4. ¿ Ángel o demonio ?

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Desperté en la enfermería, tenía un parche en el ojo y unas vendas en mi espalda, al igual que mi brazo izquierdo, Luna estaba rellenando unos papeles, notó que había despertado, se quitó sus lentes, tomó una silla y se sentó al lado de mi camilla.

- Eres un imbécil - me dijo con frialdad.

- Di me algo que no sepa - reí sarcásticamente.

- ¿ Nunca se te pasó por la mente lo peligroso que puedes llegar a ser ? - preguntó preocupada.

- No te afecta en nada, podrías matarme cuando quisieras, de igual modo, nadie va a extrañar me - contesté.

- Escucha, dejaste que tu ira te dominara - me dijo peinándose - eso fue muy peligroso, pudiste matar a alguien.

- Ya lo sé - dije cansado - ¿ pero qué harías tu si toda tu vida a sido una mierda y a nadie parece importarle ?

- No puedes morir si eso es lo que quieres - contestó.

- ¿ Qué ? -

- Te lo mostraré - dijo sacando un cuchillo.

Luna me apuñaló 5 veces en donde se encontraba mi corazón, pero solo sentí el frío de la hoja y la hoja, no hubo sangrado, el cuchillo me atravesó, literalmente.

- ¿ Entiendes ahora a qué me refiero ? - preguntó Luna - eres un fantasma, no puedes morir porque técnicamente ya lo estas.

- ¿ Qué quieres decir con eso ? -

- Tu ya estas muerto - dijo Luna - por consiguiente no puedes morir, es como intentar romper algo que ya esta roto.

- ¿ Así qué estoy muerto ? - pregunté - ¿ y cómo es eso posible ?

Luna me explico que ahora que hice esa rabieta, entré a un estado de limbo, ahora no pertenezco al mundo de los vivos, porque estoy prácticamente muerto, pero eso no significaba que se me pudiera enviar al otro mundo, era como un alma en pena, eso me hacia un shinigami.

Pasé los últimos días del mes en la enfermería, los mareos eran constantes, y no paraba de escuchar la voz de esa mujer que me tranquilizaba hasta en los peores momentos, hacía que mantuviera mi cabeza fría, pero no entendía de donde podría venir, y más importante aún, de quien era, empezaba a asustarme cuando un día de marzo, pasado mi cumpleaños número 14, decidí enfrentar mi temor/comodidad e intentar entablar una conversación con esa misteriosa voz, lo intenté varias veces, pero ninguna daba resultado, la voz desaparecía siempre que intentaba decir una palabra, no podía hablarle.

« Me quedaré con las ganas, al parecer » pensé.

Nunca lograba interceptar la voz que siempre me tenía aterradora mente tranquilo, por lo que decidí desertar, aparecía siempre que me estresaba, pensaba en mi familia o no podía dormir, me empezaba a asustar de la manera en la me tranquilizaba, por lo que decidí romper el silencio y preguntarle a Luna.

- Altaïr - mencionó - ¿ qué tienes ? - preguntó.

- Quería preguntarte ¿ es normal escuchar una voz que te tranquilice de la nada ? - pregunté.

- Es posible, pero no muy común - respondió - es como si tu mente intentara buscar un escape de todo lo que a estado sucediendo.

« Eso explica el porqué no puedo hablarle »

- Y ¿ crees que se pueda tener una conversación con esa voz ? - pregunté.

- No es como hablar con un espíritu ancestral Altaïr - respondió Luna preocupada - no deberías estar escuchando esas cosas...

El Caballero del VientoWhere stories live. Discover now