El Caballero del Viento

30. La Guerra Santa

Todo estaba marchando de manera rara; los entrenamientos de combate eran más realistas, elaboradas, complejas, se estaban trayendo algo entre manos el personal de la escuela, hasta que en el domo nos dijeron la razón.

—A todos los estudiantes de la escuela Rebellon, se les informa que Aldeon está en guerra, por lo que se nos a confinado la creación de equipos especiales en vela por el orden dentro de los muros de la escuela —

— Las siguientes medidas serán tomadas para evitar futuros enfrentamientos dentro de la escuela: se impone una orientación por región para tener un registro de sus lugares de origen, se impone también un toque de queda para evitar juntas sospechosas; todos los alumnos deben de tener una seña de ser de su región, los que tengan runas serán contados de manera automática; quienes tengan armas o conocimientos sobre armas serán sometidos a un examen de conducta para determinar la seguridad que dan a sus compañeros; de seguir así Aldeon, las imposiciones anteriores seguirán vigentes, hasta que te termine la guerra... —

Básicamente con esto nos estaban quitando la libertad de expresión, ya que literalmente todos poseían armas, hasta las gemelas, e incluso creo que pensaban en confiscar las, pero teniendo en cuenta que muchos podíamos llamar las de manera remota no lo hicieron.

Algo no estaba bien, ya que esos " equipos especiales " eran en realidad los acosadores de la escuela, los típicos matones de instituto; esto debido a que era difícil, a veces casi imposible, derribarlos en combate, pero teniendo en cuenta la clase de personas que eran, iban a aprovecharse de su poder, igual que el consejo clandestino, cuyas cabecillas se estaban pudriendo en la prisión, ahora teníamos los tres otro asunto, Mari había llegado a la escuela también, fue muy raro verla, no era la misma, y para mostrar su fuerza, como siempre, decidió que su examen fuera un combate contra alguien de la escuela, y literalmente me hicieron participar ya que no e peleado, dentro de la escuela, desde que llegué.

— ¿ Listo shinigami ?, llevo tiempo de no verte —

— Listo siempre, pero no creas que me agrada —

— Esto me trae recuerdos, ansiaba hacer esto —

Nos llevaron a la arena de la escuela, donde se hacía un campo de energía para evitar fisuras y daños a los estudiantes espectadores y la infraestructura, así que podíamos pelear con todo lo que tuviéramos ya que ese domo soportaba bastante, pero no sabía si mi poder fuera a hacer algo contra esa resistencia, ya que estuve meditando hasta despertar la habilidad sennin, y eso iba a ser un problema...

Mari entró como de costumbre, su traje parecía de caballero real, pero me di cuenta de una cosa, llevaba el sello de las valquirias, el cual era un escudo circular con una rama dorada en el centro, yo en cambio llevaba mi uniforme de caballero con mis nuevos brazaletes.

— ¡ En la primera esquina tenemos a la recién llegada valquiria, proveniente de la casa real de Solaris... Mari Shimada ! —

Todos aplaudieron.

— ¡ Y en la otra esquina, proveniente de Konoha, el misterioso caballero de las sombras y maestro de los elementos... Altaïr Canase !

Todos volvieron a aplaudir.

Las cosas se iban a poner rudas, ya que era el típico duelo entre luz y oscuridad; al ser la visitante, Mari empezaría primero, por lo que su primer movimiento fue un golpe directo que me atravesó, pues por ser un fantasma, siguió atacando pero sus golpes solo me atravesaban, así que aproveché y le lancé una patada a la cara, eso la alejó pero entonces cargo una estrella de luz un poco grande y me la lanzó como un rayo, el cual disperse con la mano.

— Veo que mejoras te —

— Hm... —

" Nunca subestimes a un oponente ", primera regla de combate, ella no lo comprendía, así que siguió atacando como si solo eso importara, descuidaba mucho su defensa, y eso era un riesgo en una batalla real, así que sin decir nada solo le di un golpe con los dedos en la frente, eso hizo que saliera volando hasta chocar una pared de cristal hecha por mi a propósito.