Mari estaba molesta, saber la verdad le hizo creer que podía quitarme mi fragmento de Trifuerza, pero había un inconveniente con eso, y es que hasta yo mismo e intentado quitarme lo y me resultaba más fácil destrozar jarrones intentando que sacarlo en sí, algo que aprendí de los de Solaris es que no se puede razonar con ellos sin que los ofendas, por cualquier cosa, para ellos hasta una mueca hecha por un insecto volando cerca de la cara para ellos es un gesto de mal gusto, ridículo pero cierto, y Mari era la prueba viviente de eso.
No le iba a mostrar la espada que poseía porque de hacerlo tendría que soportar más de sus estupideces, pero tampoco podía darme el lujo de arrebatarle las ganas, así que decidí solamente darle una pequeña lección.
— ¿ No vas a defenderte ?, patético —
Salto sacando su espada, yo solo la esquivé, mientras seguía atacando, yo solo me movía, eso la hacia enojar, fue cuando tomé las riendas y comencé a jugar.
— Lección #1, jamás dejes que la ira te domine —
Le di un golpe en el estómago, eso le dolió, pero continuó atacando.
— Lección #2, anticipa te a tu oponente —
Así le di una patada en las piernas que la redujo a sus rodillas, se levantó a pesar del dolor, por lo que ya era hora de sacar mi espada.
— Lección #3, jamás subestimes a tu oponente —
Saqué mi espada, ella calló al suelo por el choque y solo tuve que poner mi espada en su cuello para hacer que se quedara quieta, no fue muy difícil, pero fue muy divertido ver la cara de susto de Mari al ver que había perdido contra quien en un tiempo fue su juguete.
— ¿ No vas a matarme ? —
— ¿ De qué me serviría ?, tu alma no vale nada como para que me paguen —
— Te voy a destruir... —
— Deja me dejarte algo muy en claro idiota, tú fuiste quien empezó a golpearme sin tenerme por lo menos algo de conciencia, tu comenzaste todo, ¿ qué dirías si te dijera que desde que me volteaste a ver por primera vez, mi vida a sido un completo infierno ? —
— No exageres shinigami —
— Bien, te lo mostraré —
Le puse los dedos índice y el de en medio para que viera mis memorias, vio desde los sufrimientos de cuando era niño hasta el día que murieron mis padres, al terminar, no podía respirar, jadeaba como si hubiera corrido desde Co-Coro hasta Pyrus sin detenerse.
— ¿ Qué... Clase de hombre eres ?, ¿ cómo pudiste soportar todo eso ? —
— Solo me empeñé en seguir con vida para el día siguiente, y el siguiente de ese —
— Debiste morir, pero nunca lo hiciste, estas aquí, a pesar de ese infierno... —
— La próxima vez que quieras desquitar tu soledad pensando que tu vida es una mierda, ponte a pensar que hay quienes la pasan mucho peor que tú, y a diferencia tuya, prefieren soportarlo antes que desquitar se —
Me fui de ahí dejando a Mari tirada en suelo, no sé si llorando o solo traumatizada de lo que vio de mis memorias, pero algo era seguro, jamás volvería a molestar me...
Virgo y Midna se dieron cuenta, pero no dijeron nada a Luna, solo me preguntaron si estaba bien, pero no las preocupé, solo íbamos a estar unos días, había que disfrutar, y a pesar de los accidentes con Virgo que casualmente hacían que fuera a parar con Midna, solo paraba con un golpe en la cara como mínimo, pero el resto de los días era mejor.
Esas noches no fueron tan excelentes como los días, era incómodo estar con Midna en una misma cama sabiendo que en cualquier momento entraría Luna o entraría Virgo solo para saber que estábamos haciendo, aún si le ponía un solo dedo en el pelo, creo que ya lo sabrían, eso sí que era dormir con miedo, de algún modo nos las arreglamos como mínimo para besarnos, pero nada fuera de eso, hasta la noche antes de nuestro último día, donde al despertar Midna estaba sobre mi como si hubiéramos tenido relaciones, y lastimosamente no logré quitar la a tiempo para cuando llegó Virgo...
