Ha pasado una semana desde que hice mi descubrimiento sobre que Katherinne y Matteo están involucrados en el atentado hacia Ianto. Ahora solo me hace falta averiguar el por qué la chica actúo de esta forma.
Descarto que sea por vengar a Emilia, ya que nunca las vi tan cercanas. La niña solo pasaba más tiempo con su hermana cuando Ianto estaba cerca de Emilia, por lo que recuerdo.
Mientras pienso en esta situación como voy en camino a la casa de mi preciado amigo, de repente suena mi celular lo que hace que me detenga por unos momentos para ver de quién es la llamada entrante. Al ver que era el mayor de la familia Conti, decido entrar a una cafetería que está cerca por donde caminaba para darme el tiempo de contestar la llamada.
Al entrar en el lugar y sentarme cerca de una de las mesas, finalmente le contesto.
—Giorgio, voy en camino, pero entre a un café para contestar. Dime.
—Bien, presta atención que esto es importante. Mientras Matteo no estaba en casa me puse averiguar en su laptop diversos correos que mantiene con una tal "Bell" En el ultimo correo esta le decía algo como "Necesito verte en el Conservatorio, las cosas han marchado mal y no puedo más" Ella le pidió juntarse en una sala de ese lugar, a las 22:00 hrs. del día de hoy.
Ante tal información no puedo evitar que mis ojos se ensanchen como mis manos comiencen a temblar. Si Matteo realizaba lo que "Bell" le pedía era seguro que encontraría a Katherinne y Matteo en una conversación donde realizarían su próximo movimiento. No podía permitir que esto ocurriera y debía presenciar a ambos con las manos en la masa, pero antes tenía que realizar diversas averiguaciones e investigar si realmente "Bell" es el alías que ocupa Katherinne para comunicarse con Matteo. Era algo que debía hacer con mucho cuidado y además era algo que no debía hacer solo...
—Gracias por la información Giorgio, por cierto, haré cambios de planes dile a Ianto que me espere afuera de la mansión Conti porque iremos a pasear.
—¿Eh? ¿Qué sucede?
—Nada importante, solo deseo salir que estar encerrado en la mansión —Me levanto y camino hacia la salida- Dile que me espere afuera, nos vemos.
Finalmente corto la llamada y tratando de mantenerme tranquilo comienzo a pensar en los procedimientos que haré para que yo y Ianto lleguemos al lugar donde se encontrará Matteo con Bell, sin ser descubiertos.
Los minutos pasaron y luego de un trayecto lleno de diversas planificaciones de las acciones que haría de ahora en adelante, de repente me encontré en una de las paredes de la mansión Conti, precisamente con él que ha salido perjudicado con esta confabulación.
—Pensé que hoy jugaríamos ajedrez. Mira que me da paja salir desde que he llevado días en cama, jajajaja.
Al escuchar a Ianto lo miro con una tenue sonrisa, ya que me esperaba un comentario así de su parte.
—Vamos hombre, que caminar un poco no le hace mal a nadie. Haz estado mucho tiempo encerrado en tu habitación, apuesto que ni con el violín has practicado.
—No, nooo, emmm ¿no? Jajajajaja ¿para qué te voy a mentir? Solo he estado planeando en como poder matar a Elliot en el momento más oportuno~
—Mmmm, bueno me gusta que trabajes la mente, por lo menos —Miro a mis alrededores, luego a él —Por cierto necesito que vayamos a la casa de tu profesor, quiero conversar con Analette.
En ese momento noto que el rostro de Ianto se coloca serio y me mira directamente a los ojos.
—¿Estas metiendo tus narices donde no debes? Conozco ese aire de detective que es característico de ti, Khalil —Noto como introduce sus manos en los bolsillos de su chaqueta.
—Algo así...pero no es para saciar mis "dones de detective" es algo para ayudarte.
—...Esta bien, vamos...solo espero que no hagas nada idiota —Comienza a caminar en dirección a la casa de Analette.
—Sabes que pienso las cosas antes de hacerlas, no soy como tú de impulsivo.
Al decir esto, empiezo mi marcha siguiendo a mi querido amigo. En mi mente, sospechaba que una situación pasaba por los pensamientos de Ianto relacionado a este tema en específico.
En lo más profundo de mi corazón solo esperaba poder ayudarlo y que todo se aclarará de una vez.
Luego de caminar otros minutos más y después de que Ianto diera su autógrafo al taxista, este nos llevo gratis hasta la mansión de Dimitrie y Analette la cual se destacaba ante todas las mansiones que se encontraban en ese peculiar barrio.
