• | Ocultando La Belleza | •

By thewriter_zyx

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Owen Collins un chico de 18 años de deslumbrante belleza, al cual todo el mundo quedaba pasmado tan solo al v... More

Sinopsis
Capítulo 1: Nuevo comienzo
Capítulo 2: Universidad
Capítulo 3: Pensamientos indebidos
Un día trágico para tod@s
Capítulo 4: Sentimientos de un enamorado
Capítulo 5: Intriga
Capítulo 6: Como una flor
Capítulo 7: Biblioteca
Capítulo 8: Evento
Capítulo 9: Nueva oportunidad
Capítulo 10: De vuelta a la universidad
Capítulo 12: Nueva visita
Capítulo 13: El chico misterioso
Capítulo 14: Comenzar a ser adulto
Capítulo 15: Roto
Capítulo 16: Carta anónima II
Capítulo 17: Una visita llena de anhelo
Capítulo 18: Loco de amor
Capítulo 19: Tomar todo de él
Capítulo 20: Incertidumbre
Capítulo 21: Magia entre melodías
Capítulo 22: Algo bueno
Capitulo 23: Carta anónima III - Sumamente aterrador
Capitulo 24: Primer amor
Capítulo 25: ¿Tickets para el cyber-café de la confusión? I
Capítulo 26: Un poco de sinceridad
Capítulo 27: Interrupción en el entrenamiento

Capítulo 11: Carta anónima I

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By thewriter_zyx

Al día siguiente ya no me sentía tan nervioso, mas a la hora de aproximarme a la universidad nuevamente, mi corazón empezó a latir con fuerza y mi estómago se revolvió de inmediato. No solo por el hecho de estar otra vez al descubierto ante las demás personas, sino...por Matthew. No tenia ni idea de cómo verlo a los ojos nuevamente, estaba seguro de que me pondría rojo al instante.

Liam notó mi nerviosismo y, cuando se estacionó, tomó mi mano con suavidad haciendo que voltease a verlo, con su mirada podía ver cómo en parte estaba preocupando por mi, pero de alguna forma, también me transmitía tranquilidad.

Sonreí suavemente ante su mirada. Mi hermano realmente podía hacerme sentir relajado en un dos por tres, ante mis ojos era realmente como mi salvador, como lo había sido literalmente durante toda mi vida.

-Vengo por ti a las dos en punto ¿De acuerdo? -hablo con voz suave.

Yo asentí con una leve sonrisa.

-De acuerdo

Luego de eso Liam tomó mi mentón y lo alzó un poco para darme un beso en la frente, yo se lo devolví de igual forma, y después proseguí a salir del auto para adentrarme en el campus, oyendo antes el claxon y después el motor del vehículo arrancar para después perderse en la calle. Al voltear nuevamente hacia adelante vi un grupo de chicos en la entrada de la instalación, al pasarles al lado me miraron de arriba a abajo, inspeccionándome. Sentí escalofríos por todo mi cuerpo, de modo que apresuré el paso hasta llegar a mi casillero, intentando mantener mi cabeza lo más gacha posible y de no mirar a los lados.

A mis espaldas pude escuchar susurros de algunos alumnos, pero trate de ignorarlos así que cuando terminé cerré mi casillero y me di la vuelta para empezar a caminar en dirección a mi aula, en el camino por casualidad le pasé al lado a la oficina del director. Justo entonces la puerta se abrió bruscamente haciéndome sobresaltar y seguido chocar con la persona que antes estaba saliendo.

El impacto me había dejado un poco aturdido, pero cuando subí la mirada me encontré con unos intimidantes ojos grises, los cuales a pesar de ser filosos me miraban bien abiertos. Era Blake, este tipo no me daba buena espina de modo que eché un salto hacia atrás y bajé nuevamente la mirada. Podia sentir su atención sobre mi. Me hacía sentir incomodo.

-Así que tu eres el emo con el que andaba Matthew - miró de arriba a abajo con su mirada filosa- Debo admitir te ves mejor sin la capucha, de hecho... -se acercó más- Te ves aun más interesante... -su mano envolvió mi muñeca para acercarme a él.

De inmediato forcejeé para alejarme. Los nervios habían incrementado aun más en mi interior, ese simple tacto me hacía erizar los pelos. Pero oportunamente apareció una mano tomando del hombro de Blake con firmeza, deteniéndolo. Matthew había llegado de la nada y se había interpuesto entre ese muchacho y yo. Inmediatamente me sentí aliviado.

-M-Matthew...

-Owen -me miró preocupado al ver como me estaba agarrando el otro, entonces se dirigió a él- Suéltalo -exigió.

-¿Qué? ¿Ahora eres su guardaespaldas? -habló, no con burla, de hecho parecía como si usará está situación como pretexto para encarar a Matthew.

-¿Te afecta en algo eso? -lo miró alzando una ceja- No lo repetiré otra vez, suéltalo ya

Ambos se miraron a los ojos fulminandose el uno al otro de forma retadora, intentando intimidar más al otro. Al final Blake cedió primero.

-¡Tsk! -finalmente me soltó y se dio la vuelta dándonos la espalda, pero antes de irse volteó hacia mi dirección, y con sonrisa y tono pícaro dijo:- Nos vemos pronto, hermosura

Luego se alejó entre la multitud de alumnos y lo perdimos de vista. Tan pronto ya no estuvo Matthew se acercó más a mi.

-¿Estas bien? -me preguntó con el ceño aun un poco fruncido en un semblante preocupado.

-Sí... G-gracias por ayudarme -bajé el rostro un poco avergonzado.

Pude sentir como sus labios se dibujaban en una sonrisa

-No me tienes que agradecer...ese tipo es un problema -desvío su vista por el camino en el que se había ido el otro, luego volvió a mirarme- Sin embargo, al parecer es imposible sacarlo del trabajo

¿T-trabajo?...

-¿Eh?... -lo miré un poco confundido.

