Mire el pequeño reloj que se encontraba en la cómoda de Harry, 12:45 am y el aun no apartaba sus dedos y sus ojos felinos de aquella pantalla, me había atrevido a vagar por la habitación a observar todo, él se había quedado en silencio, diciéndome sin mover los labios que no le importaba en lo absoluto que observara sus cosas.
Me acerque a las ventanas, eran gigantes, tire de la perilla y la abrí un poco para dirigirme al balcón, estas calles eran silenciosas, solo casas monstruosas que parecían abandonadas, no había personas por aquí.
El viento soplaba y la oscuridad lo acompañaba en silencio, se podían ver muy pocas luces, todas amarillas a lo lejos, como si estuviéramos en la época de los 80's, sonreí enfocando mi vista un poco más, observando el London Eye y el Big Ben a kilómetros, casi invisibles, Londres era perfecto, era la ciudad ideal para todo el mundo, apoye mis codos en la barandilla y suspire, sintiendo como el viento soplaba en mi cabello húmedo y me hacía estremecer.
Aquella vista era más de lo que una persona podía pedir, era perfecta e ideal, las luces, las calles, los extraños sonidos y los rascacielos, los árboles, las hojas que caían, las personas caminando en silencio con sus abrigos para cubrirse del frio en las calles, todo, era perfecto.
––¿Qué piensas?––hablo. Suspiré, nada, no podía pensar absolutamente nada.
––No lose––musite mirándolo, apoyo las manos de la barandilla y me miro, entrecerrando los ojos.
––¿Cómo no puedes saberlo?––pregunto, me encogí de hombros.
––¿En qué estás pensando tú?––cuestione, sus ojos verdes brillaban, y sus labios estaban en una línea recta escondiendo la belleza de estos.
––En ti––miro el vacío, escondiendo su expresión, fruncí el ceño al escuchar sus palabras, «En mi», él pensaba en mí, ¿por qué?––vamos a dormir.
––pero...
––Ahora––ordeno con lentitud dándose cuenta de lo que había dicho, asentí y di media vuelta para entrar en la habitación, el cerro las grandes ventanas y se dirigió al sillón, tiro de una pequeña palanca que se encontraba al costado y este se convirtió en una especie de cama para dos, bien... no iba a dormir con Harry.
Debería estar feliz por eso, no lo conozco, no tengo por qué dormir con él, no debe importarme.
––Gracias––musite, el dejo las sabanas y la almohada en el sillón y se dirigió al baño, para luego encerrarse allí, suspire, él era extraño, muy extraño.
Acomode las cosas y me tire allí, en silencio y confundida, cerré los ojos sintiendo como el peso del día caía en ellos, estaba cansada y necesitaba dormir y esta vez en paz, mis ojos empezaron a cerrarse y después de unos segundos caí rendida.
Narra Harry:
Salí del baño y me sorprendió verla dormida, tranquila y otra vez dormida, ella era hermosa, poseía una belleza verdaderamente impresionante y no parecía una simple chica de dieciséis años, me gustaba mucho, pero mi consciencia no dejaba que mi deseo se desbocara, ella era muy inocente, sería muy injusto que la usara, aunque muy divertido.
Tome mi computadora y la deje en mi escritorio, me senté con pesadez y volví a escribir aquel documento, yo no dormía, al menos de noche no lograba hacerlo, trabajaba todo el día, lo hacía de noche y de vez en cuando en la madrugada.
Gruñí y rodé la silla hasta el sofá, no podía concentrarme teniéndola allí, «solo mirala Harry, no la toques», su cabello se desparramaba por la almohada como si lo hubieran hecho para fotografiarla, sus largas pestañas oscuras eran espesas y sus labios rosados, los cuales estaban entreabiertos, soltaban pequeñas bocanas de aire con lentitud, sus pómulos estaban ligeramente sonrojados, su pecho subía y bajaba, su blusa estaba a mitad de su vientre dejando ver su piel cremosa y su ombligo, me mordí el labio, «no la toques...», sus brazos descansaban a cada lado de su cuerpo, sus piernas estaban cubiertas por la sábana blanca, joder que era hermosa, era tremendamente hermosa.
––a trabajar, ya viste demasiado––me reprendí y con una sonrisa bobalicona empuje la silla hasta mi escritorio para seguir redactando el contrato, la mire por última vez, decidido a jamás volver a hacer lo que había hecho ahora mismo, estaba demente, me reí de mí mismo, muy demente.
***
Me restregué los ojos, estaba cansado de escribir y mis dedos no daban para más, 2:17 am, apague la portátil y camine hacia la cómoda para quitarme los gastados jeans, los deje en el cajón y camine a la cama en silencio dando un bostezo, un sonido proveniente del sillón me hizo dar la vuelta, era ella, fruncí el ceño, su cabeza se movía a ambos lados frunciendo el ceño, me acerque sin entender absolutamente nada.
––¿_____?––me senté al lado de ella, pude ver como pequeñas gotas de sudor aparecían en su frente y como intentaba hablar.
––No me dejes––musito y pude imaginar que en su sueños lloraba con mucho dolor––mami...
––_____ despierta––empecé a mover su hombro, empezó a inquietarse así que empecé a moverla con más fuerza––despierta muñeca...
––¡No!––grito y se levantó, aparto el cabello de su rostro y se tapó la cara con las manos––no...
––Tranquila––aparte las manos de su cara y limpie las lágrimas que caían por sus mejillas hasta desaparecer en su barbilla, que caían en pequeñas gotas en su blusa––vas a estar bien.
