Cerca de ti en la distancia...

By Sperare503

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La vida no siempre es cruel, a veces por callar cometemos los más grandes errores. Yuuri había vivido en un... More

Capítulo I.
Capítulo II.
Capitulo III.
Capítulo IV.
Capítulo V.
Capítulo VI.
Capítulo VII.
Capítulo VIII.
Capítulo IX.
Capítulo X.
Capitulo XI
Capítulo XIII.
Capítulo XIV
Capítulo XV
Capítulo XVI
*** NOTA IMPORTANTE***

Capítulo XII

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By Sperare503

Antes De leer...

Para las personas que no conozcan "Good of War" dejare un vídeo al final del capítulo en relación a una referencia que tocare, ademas de explicar el manejo del tiempo. Más notas al final del capítulo.

Febrero 2018.

Haeohreum Natural Care Hospita, Pieonchang - Corea del Sur 

Chris caminó atrás de Viktor en silencio, era obvio que él estaba pensando en Yuuri y realmente sentía mucha lastima por su amigo, más no podía hacer mucho, nunca fue bueno consolando ni con gente que llora, cosa que compartía con su amigo, más ahora en verdad quería poder ayudar en algo.

-Dime Chris... -habló deteniendo su caminar, pero sin girar hacia atrás-. Crees que si me hubiera lastimado más severamente ¿él me hubiera llamado?

- ¿Disculpa? –preguntó con duda en su rostro. Viktor giró para encararle, su aspecto era neutro, como si fuera un maniquí sin expresión alguna.

-Si hubiera sufrido un accidente como el hermano de Sara ¿Él me llamaría? Acaso ¿Se preocuparía por mí si sufriera un accidente fatal como...? -el sonido de un fuerte puñetazo resonó por todo el pasillo y el ardor característico de este Viktor lo sintió en su mejilla derecha, interrumpiendo así su frase, luego en un rápido movimiento Viktor es jalado de su camisa por el cuello y estampado contra la pared.

- ¿Te ha dolido esto? -pregunta con enojo su amigo.

-Por supuesto que sí. -responde sorprendido Viktor, tratando de soltarse del fuerte agarre de Chris.

-Pues piensa que este mismo dolor multiplícalo por mil fue lo que sintió Sara al momento de ver a su hermano en el suelo. -le grito con evidente enfado-. Sé que somos unos idiotas reyes del drama, pero eso no nos da el derecho de sentir pena por no ser el que está luchando por su vida en este hospital; Piensa por un momento con más claridad Viktor, es verdad que Yuuri se fue y que por alguna razón en el mundo no quiere verte, pero eso no quiere decir que él no te amé pues él esta halla afuera y se mueve en un mundo en el cual tú también formas parte, si Yuuri hubiera querido desaparecer verdaderamente de tu lado, fácilmente con algunos contactos lo hubiera logrado, más sin embargo no lo ha hecho a espera quizás de probar algo, él sigue luchando Viktor, mientras tú al parecer solo deseas estar acostado en una sala de operaciones dejándote morir. Eso no es justo, ni para Yuuri ni para Yakov o Yurio inclusive. -Chris que ya no sujetaba con tanta intensidad el cuello de la camisa de su amigo, libera poco a poco el agarre en este hasta que al final termina de liberarlo por completo, suspira con cansancio, pues él no era de las personas que se comportaban como ahora, pero por su amigo, valía la pena ser un poco malo con sus palabras-. Sé que amas a Yuuri con todo tu ser, pero no deberías nublar completamente tu visión de lo que te rodea por el dolor de tu perdida. Yuuri no se ha ido del todo Viktor y puedo apostar toda mi ropa de diseñador a que él aun te ama, después de todo la última vez que lo vi en Rusia junto a ti, sus ojos brillaban aún más que cuando te vio patinar en el Gran Prix de hace dos años.

- ¿En verdad brillaban sus ojos? -preguntó con lágrimas rodando por sus mejillas.