Matthew pareció no entender mucho mi confusión.

-El trabajo en grupo que tenemos que entregar para final de mes, ¿No lo recuerdas?

Ah...ese trabajo...

-L-lo lamento, lo había olvidado por completo...

- Oh...no te preocupes , no se te puede culpar, después de lo que pasó...es obvio que tu mente estaba centrada en otras cosas... -me dijo.

-... Lo siento -desvié la mirada algo apenado

-No te tienes que disculpar, Owen -me miró con su expresión amable- Pero tendremos que seguir trabajando con él por el momento, hasta que pase la fecha de entrega...entonces no nos molestará más

Me encogí un poco, sentía un poco de miedo el tener que estar con ese tipo otra vez, su aura no me gustaba nada. Y como si Matthew pudiese leer mis pensamientos dijo:

-Tranquilo, no dejaré que se te acerque -acarició mi cabello ligeramente haciendo que mis músculos inevitablemente se relajaran.

Entonces sus ojos se clavaron en los míos, ese gris tan brillante en mi mirada azulada. Cuando una si risa ladeada apareció en sus labios no pude evitar desviar la mirada por la vergüenza, sintiendo el sonrojo que había aparecido en mis mejillas. La situación era un poco incomoda así que use la excusa de que teníamos que entrar ya a clases, y él estuvo de acuerdo conmigo, pero aún podía sentir la diversión emanando de él.

Ambos pasamos al aula y nos ubicamos en nuestros puestos, yo evite todo contacto visual con las demás personas. Justo después llegó el profesor, quien dio los buenos días, pasó la asistencia y empezó a dar el contenido del tema. No había tanto alboroto como en los primeros días, y eso me recordó...

No he visto a Myers ni a su gente desde que volví...

Supuse que los habían expulsado, de modo que pude sentirme aliviado.

Sólo espero no volverlo a ver...

En el transcurso de las horas muchos compañeros dirigían su vista a mi, pero cuando volteaba en su dirección ellos miraban a otra parte de inmediato. Cada vez que eso pasaba una incomoda presión se hacía presente en mi estómago, las personas que me rodeaban, o al menos la mayoría, transmitían un aura de una u otra forma intimidante cuando me veían. Aunque no era lo mismo con Matthew a decir verdad...con él, en vez de sentir miedo sentía un raro cosquilleo en todo mi cuerpo, mis mejillas se coloraban y mis manos empezaban a temblar. No era aterrador, era mejor dicho...vergonzoso...

"-Eres más hermoso de lo que esperaba..."

"-Me gustas..."

Estuvo tan cerca de mi en ese momento...

-Oye... ¿Te sientes bien, Owen? -me preguntó Matthew en un susurró desde su puesto para no llamar la atención del profesor.

No me había dado cuenta que me había brotado un sonrojo de la nada.

- Eh... si, estoy bien, no te preocupes -le dirigí una amable sonrisa hablando igual en un tono bajo.

Sus mejillas también se coloráron ligeramente, pero igual me devolvió la sonrisa.

Mi corazón latió fuerte.

M

Mi corazón latió fuerte, esas sonrisas no se comparaban a ninguna otra que hubiera visto en mi vida. Era tan brillante y hermoso que sentí como mi interior se agitaba de repente. En ese momento recordé la sensación de estar tan cerca de él, su aroma, su suavidad, su tacto...todo, todo de él, lo deseaba con desesperación.

Pero entonces pensé que podría sentirse incómodo si le expresaba todos estos pensamiento de la forma tan explícita en como se presentaban, ya que las personas siempre tienen los mismos por las mismas razones. Sin embargo, no quería poseerlo, no quería tenerlo amarrado a mi, ni tampoco verlo sufrir. Sólo quería...demonios, quería tenerlo a mi lado, poder abrazarle, besarle, hacerlo sonreír, que se sintiera a gusto a mi lado, era lo único que quería.

Entonces supe lo que realmente era ese sentimiento y la diferencia que había entre ellos y los de los demás.

Yo...

.   .   .

-Te amo

Owen se paralizó justo antes de darle otro mordisco a su sándwich, quedándose con la boca a medio abrir el sándwich en el aire, con sus ojos abiertos de par en par, mirándome.

-¿Q-que? -un pequeño temblor se pudo notar en su voz al decir eso.

Había silencio en la azotea, aproveché la privacidad y empecé a acercarme a él, para nuevamente decirle:

-Te amo

Estaba tan cerca de rozar sus labios, que de joder porque sus manos me detuvieron apoyándose en mi pecho, definitivamente lo hubiera besado.

-Matthew, e-espera...s-soy un chico -quiso hacer que me echara para atrás, pero no lo permití colocando mis manos sobre las suyas y manteniendo el contacto encima de mi pecho.

-Lo se, esa es una de las cosas que más me gustan de ti, Owen -rodeé su cintura con mis brazos.

-P-pero... Matthew, no... -susurró.

Al principio pensé que solo estaba avergonzado, pero de repente su expresión cambio a una de melancolía, una más decaída, de modo que me alejé un poco y lo miré pero sin dejar de rodearlo con mis brazos.

-¿Owen? -acaricié su espalda, haciendo que se encogiera un poco.

Guardó silencio por un minuto, tiempo en el cual me preguntaba el porqué de su cambio de animo tan repentino, parecía como si algo lo estuviera molestando. Al final habló.

-N...no estarás confundido? -habló sin verme a los ojos, su mirada desviada y sus mejillas rojas, pero con una pequeña trompita en sus labios.

-¿Qué? -lo miré sin entender lo que que en ese momento quiso expresar- ¿De que hablas? -él quiso decir algo, pero parecía contarle en sobremanera.

¿Qué pasa?.

