Tormentas y demás pensamientos de madrugada.

cuarenta y siete.

Cuando me prestas un mechero, nuestras manos se encuentran y mi alma pide auxilio a tus labios.

Cuando me guiñas un ojo y de los decibelios que tiene mi grito interior, me quedo sorda.

Cuando estás cerca mío y no respiro hasta que te vas.

Cuando me sonrojo cuando me miras.

Cuando me enfado contigo y planeo tu muerte, tu funeral y mi suicidio porque no me contestas pero al final sonrío porque ya me has respondido.

Cuando echarte de menos sin tener un vínculo real en el que tú me abrazas al volver a casa ya se ha hecho costumbre.

Cuando tus labios son lo primero en lo que pienso cuando me hablan de besos.

Cuando tú eres lo único cierto estando rodeada de mentiras.

Cuando te quiero conmigo y no me cansas.

Cuando tengo miedo de lo que va a pasar pero estoy segura de que sea contigo.

Cuando no quiero que estés cerca mío,
pero no te vayas nunca.

Ahí es cuando me doy cuenta de que estoy jodida,

jodida en serio.