El Caballero del Viento

By AlexanderHernande113

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Altaïr es es un chico que a tenido que pasar por tragedias impensables sin saber cual es su tarea, ahora debe... More

Prólogo
1. Una pequeña historia
2. Un mal día
3. Solo en el mundo
4. ¿ Ángel o demonio ?
5. Decisión
6. Entrenamiento
7. Camino
8. Largo beso de buenas noches
9. La lluvia de estrellas
10. Alma
11. Confrontación
12. Por recordar
13. El salón de las espadas.
14. Del suelo al cielo
15. Entre valles y fantasmas
17. Lección de honor
18. Al llegar la tormenta
19. Un viejo amigo
20. Llegada
21. Prisión
22. Juego de sombras
23. Jaque mate
24. La amenaza
25. Guerra
26. El jinete de las sombras
27. Una promesa
28. En busca del poder
29. En el templo del tiempo
30. La Guerra Santa
31. El arte sennin
32. La llegada a Solaris
33. El torneo comienza
34. En busca de la verdad
35. Sentimientos encontrados
36. Cuando las estrellas caen

16. De viaje entre regiones

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By AlexanderHernande113

Cuando terminé de despertar, lo primero que hice fue acariciar a Midna, quien despertó y se lanzó sobre mí, cosa que me dolió un poco.

— ¡ Hay no, lo siento !, lo olvidé, jejeje —

— Jajaja, nunca has podido tener cuidado con cosas delicadas, ¿ Cuanto tiempo dormí ? —

— Has estado inconsciente durante 3 días... —

— ¿ 3 días ? —

— Sí, afortunadamente fue el fin de semana, no descuidas te las clases —

— Qué bueno, pero ¿ por qué tantas maletas ? —

— Despiertas justo a tiempo bebé, jajaja, nos vamos de viaje —

— ¿ Y a donde ? —

— A Tahun, vamos a visitar los puertos y bahías de Aldeon —

— Esta bien, ¿ y cuanto tiempo ? —

— Una semana, son vacaciones —

— Esta bien, ¿ Qué pasó durante estos 3 días ? — 

— Tu ojo sangró mucho, pero lograste regenerar tu piel, no sabemos si tu ojo esta sano, pero estarás bien, tu runa no paró de brillar durante estos días ahora posees dos triángulos más, y tus runas parecen de Twili —

— Altaïr, ya despertas te — 

Era Luna, estaba entrando al cuarto para limpiarme la herida.

— ¿ Como te sientes ? —

— Me e sentido peor, jajaja —

— No lo niego, jajaja, ¿ ya le contaste Midna ? —

— Sí m'a, ya empaque sus cosas —

Luna miró a Midna muy sería, hasta que cambió su cara a una sonrisa pícara, al parecer tenía algo en mente.

— Bien, y ya que no podría evitar sus muy, muy sospechosas travesuras, ustedes van a dormir juntos en el hotel, pero estaremos en el mismo cuarto, así si pasa algo, sabremos donde encontrarlos — 

Esta bien, lo admito, esa no era una propuesta muy buena para mi salud mental, creo que esa noche no iba a dormir, pero no me molestaba tanto, pero cuando me levanté y comí algo, me dijeron que el viaje sería largo, pero que no habría problema, ya que eso estaba resuelto.

— Y ¿ como es que está resuelto ? — 

— Tú no iras en el auto —

— ¿ No ?, ¿ y por qué no ? —

— Tienes alas, usa las —

— Ya viste lo que pasó las última vez, no quiero volver a ese lugar... —

— ¿ Qué lugar ? —

— Ninguno, no importa... —

— ¿ Visitaste algún lugar estando inconsciente ? —

— No me lo creerías si te lo dijera — 

— Si tu dices — 

— Pero si la idea es aprender a controlar esto, pues supongo que esta bien —

— No creo que tengas problemas, Virgo irá contigo también —

— ¿ Es en serio ? —

— Disfruta lo —

Midna y Luna se subieron al auto y se fueron, mientras Virgo me miraba con una cara que decía « Veamos cuanto sobrevives ».