-Yo...soy así...puede que sientas eso porque soy... -se esforzó en buscar las palabras correctas- Porque me veo así

Entonces supe lo que trataba de decir. No lo dejé hablar más, con firmeza lo acerqué a mi cuerpo y tomé su mentón para que me viera directamente a la cara. Él pensaba que lo quería por el simple hecho de tener esa angelial pariencia. Y aunque ciertamente me era imposible lo quedar embobado con tan solo verlos yo tenía mis propias razones para justificar mis sentimientos, y no dejaría que esos pensamientos dolorosos siguieran rondando por su cabeza.

No, no era solo por su apariencia, Owen era la causa misma en realidad.

-No creas que mis sentimientos son tan superficiales, Owen -empecé diciendo, con calma, tomándo mi tiempo para acomodar unos rulos rebeldes atrás de su oreja- Ya deberías saber que no soy como las demás personas, no tengo ese tipo de intensiones. Yo... -paré en seco y desvíe la mirada, para después continuar- Te lo dije ¿no? Desde antes me gustabas...me gustas, todo tu, antes de verte así ¿Acaso no recuerdas lo que te dije abajo de ese roble?

"-Eres la persona más hermosa que he conocido en mi vida..."

Sus ojos se abrieron de golpe y sus mejillas adoptaron un color más vivo.

-Lo decía de verdad, no era por simple capricho, lo dije porque lo sentía -hice una pausa para acercarme más- Porque lo siento... -tomé su mano y la coloqué en mi pecho- Aquí -en mi corazón.

Su rostro se inundó de asombro, sus ojos azules mirándome incrédulos, sus mejillas rosadas y su respiración pareció detenerse de repente, entonces soltó unas cuantas lágrimas.

Yo acaricié su mejilla mirándolo con ternura, tratando de tranquilizarlo y hacerlo sentir mejor. Entonces él me miró nuevamente, esta vez con una pequeña sonrisa en su rostro, yo le sonreí igualmente. Su belleza me hizo sobresaltar. De repente rodeó mi cuello abrazándome y escondiendo su rostro en mi pecho. Yo lo abracé igualmente por la cintura, atrayéndolo más a mi, totalmente conmovido por su ternura.

Estaba tan a gusto al estar en esa posición con él, su aroma era tan exquisito que no pude evitar pegar más mi nariz a su hombro para sentirlo mejor.

-Matthew... -susurró-Y-ya puedes soltarme... -se notaba un poco sofocado.

-No quiero -lo apreté con más fuerza pero luego nos separamos de a poco, ambos sonriendo.

Luego él bajo un poco la mirada pero sin dejar su pequeña y adorable sonrisa de lado. Entonces habló:

-Yo...aun no tengo muy claros mis sentimientos, esto es muy nuevo para mi ahora mismo, así que...me gustaría que me dieras algo de tiempo para ubicarme bien y ver que voy a hacer con mi vida finalmente -bromeó a lo que yo sonreí.

Lo entendía bien, así que asentí con amabilidad.

-Sí, no te preocupes, te daré todo el tiempo que necesites... Mientras no sea mucho -señalé alzando un dedo.

Nuevamente ambos soltamos unas risitas. Owen me miró a los ojos y yo a él, estaban brillando, la iluminación de ese momento era tan perfecta, tanto que deseaba capturarlo en un retrato, pero me temo que toda esa belleza no era capaz de ser captada en un solo pedazo de papel o un rollo fotográfico. Tomé su mano entre las mías y deposite en ella un suave beso, seguido lo miré, se había colorado hasta las orejas.

Solté una risitas ante su reacción.

-Al menos esto puedo hacer -dije.

Él avergonzado bajó la mirada una vez más y no se por qué, pero esta vez me pareció más tierno que las veces anrriores. Iba a decirle otra cosa, pero entonces se oye un llamado a mi nombre por los altavoces. De inmediato supe la razón de modo que solté un suspiro en extremo cansado.

Algún día voy a hacer que me pague por todo lo que me hace molestar...

Siempre se metía en problemas, problemas de los cuales yo tenía que tomar responsabilidad, únicamente porque era más "cercano" a él. Pero lo curioso aquí, es que ni siquiera nos hablábamos, a menos de fuera porque le llamara la atención por algún problema en el que se metió, como ahora.

También tengo que dejarle en claro que no se acerque a Owen...

-Matthew ¿No te...están llamando? -pregunto Owen al ver que no me quería separar de su lado.

-Sí... -suspiré levantándome- ¿Me quieres acompañar?

Él me miró un poco inseguro por unos segundos, pero después asintió y yo le extendí la mano para luego ayudarlo a levantarse también. Una vez de pie tomamos nuestras cosas y bajamos al primer piso. No habían tantas personas como siempre debido a que a esa hora todos debían estar en la cafetería o en el campus almorzando.

Nosotros caminamos por los pasillos hasta llegar a la oficina del director, obviamente no lo iba a dejar entrar conmigo, así que le pedí que me esperase un momento hasta que saliera, él asintió y yo le acaricié el cabello con suavidad para después darme la vuelta y entrar a dicha oficina, no sin antes respirar profundo.

O

Me recosté de la pared cuando Matthew entro a la oficina del director, ya podía tener una idea de por qué lo llamaron, debe ser problemático tener que lidiar con eso. Pero...es fuerte.

Al momento siguiente me encontré recordando los momentos anteriores, por primera vez sentía aquello, más...tenia que esperar un poco, y así saber si es real y no sólo una ilusión del afecto que Matthew me daba.

"-Te amo"

No pude evitar sonreír ligeramente con un rubor en las mejillas.

Saqué mi teléfono para conectar los audífonos y escuchar música, para distraerme, pero entonces oí un ruido proveniente de una de las aulas que se encontraban a lo largo del pasillo, de modo que detuve lo que hacía y volteé a esa dirección, agudizando más mis sentidos. Una puerta se encontraba extrañamente abierta cerca de donde me encontraba.

¡¿Fantasmas?!

