No encuentro las ganas de alzar al vuelo y dejar atrás todo únicamente por sentir algo de vértigo contigo.
No encuentro las ganas de besarte en el cuello, ni arrimarme a tu hombro, ni de recostarme en tus brazos.
No encuentro las ganas, por más que insista, de besarte los labios hasta que nos quedemos sin ellos y sólo sintamos la adrenalina.
No encuentro las ganas de recogerte en coche, ni llamar a un taxi, de dejar a mis amigas plantadas, ni revolverme en tus sábanas.
No encuentro las ganas de escribir sobre amor, sobre paseos de madrugada o borracheras de echarte de menos.
No encuentro las ganas de amarte, cariño, y no entiendo por qué.
Supongo que con los anteriores me habré quedado seca.
Supongo que ya no tendré nada más que ofrecer aparte de un corazón extrañado y vacío.
Ya no amo, perdóname. No soy capaz.
No encuentro las ganas.