-¿Desean ordenar?-la voz gruesa de la mujer del mostrador, me despierta-.
Trago saliva. Percibo que Zayn sacude la cabeza levemente. Le sonríe a la mujer, y mira el menú de postres, cafés y dulces.
-Sí, queremos dos…-hace una pausa y me mira-¿Te gusta el chocolate blanco?-yo solo asiento con la cabeza, soy incapaz de hablar ahora-Bien, dos White Hot Chocolate-vuelve a mirar el menú-mmm, y...
-Yo quiero un Cinnamon Swirl-le sonrío a la dependienta, ella asiente, y teclea el código, miro por el rabillo del ojo a Zayn, me está sonriendo felino. Es tan hermoso-.
-Y un Rocky Road, por favor. Eso es todo-la dependienta asiente, y yo levanto la cabeza para mirar su hermoso rostro-.
Esperamos en el mostrador hasta que nos dan nuestra orden, tomo la bandeja, él olor del chocolate es delicioso, y mi Cinnamon Swril tiene una apariencia sublime. Me agarra del codo delicadamente, y me guía a una de las mesas. Se sienta a mi lado.
-Odio las bandejas-murmuro, y retiro mi plato y mi taza de la misma, él me observa-.
-Estorban-responde él, en el mismo tono de voz-.
Comemos en silencio, y no es uno incómodo. Eso es reconfortante, me da tiempo de pensar en todo lo que pasó en media hora. Zayn con novia agresiva, yo huyendo de Starbucks, él siguiéndome, estrechándome contra él, su novia que resultó ser su prima... No cabe duda de que Zayn me importa.
Me gusta mucho. Más de lo que alguien lo ha hecho hasta la fecha.
-¿Qué es lo que te angustia?-pregunta, su voz suena ronca, un poco tensa-.
Volteo el rostro a mi derecha, y lo miro.
-Nada, ¿Por qué?-pregunto extrañada, frunzo el ceño un poco-.
No pasa nada, tranquilo. Solo no puedo creer lo estúpida que fui hace un rato.
-Estabas llorando-dice-.
Mierda. Inspiro profundamente y miro a mi taza de chocolate.
-Tuve un muy mal día-le contesto. Vuelvo a mirarlo, él frunce el ceño-.
Siguiendo un impulso, estiro las manos hacia su cara y separo su entrecejo, él se pasa la lengua por los labios, para luego curvar las comisuras de sus labios hacia arriba, y yo quiero morir ahora. Morir dentro de esa boca tan prometedora…
-¿Tan malo fue?-yo asiento-oh, linda…-murmura, y me arrastra a sus brazos-.
Estoy petrificada ahora, pero de igual manera, creo que me hace feliz. Sonrío levemente e inspiro su perfume.
Su perfume masculino y picante, inunda por completo mis sentidos. Sin pensarlo dos veces, lo rodeo con mis brazos también. Pasa una y otra vez las manos grandes por mi espalda. Es reconfortante... Cierro los ojos, y apoyo mi mejilla contra su amplio pecho, que irradia calor, escucho su corazón latir rítmicamente. Es perfecto este momento.
Acaricia mi cabello, y pasa los dedos, como peinándome. De pronto me siento cansada, bostezo. Estoy completamente relajada. Y no puedo creer que esté en sus brazos.
-¿Aburrida?-pregunta, yo me separo. Él parece no querer dejarme ir…
-No, solo que…tuve un mal día-me encojo de hombros-.
-Tengo una idea, ¿Quieres acompañarme al museo?-pregunta, yo me muerdo el labio, frunce el ceño-Debo ir a terminar algunas cosas-voy a responder que no, pero él habla antes-no te muerdas más el labio, está muy lastimado-pasa su uña por el borde de mi labio inferior, y un fuerte estremecimiento me recorre hasta los dedos de los pies-.
-No lo puedo evitar-susurro. Zayn ríe-.
-¿Quieres ir?-vuelve a cuestionar-Puedo llevarte a casa luego-ofrece, con sus perfectas cejas levantadas-.
-Sí, y no te preocupes, voy a tomar el metro…
-De ninguna manera-interrumpe, frunciéndome el ceño, yo volteo los ojos-.
-¿Hay alguna posibilidad de que pueda decirte que no?-pregunto, él niega divertido con la cabeza y esboza una sonrisa que me produce un arresto cardiaco-.