Pude sentir el ligero sentimiento de inseguridad al mirar para allá, nadie más estaba ahí y el silencio parecía sacado de una película de suspenso. Pero a pesar de eso la curiosidad me empezó a ganar, y como todo un estúpido fui a investigar. Empujé la puerta con levedad para tener más visión del interior del espacio, estaba oscuro, las cortinas del aula estaban cerradas, de modo que solo habían unas cuantas aberturas por las cuales entraban pequeños rayos de luz, pero muy leves, y algo que no me gusta en lo absoluto es la oscuridad, asi qur no lo dude y encendí la luz.

No había nadie, el aula estaba completamente vacía. Pero al mirar al rededor con más detalle, pude divisar un papel doblado a la mitad como carta encima de uno de los pupitres del centro.

Dude un poco en acercarme, una leve sensación de temor recorrió mi espalda y hombros, pero al final termine caminando a esa dirección y seguido tomar el papel doblado entre mis manos, lo miré unos instantes decidiendo si abrirlo o no, tal vez era para otra persona, o se le había olvidado ahí a alguien pero...el ambiente no me cuadraba del todo con esas suposiciones.

Al desdoblar la hoja y leer el contenido, me extraño un poco que solo hubiera una sola palabra.

"Hola"

Era lo único que tenia aparte de una dedicatoria que decía:

"Para Owen Collins

Mi único amor...".

Inmediatamente me paralicé...no podía estar pasando, esperaba que solo fuera algo pequeño y que no significará más nada que una simple carta...pero, dentro de mi no dehaba de temblar ni de pensar lo peor, después de todo así comenzaba, siempre por una carta...siempre directa, en cierta forma discreta pero que creaba revuelto en mi interior. No quería que toda la historia se volviera a repetir, ni que mi seguridad ni la ningún otro se viera afectada. No quería dejar mi vida otra vez...

Busqué algún otro nombre o escrito en la hoja, pero no había nadie, y al mirar a los alrededores tampoco se veía otra señal de vida a parte de mi.

No se puede negar que estaba alterado, sentía como en mi interior algo se desmoronaba. Y entonces me vino el rostro de Liam a la cabeza... No podía decirle, si lo hacía Liam nos haría irnos de inmediato.

Pero si no lo hago y esto empeora también sería un desastre...

Tenia que aclarar mis ideas. Respiré, tome aire, y por unos instantes no pensé en nada más que en el sonido de los pajaritos al otro lado de la ventana. Luego abrí los ojos y me concentre en lo que debía hacer.

Esperar sería lo mejor, debido que así tendría más tiempo para ver si la cosa seguía o empeoraba, pero no podría ser mucho, de otra forma al decirle a Liam se molestaría mucho. Sin embargo la mejor opción, porque si no estaría haciendo un escándalo innecesario.

Era lo mejor.

Solté un último suspiro mientras cerraba los ojos para tranquilizarme un poco más. Pero oigo a alguien llamarme desde la puerta, de modo que rápidamente doble la carta a mis espaldas y la apreté entre mis manos.

Para mi sorpresa era Dean.

-¿Qué hacés aquí? Te he estado buscando desde ayer -me dijo acercándose hasta quedar en frente mio.

-He...H-he estado escondido por ahí...-desvíe la mirada un poco nervioso, aunque era él no quería preocuparle tampoco.

-Ya lo noté -se acercó un poco más y me miró a los ojos.

Mis mejillas estaban un poco rosadas.

-Me preocupé cuando no te encontré...

-L-lo lamento... -baje el rostro avergonzado.

Dean no dijo nada, solo me miró, hasta unos segundos después que se puso más recto y preguntó:

-De todas formas, que haces aquí?

-Em...pues... -no sabia que responderle- Es que...creí ver un fantasma así que decidí seguirlo -intente desviar el tema.

Con eso por suerte logre desviar el tema, Dean puso una expresión extraña al principio pero después soltó una cuantas risas.

-Cómo tu digas -agitó mi cabello juguetonamente con una pequeña sonrisa en su rostro.

Yo le devolví la sonrisa igualmente. Aún tenía el papel arrugado en mi mano a mis espaldas, y el hecho de que estuviera tan cerca me daba un poco de nerviosismo. Intenté echarme un poco para tras pero me topé torpemente con uno de los pupitres logrando causarme un leve dolor en el glúteo. Solté un pequeño quejido. Ahora estaba más incómodo, Dean estaba en frente de mi, casi parecía querer acorralarme, aunque...Sus ojos no demostraban lo mismo, había un brillo en ellos que nuevamente me parecía curioso, era la misma luz que había visto en los ojos de Matthew...y también...en Liam.

Se sentía extraño, pero no podía dejar de mirarlo. Entonces él se acercó un poco más haciendo que me inquietara un poco e intentase echarme para atrás, pero por supuesto, el pupitre estaba atravesado...

Sus ojos no se despegaba de mi y mis mejillas empezaron a tomar más color. Inconsientemente apreté más el papel entre mis manos.

-D-Dean? Q-que haces? -tartamudeé por los nervios.

-Solo quiero confirmar algo...

En ese momento su rostro estaba más cerca del mio, pero no se acercó más, sólo se quedo ahí, como esperando algo, pero... ¿Qué?... Aún hoy me lo pregunto.

Sus ojos no se movían de los míos y eso me hacía quedarme paralizado. Unos momentos pasaron y finalmente pude recibir una reacción de él.

Suspirando levemente se echó para atrás poniéndose derecho nuevamente, pero, su rostro parecía algo distinto, no sabia que era, sin embargo aunque siguiera con su expresión neutral había algo que era diferente. Aproveché la oportunidad de que no estaba mirando hacia acá y guardé la nota en mi bolsillo trasero disimuladamente.

Y justo entonces se oyó otra voz atrás.

-No re acerques a él

Matthew había llegado al salón junto a nosotros y había alejado a Dean de mi de un jalón. Se veía molesto.

-¿Quien dice que puedes darme ordenes? -contraatacó.

-Yo lo digo -apretó más el agarre.

No había necesidad de violencia, así que no los dejé continuar.