-Todo el tiempo que estuviste en su campo de visión lo hizo, tanto que hasta tuve envidia por no tener a alguien que me mirara así. -Viktor sonrió y dejo caer algunas lágrimas más, se acercó a su amigo y colocó su frente en el hombro de este, Chris suspiró y lo rodeo con sus brazos, palmeando un poco su espalda, recordaba haber leído algo de eso en un blog para consular a la gente-. No sé qué dices tú Viktor, pero yo digo que vallamos por ese escurridizo japonés y traigamos su redondo y suave trasero de regreso a nuestro lado.

-No haré un trió contigo y Yuuri, Chris... -respondió rápidamente apartándose de su lado y mirándolo seriamente a pesar de que las lágrimas aun salían de sus ojos. Por su parte él de ojos verdes rió fuertemente al ver la cara de su amigo, sin duda podía asegurar que el amor que tenía su amigo hacia a Yuuri y viceversa, era de esos amores que siempre podían encontrar su final feliz como en las novelas románticas que leía en ocasiones.

Compraron las cosas que Yakov pidió y volvieron hasta la habitación donde estaba Yurio, Yakov estaba afuera finalizando una llamada y por la expresión en su cara Viktor pensó que hablaba con Lilian pues ella al igual que Otabek aún seguían en Rusia; En la habitación Phichit acariciaba con paciencia los cabellos del menor y no se detuvo cuando los que estaban afuera de la habitación entraron, la mujer encargada de la habitación les indico que podían retirarse con él joven, más debían de acatar las indicaciones que les pedía para ayudar al rubio. Cada entrenador abordó un taxi con sus respectivos alumnos, incluyendo a Chris en el taxi de Celestino.

Ese mismo día, en horas de la noche hubo dos ataques más a la sede de los juegos, dando como resultados varios civiles fallecidos, los patrocinadores y los embajadores de los países participantes decidieron en unánime posponer hasta nuevo aviso las olimpiadas de invierno y regresar a todos los participantes a sus respectivos países; Con esto Yakov llamo a Yuuri, para confirmar el vuelo que Yurio tomaría, un vuelo de 17 horas con 29 minutos.

Al siguiente día en la noche, en el aeropuerto, fue sorpresa para los demás rusos de la federación que Yurio tomaría otro vuelo media hora después de la salida del equipo ruso, los vuelos estaban programados para las 12:30 de la media noche y la 1:00 de la madrugada respectivamente, es por ello que estaban desde las 10:00 de la noche en la sala de espera del aeropuerto. Yurio había comprado en el lugar otro teléfono al haber perdido el suyo en el accidente, revisaba las redes sociales y respondía los mensajes tanto de Otabek como de Yuuri, estaba tan sumergido en esto que no sintió cuando Viktor se acercó a él con un regalo muy particular.

-Yurio... -canturrio su nombre haciendo molestar al adolescente que desde la mañana parecía que había vuelto a su normal carácter.

-No estoy para juegos Vik... -sus palabras fueron acalladas por algo de color blanco y suave que le aplastaba por completo su cara.

-Cuando lo vi en la tienda no pude dejar de pensar en ti. -comentó con una renovada sonrisa.

-Aleja eso de mi cara... -habló molesto aportando aquel objeto, Viktor solo rió y colocando aquella almohada en forma de gato en frente de su cara y con voz infantil movía hacia los lados la almohada.

-Yurio no debe de ser agresivo, Otabek lo dejara si no es amable con los demás.

-Eso no pasara tonto. –respondió con firmeza siguiéndole el juego a Viktor.

-Si eso es verdad, porque no me das un abrazo y somos amigos.

-Oh no... -amenazo hundiéndose más en las sillas-. Si te acercas con esa cosa te demandare por abuso a menor incapaz. 

-Vamos Yurio, solo será un abrazo...

-¡YAKOV! –gritó el adolecente alterado la paz del recinto.

-Ustedes dos, par de idiotas, dejen de hacer un escándalo. –Viktor rió divertido al haber cumplido su objetivo y ese era devolverles un poco de vida a los ojos de Yurio, pues él de entre todas las personas conocía de primera mano cómo se miraba unos ojos sin alegría alguna y eso era algo que no deseaba que ese rebelde adolescente experimentara más de lo debido. Se quedó a su lado y trato de hablarle de banalidades sin sentido hasta que el adolescente le inundo el sueño por el parloteo del otro y sin rechazar la almohada que Viktor le compro se acomodó en las piernas de este comportándose tan mimado como quizás nunca lo hizo con Viktor, pues Yurio no solo estaba físicamente cansado, sino también emocionalmente. Viktor le acaricio sus cabellos con tranquilidad y felicidad, pues Yurio con ese pequeño acto, estaba confirmándole a Viktor, de que él confiaba en su persona.