No me quise quedar y solo estire mis alas y me fui siguiendo a Midna y a Luna, cuando me di cuenta, Virgo me estaba siguiendo, se acercaba rápido y se notaba que no venía con buenas intenciones.

— Veamos qué tan bueno eres para esto —

Comenzó a dispara rayos de luz con el objetivo de derribar me, no íbamos rápido, pero si seguía a esa velocidad no iba a seguir en el aire mucho tiempo, así que comencé a acelerar, Virgo me seguía, sus movimientos eran impredecibles, al menos sin mi umbra, así que solo lo abrí y comenzó la verdadera diversión, poseía control sobre otros elementos pero no había entrenado lo suficiente para controlarlos, así que solo ataqué con las sombras, era muy difícil apuntarle a un blanco en movimiento, pero debía tener una respuesta al ataque, solo se me ocurrió una cosa, usar las estrellas de mis alas, era una idea estúpida teniendo en cuenta lo que pasó la ultima vez, pero situaciones desesperadas siempre requerirán medidas desesperadas, no tenía opción.

— Eres malo para esto hermanito —

— Solo observa —

Me teletransporte antes de que uno de sus rayos me golpeara.

— Cambiamos de papeles —

Las alas empezaron a doler me de nuevo, volviendo a soltar ese humo dorado, Virgo intentó defenderse usando una especie de sol pequeño.

— Toma esto —
« Explosión nova »

Lanzó esa cosa hacia mi como si de una pelota se tratara, solo la esquivé arqueando mis alas hacia abajo y cuando las extendi de nuevo, lo hice con una fuerza que lanzó las estrellas hacia Virgo, sabia que ella era mala con ataques múltiples.

— ¿ Flechas Artemis ?, ¡ Imposible ! —

Las estrellas dieron en el blanco, pero la cosa no paró ahí, un aura oscura salía de Virgo, los ojos le cambiaron a azules, se comenzó a poner molesta y decidí sujetar la, pero estaba cayendo, arriesgarme a un vuelo en picada era lo único disponible, el como logré llegar a ella no fue sencillo, no paraba de atacar, la sometí usando las cadenas del destino, al revisarla vi que tenía un sello de posesión, alguien la estaba controlando como si fuera una marioneta, con algo de tiempo logré dar con el nombre del sello, era el sello « lumme » de posesión, era sumamente raro verlo, pero era fácil de remover, el único problema era que se debía usar fuego para removerlo, y teniendo en cuenta que era Virgo quien lo tenía no lo hacía trabajo fácil, pero había que intentar.

Usé una técnica de Pyrus, un removedor de impurezas conocido como fuego azúl, comenzó a gritar como una bestia cuando le puse los dedos encima, se notaba que le dolía.

No fue hasta que la llama cubrió su cuerpo entero que dejó de gritar como si la estuvieran asesinando, y ya que seguíamos en el aire, solo la tomé, la abracé y abrí mis alas, el impacto del aire sobre ellas me dolió, pero de mantener a mi hermana a salvo, valía la pena el dolor, despertó estando en el aire, llevábamos media hora de vuelo después de eso, al ver como estaba siendo abrazada, me empujó haciendo que la soltara, como ella también podía volar no me preocupé tanto, a decir verdad, me dio algo de risa.

— ¡¿ Qué carajo crees que haces ?! —

— Salvar tu vida, oxigenada mal agradecida —

— ¡ No me vengas con eso !, ¡ Ya eres de Midna, no tendrías que estar tocando me ! —

— ¿ No recuerdas nada ? —

— Recuerdo que estábamos peleando, luego lanzas te esas estrellas, y luego no recuerdo nada —

— Tenías un sello « lumme » en el cuello, ya te lo quité —

— ¿ Me estaban controlando ? —

— Igual que a una marioneta —

— Debemos decirle a mamá —

— ¡ No !, si ella se entera, no podríamos tener vacaciones, y quien sea que sea la próxima víctima la tomarían estando en casa, es mucho riesgo —