-¡Deténganse! -separé a ambos poniéndome en el medio.

Ellos me miraron sorprendidos.

-No tienen que comportarse así...

-Pero él...

-Es mi amigo al igual que tu, Matthew. Por eso no quiero que ninguno de los dos se pelee entre sí. No es sano para nadie

Los dos se miraron dudosamente, parecía que no se dejarían tan fácil, pero con una mirada más de mi parte ambos cayeron desviando las miradas con indignación, mostrando su mutuo desacuerdo pero acatando a mis palabras.

No pude evitar sonreír ligeramente ante su reacción tan infantil.

En ese momento la campana sonó nuevamente y mi expresión cambio a una más de angustia. Creo que la razón ya era muy obvia.

-Te acompaño a tu salón -ofreció Dean gentilmente, pero Matthew se adelantó y me cubrió con su cuerpo.

-Lo lamento pero no hace falta, yo lo acompañaré -dijo con voz demandante tomándome por la mano y luego jalarme hasta la puerta.

-¡N-nos vemos después! -fue lo último que le pude decir a Dean antes de ser arrastrado fuera del aula.

Matthew tenia el ceño fruncido.

¿Tanto así le desagrada?...

Seguimos caminando hasta llegar repentinamente a los baños, ahí me hizo entrar y en un rápido movimiento me acorraló contra la pared.

-¿M-Matthew?

-No quiero que te vuelvas a acercar a él -habló directamente mirándome a los ojos.

-Pero...

-Ya te lo había dicho antes, y acepte que te cayera bien porque eres tu, pero ahora... -hizo una pausa y desvió la mirada a otra parte, como pensativo.

Yo no podía casi ni moverme por la sorpresa.

-No quiero que te aleje de mi lado -volvió a mirarme.

No supe que decir, mi vista se clavó en el suelo mientas que la de Matthew seguía fija en mi. No podía ni mover un músculo, mi corazón latía no rápido y fuerte, tanto que pensé que él podria escucharlo.

-Owen, por favor mírame -posó su mano sobre mi mejilla para que voltease hacia su dirección.

Su mirada era profunda, esos ojos plateados parecían querer clavarse dentro de mi alma, la pared no me dejaba retroceder pero mi estómago me decía que me echara a un lado. Entonces Matthew acarició mi rostro con su pulgar, haciéndome estremecer.

Suspiró.

-No te beso únicamente porque dijiste que necesitabas tiempo, pero ten en cuenta...-acarició ahora mi labio inferior -que así de fuertes son mis sentimientos

Su voz fue tan profunda que me hizo temblar, su mano se mantuvo en mi mejilla pero la otra se deslizó desde mi brazo hasta mi cintura. Se acercó a besar mi frente con suavidad, luego mi sien y por fin mi mejilla, aunque en esos besos se sentía un cierto nivel de pasión. Me atrajo más hacia él, y sin darme cuenta mi respiración se había agitado al igual que la de él.

Mi cuerpo se sentía más débil de lo normal que llegué a preocuparme, pero al sentir nuevamente el tacto de Matthew me di cuenta que realmente no había nada que estuviera mal conmigo en ese momento, era solo...un cosquilleo en todo ni cuerpo al tenerlo tan cerca.

Al instante siguiente juntó su frente con al mía cerrando los ojos con fuerza y el ceño fruncido, se notaba ansioso, y a ese punto, podía imaginar la razón del por qué.

Cerré los ojos también y entonces sentí la mano de Matthew apretarse a un lado de mi y su respiración profundizarse. De pronto retrocedió.

M

No podía con el deseo que llevaba dentro mi hacia él...de querer tenerlo completamente entre mis brazos, de tocar más su piel, o siquiera rozar mas sus labios. No iba a hacer algo que pudiera malinterpretarlo o que le causara inseguridad, por eso, respirando profundamente que separé de él y me dirigí a la puerta con lentitud para que él también me siguiera.

-Vámonos ya, no seria bueno que nos llamasen la atención -fue lo que dije con una mirada amable antes de salir nuevamente a los corredores seguido de Owen.

En el camino imploré porque Owen no escuchara los latidos de mi corazón que, sabía, estaban acelerados. Él, de una semana a otra me había vuelto todo un desastre, mi propio ser jamás había estado tan emocionado.

Estaba tan metido en mi cabeza que no me di cuenta que al llegar al aula no había nadie todavía.

¿Acaso llegamos muy temprano? ...

Me pareció extraño porque ya había sonado el timbre y la hora era la indicada, sin embargo no había nadie. Tanto Owen como yo intercambiamos la misma mirada de confusión, pero justo en ese momento alguien apareció a nuestras espaldas.

-¿Ustedes que hacen aquí? -un docente había llegado al aula junto a nosotros, pero nunca lo había visto antes.

Debe ser nuevo aquí...

No aparentaba mas de 40 años, tenía un porte firme y expresión severa, el cabello oscuro en un corte moderado y ojos marrones igualmente oscuros. De alguna forma no me daba buena espina.

-D-disculpe...tenemos clases aquí, pero no ha llegado nadie todavía -habló Owen con su suave tono de voz.

El profesor al oírlo volteó a verlo con la misma seria expresión, y no la cambió en ningún momento a pesar de que lo miró por varios segundos hasta que se enderezo nuevamente y nos miro a los dos en general.

-Ya veo, así que creo que no están informados de la reunión que se está llevando a cabo en el teatro

Reunión?...

-¿Por qué no nos avisaron? -Owen me miró extrañado igualmente.

-La reunió fue repentina -se adelantó el docente- nos informaron de ella hace tan sólo una hora, pero es obligatoria, así que... -se hizo a un lado dándonos cortésmente la cepa de que pasáramos- si son tan amables de seguirme

Owen

Algo no me iba bien con ese hombre, no aparentaba tenerlas intenciones, pero...tenia un afilado brillo en los ojos que me daba de que pensar. Note que Matthew tenia la misma duda que yo, pero por el momento decidimos hacerle caso y seguirlo. Caminamos por los pasillos hasta salir al campus y a los pocos minutos llegamos al teatro.

