Miré a Mauro y éste miró a Dylan.
—Si chancho. — volví a mirarlo.
—Al fin amigoooo. — soltó mi hijo.
—¿Amigo?. — preguntó con cierta sorpresa.
—Es una forma de decir pa, vos a mamá siempre le decís amiga y es tu novia. —
—¿QUE DECÍS? Yo no soy su novia. — pregunté riendo.
—Si, por que siempre se dan besos, que asco. — rodó los ojos, Mauro y yo reímos.
—Vos también te das besos con Martina (sobrina de rocio @flequiturra). — confesó Monzón.
—¿QUÉ?. — me ahogue con la gaseosa.
—Callate papá. — noté como las mejillas de mi hijo se tornaron rojizas.
—Vos te llegas a dar besos con Martina y yo te encierro en un pozo negro y no te doy comida, Dylan. — acoté frunciendo el ceño.
—¡AY ZOE!. — dijo Mauro divertido.
—Asi que ya sabes mi vida, nada de besos con Martina ni con ninguna otra nena, solo con mamá ¿entendiste amor?. — dije acariciando su cara.
—Uy si mamá, siempre me decís lo mismo. — bufó.
—Pero parece que no te quedó claro. — acotó Mauro, lo fulminé con la mirada.
—UY PAPÁAAAA. — puso su dedito en su boca en señal de que haga silencio.
Terminamos de comer y nos fuimos a casa, Dylan se había dormido en el auto, rarísimo.
—Tengo hambre. — dije sentándome al lado de Mauro.
—Amor hace veinte minutos terminamos de comer. —
—¿Y? ¿no puedo tener hambre?. — me crucé de brazos.
—Si pero ya es de noche, no podes comer tanto. —
—Ahhh, me querés decir que estoy gorda, ¿es éso?. — me levanté del sillón.
—Noooo, mi vida. —rió levantándose. — Estás hermosa así y si tuvieses 80 kilos más, también estarías hermosa. — puso sus manos en mi cuello.
—Ayyy que lindo que sos. — hice que se acerque más a mi cuerpo.
—Que cambios de humor, ¿te vino?. — rió.
—¿QUÉ TIENE QUE VER ESO?. — me separé de él. — Ves que sos un tarado Mauro Litculo Monzón cabeza de vergaaaaa. — me fuí del living y escuché su risa desde lejos.
~
—Mamá, despertate. Me voy con mi padrino. — sentí como Dylan saltaba encima mío.
—¿Ya estás listo?. — pregunté abriendo mis ojos.
—Si, el pa me vistió. Me voy, chau te amo. — me dio un beso en la frente y se quiso bajar de la cama, pero lo impedí.
—Escuchame una cosa enano, Ignacio me llega a decir que le diste otro beso a Martina y te encierro en el pozo, ¿entendiste?. —
—Si mamá. —
—¿De quién sos vos?. —
—Tuyo mamá. — bufó.
—¿Y a quién no le tenes que dar ningún beso?. —
—A Martina y a ninguna otra nena. — rodó los ojos.
—Muy bien mi bebé, ahora si. Anda y pasala lindo con tu padrino. —
El sonrió, se bajó de la cama y cuando estaba por abrir la puerta volví a hablar.
—¡DYLAN!. — él se dió vuelta. — Te ama la mami. — rió.
—Te ama el bebé. — sonrió y se fue.
No puedo estar tan enamorada así de mi hijo.
~
—Cómo le vas a decir que lo vas a encerrar en un pozo, estás mal de la cabeza loca. —Mauro rió.
—¿Y por que escuchas conversaciones que no tenes que escuchar?. —
—Escuché de casualidad. — soltó.
—Cállate, sos peor que una vieja chusma, te conozco cómo si tu hubiese parido. — reí.
—Ojala me hubieses parido vos por esa... — lo interrumpí.
—Sos un desubicado nene. — reímos.
—Eu eu eu, ¿que pasó? ¿estás bien?. — Mauro me agarró de los brazos.
—Si, no es nada. — intenté sonreír.
—Zoe, te mareaste la puta madre,¿cómo que no es nada?. —
—Debe ser por que no comí todavía, anda a cocinarme. —
—¿Salchicha con huevos? . —
—Si dale, cualquier cosa. — solté.
—Bueno vení. — agarró mi cabeza e hizo el amague de llevarla a su pija.
—Daaaale pajero. — dije divertida, ambos reimos.
Mauro fue a "cocinar" y yo me quedé acostada.
Me levanté corriendo cuando sentí el vomito en mi garganta.
Que asco que asco que asco que asco.
—Zoe ¿todo bien?. — sentí que Mauro quiso abrir la puerta del baño.
—¡NO ENTRES!. — grité.
—¿estás bien?. — preguntó.
—Si amor, estoy meando, ya salgo.
— intenté sonar normal.
—Me asustaste pelotuda. — rió y sentí sus pasos alejarse.
Mi pelo se enchastró todo con vomito, estoy llorando del asco.
Me saqué la ropa, abrí la ducha y me entré a bañar para que se me pase un poco.
❌❌❌
Para vos abortade, que te encontré en mi wpp de casualidad jajaja💖