Al bajar, Ianto se dirigió inmediatamente al timbre, hablo con los encargados de la mansión y finalmente la puerta comenzó a abrirse.
—Bien saciemos tu curiosidad de una vez por todas —Me mira—quiero que seas directo, no me gusta venir aquí.
—Mmmm ¿y eso por qué? Acaso...—Lo miro suspicaz—¿tienes algún problema con la nueva huésped?
—¿Con Katherinne?—Me esboza una amplia sonrisa—lo que haga o no haga me importa una mierda, sinceramente.
Solo me quedo en silencio contemplando a mi amigo mientras avanzaba por el amplio jardín de ensueño de la mansión. Algo me decía que él me ocultaba algo.
—Tú silencio me perturba ¿Sabes? Me pone de mal humor que juegues al detective conmigo.
Me encojo de hombros y le digo.
—Mala suerte por ti, me conociste así.
Camino sonriendo detrás de él y me mantengo expectante en los alrededores por si hay señales de la mujer.
Finalmente ambos escuchamos la voz de la señora "mística".
—Oh, Ianto es bueno verte por aquí.
Ambos dirigimos la mirada hacia ella y escucho la voz de mi amigo.
—Profesora Analette, se ve tan bella como la primavera.
—Que halagador eres, tan parecido a mi marido Dimitrie —Me mira—No pensé que volvería a verlo joven Khalil.
Al escuchar que se refiere a mí, saludo con mi mano mientras le sonrío.
—No me gustaría que mi amigo andará solo por la calle después del atentado que sufrió, así que es mejor que este acompañado.
—¿Ah?
Siento que Ianto me susurra pero no le tomo importancia.
—Entiendo. Con amigos como usted creo que Ianto se gano el cielo —Nos mira a ambos—En este momento estaba tomando el té junto a mi hija Jofiel ¿les gustaría acompañarnos?
—Emm n...
—¡Nos encantaría!
Exclamo ante la invitación de la señora. A pesar que sentía la mirada penetrante de Ianto diciéndome "¿Por qué me jodes así?" yo sabía que tenía que seguir con esto para dar con el paradero de Bell.
—Bien, entonces vengan.
La mujer comienza a caminar, por lo tanto, ambos comenzamos a seguirla para tomar el té e iniciar una conversación con ella.
Cuando ya estábamos en la mesa compartiendo con Analette y una chica pelicastaña de ojos avellana quién nos servía el té, inmediatamente inicio mi conversación sin rodeos.
—Ambos conocemos a Katherinne desde hace mucho tiempo y pienso que estaría bien que ella saliera con nosotros de vez en cuando —esbozo una amplia sonrisa a la mujer—De hecho hoy habrá una fiesta en mi hogar y me gustaría que ella nos acompañará a mí y a Ianto.
Al hablar sobre este tema, nuevamente noto que la mirada de Ianto estaba enfocada en mí, pero esta vez no era una mirada de "me estas jodiendo" sino una mirada de interés ante la situación que estaba exponiendo a la mujer. Sabía que este tema lo intrigaría y estaba expectante a dónde quería llegar.
En ese momento, solo noto la mirada sería de la mujer mientras mantiene su taza de té de porcelana inglesa entre sus manos. Al formarse un silencio de alrededor de cuatro segundos, finalmente la mujer me contesta.
—Querido, Katherinne no puede salir hoy en la noche, ya que ella tiene lecciones de Clavicémbalo este día. Lo que le es imposible salir.
—Ah...ya veo -Noto a la pequeña peli castaña que enfoca su mirada en su madre, posteriormente vuelve a enfocarme en la mujer—Si no se puede en esta ocasión, no se preocupe Analette, a decir verdad...habrá otras ocasiones donde Katherinne pueda compartir con nosotros ¿verdad?
Solo noto la mirada de la mujer la cual la aparta un poco para dejar su taza de té. Posteriormente ella se dirige hacia mí.
—Pues tendrías que consultarlo con ella, porque...
—Mamá, ¿no sé supone que Katherinne tiene prohibido salir por su estado?
En ese momento Ianto enfoca su mirada en la pequeña chica y por mi parte también la enfoco ya que me parecía peculiar lo que estaba comentando la chica.
—Jofiel...—Dice Analette, mientras mira algo abrumada a su hija por su inocente comentario.
—Pero es verdad...Papá dijo que por lo que hizo, ella...
—¡Suficiente Jofiel, ve a tu habitación! —Dice con seriedad Analette mientras mira a la chica.
—Pero...