Me detuve en seco tan pronto vi la entrada. Todos los recuerdos empezaron a rondar en mi mente otra vez con persistencia hasta el punto en nublarme la vista.

Ahí me tiraron... me despojaron bruscamente de mi capucha justo ante todas las personas de allá adentro...

Un desagradable escalofrío recorrió todo mi cuerpo, y sentí como mi estómago se revolvía una vez más. Matthew se dio cuenta de mi reacción y se acercó a mi para decirme algo, pero no podía escucharlo bien.

Mi mente dio otra vuelta a lo sucedido y, a pesar de seguir asustado recordé porque estaba ahí.

Estaba ahí, todavía, para superarlo, a todo en general, para buscar una forma de vida diferente a la que había llevado hasta entonces. No iba dejar que el pasado me siguiera retrasando, iba alzar la cabeza y seguir con mi vida aun así tuviera que volar, ya no me daría miedo lo que deje pisado.

Sólo en ese momento la voz de Matthew pudo hacer presencia en mis oídos.

-Owen... ¿Estas bien?

Supongo que él sabia lo que había rondado por mi cabeza momentos atrás, pero no iba a demostrar debilidad.

-Sí -me enderezé y hablé con voz segura.

Matthew sonrió tiernamente.

-Bien -asintió y seguido nos aproximamos a la entrada, donde el mismo profesor que nos guió tal parecía nos estaba esperando.

Ahora que lo pienso...no ha mencionado su nombre en ningún momento...

Pero no era algo que fuera capaz de preguntar a alguien tan imponente.

-¿Todo en orden? -nos preguntó.

-Sí -asentímos.

-Bien, pasen -nos hizo ceña de que pasáramos al interior del lugar, como siempre muy elegante y refinado.

Todo estaba tranquilo a excepción del bullicio que provenía de la tarima. Matthew y yo nos dirigimos hacia la otra puerta y finalmente nos adentramos en el espacio lleno de gente.

Tan pronto entré varias de las personas a mi al rededor.-aunque por suerte no todos-.dirigieron su mirada hacia mi logrando por supuesto incomodarme. Matthew me tomó del brazo y rápidamente me jaló hasta los asientos de arriba, donde por suerte no habían tantas personas. Ya habíamos perdido de vista al profesor, pero no nos preocupo mucho. Me invitó a sentarme en uno de los balcones, pero un poco más atrás para no ser tan obvio.

Entonces pudimos estar más tranquilos.

-Nunca había visto a ese profesor aquí -dijo.

-Yo tampoco, pero como acabo de llegar no conozco bien a todo el personal -me volteé hacia él.

-Sí, bueno a él nunca lo había visto en las instalaciones, debe ser un suplente o algo así, pero me parece extraño...

-¿Por qué? -me interesé.

-Porque de este tipo de cosas siempre nos avisan o nos pasan una notificación, así que...supongo que fue algo drástico

-Igual que esta reunión -observé.

-Exacto

Tan pronto dijo eso las luces se apagaron y en el amplio lugar se creó un silencio súbito que nos hizo captar nuestra atención en el único foco que alumbraba el escenario. A los segundos se pudo ver al director pararse debajo de la luz con micrófono en mano. Me removí un poco en mi asiento, su expresión no era por así decirlo "del todo animada".

-Buenos días alumnos -empezó diciendo con su cordial tono de voz- Se que esto es repentino, pero necesitamos anunciarles sobre sobre un suceso que ocurrió recientemente

Por el rabillo del ojos vi como el rostro de Matthew se endurecía.

-Nuestro subdirector, que hasta ayer era uno de los mejores que ha tenido esta institución, lamentablemente tuvo que verse obligado a dejar sus labores educativas...y laborales por un largo tiempo, debido a sus graves problemas de salud...

La interrogante se hizo presente en todo el lugar.

-Le diagnosticaron artritis aguda

Todos los presentes se exaltaron ante tal noticia, a pesar de no conocer a esa persona, el solo hecho de tener una enfermedad así causa angustia.

-Sí... No es un secreto que él es...a parte de mi socio más confiable, mi amigo más leal, y bueno...nuestros conocidos y amigos de afuera estamos haciendo lo que podemos para ayudarlo tanto a él como a su familia. Como director no les puedo pedir que donen o nos den más dinero del que ya invierten en esta universidad, pero si les pido...que cuiden de sus compañeros, que los valoren, aun si no los conocen bien, aun si son diferentes... Muchachos, la diferencia es buena, eso pude aprenderlo de mi gran amigo.... Por favor, amen a sus amigos y familiares, disfruten cada momento que pasen con ellos, porque no saben hasta cuando estarán en este mundo... -hizo una pausa y bajo la cabeza, se vio como se secaba una lágrima- "No saben lo que tiene gasta que lo pierden"...es cierto, lo puedo asegurar porque lo estoy viviendo en carne propia

Nadie había dicho nada en todo ese tiempo que había hablado. Sus palabras llegaron a lo más profundo de los corazones de todas esas personas, incluso en el mio. No pude evitar recordar a mis padres, o al menos sus voces, y por resultado se me salió una pequeña lágrima que rodó por mi mejilla hasta caer por mi barbilla y caer en el dorso de mi mano.

El director parecía intentar cobrar fuerzas para volver a hablar, y justo entonces, un aplauso se oyó de atrás del escenario y que incitó a las demás personas voluntariamente a pararse y aplaudirle al que estaba en el escenario, no por lo sucedido, sino por su valor para poder hablar de ello en frente de todos nosotros. No me importo más y también me paré a aplaudir con ganas y lágrimas en mis ojos, Matthew hizo lo mismo y se acercó a mi un poco mas.

El director nos miro a todos conmovido con una pequeña sonrisa en su rostro, luego de unos segundos los aplausos camarón al ver que ya volvería a hablar, sus ojos estaban un poco rojos.