Viktor al estar más relajado en su asiento empezaba a atar cabos sueltos sobre la huida de Yuuri, más no podía indagar mucho más de lo que sabía ahora, pues al parecer los únicos que sabían la verdad de eso justo en ese preciso momento era Yurio y Yakov, probablemente vinculados a ellos dos Otabek y Lilian también lo sabían, pero si el optaba por ir a preguntar la verdad al lado de los mayores, lo más seguro era que ellos morirían antes de revelar algo y con los más jóvenes dudaba mucho que Otabek hablara de algo que Yurio le pidiera guardar como secreto y Yurio al parecer en esos momento era imposible sacarle algo de información sin que el menor entrara en un estado de shock nerviosos nuevamente. Temía, y mucho, que al enterarse de la verdad esta fuera tan cruel que le diera la razón a Yuuri de alejarse de él, más a pesar de eso él también era muy egoísta y en su ser pensó que sin importar que fue lo que empujo a Yuuri a alejarse de él, aun había una esperanza de estar juntos, Viktor en verdad quería creer eso.

No supo en qué momento se quedó dormido junto al adolescente hasta que Yakov los despertó, pues su vuelo saldría en 10 minutos.

-Por favor contesta mis mensajes también. –pidió Viktor al adolecente antes de entrar al puesto de revisión final del aeropuerto.

-No prometo nada. –dijo levantando sus hombros, bajo su brazo derecho estaba la almohada de gatito que le había comprado Viktor.

-Yurio... -Viktor se abalanzo a él y lo estrujo tan fuerte que el adolescente le costó respirar por un momento-. Prométeme volver pronto. No desaparezcas también, de lo contrario iré por ambos y los traeré a mi lado nuevamente. –Yurio no dijo nada, supuso que no era necesario agregar algo más, Viktor lo soltó y prosiguió con el chequeo de su equipaje.

-Yuri. –esta vez fue Yakov quien, deteniéndose a su lado, toco su hombro izquierdo-. Trata de siempre mantenerte en contacto con nosotros, tu abuelo y Otabek de seguro esperan tu regreso con ansían. Lilian y yo también te esperaremos.

Por el altavoz se escuchaba una voz femenina indicando la última llamada para abordar el vuelo rumbo a Rusia, Yakov no agrego nada más y junto a sus atletas terminaron sus revisiones, Viktor seguía despidiéndose de Yurio a pesar de que el adolescente colocándose la capucha de su chamarra se alejó junto a su equipaje de ese lugar. Yurio decidió ir al baño y refrescarse, se mojó su cara en el lavamanos del lugar, no quería ver su rostro pero fue inevitable no hacerlo, con sus manos apoyadas a cada lado del lavado, se observó detenidamente, no vio gran cambio en su cara, seguía, a pesar del gesto de fastidio que hacía en ese momento, con unas facciones femeninas y aunque no lo aceptaba en voz alta, sabía que seguía siendo un mocoso inmaduro que no ha podido olvidar como en un abrir y cerrar de ojos las personas a su lado sufrían al punto de casi morir, la imagen de Yuuri y su madre se amontonaban en su cabeza y chasqueando su lengua decidió salir de ahí, pues sabía que el silencio de aquel lugar lo haría caer tan patéticamente como el día anterior.

Colocando sus audífonos y viendo algunos vídeos en internet, espero despejar su mente, más el llamado de Otabek lo sorprendió, rápidamente con una sonrisa en sus labios contestó, más no era Otabek al que vio en la pantalla de su celular.

-¡Abuelo! –sonrió el joven al aparato.

-Hola mi pequeño Yuratchka... ¿Seguro que me está escuchando? –habló su abuela al parecer a Otabek que estaba en frente de él, Otabek le indico con un gesto de manos que así era y le sugirió que siguiera hablando.