—¡Ve a tu habitación! —Dice con un tono seco mientras la observa.
—Disculpen...—Dice la chica con la cabeza agachada y luego se levanta para retirarse de la mesa rauda como veloz.
En ese momento yo y Ianto, quedamos observando como la chica se iba sin comprender por qué Analette se había molestado. Bueno en realidad, mi mente, como creo que también la de mi amigo, se encontraban trabajando para encontrar explicaciones a la actitud de la mujer sobre Katherinne.
En ese momento ambos miramos a la profesora notando que ella bebía su taza de té tratando de buscar su temple para seguir con la conversación. Una vez la consigue esta comienza a hablarnos con mucha tranquilidad.
—Será imposible que Katherinne salga con ustedes señor Khalil, ya que ella es una persona muy ocupada que ha venido precisamente a Italia para nutrirse de su cultura como de su música, todo ello con un tiempo límite, por esa razón se está dedicando cien por ciento a ello —Nos esboza una sonrisa a mí y a Ianto mientras sostiene su taza de té.
—Entiendo pues...—Me levanto de la mesa—No le quitamos más tiempo. Si ella llegará a tener tiempo, por favor dígale que no dude en llamarnos por favor. Nos vemos, chao —Me retiro caminando tranquilamente.
—Dígale a Katherinne que se cuide, nos vemos —Escucho que dice Ianto para luego marcharse y dirigirse a mi lado.
Mientras caminaba me mantenía pensativo en las palabras de Analette y de Jofiel. Estas poco a poco comenzaron a despejar mis dudas sobre lo que estaba pasando.
Al seguir caminando hacia la salida principal, soy capaz de escuchar a Ianto dirigirme unas palabras.
—Te estás metiendo en algo que no debes —Dice Ianto en susurro.
—Si tú no me quieres confirmar quién mierda te intento rebanar con un cuchillo, no me queda de otra que jugar a ser "Philip Marlowe" ya que no puedo quitarte el papel de "Sherlock Holmes" a ti —le susurro mientras sigo caminando hacia la puerta la cual se abre.
—¿Crees que yo sé quién me acuchillo?
Rio un poco ante lo que me dice y le contesto.
—Eres más suspicaz que yo, así que sé que me ocultas que fue Katherinne —Lo miro a los ojos pero noto su rostro completamente neutro sin mostrar ninguna emoción ante mis palabras—
Pero tranquilo, no la busco a ella como culpable sino que a la persona que planifico tu asesinato con ella.
—... ¿En qué diablos estas pensando Khalil? —Me dice mientras ambos salimos del recinto.
—En que hay miles de posibilidades...no solo una Ianto...—Le miro con una amplia sonrisa y a continuación me dirijo a tomar un taxi—Nuestras próxima parada será el Conservatorio Di Música de Santa Celilia.
Al caminar solo siento que Ianto se queda en silencio y me sigue sin emitir ni el más mínimo ruido. Sabía que él estaba realizando sus propias conexiones del caso, tal como yo lo hacía.
Las horas que pasaron se hicieron eternas, ambos tumbados en el taxi en silencio profundo que incluso parecía que veníamos de un funeral. Ninguno dirigió su palabra al otro y solo procuramos mirar hacia la ventana de nuestro lado buscando respuestas gracias a la información que manejábamos como la nueva que habíamos obtenido.
Después de este ajetreado viaje, finalmente dimos con el Conservatorio Di Música de Santa Celilia, dirigiéndonos principalmente hacia los guardias como auxiliares del lugar. Sabía que los rectores no manejarían ninguna información de juntas nocturnas sino que sería los que trabajan directamente con el establecimiento quienes tendrian esta información.
Luego de realizar diversas pláticas con diferentes personas del lugar, ambos pudimos dar con una persona que poseía los datos que necesitábamos. Un anciano de barba blanca, con un traje azul y un carro que llevaba diversos implementos de limpieza, el cual se encontraba realizando su turno del día
—Déjenme pensar...—Dice mientras se atusa su barba—He oído cosas extrañas cuando he estado haciendo turnos en la noche, le he dicho a los guardias pero estos siempre me dicen que es mi imaginación pero...los ruidos parecen conversaciones...de alumnos...—Nos mira fijamente.
—¿Ha escuchado qué tipo de conversaciones tienen estas personas? —Le digo con seriedad mientras lo miro fijamente a los ojos.
—No he podido escuchar, ya que estoy concentrado en mi trabajo pero...sé en qué salas se llevan a cabo...principalmente en la sala 405 o 407 en el penúltimo piso...—Dice algo confuso mientras rasca un poco su mentón.