-Gracias, gracias, de verdad....aprecio mucho el gesto... -hizo otra pausa para pasarse la mano por la frente tranquilizandose- Pero bueno, no voy a decir mucho más porque me estaría saliendo del tema, así que iré al punto de todo esto. Como ya no hay ningún subdirector, entonces he traído a uno bien calificado desde la escuela XX para que tome el puesto

Se creó un murmullo en todo el lugar llegando a ser escandaloso en cierto grado.

-Oigan, oigan, silencio por favor...ya se que es muy drástico, pero no se puede dejar un puesto así vacío

Con esto la bulla se fue acallado de apoco para dejar hablar al director.

-Dicho esto, quiero que le den la bienvenida al subdirector Charles Higghins -hizo un gesto para invitar a dicho profesor de atrás de las cortinas al escenario.

Cuando lo vi, tanto Matthew como yo saltamos de la silla.

-Buenos días estudiantes, ........ ..... ... ......

Era el mismo profesor que nos habíamos encontrado antes. El ceño de Matthew se endureció aun más. El tipo parecía uno de esos hombres hechos y derechos de trabajo, sin embargo tenia ese aire reservado y misterioso, pero no de la forma atractiva...para mi, era un poco inquietante.

Sentí que no debía acercarme mucho a él.

-Por eso agradezco a todos, en especial al estimado director -se volteó al mencionado y ambos estrecharon sus manos de forma varonil- Gracias por tenerme aquí, y espero poder llevarme bien con ustedes

Dicho esto aplausos no tan fuertes como los anteriores se crearon en el lugar.

El profesor Charles saludó cordialmente al director por última vez para después salir del escenario nuevamente a la parte de atrás dejando al director solo una vez más.

-Bueno alumnos, disculpen esto tan repentino de nuevo, y les voy a pedir que por favor vuelvan a sus...-

El quejido de los estudiantes se adelantó a las palabras del director.

-...que vuelvan a sus aulas de clases para que transcurra normal el día -habló un poco más alto para que la bulla no opacara su voz.

A pesar de todo, el director sonrió divertido alto ver la reacción infantil de los alumnos, algunos también rieron un poco, Matthew y yo entre ellos.

-Qué todos tengan un buen día -dijo por último.

Antes de todos retirarnos su mirada se cruzó con la mía, y de inmediato me hizo señas para que bajase con él. Matthew y yo compartimos miradas por unos segundos, luego nos levantamos y, cuando la sala ya estaba casi vacía nos acercamos al director, abajo del escenario, su expresión mostrada angustia.

-Sr. Owen, como esta? -se apresuró a decir tomando mis hombros con suavidad.

-H-ha...estoy bien -tratamudeé ligeramente ante tanta cercanía.

-Me alegra saberlo, aunque realmente necesito disculparme con usted por lo ocurrido el pasado sábado, no pensé que algo así llegaría a pasar...y menos en mi universidad -en su voz se oyó cierto grado de molestia.

Yo bajé la mirada, ciertamente a mi también se me hacia molesto recordarlo, pero no dejaría que me afectase más.

-N-no se preocupe, lo he llevado bien... -entonces me volteé hacia Matthew- por supuesto con ayuda

El director formó una sonrisa en sus labios.

-Ya veo, me causa mucha dicha que tengas tengas alguien en quien confiar -dió unas palmadas en el hombro del chico a mi lado, luego se dirigió a mi otra vez- Sí ocurre algo, cualquier cosa...házmelo saber

-Sí...gracias, señor

-Gracias a ti por no levantar demandas -lo dijo en modo de broma pero con cierta pena.

-No fue su culpa -insistí.

El director se sorprendió un poco con lo que dije, pero a los segundos cambio su expresión a una más humilde, y con una sonrisa me dijo:

-Eres un buen chico, Sr. Owen -acarició mi cabello, luego volvió a tomar su distancia y se despidió- Qué tengan un buen día

Nosotros nos despedimos de igual forma y emprendimos nuestro camino hacia nuestra aula.

Llegamos casi de últimos, Matthew se mantuvo cerca de mi hasta que llegamos a nuestros asientos.

El director también se culpa por eso... Creo que estoy causándole demasiados problemas a gente que no la merece...

Empezaba a creer que todo había sido mi culpa, si no hubiera sido tan descuidado nada habría terminado así.

Será que...

Ahora el problema no es sólo mi apariencia...sino también mi presencia?...

Mi corazón se detuvo de golpe.

Será que...siempre fui yo el problema...?.. Por mi...es que todos así mi alrededor tienen más problemas de los que deberían...?

Matthew culpandose, estando pendiente de mi y peleándose con sus compañeros de clase...

El director culpandose también por no haber podido evitar todo aquello y ahora más el estrés de la salud de su amigo...

Y Liam...Él es el que siempre me ha cuidado y preocupado por mi...por eso siempre anda angustiado en todo momento por mi... En este momento debe estarlo más que nunca...

Los ojos se me aguaron ante esos pensamientos, no pude evitar que una lágrima se derramara por mi mejilla.

Giré mi cabeza lo más que pude hacia la ventana para que nadie me viera llorar. No quería que vieran mi debilidad.

. . .

-Owen ¿Te sientes bien? -me preguntó Matthew justo cuando salimos.

-Sí, sólo me dió un poco de sueño en la clase -mentí intentando sonar normal.

Matthew no pareció muy convencido.

-Ya veo...

Justo entonces sonó el claxon del auto de Liam.

-Ya me tengo que ir -le dije acomodando mi mochila.

-Claro, em...nos vemos mañana

Asentí con una leve sonrisa, que él me devolvió de igual forma, pero antes de voltearme y caminar, me detuvo.

-Quiero que nos reunamos para terminar el trabajo ¿En donde podría estar bien?