-Te escucho fuerte y claro abuelo. –un pequeño calorcito se instaló en el pecho del más joven, sin duda Otabek ya se había ganado a su abuelo.

-Yo también lo hago. –sonrió él otro-. Otabek calculo que aún no habías abordado así que decidimos llamarte antes de hacerlo ¿Está todo bien por halla?

-Abuelo no es la primera vez que viajo solo...

-Yo no habló de eso Yuratchka. ¿Tú sigues bien? –un silencio incomodo se percibió por varios segundos, pues Yurio no quería mentirle a su abuelo, pero tampoco se quería mostrar débil ante él-. Sé... -hablo al no escuchar una respuesta de otro lado-. Que muy probablemente piense que lo que sientes ahora es debilidad, pues no deberías depender de nadie para resolver tus problemas. Pero también sé que a pesar de cuánto tiempo pase si no nos dejamos ayudar a aliviar nuestras culpas, poco podemos avanzar. Tu madre era igual de testaruda que tú, cuando murió Anna, mi esposa y madre de tu madre, mi bella hija sufrió en silencio y se echó la culpa de un accidente en el cual fue testigo, algo que nadie se esperaba en un paseo de la tarde que ambas hacían desde que tu madre aprendió a caminar. Solo un accidente que nos arrebató la sonrisa de Anna, más yo jamás culpe a tu madre por eso, pero ella si se culpó a sí misma. Y ahora la historia se repite... Yuratchka, hay cosas que no podemos cambiar, como la oscuridad del ser humano, nacimos con ella y moriremos junto con ella, lo único que podemos cambiar es nuestra mentalidad y en como vemos el mundo, puedes verlo todo de tonos grises o lo puedes ver de color, es tu decisión de como vez. El dolor siempre existirá, así como la perdida y las lágrimas, más no por eso debes dejarte vencer... No lo hiciste cuando murió tu madre... No lo hagas ahora que tienes un gran futuro por delante y más personas que te estiman.

Otabek que miraba la seriedad de Nikolai al hablar, se sintió un poco incómodo en ese momento al enterarse de dos verdades que hasta la fecha desconocía, pues él siempre pensó que la madre de Yuri solo lo había abandonado; Yurio por el contrario no suprimió más las lágrimas que hacía rato quería soltar, su abuelo siempre sabía que decirle.

-Recuerda Yurio, llorar no es de cobardes si ya te has vuelto fuerte ante la vida, y en este instante solo veo a alguien que ha deslumbrado al mundo entero con su patinaje y que es a mi punto de vista, el chico más fuerte de todos lo que conozco.

-Tu no conoces a muchos jóvenes abuelo... -trato de hacer bromas el adolescente, mientras limpiaban las traidoras lagrimas que aun salían en sus ojos.

-Conozco a todos los jóvenes de la federación rusa. No es de gusto mis escapadas con Yakov a tomar un buen trago. –Yurio rió ante las palabras de su abuelo, su abuelo miro a Otabek sonriendo como si hubiera logrado una gran victoria-. Piensa en lo que te dije Yuratchka, pues definitivamente sé que a dónde vas en este momento, al igual que nosotros aquí, te estarán esperando con los brazos abiertos... No los apartes de ti, sino que aférrate a ellos, pues esa es prueba suficiente de que él está ahí y aún sigue caminado en este mundo.

Nikolai levanto la mirada para observar a Otabek, él otro entendió su intención y negó con la cabeza, pues pensó que Yura no quería que lo viera llorar. Con un gesto de manos, su abuelo se despidió y colgó la llamada, Yurio siguió observando la pantalla aun cuando esta se volvió negra, su mente se había quedado en blanco y su cuerpo solo trabajaba en automático, hasta que nuevamente casi mecánico se escuchó por los altoparlantes del aeropuerto la llamada para abordar el vuelo hacia su primera escala en Atlanta. Sabía que el vuelo seria largo así que lo último que hizo es avisar de su abordaje a Otabek, Yakov, Yuuri y Viktor, para luego pagar su teléfono y dormir lo más que pudiera. Ya no quería pensar más, solo quería cerrar sus ojos e ignorar por completo como las lágrimas volvían a asaltarle cuando estuvo solo en el asiento del avión.

