es un profesional, no te preocupes. Trabajaba con gente de muchísimo dinero, tal vez por eso pudo escapar – empecé a quitarme la camiseta que llevaba puesta, cambiándola por un polo color gris.

- ¿Me estás diciendo que te has liado con tu nuevo fotógrafo? – preguntó Pichit, llevando una de sus manos a su boca, sorprendido.

- N-no lo digas de esa manera – llevé mis manos a mi rostro para tapar mis ojos – solo fueron unos besos y ya...

- ¡Ah, mira tú! – dijo sarcástico – ¿Qué sigue ahora? "Solo fue una noche rápida"

- ¡PICHIT! – grité totalmente avergonzado – ¡Deberías estar feliz por mí! – me quejé con voz algo dolida.

- Estoy feliz por ti, de verdad que sí lo estoy – mencionó. Llevó su mano derecha a mi mejilla izquierda y la acarició con delicadeza – Es solo que... No quiero que vuelvan a dañarte. No te lo mereces. Ese tipo es un desconocido y, agh, ya me entiendes.

- Hey, no vana volver a dañarme – respondí sereno.

- ¿Cómo estás tan seguro de eso?

- Solo pienso que no va a pasar y me mantengo positivo – dije levantando mi pulgar con energía.

Vaya, ahora no se me complicaba mentirle a mi mejor amigo.

- Además, todos empezamos siendo desconocidos. Tú al principio solo eras mi mánager, y ahora eres mucho más que eso – le di un leve golpe en el hombro – Dale una oportunidad, ¿de acuerdo?

Suspiró fuertemente y bajó su mirada por unos segundos.

- Si algo te sucede, no se lo perdonaré – habló severo aún con l cabeza gacha – ¡Y no le voy a perdonar el que haya usado la voz conmigo! ¿¡Quién se cree que es!? Ni siquiera Seung-gil la ha usado conmigo.

- Le diré que se disculpe contigo, ahora vamos o llegaremos tarde – dije acomodándome el cabello.

Salimos de la habitación a la velocidad de la luz y nos dirigimos al set. El lugar era un campo abierto, y la lluvia estaba por doquier: cayendo por los techos, recorriendo las hojas de las plantas y empapando los cabellos de algunos huéspedes que trataban de llegar a un techo para taparse.

Era un ambiente bastante tranquilo, y hasta me atrevería a decir... Nostálgico.

Me hacía recordar a aquellos días en los que estaba todavía en preparación, y Yurio me empujaba a los charcos de lluvia por molestar, aunque al final yo le terminaba jugando una venganza mil veces superior.

Me hacía recordar la primera vez que viajé al extranjero. Mis padres, mi hermana y Vicchan seguían estando conmigo... Y yo, yo era realmente feliz.

¿Cómo fue que llegué a este punto?

¿Cuándo todo se llenó de mentiras y sonrisas falsas?

- Señor Katsuki, por aquí por favor – dijo una jovencita de pelo corto color celeste – Debemos apresurarnos y dejarlo en un estilo natural en un dos por tres... Sinceramente, esto será pan comido – sonrió animada.

La chica me llevó a una pequeña carpa no muy lejos de ahí. Todos sus implementos estaban ahí, por lo que pude deducir que ella era una estilista o una maquilladora.

- Vas a quedar monísimo – habló mientras rebuscaba algo entre sus miles de bolsos que allí poseía – Cierra los ojos por favor.

En cuestión de minutos, ya estaba listo y en posición.

- Necesito un paraguas azul... ¡No! Uno transparente, traigan un paraguas transparente – hablaba Vitya mandando a los que se encontraban a su alrededor – Vamos, vamos. Si la lluvia empeora, no acabaremos jamás.

Algunos ayudantes me indicaron el lugar y la idea de la fotografía. No era nada descabellado, pero debíamos ser exactos o de lo contrario el clima jugaría en nuestra contra.