––No––musito limpiando sus lágrimas como si tuviera cinco años, suspire con pesadez, no Harry, no sientas nada ahora, no lo hagas.
––venga... duerme conmigo––le ordene, «dormir con ella... ¡ya estaba totalmente demente!», asintió en silencio y se levantó de allí, pude ver como sus manos temblaban cada vez que se apartaba el cabello de la cara y limpiaba sus mejillas.
¿Por qué ella era tan hermosa e inocente?, tenía tanto tiempo sin ver una mujer de esta manera, tenía años sin ver una mujer llorar, llorar de verdad, no es que fuera a importarme mucho, ni que tampoco extrañara esa escena, es solo que... eso es diferente para mí.
Apague las luces y camine en silencio hacia la cama, dormir con ella, tengo tanto tiempo sin dormir con una chica, yo no dormía con ellas, yo tenía sexo con ellas. Siquiera recuerdo la última vez que dormí con una, creo que jamás dormí con una.
––¿Quieres que deja esta luz encendida?––señale el baño, ella negó en completo silencio y se derrumbó con pesadez en la cama, apague la única luz que quedaba en la habitación y camine en silencio hacia la cama, aun me seguía pareciendo extraño que le haya pedido que durmiera conmigo, «¡dormir!, ¿enserio cabeza hueca?», me deslice por las sabanas y el edredón en completo silencio, pude escuchar su respiración entrecortada, la pongo nerviosa... muy nerviosa.
––Harry...
––¿sí?
––Gracias––musito, la mire por encima del hombro, sus grandes ojos como la miel estaban abiertos de par en par, los pequeños destellos de luz que se colaban por la ventanas hacían ver sus ojos hermosos, casi irreales, di media vuelta quedando de frente con ella, algo dentro de mi quería besarla, besarla como jamás había besado a nadie, ella era tan hermosa, por dios que me estaba pasando...
Me quede en silencio observando cada una de sus perfectas facciones, haciendo todo lo posible para solo dormir con ella...
Narra _____:
Gracias habían sido mis palabras, era lo único que podía decirle, ya no sabía el hombre que tenía enfrente, él era distinto, extraño, diferente...
Salí de mis pensamientos al darme cuenta de su mano acariciar mi mejilla y de que aún tenía mis ojos clavados en él, sus rizos caían con tranquilidad alrededor de la almohada y sus ojos verdes, ahora oscuros por la falta de luz, brillaban, sus ojos esmeraldas siempre brillaban, tenían un brillo extraño y misterioso que aún no podía descifrar.
Sus labios estaban entreabiertos, como si quisiera decir algo pero no encontraba que, un escalofrió recorrió mi espalda al sentir como acariciaba mis labios con sus nudillos, me quede en silencio, como una tonta esperando cada una de sus cautelosas acciones, pero no esperaba algo concreto, Harry era una caja de sorpresas, aquel hombre de ojos fantásticamente verdes y rizos desordenados era impredecible.
––¿Debería preocuparme por lo que sueñas?––susurro y se acercó más, trague en seco y negué, ¿Por qué debería preocuparse él?, no debería, con franqueza, nadie debe hacerlo, nadie debe preocuparse por mi.
––No, no debes preocuparte por mi––le pedí, pero sería extraño, ¿Qué pasaría si Harry empezara a preocuparse por mí?
––no estoy preocupado––su voz era ronca, casi un gruñido, su rostro quedo a centímetros, lo mire con determinación, admirando el verde de sus ojos, el rosado de sus labios, los pequeños lunares alrededor de su rostro, sus largas pestañas, el olor a menta de su aliento.
––¿vas a besarme?
––¿quieres que lo haga?
––No lose––musite nerviosa, mi cuerpo temblaba y las mariposas inundaban a montones mi estómago, mi corazón tomo la decisión de salir corriendo y palpitar como nunca jamás lo había hecho––¿quieres besarme?
––Si––aseguro sin titubear, con aquella mirada sensual y misteriosa que dejaba sin aliento a cualquier chica, su mano delineo mi cuello y mis hombros con lentitud, para quedarse en mi cintura y atraerme a él con lentitud.
Jamás había hecho esto, jamás había dormido con un chico, tampoco había besado a uno en una cama.
Pude sentir como su cuerpo se complementaba al mío y como el bulto se hacía notorio en sus pantalones, «oh no... ¡qué estaba haciendo pegada a Harry!»
Sus rosados labios se acercaron a los míos y me beso, con mucha lentitud y delicadeza, ¿Quién lo había enseñado a besar?, él era perfecto en eso, su mano se apretó contra mi cintura mientras intensificaba el beso, sentí como las mariposas salían de mi estómago y volaban a mi alrededor, y después de unos segundos, se separó.
Aquellas magníficas gemas me inspeccionaron por unos segundos y al darse cuenta que no dije nada, se dio la vuelta y se cubrió hasta el cuello con las sabanas, suspire frustrada.
Acababa de darme el mejor beso de mi vida y solo se da la vuelta, sin siquiera decir buenas noches, me di la vuelta e hice lo mismo que él, esperando poder dormir al fin.
Imbécil.
Hey, ¡perdón, perdón!, si, sé que tarde aproximadamente tres días sin subir capitulo, pero es que la inspiración no tocaba mi puerta y pues no quería escribir una tontería y que la historia que quedara mal, ojala les haya gustado mucho, gracias por esperar.