Miami – Estados Unidos.

11:00 A.M.

Yuuri sonreía coquetamente a la bella joven de castaños cabellos que poseía frente a él, este poseía un esmoquin negro mientras la joven un bello vestido color azul marino. Yuuri se fue acercando a ella, y acaricia gentilmente sus mejillas izquierda, jalándola disimuladamente a él, sus labios rosaron a los contrarios y en un parpadeo Yuuri clavo sus ojos a la cámara que estaba en frente de él.

-Corte... Se queda la toma... -al escuchar esto Yuuri suspira relajando sus hombros y alejando delicadamente a la joven de su lado-. Es todo por hoy. Muchas gracias a ambos. –hablo el director de la grabación. Yuuri hace una reverencia y sale corriendo al camerino, busca entre sus cosas su celular y al encenderlo observa el mensaje enviado hacia un par de segundos por Yurio. Suspira al saber que él viene de camino.

-Pareces como si fueras una madre primeriza que ha dejado a su hijo con su estúpido esposo. –habla la joven que estaba con él en el rodaje.

-Estoy esperando la visita de alguien que viaja desde Seúl. –responde con tranquilidad pues no se sentía intimidado ante aquella joven con quien ya había trabajado antes en una sesión de fotos.

-¿Algún amante? –interrogo mientras se empezaba a deshacer del vestido.

-Más bien un familiar. –le responde mientras enviaba un mensaje a Adele

-¿No eras japonés? –preguntó con la duda marcada en toda su cara.

-Si lo soy, pero la persona que espero es familia pero no de sangre. –habla mientras él imitaba la acción de la joven quitándose sin pena alguna su ropa.- Su vuelo es de 17 horas y tengo que estar pendiente de él.

-¿Serás el niñero de tu familiar? –dijo entre risas mientras se acomodaba su sostén.

-Es lo menos que puedo hacer por él... -Yuuri se colocó su camisa y suspira, pues realmente era su culpa que el pequeño gatito estuviera en ese estado... "NO"... se dijo a si mismo mientras sacudía su cabeza, no era la culpa de nadie, pero aun así él podía ayudar.

Yuuri se despidió de la chica y se dirigió hacia el hotel en donde se estaba quedando pues ya no tenía más compromisos hasta las 3 de la tarde, entro hablando por teléfono con la psiquiatra que ayudaría a Yurio, cuando unas palmadas golpearon sus espalada, al girar ve a Inno quien lo saludaba con una sonrisa, termino su llamada y saludo a Inno.

-Qué suerte la mía. -comenta el joven caminando al lado de Yuuri-. Justo pensaba invitarte a almorzar.

-Te agradezco la invitación pero no tengo mucho apetito en este momento así que...

-No se diga más... -habló ignorando a Yuuri y tomándolo del brazo-. Comida japonesa para el almuerzo. –Inno había escudado lo del atentado en los juegos de invierno y sobre un tal Yurio que vendría a pasar una temporada con él, no se necesitaba ser un genio para saber lo preocupado que estaba Yuuri por su venida, por eso aprovecharía el tiempo que aún tenía con el japonés para pasarlo juntos, aún tenía mucha curiosidad por su comportamiento y su repentino cambio de carrera artística.

Moscú –Rusia.

4:00 P.M

Viktor suspiró por undécima vez en esa hora. Había salido del accidente que tuvo junto a Yurio con solo un par de raspones, como era posible que su suerte que siempre lo acompañaba le jugara tan mal ese día. Primero su equipaje se había perdido, luego una mujer vertió su café caliente en él para posteriormente un par de niños que iban corriendo lo hicieron tropezar en unos escalones y lastimarse su tobillo y muñecas siendo hecho de paso, ahora estaba en el hospital con un Yakov indignado sobre su descuido que lo dejaba fuera del cierre de esa temporada. Poco le estaba prestando atención Viktor a sus reclamos cuando escucho sonar su teléfono, al ver quien llamaba, sus facciones cambiaron a una de enojo, contesto pues sabía que no tenía otra alternativa.

