8. Largo beso de buenas noches

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Luego de cenar ese día, Virgo me volvió a advertir que tuviera cuidado con Midna, sigo sin entender por qué, no le di importancia y junto a los demás me fui a dormir, eran las noches del solsticio de invierno, eso quería decir que las dos próximas noches serían las más largas del año, por alguna razón eso me hacia sentir más fuerte, pero no podía usar mi poder incrementado, era normal para mi.

Cuando me fui a dormir, no sentí el pasar del tiempo, no fue hasta que escuché que se abría una puerta, no le di mucha importancia ya que era el cuarto de las gemelas, al parecer se dirigía al baño, cualquiera que sea, estaba regresando a dormir cuando escuché que la puerta de mi cuarto se abría.

— ¿ Estas despierto ? — preguntó Midna.

— ¡ Eres tú ! — dije en voz baja — Midna, ¿ que haces aquí a esta hora ?

Era de noche, hacía frío, ella temblaba y no estaba abrigada, la invité a pasar para que no se congelara, una vez adentro, ella se acostó en mi cama, me acosté a su lado y estaba dispuesto a seguir durmiendo cuando ella se volteo a la ventana, sus ojos verdes me tenían hipnotizado pero no quise seguirla viendo de ese modo por lo que me fui a dormir.

Cuando sentí, la espalda de Midna estaba contra la mía, podía sentirlo ya que dormía sin camisa, me la quité ya que sentía mucho calor esa noche, mientras trataba de dormir sentía como Midna se movía, pareció un poco incómodo pero lo superé y logré dormir un poco, me levanté de repente de nuevo ya que tocaba entrenamiento antes de ir a la escuela, pero al darme cuenta, Midna me estaba abrazando, no quería despertarla, recordé entonces que Moonra me entrenó para usar mi umbra de modo en el cual pudiera hacerme fantasma, y funcionó, pero temía despertarla por el frío que emitía encontrando me en ese estado, pero no se despertó.

Tomé mi traje de entrenamiento y bajé al área norte del monasterio, seguía siendo de noche, no se veía mucho, pero podía ver tan claro como si fuera de día ya que soy una criatura nocturna, esperé a que Luna bajara, pasaron unos minutos y no lo hizo.

« Tal vez sigue dormida » pensé.

Tenía un reloj puesto, lo revisé y era exageradamente temprano, las 2:30 para ser exactos, nadie esta despierto a esa hora, así que dejé todo como estaba y regresé, sabía que nadie se despertaría tan temprano, pero esperaba que Midna ya se hubiese ido a su cuarto cuando regresara, pero no fue así, ella seguía dormida en mi cama, tuve que armarme de valor e intentar meterme de nuevo en las sabanas, volví a hacerme fantasma y entré de regreso a las sabanas, pero el frío que sale de mi cuerpo encontrando me en ese estado despierto a Midna, pero quería asegurarme, por lo que active mi umbra.

— Oye apaga ese ojo, me da miedo — dijo con algo de sueño.

— Sí lo apago no podré verte — contesté.

— ¿ Te gusta lo que vez ? — preguntó con cara pícara.

— No podría mentirte — contesté — y contestando tu pregunta, sí, sí me gusta lo que veo...

— ¿ Y no quisieras ver más ? — preguntó aún más pícara — podrías ver por debajo de las sábanas ahora mismo.

— ¿ Qué tienes en mente ? — pregunté.

Ella no me contestó, sólo hizo una mirada pícara, sonrió y luego me hizo acostarme de nuevo, Midna empezó a abrazarme, me di cuenta que ella no tenía su blusa puesta, podía sentir su cuerpo bastante bien.

Eran las 3:00 y ambos estábamos bastante despiertos, se podía sentir la tensión en todo el ambiente, algo me impulsaba a querer besar a Midna, pero me contenía, no sabía si ella quería lo mismo, yo no poseía esa habilidad de saber que sienten las otras personas qué Midna sí poseía, eso fue lo que me delató.

— Altaïr — dijo levantándose — sé lo que quieres hacer...

— Sé que ya lo sabes — contesté — sólo quiero saber si tu también...

— Creí que jamás lo pedirías — contestó.

Me levanté de nuevo sentándome en la cama, ella se sentó en mis piernas apoyándose en sus rodillas, estando una vez frente a frente le pedí que cerrara sus ojos, eran tan hermosos sus ojos que odie por un momento pedirle que lo hiciera y poco a poco nos fuimos acercando hasta que nuestros labios se rosaron, luego nos separamos al instante.

— Que tibio — dijo Midna decepcionada.

En ese momento la tomé del cuello y la besé de nuevo, esta vez fue profundo y largo, nuestras lenguas se rosaron también, ella empezó a subir sus brazos hasta que me abrazó por el cuello mientras yo la abrazaba por la cintura, luego nos separamos por la falta de aire.

— ¿ Mejor ? — pregunté.

— Demasiado — contestó

— Espero que no vuelvas a pedirme esto — repliqué — creo que ya sabes por qué.

— Sí, pero eso no quiere decir que no me tendrás aquí mañana en la noche — contestó.

Volvimos a dormir, por alguna razón estábamos cansados, pero no hicimos nada fuera de lo normal.

Al sonar la alarma ya se notaba un poco la claridad del sol, por lo que le dije a Midna que regresara a su habitación antes de que Luna y Virgo notaran su estadía conmigo, noté que se quedo abrazando me pero sentía algo suave sobre mi pecho, pensé que era una almohada, pero cuando me di cuenta, Midna no tenía puesta su blusa, ni una camiseta al menos, estaba semi desnuda en mi cuarto, sólo con unos shorts de pijama puestos.

— ¡¿ Pero qué mierda estas haciendo así en mi cuarto ?! — pregunté sorprendido — di me por favor que no estuviste así anoche.

— Paso así todas las noches — contestó riéndose — ¿ no lo notaste ?

— Sí lo noté, pero creí que era mi imaginación — conteste — de igual manera, pon te algo antes de salir... Admito que eres atracariva por cierto —

— ¿ Te sigue gustando lo que ves ? — preguntó de regreso.

— Tu sabes que sí — le dije levantando me — antes de que te vallas, ¿ quieres repetir lo de anoche ?

— Eso ya lo sabes — contestó.

En ese momento caminé hasta estar frente a ella y comencé a abrazarla, ello volvió a llevar sus brazos hasta mi cuello y volvimos a besarnos.

Nunca iba a olvidar esa noche, pero todavía faltaba otra noche de solsticio, pero no me importaba eso, el día siguió normal, las mismas clases, las mismas horas de descanso, pero lo único que quería era que fuera de noche de nuevo, quería ver las estrellas junto a Midna otra vez...

El Caballero del VientoWhere stories live. Discover now