Tormentas y demás pensamientos de madrugada.

cinco.

Deseo tan apasionadamente tu presencia que te busco en todas partes.
Equivoco tus suspiros con bostezos de otros.
Me pregunto dónde estás.
Qué estarás haciendo ahora, o si estarás pensando en mí.
Cuando tenga la suficiente confianza te preguntaré si tú también me amabas antes de conocerme, porque yo a ti sí.
Imagino que estás en alguna parte y me abrazas desde lejos, como rogando que no me olvide de que existes.
Y te espero.
Llevo esperándote todo este tiempo.
Pasando por altos y bajos, viéndote en caricias que no decían 'te amo', y buscando tus ojos al fondo de botellas de vodka que acababan hechas añicos al no encontrarlos.
Y te espero.
Y rezo porque tú a mí también me esperes.