-Bienvenido a casa Viktor. –escuchó una voz masculina sin ningún atisbo de alegría en sus palabras. Yakov supo de quien se trataba con solo mirar cómo se tensaba Viktor al escuchar el tono de su voz, callando, le dio privacidad a su alumno.

-¿Qué quieres? –fue la única palabra que su voz artículo, debido al enojo que crecía con escuchar su voz.

-Yo también te extrañe hijo. Pero veo que aun prefieres que valla directo al punto. Necesito que te contactes con tu prima y a los otros. 9 de abril 6:00 de la tarde en la mansión de la familia, y eso va para ti también.

El hombre colgó dejando a un Viktor irritado de la mala suerte que lo rodeaba el día de Hoy.

Aeropuerto internacional de Miami.

1:00 A.M

Yuuri bajaba del taxi que lo había traído desde el hotel en donde se hospedaba hasta el aeropuerto en donde se encontraría Yurio, miro su reloj una vez más cuando escucho el caos que era ese aeropuerto a pesar de ser tan noche, comprobando que efectivamente había llegado unos minutos antes de que el vuelo de Yurio arribara. Se dirigió al baño para refrescarse un poco pues desde el atentado a duras penas y dormía, sabía que eso era malo para la nueva carrera que había escogido pero no podía evitar preocuparse por aquellas personas que eran su familia y amaba. Fue a tomar un café y cuando escuchó que estaba aterrizando el vuelo en donde vendría Yurio salió corriendo hasta el recibidor en donde estaban otras personas esperando también a la gente de ese vuelo. Espero por unos minutos más hasta que diviso esa hermosa cabellera rubia, alzo su mano y le grito, él otro solo camino despacio hacia él, Yuuri a pesar de querer correr a abrazarlo sabía que con el temperamento del rubio este le permitiera tal libertad, más grande fue su sorpresa al estar cerca del joven, este le abrazara con todas sus fuerzas, no dijo nada, solo lo estrujaba con fuerza pues quería comprobar lo dicho por sus abuelo, Yuuri después de la sorpresa inicial, correspondió su gesto, no debía de ser sabio para entender el porqué de ese abrazo.

Luego de ese abrazo y de recoger las maletas del rubio se dirigieron a la salida del aeropuerto, No fue sorpresa para Yuuri verle dormir casi al instante de entrar al taxi, fue un vuelo largo después de todo. Con pesar despertó a Yurio al llegar al hotel, adormitado, el adolecente obedeció las órdenes y se dirigió a la habitación que Yuuri había reservado para él, pasa su suerte a dos cuartos después del suyo. Acomodo las cosas del adolescente mientras este se quitaba sus zapatos y se tiraba a la cama quedando dormido al instante. Yuuri luego de ordenar las maletas del rubio, se acercó y le quito la ropa para que estuviera más cómodo, lo arropo y le dio un beso en la frente mientras lo contemplaba. No había cambiado mucho desde la primera vez que lo vio, pero sabía que en sus ojos se ocultaba el dolor que cargaba mezclada con culpa, no era justo que cargara con esas emociones y esperaba de todo corazón, que esos meses que estaría con él ayudaran un poco a ese pequeño gigante que era Yurio.

En la mañana, Yurio contesto los mensajes de todos y espero las instrucciones de Yuuri, pues sabía que él aún se encontraba en esa ciudad trabajando. Una sesión de fotos en la mañana luego del desayuno, el almuerzo y el ensayo para la pasarela de esa noche a Yurio en verdad le sorprendió como el japonés se esmeraba y era diligente con los horarios que su representante le ponía. En la tarde Yurio se vio frente a un edificio al cual no quería entrar, pero por su abuelo lo haría, estaría con sea quien sea ese siquiatra y hablaría de cualquier farsa que se viera en la cabeza, luego fingiría estar bien y volvería junto al cerdo, pues Yurio no podía acompañarlo en las dos horas de terapia que tenía programadas. Vio como Yuuri daba algunos datos generales de él, supuso que al estar viendo su teléfono cada que respondía, lo más probable es que su abuelo le hubiera brindado algo de información ha Yuuri.