— Tienes razón, pero debemos de mantener los ojos abiertos entonces —

— En eso estoy de acuerdo —

Pasamos sobre Tesara, las montañas de Onua y los volcanes extenuantes de Pyrus hasta llegar a Tahun, debido a que estaba detrás, Virgo no notó mi sorpresa al ver los fantasmas de las personas que murieron dentro de la provincia de Tahun, pero no pensé en eso, así los fantasmas desaparecieron, al llegar nos dimos cuenta que Luna y Midna ya habían llegado al hotel donde nos quedaríamos, sería algo normal si no tuviéramos que haber llegado volando, pero era un reto a ver quien ganaba, obviamente ganó Virgo.

Al llegar a las piscinas me dio pena salir del vestidor, no por mi runa, si no por las varias cicatrices que tiene mi cuerpo, no había forma de disimularlas, al darse cuenta que tardaba demasiado, Midna fue a buscarme y me vio en una posición muy penosa, revisando me hasta donde tenía cicatrices y buscando alguna forma de como cubrirlas.

— Te ves ridículo haciendo eso —

— Para ti es fácil decirlo, no tienes todo tu cuerpo con cicatrices —

— Tal vez no — dijo recostando se — pero tengo algo que te gusta sentir —

— Eres la única que me a visto así, además de Luna —

— Pero m'a no te ve las cicatrices, yo sí, y no me importa que las tengas, que no te avergüencen, sabes que te quiero así... —

— Suelta me — dije quitando sus brazos — si me vas a abrazar, que sea así. —

La tomé de la cintura y la besé, ella me siguió, luego se alejó.

— Nos están esperando —

Salimos y sentía que todos me miraban por las cicatrices, de saber que no me equivocaba abría visto que Mari estaba ahí, después de pasar un año sin su estremecedora presencia, creí que no la vería de nuevo, pero no fue así, ella me siguió a un corredor al cual fui con la excusa de querer ir al baño.

— Si pudieras mantener tu distancia como se debe, serías una buena acosadora —

— Veo que te va bien, tuerto, esas cicatrices, ¿ te las hiciste cuando caíste de las escaleras ?, jajaja —

— Estas cicatrices significan lo que tu nunca serás —

— ¿ Y qué sería eso que jamás seré ? —

— Un soldado, jamás has sabido lo que es soportar, más aún cuando tu mundo está al borde de la guerra y no puedes hacer nada para evitarlo — 

— Es... Eso no es cierto —

— Y la peor parte es que sabes que es tu pueblo quien lo está provocando, y de no seguir, seras indigna para ellos, además, ya sé lo de tu padre —

— ¿ Tú que sabes ?, no sabes nada de él —

— Al contrario, no sé todo, pero sí sé la razón por la que se fue y jamás volvió —

— Si lo sabes, di lo —

— Tu padre era un soldado de Micenas, murió en combate hace 17 años, casualmente la edad que tenemos ambos —

— ¿ Y tú como sabes eso ?, ni siquiera sabes su nombre —

— Se llamaba Elrick, y era el comandante del ejército, esta era su medalla —

Le lancé una medalla del ejercito de Micenas, esta tenía su nombre.

— Era el mejor del escuadrón... Lo enviaron a Onua a investigar situaciones extrañas del enemigo en ese lugar, ¡ fue asesinado por tu gente ! —

— Konoha nunca fue el enemigo, Solaris nos hizo ver como los malos, ambos sabemos que fue TU gente la que inició todo esto — dije levantando e iluminando mi runa — y ahora yo debo terminarlo —

— Un fragmento no te va a bastar, debes tener los otros dos —

— Si tanto sabes, di me donde los encuentro y así acabamos con esto —

— Tendrás que enfrentarme para eso —

Ella también tenia una espada, la cual materializó, no sé si por la ira o por el gusto de pelear, pero algo era seguro, alguien iba a terminar muy mal...

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