—Grazie, ha sido de mucha ayuda...tome —Le entrego algunos euros por la información.
—Qué la virgen lo bendiga señor —Dice el anciano mientras comienza a contar el dinero.
Al terminar esta conversación miro la hora de mi elegante reloj y me percato que eran las 20:45 hrs. por ende, faltaba prácticamente una hora y quince minutos para que Matteo y "Bell" se vieran.
Al ir pensando en las palabras del hombre como la "reunión extraordinaria" que iba a ocurrir de repente espabilo de mis pensamientos al escuchar a mi querido amigo.
—Iré al aula 407 —Me mira con seriedad—tú ve a la 405
— ¿Y ese interés tan de repente? —Le miro con extrañeza.
—Sospechas que alguien cercano a mí está involucrado en todo esto. Sí es así quiero comprobarlo con mis propios ojos y darle el castigo que se merece~ —Noto que su mirada se coloca algo gélida—Voy a matar al imbécil...no me importa si es de mi sangre.
—Es mejor que se lo dejes todo a la parte judicial, una vez que tengamos las pruebas necesarias —Lo miro con preocupación—pero no cometas una locura que te llevará a perder todo lo que tienes.
Al decir estas palabras noto que Ianto sonríe ampliamente y luego comienza a reír como el desquiciado en el que se ha convertido.
A continuación aún riendo este me dice.
—¿Perder? JAJAJAJAJA ¿Qué tengo que perder? Si...siiiii~~ ¿Lo he perdido todo? No me vengas con esas cosas morales...a miii~ Kha~lil~ JAJAJAJAJAJA.
Fueron las últimas palabras que dijo, para luego adelantarme y seguir su camino hacia el ascensor.
Mientras yo lo miraba ir hacia esa dirección, me preguntaba si fue correcto traer a Ianto a este lugar. Aquí trabajo su madre fallecida y en este lugar casi lo matan, de verdad...
¿Fue bueno lo que hice?
Al decirme esto, solo seguí mi camino mientras que mi mirada se perdía en la gran espalda de mi amigo el cual iba con mucha prisa.
Ya al estar en el cuarto piso, ambos nos separamos y decidimos ir a encerrarnos, por separado, a las diferentes salas. Al decidir las precauciones que tomaríamos y que estaríamos en contacto por celular manteniéndolo en silencio, consecutivamente nos despedimos para ir hacia nuestro último destino, las salas.
Cuando entre al salón 405 le rogaba a la virgen que la junta no fuera en el salón que le había tocado a Ianto, ya que si llegaba a ser en ese lugar su mente...terminaría por destruirse.
Los segundos y minutos, llego a convertirse en hora, prácticamente en una hora y quince minutos.
Al estar observando mi reloj sentí como mi cuerpo comenzo a congelarse y mis manos a temblar al ir viendo mi reloj sin pestañear.
Al cabo de un lapso de tiempo, reaccione cuando me percate que mi reloj indicaba las "22:10" entonces...
—Mierda, mierda, mierda, ¡mierda!
Susurraba mientras apreciaba como el segundero de mi reloj avanzaba sin dilemas.
...La junta...la maldita junta era en la...407...
Mientras en la Sala 407
Ianto se mantenía escondido adentro de un armario mientras estaba atento escuchando la conversación que se llevaba por dos sujetos. Al sentir un coraje inmenso venir de su corazón al reconocer la voz de "Katherinne" como de otro individuo más, este decidió ver por entre las puertas al hombre que ha realizado esta Conspiración.
—Sinceramente...ya no puedo más Matteo...—Dice la pelinaranja mientras lagrimas seguían cayendo de sus ojos y recorriendo su rostro- Me dijiste que con lo que hice...mi infelicidad se acabaría...que después de eliminarlo...mi mamá estaría en paz y se le pasaría la locura...que mi papá dejaría de ser un alcohólico...como dejaría de estar de parranda con mujeres...pero...llame a casa y todo sigue igual, a pesar de que sepan lo que le paso a Ianto...mamá aún está en el psiquiátrico y papá, hay días que no vuelve a casa...dime...¿De verdad todo se solucionará?...¿De verdad? porque...¡ya no sé qué creer!
—Todo se hubiera solucionado si lo hubieras matado pero...no lo hiciste —Dice Matteo sin mostrar ningún remordimiento ante sus palabras y siendo frío como el más puro iceberg—
Si no hubieras sido tan, PUTA ...todos absolutamente TODOS nuestros problemas se hubieran solucionado pero eres tan HIJA DE PERRA que no puedes hacer nada bien.