Esperaron por unos minutos más y una joven mujer de cabellos negros les abrió la puerta indicándole al rubio pasar, al estar adentro le pareció extraño aquel lugar, pues él creía que sería una sala con un sillón largo de los que en las películas se usaban y a la par la silla en donde la psiquiatra le escuchaba mientras jugaba "X 0" en su cuaderno. Al contrario de eso, encontró una gran pantalla de televisión y un juego en pausa, era la última entrega de "Good Of War" lo sabía porque ya lo estaba empezando a jugar en su casa junto a Otabek.

-Lo siento por tardar en atenderlos, este juego puede ser atrapado. –le comentaba la rubio con una simpleza que él rubio se cuestionó sobre la profesionalidad de la mujer.

-¿No deberías estarme pidiendo que me relaje o algo así? –le cuestionó cuando la vio sentarse nuevamente en frente de la televisión y tomando un control siguió su juego.

-Sí Debería. -respondió la mujer sin verlo del todo-. Pero se lo que piensas, piensas que esto es una pérdida de tiempo, así que te estoy ahorrando el esfuerzo de fingir que viniendo aquí  esto te ayudo a acallar las voces que te obligan matar a los demás.

-¿De qué demonios hablas mujer? -le preguntó pues Yurio estaba cuesionandose muy severamente el porque Yuuri lo enviaría con una loca. 

-Espera... –la mujer volvió a poner en pausa el juego, se levanta y se dirigió a una mesa en donde estaba su cuaderno que el rubio pensó que era una agenda pues se veía muy manchada-. Tú no eres Eliot O'conell ¿Verdad?

-Claro que no. -bramo el rubio furioso por la con función de esa mujer.

-Oh, entonces era Yuri Plisetsky. Un joven con las hormonas alborotadas. -respondió con simpleza-. Mi sugerencia, ten sexo con protección y regresa siempre antes de las 12 a casa, las calles pueden ser peligrosas para un chico como tú.

-Suficiente. –dijo molesto por cómo le estaba tratando pues nuevamente la mujer se sentaba en frente de la pantalla-. Te haces llamar psiquiatra, pero al parecer lo único que haces es agotar mi paciencia lo cual no es nada profesional. Se supone que debes ayudarme...

-Lo hago...

La mujer soltó el mando del juego y tomo el control de la televisión activando el sonido, la banda sonora del juego resonó en toda la habitación y Yurio recordó esa batalla en el juego, Kratos asesinando a Poseidón. Esa precisa batalla, hacia la simulación de observar con los ojos del oponente la sangrienta paliza que recibía el dios hasta la muerte. Yurio no se percató que la psiquiatra ya no tocaba para nada el mando del juego, ni que se levantó del piso y estaba ahora detrás del escritorio. Lo que se veía en aquella pantalla era un reprís de la batalla, más la mente de Yurio solo se podía imaginar a Yuuri sufriendo una paliza igual, a Otabek e inclusive su abuelo, empujado como toque de gracia hasta el acantilado. La psiquiatra lo observo detenidamente hasta que logro su objetivo, las lágrimas de Yurio, apagando con esta señal el televisor.

-El ciclo de vida de una persona es algo del cual no podemos hacer nada para cambiarlo, aun con toda la tecnología y la ciencia que nos rodea es inevitable que se salve a alguien cuando su día ya está programado, algunas son predecibles, otros como el accidente que tuvo el joven Yuuri Katsuki no lo es, tú más que nadie lo sabe de primera mano. No estoy diciendo con esto que nada se puede cambiar o que tiremos la toalla sin antes haberlo intentado, lo que digo es que no puedes tenerle miedo al dolor, ni tampoco a retener por tanto tiempo tus emociones. Piensa en que tus emociones son como una lata de soda, la vida te agitará y te moverá de tal modo que, si mantienes todas esas emociones sin algún escape, lo más probable es que acabes explotando como lo hiciste en Seúl. -Yurio miro a la doctora que se había acomodado tras del escritorio en su silla, parecía otra persona al hablar-. Quiero ayudarte Yuri, pero solo lo haré si tú me dejas escucharte; habla conmigo y yo hablare contigo, no lo hagas por Yuuri Katsuki o por tu familia, hazlo por ti, porque en verdad quieres cambiar.

