- ¡Claude! -dije corriendo hacia él.
- ¿¡Eh!?, ¡Espera Cami!, ¿Dónde vas? -dijo Guido alzando la voz mientras corría detrás mío.
- ¡Ví a Claude por aquí!, ¡Estoy segura que era el! -dije mientras continuaba corriendo- ¡Claude!, ¡Claude! -seguía llamándolo.
El se detuvo un momento. Nuestras miradas se cruzaron, el estaba llorando... pero entonces continuó su camino.
- ¡Camille si era el se habría detenido al verte!, Vamos a casa que si llegamos tarde tu padre se preocupará y ya no dejará que vengas con nosotros -dijo Guido tomando mi muñeca.
- ¡Pero era Claude!, ¡Sé que era el!, El estaba llorando... ¡Claude estaba llorando! -dije mirando hacia lugar donde segundos antes nuestras miradas se habían encontrado.
- Camille... Sé que extrañas a Claude, es tu amigo, y las últimas dos semanas no ha aparecido a clases pero, si era él quien estaba allí, se hubiera detenido sin dudas a hablarte, lo conoces, sabes cómo es el -me dijo Guido mirándome.
Es verdad... Claude se hubiera quedado feliz al verme y se detendría a hablarme. Pero... ¿Cómo puede existir alguien tan parecido a Claude?.
- Además, Claude usa anteojos, ¿No? -me dijo Guido.
- Hm... Si... -le dije aún algo preocupada.
- ¡Hey ustedes!, Me dejaron hablando sola mientras caminaba... -dijo Alessandra acercándose a nosotros.
- Ah, lo sentimos Ale, es que tuve que salir corriendo por esta niña -dijo Guido poniendo su mano sobre mi cabeza.
- No soy un posa brazos -dije mirándolo mal.
- Bueno, ahora sí -me dijo guiñándome.
- Guido, Guido, Escuchaste sobre Ray -dijo Alessandra- Awwww es tan guapo, me lo comería entero -dijo llevando sus manos sobre sus mejillas y sonriendo tiernamente.
Ya sabía que era extraña, pero no, que estuviera tan loca.
¿¡Ahora quiere cometer actos de canibalismo!?.
- ¿Y quién demonios es Ray? -dijo Guido pensativo.
- Oh, el chico pelinegro de la cicatriz, el sexy ese que vimos pasear cerca de la dirección la vez pasada, si está en el colegio... ¡Es algún mafioso o narco!, O lo que sea -dijo balanceando contenta su cabeza mientras sonreía tiernamente.
- Aaah ese chico... ¿Y que tiene por qué tanta emoción por el? -dijo Guido mirándola acusadoramente.
- Es que su cicatriz es taaaaaaan preciosa, ay Dios, ¿En qué pelea de habrá metido para tenerla?, Ufff es todo un chico malote -dijo suspirando- Además, es Ray Rizzo, no es cualquier chico de la cicatriz -dijo mirando a Guido.
- Aham... -dijo Guido desviando la mirada y metiendo sus manos en los bolsillos.
¿Guido está molesto?, ¿Por qué estaría molesto?.
Hm.... ¿Quizá el tal Ray es alguien malvado y justo Alessandra se fijó en el?.
- Ah, pero no es mi tipo, mi tipo es alguien como... ¡Badra! -dijo sonriendo ampliamente- Creo que ese chico y yo nos llevaremos muy bien... Ajaja -dijo con una extraña sonrisa.
- Te matará -le dije inmediatamente- Badra mata a todos aquellos que no le interesan, además, no creo que seas de su tipo -le dije.
Badra y Alessandra... No, no, no. Se que están igual de locos, pero no, Badra no se fijará en ella.
- Lo peligroso es más excitante Camille -dijo sonriendo- Las cinco veces que le he visto me ha cautivado con sus dulces comentarios que son como miel para mí, ah, y además le atrae la sangre, solo necesito una gotita para traerlo hacia mí, es el chico perfecto para mi, además, le encanta las cosas deliciosamente sexys como a mí -dijo juntando ambas de sus manos tiernamente.