— Ya levanten se tórtolos..., amm, creo que interrumpi algo... —
— Virgo, no es lo que crees, en serio, no pasó nada, solo así la encontré —
— Escucha, no le diré a mamá, pero me sorprende que no los escucharamos anoche —
— ¡ Que no pasó nada anoche ! —
— Solo estoy jugando, pero ya en serio, levanten se, se hace tarde y no hemos ido a desayunar por ustedes —
— Esta bien, esta bien, ya vamos —
No sé como desperté a Midna, pero la logré despertar, solo me sonrió hasta que se dio cuenta la vergonzosa posición en la estábamos, solo saltó, se puso una bata y salió, era comprensible después de ver como estábamos.
Llegamos, bajamos, comimos y fuimos de visita por Tahun, el lugar era bastante ideal para mantener unas vacaciones o si se quería vivir ahí directamente, los soldados del agua se veían como soldados listos para la batalla en cualquier momento que surgiera, daría algo de miedo si fuera un niño, pero considerando que la Guerra Santa estaba en proceso, creo que era lo mejor, eso junto a un plan de contingencia, pero no pasó nada en ese momento.
Los mercados eran increíblemente vastos, había de todo; ropa, zapatos, collares, accesorios de mesa, parecía un supermercado, pero estaba en la calle, le llamaban Calle comercial, y el nombre le quedaba como anillo al dedo, el sitio era bastante especial, en el centro habían danzas y actuaciones donde la gente lo pasaba bien, el sitio era algo monótono, pero acogedor.
Cuando llegamos a la salida, ya que nos íbamos, Luna dijo que para regresar sería la misma dinámica, pero esta vez solo fuimos de regreso de forma tranquila.
— Oye, ¿ qué se siente sentir el pecho de mi hermana desnudo sobre ti ? —
— ¿ En serio me vas a preguntar eso ahora ? —
— Solo es curiosidad, Midna jamas se había encariñado con alguien como lo a hecho contigo —
— ¿ Es en serio ? —
— Sí, ella nunca a tenido pareja, o al menos a alguien que quiera como tal, y luego llegas tú, un completo ajeno por el cual ella babea durante las noches, si sabes a qué me refiero —
— ¿ Sabes Virgo ?, a veces no sabes como me encantaría no entender te —
— Jajaja, solo contesta —
— Se siente bien, ¿ sí ?, es algo que me gusta, ¿ hay algún problema o ya estas satisfecha ? —
— Relaja te campeón, se ve que ambos disfrutan de su compañía, solo es cuestión de tiempo para que decidan quedarse juntos, si sigues sabiendo a que me refiero, jajaja —
— Ya calla te —
Siguió molestando me hasta que llegamos a casa, donde por fin cerró la boca y dejó de hacerme sentir acosado como una celebridad, durante esas vacaciones solo deseaba que fuera de noche para poder ver la luna, y fue ahí cuando entendí que la razón era cierta, quería estar con Midna, y ella llegaba a mi cuarto todas las noches, y hoy no sería la excepción, cuando llegó solo se acostó sobre mi a ver la luna conmigo.
Comúnmente me acostumbraría, pero no quería hacerlo, porque entonces lo que teníamos se quedaría a medias, y eso era algo que ninguno de los dos quería.
No perdí el tiempo y cuando se acostó comencé a besarla, ella me siguió, se puso sobre mi y me miró con una cara sonriente, se notaban sus intenciones.
Me levanté, la acaricié y ella me abrazó, dijo que prefería esto a hacerlo, ya que podrían escuchar, eso me dio nervios, lo admito, pero nada fuera de lo normal.
Cuando las vacaciones terminaron, Mari solo me miraba con una cara de desagrado, pero ya no me despreciaba, pero de saber que las cosas estaban por empeorar, hubiera mantenido una especie de relación estable, en sentido de compañerismo, entre ella y yo, ya que las cosas estaban por ponerse muy peligrosas.
Ese día, atacaron la escuela, unos soldados de Solaris llegaron traspasando las fronteras, decían que por mandato real, estaban autorizados a atacar toda institución sospechosa dentro de todas las comunidades sin excepción, al igual de tener ordenes de tirar a matar, al verlos con mi umbra me di cuenta de que mentían, estaba siendo enviados a destruir toda institución que no perteneciera o que no siguiera las ordenes de Solaris, y al tener a muchos de Konoha inscritos, daba pie de guerra entre los soldados y el reino.
Las gemelas, Mari y yo estábamos en medio de lo que sería un campo de batalla sin tener donde ocultarnos, si seguíamos ahí, iba a ser casi un hecho el que tendríamos que pelear por sobrevivir...