Yurio la observo sin responder nada, la habitación nuevamente se sumergió en un silencio absoluto, la psiquiatra no se inmutaba ante el silencio, solo observaba al joven que aún permanecía parado cerca de la puerta. Él joven se acercó lentamente hasta el escritorio de la mujer y golpeando con fuerza, Yurio la miro con enojo.

-Tú no sabes nada de mí. No te hagas la idea que con palabras rebuscadas me harás entender una mierda como esa.

-Bueno, si tu no quieres hablar, hablare yo. -dijo la mujer relajándose más en su silla-. Mi madre era una alcohólica y mi padre un vendedor de drogas, en este país eso es el pan de cada día de cientos de niños que como yo no encontrábamos la salida de ese lugar. A los 12 años el departamento de menores me llevo a una casa hogar en donde me violaron no solo el cuidador de ese lugar sino también sus amigos. A los 15 años estalle por primera vez. -la mujer se levantó las mangas de la bata y le mostró sus muñecas en ellas se veía un corte desde la muñeca hasta la mitad del antebrazo-. Un joven de esa casa dos años menor que yo me llevo al hospital, cuando desperté me frustre enormemente por haber fallado, más me sorprendió ver al niño que me había salvado, sosteniendo mi mano, aunque él dormía. Supe con el tiempo que ese niño llegaba por tercera vez a esa casa hogar ese año, ya que en sus anteriores hogares él también había presenciado el suicidio de sus respectivos tutores legales, por eso sabía que hacer y me salvó. Que él lo haya hecho no cambio mi pensar de la noche a la mañana, pero si me ayudo a entender que aún había gente buena en el mundo.

-... -Yurio enmudeció, un escalofrió le recorrió la espalda al ver las heridas, más no sabía que refutar.

-Esa es una pequeña parte de mi historia. Tú tienes toda la razón al decir que yo sé nada de tu vida, pero por eso también estoy aquí, porque al igual que aquel niño que me salvo la vida, así quiero evitar que tú te veas inmerso en el filo del abismo y que saltes como yo intente hacerlo. Te repetiré esto, aunque te pueda aburrir, esto no lo hagas por los demás, hazlo por ti, se egoísta por ti y vive.

-... -Yurio sonrió de lado ante esa mujer, poniéndose recto le dijo-. Eres una mujer extraña. -fue lo último que dijo antes de arrastra una silla en frente del escritorio de la mujer y escuchar todo lo que tenía que decirle. 

Nota del autor.

Muy buenas días, tardes o noches... 

He vuelto del más halla y traigo actualización. De verdad me disculpo por tardar más de un mes en actualizar, pero la universidad me estaba matando con trabajos a demás de otras obligaciones laborales y personales, y aunque no me lo crean cuando menos lo sentí ya era junio. En fin, gracias a dios ya estoy a cuatro días de salir a ínter-ciclo así que me pondré las pilas en actualizar mas seguido.

Ahora si vamos a aclarar unas cuestiones en relación al capitulo.

1- Primero vamos con el juego de las horas que puse. Por si alguien se perdió en eso recuerden que estamos tocando 3 países en un mismo día, es decir que mientras en Rusia es tarde o noche del día 9 de junio, en Corea seria la madrugada del día 10 de junio, y aquí en América seria la mañana del 9 de junio. El capitulo por lo tanto juega con esas horas a pesar de para ellos ser solo un día. 

2- Con relación a "Good Of War" como dije al principio del capitulo, se los dejare aquí. Si no quieren verlo completo, la parte que se narra empieza desde el minuto 6:00. Aunque yo recomiendo que lo vean todo, la banda sonora es épica. 

3- Por ultimo pero no menos importante es que al parecer esta pequeña historia quedo en las primeras fases de los concursos en los que esta participando. No se si pasare las demás etapas pero me siento feliz por ello, pues como e dicho antes no espero ganar pero igual me alegra que la gente lea esta historia y de su critica constructiva, o que solo pase a decir hola, eso siempre alegra la vida de los que escribimos.

Pero bueno; Creo que no tengo más que agregar, y solo decir gracias por la paciencia que me han tenido y por seguir leyendo.

Sin más que agregar se despide Autora-san.   

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