Al escuchar estas palabras Ianto comienza a apretar sus dientes como su mano derecha en sincronía con su ira, en ese momento solo quería salir para golpear al sujeto que era su tío hermano.
— ¡No me digas eso Matteo! —Dice Katherinne mientras sus ojos se habían convertido en un océano de lágrimas—Sé que Ianto nos ha hecho infelices a ti como a mí pero...
En ese instante, la chica recuerda el abrazo que Ianto le dio cuando ambos hablaron de lo infelices que son. Un abrazo, un hermoso y significativo abrazo el cual le hizo recordar como era su vida de pequeña, cuando solo quería la atención del joven novio de su hermana, que le mirará como lo hacía con Emilia...
—No pude...no pude matarlo...—cubre sus rostro mientras llora sin poder controlar las diversas emociones que era capaz de vivir segundo a segundo—No puedo matar a alguien...que era importante para mi...
Al escuchar las palabras de la chica "No pude matar a alguien...que era importante para mi..." La racionalidad de Matteo se pierde y él comienza a caminar lentamente hacia la chica que aún se mantenía llorando ante la frustración que sentía al no poder hacer el mandado del chico.
Cuando Matteo llega cerca de ella la empuja bruscamente hacia la pared y luego toma sus manos desde las muñecas para mirarla con desprecio.
Esta situación hizo que Katherinne se impresionará y que observará a Matteo con algo de terror, ya que nunca él chico había actuado de esa forma con su persona. Posteriormente Matteo le sonríe maquiavélicamente y le mira desde pos pies hasta arriba.
—Te recuerdo que no tienes permitido mirar a nadie que no sea yo...sarnosa...—se relame sus labios mientras mira sus pechos—Siempre supe que tú ibas a ser más hermosa que Emilia, por esa razón deje que me comprometieran con una niña y...sabes algo...-La mira con intensidad a sus ojos- a pesar de todo lo que ha pasado entre nuestras familias...aún estamos comprometidos~~ me pregunto... ¿Cuánto has crecido~?
Aprovechando el terror que la muchacha poseía ante la situación, sin más dudas Matteo decide subir su mano derecha hacía un pecho de la muchacha para comenzar a tocarlo y masajearlo a su antojo.
—Ah, aaah~—Dice aterrada mientras trata de zafarse del chico—¡¡Por favor para!!
—No perra —Dice de forma fría mientras una sonrisa de maldad aún sigue en su rostro—Si no puedes hacer tu trabajo bien, por lo menos serás una buena futura esposa...y dejarás que te desflore....¿Aún eres virgen verdad? —Besa el pezón de su pecho derecho— voy a disfrutar esta cogida~~
Al terminar estas palabras, Matteo con fuerza coloca todo su cuerpo sobre la chica para luego desabrocharse parte de su pantalón con tal de bajarlo un poco. Acto seguido, baja parte de su ropa interior y realiza esta misma acción con Katherinne, al bajar con brusquedad parte de sus jeans como ropa interior.
Cuando cesa estas actividades, Matteo decide levantar la pierna derecha de Katherinne, mientras su rostro se pierde entre los pechos de la chica, los cuales aún eran cubiertos por su blusa.
En eso, el miedo de Katherinne, estaba en su punto máximo que a causa de las acciones del hombre, su cuerpo se debilitaba poco a poco. Al estar sucumbida a la fuerza del muchacho y al sentir que el falo de Matteo estaba a punto de aventurarse en su interior, ella grita con desesperación.
—AUXILIO ¡QUE ALGUIEN ME AYUDE!
Ante los gritos de pánico, angustia y dolor que son realizados por Katherinne, como si fuera un milagro caído directamente del cielo, la puerta del armario se abre abruptamente y de este, abalanzándose como si fuera un tigre en cacería, Ianto aparta a Matteo de la chica, lo tumba en el suelo de un golpe para luego terminar su osadía lanzándose sobre su tio hermano para darle muchos puñetazos con su mano derecha como izquierda, reiteradamente en su rostro.
Tras ocurrir esto, Katherinne espabila del gran terror que estaba experimentando y en este momento solo una palabra deja salir de sus labios.
—¡¡¡¡IANTOOOO!!!!
El joven violinista, dejaba ensuciar y deformar sus divinas manos...realizadora de diversos conciertos magistrales de violín...a causa... de los golpes que proporcionaba a su familiar...en ese instante...no pensaba con claridad y solo era capaz de decir...
—TE VOY A MATAR MAL PARIDO, ¡¡¡TE VOY A MATAR!!!