- Yuuri – me llamó Vitya de lejos, algo ajetreado – necesito que sonrías con calma, como si... ¡Ah! Como si estuvieses recordando algo, y apóyate en ese tubo plateado.

- Claro – respondí asintiendo enérgico.

- ¡No te muevas mucho o te despeinarás! – me resondró el alfa con dulzura.

Acaté su indicación. Sonreír como si recordara algo... Es de lo más sencillo que pude hacer.

Respiré hondo, apoyé mi cabeza levemente en el tubo y dirigí mi mirada hacia el paraguas, que desviaba todas las gotas de lluvia.

Y sonreí.

Sonreí recordando muchísimas cosas preciosas que no volverían nunca a mi vida.

Y sonreí.

Porque tenía una corazonada de que todo iba a cambiar.

- Perfecto, acabamos – dijo un beta por un micrófono – Mañana continuaremos en la mañana, descansen y tápense de la lluvia.

Todas las personas empezaron a dispersarse, hasta dejar el lugar vacío. Todas las personas se fueron, menos una que se acercó a mí con una sonrisa en el rostro y un paraguas en mano.

¿Así se sentía uno cuando veía a alguien especial? ¿A eso se referían con mariposas en el estómago?

- Lo hiciste muy bien Yuuri – me felicitó Vitya – Mañana espero vuelvas a sorprenderme.

- Créeme que lo haré.

- Oh, claro que lo harás – dijo una voz ya conocida no muy lejos de donde nos hallábamos.  

La piel se me erizó de golpe. No de nuevo, no aquí, no ahora.

- Ponte detrás de mí – ordenó Vitya – ¿Quién eres? ¡¿Qué deseas de él?! – gritó.

- No deseo mucho, ya sabes... Solo deseo su cuerpo.

Vitya estiró su brazo libre y empezó a retroceder, fijándose en no pisarme. Yo estaba temblando, y no sabía el porqué, ¿miedo? ¿Debilidad? ¿Instinto de omega?

Ya ni siquiera podía dar créditos de mi accionar.

- No vas a tocarlo jamás – sentenció Vitya.

- Eso ya lo veremos Viktor, eso ya lo veremos.

¿Viktor? 

____________________________________________

*****************************************************

____________________________________________

¡Oh por Dios! ¿Qué pasará? 

To be continued jpg

Ya, creo que varias personas se lo veían venir

(Esa no me la V venir jajajajajaja Tae, V, ¿entienden?) 

Capítulo a mitad de semana, qué rico platillo de entrada. 

He de admitir que estuvo hermoso el escribir con una taza de anís y mi jarra de agua mientras estaba rodeada de rosas y animalillos del patio de mikasa :u 

Si tienen un jardín, disfrútenlo. Es lo mejor del mundo. 

Las cosas van a ponerse feas, tristes y extrañas desde aquí. Quedan avisad@s.

Estuve escuchando mucho de Dear Evan Hansen, Snail House, CIKI y una canción llamada Kodokushi. Son inspiradoras. 

¿Cómo van sus vacaciones? Yo voy genial~~~ Creo que haré uno o dos capítulos antes de que el año finalice.

L@s adoro, gracias por todo su apoyo <3

Sayonara, granos de café~~~

Fortsett å les

You'll Also Like

15.5K 1.5K 10
En medio de su batalla más dura hasta la fecha, Son Goku acabó en un lugar completamente diferente, donde la magia, los mitos, las leyendas y seres a...
13.5K 1.1K 44
Llegará un nuevo integrante a los smiling critters el cual pondría de cabeza todo.
2M 39K 12
Mí vida fue tranquila hasta que un día eso cambio, yo cambié, y lo conocí a él. Sus preciosos ojos claros son la cura, y yo quien los necesita para a...
35.1K 1.7K 15
Una versión del los vengadores que estaban a punto de pelear en el aeropuerto despiertan en una sala de cine para ver el multiverso Descargo de respo...