- Ejem.... Ehm... Chicas -dijo Guido interrumpiendo justo cuando iba a hablar- Ya llegamos, se quedarán ahí discutiendo sobre ¿quién sabe que pobre hombre que esté en la mira de ustedes? -dijo Guido al pedir que abrieran los portones.
Entonces cruzamos los portones y nos dirigimos hacia casa. Del portón hasta llegar a casa, era otro camino un poco largo. Pero no importa, es el patio de casa después de todo.
Badra nunca se fijará en ella, estoy segura.
Bueno, cla-claro que tanto Nathan como el pueden fijarse en quien quieran, no es que sean de mi propiedad ni nada del estilo, tal ves un día se casarán igual que Baron.
Por cierto... ¿No venía hoy su prometida a conocerme?. Debo prepararme cuanto an...
- ¡Ca-mi-lle! -dijo Badra acercándose a mí velozmente, me tomó de las mejillas y me obligó a mirarlo- Siempre tan bonita eh, es una pena que no estés con ese dulce aroma de aquel día -dijo mirándome con gestos muy extraños y manteniendo bien abierto sus ojos- Pero no te preocupes, recuerdo bien ese olor -dijo agarrándome de la cintura y apegándome a él- ¿Qué sabor tendrá tu boca? -dijo mirándome asombrado a los labios.
Mi corazón empezó a latir. Badra es extraño... Definitivamente hará buena pareja con Alessandra.
- ¡Suéltame! -dije algo sonrojada empujándolo en vano.
- ¿QUÉ no escuchas?, Ella dijo que la sueltes -dijo Guido agarrando la muñeca de Badra y apartándola de mi cintura.
Yo me alejé de inmediato.
Badra observo molesto a Guido.
- ¿No crees que eres algo atrevido para tener esa valentía de ponerme frente? -dijo Badra lamiendo su labio inferior- ¿Tan ansioso estás de ver tu propia sangre? -dijo agarrando la mano de Guido y apártandola de su muñeca.
Guido se soltó de su agarre.
Ambos se miraban fulminantes.
- ¡Aaaaah!, ¡Badraaaaaaa estás igual de guapo hoy! -dijo Alessandra saltando hacia Badra, derrumbándolo en el suelo y sentándose sobre él- Lo sabía, tus ojos solo brillan cuando miras a Camille -dijo teniendo el rostro bien cerca al de Badra y mirándose fijamente con él.
- Sal de arriba mío maldita loca -dijo Badra mirándola serio.
- ¿A quién llamas loca?, oh, Azul... Quiero ojos azules también -dijo poniendo sus manos sobre el pecho de Badra y observandoo sus ojos.
Badra la empujó a un costado y se levantó.
- Estás tan loca que no me dan ganas de matarte -dijo Badra con un aburrido gesto levantándose, luego me miró y sonrió de medio lado- Que pena, mi buen humor se acaba de ir, nos vemos -dicho esto salió corriendo hacia quien sabe dónde.
- Ouch... Nuevamente se fue -dijo Alessandra suspirando- ¡Yo quería un besito! -dijo levantándose del suelo.
- ¡Ale!, Tienes falda, ten cuidado al levantarte -le advirtió Guido.
- UPS, ¿Te gusto lo que viste Guido? -dijo divertida Alessandra.
- Me dará pesadillas esta noche -dijo Guido abrazándose a sí mismo.
Bueno, como sea, ya quiero llegar a casa y sacarme el uniforme.
Al menos se que Badra se contiene o al menos se abstiene de matar a los que me rodean.
También... No entiendo porque ese chico de hoy se parecía tanto a Claude. Mejor dicho... Estoy segura que era el...
Qué extraño, hoy ha sido un extraño día.