-¿Donde? Pues... -tuve que pensarlo un poco, pero Liam llego a mi lado de repente, de modo que no pude decir más.

L

-Owen, ya hay que irnos -le hable a Owen sin embargo mi mirada severa estaba clavada en el otro- Ve adelantándote -acaricié su cabello esta vez mirándolo con suavidad.

-Ha, de acuerdo -respondió cariñosamente al verme- Hablamos en la noche -le dijo a Matthew despidiendose con la mano para después dirigirse al auto.

-Hasta mañana -se despidió el otro de igual forma, pero con una mirada muy atontada, demasiado para mi tolerancia.

Luego volvió su mirada hacia mi al ver que no me había movido de donde estaba. Nuestras miradas eran igual de retadoras.

-Aléjate de él -le dije

Su semblante no cambió, me miró a los ojos y dijo:

-Se que quieres protegerlo, porque es tu hermano, y con todo lo que ha pasado puedo darme una idea del nivel de tu preocupación, pero ten en cuenta de que yo también lo deseo...

Mi ceño se frunció con dureza al mismo tiempo que mi sangre ardió.

-Quiero que este a salvo y que nadie lo dañe... -miró hacia otra parte como pensativo, luego esa expresión mostró una pequeña sonrisa- Él especial...para mi, por eso no voy a dejar que se vaya de mi lado -habló con firmeza de tal forma que llegó a impresionarme.

No podía golpearlo porque armaría un alboroto, en especial porque Owen estaba en el auto en ese momento, así que, conteniéndome a mi mismo me acerque más y mirándolo con furia en los ojos le dije:

-Él no va a ser de nadie más, lo dije la última vez, no dejaré que nadie lo dañe

-Y no es mi intención lastimarlo, por eso...

-Te vas a alejar de él -lo interrumpí bruscamente- Solo eres otro problema para mi cabeza

No dije más y me fui, dejándolo con la palabra en la boca.

Se que no es cortés hacer esto...pero si es por Owen...entonces no me queda de otra...

Tan pronto subí al auto la mirada de reproche de Owen me atacó.

-¿Qué? -levante las manos.

-¿Cómo que "que"? Que le dijiste?

-Lo necesario -no di detalles y arranqué.

-Liam, basta, tienes que empezar a confiar en las demás personas...

-Cómo confiar si siempre nos han traicionado

-Pero si te quedas estancado en el pasado no avanzarás ni prosperaras

Él tenía razón, pero...

-No voy a dejar que te lastime

-No me va a lastimar, ya te he dicho que él no es así -alzó un poco más la voz.

-¿Pero, quien sabe? No podemos saber con seguridad lo que realmente está dentro de su cabeza -persistí.

-¿Crees que después de tanto tiempo, no reconocería a una mala persona? -alzó la voz viéndome con el ceño fruncido directamente.

Me quede sin palabras. Era la primera vez que usaba ese tono conmigo, no me molestó en si, pero me sorprendió en demasía.

Acaso le importaba tanto ese chico como para llegar a hablarme así?...

Sabia que Owen no era tan ciego con las personas, porque ya había visto muchas falsas a lo largo de su vida, pero...el pensar que había otra persona dentro de su corazón me hacía sentir tan...

Me hace sentir tan...

En ese momento me di cuenta que era mi egoísmo el que realmente estaba hablando, que sin darme usaba la excusa de querer protegerlo para mantenerlo a mi lado. Un conocido dolor en mi corazón se hizo presente.

Cerré los ojos con fuerza cuando nos paramos en el semáforo, suspiré.

-Se que eres inteligente con las personas y que puedes diferenciarlas bien, pero no puedo evitar querer protegerte. Tal vez él no sea una amenaza...para tu seguridad, pero si los demás a su alrededor, no quiero daño para ti -bajé la cabeza apretando un poco más el agarre en el volante.

Owen me miró por unos minutos más no me atreví a ver su al rostro.

Realmente no merezco a Owen ni en lo más mínimo...

De pronto sentí un suave tacto en mi mano que me hizo alzar la cabeza de inmediato. Owen me miraba con su suave y compasiva expresión que tanto me encantaba. Acarició mi piel con su pulgar y dijo:

-Agradezco mucho que me protejas y que después de tanto sigas estando a mi lado, Liam... pero ambos necesitamos más amistades, conocer y hacernos aliados de más personas... Mírate -expresó- Ya vas a cumplir 26 y todavía ni tienes pareja... Acaso no quieres una familia, Liam?

No...

Tomé su mejilla suavemente.

-Tu eres mi familia, no necesito a nadie más

-Pero... Liam...

O

Ya sabía que a él no le interesaba pasar tiempo con otras personas, de hecho no parecía agradarle mucho la idea siquiera, sin embargo, aun no entendía el porque de su persistente resistencia. ¿Acaso no quería hijos? O una esposa? O es que...

Yo le impido eso?....

Nuevamente esa horrible sensación se hizo presente en mi pecho. Esperaba que no fuera así.

-De todos modos -se puso derecho otra vez en el asiento y arrancó cuando el semáforo se puso en verde- Sigue sin agradarme, así que lo voy a mantener vigilado...y tu también debes

-¿He?

-No dejes que se acerque más de lo necesario ¿entendido? -su voz fue seria de tal forma que llegó a impresionarme, aunque ya me lo esperaba.

-B-bien...

Me sonrojé un poco, pues recordé lo que Matthew me había dicho esa mañana y como me...

-¿Owen? ¿Te sientes bien?

Mi rostro debió estar muy rojo para haber llamado la atención de Liam. Pero él puso otra vez esa expresión de preocupación que tanto odiaba que tuviera, ya que sabía que era por mi culpa.

-E-estoy bien... -respondí en tino bajo mirando hacia la ventana.

Pude sentir la mirada de Liam en mi, más no dijo nada. Por otra la mido, mi mente paso a otra cosa.

Se que no le agrada Matthew ya que es muy sobreprotector... pero de alguna forma siento que realmente no le gustan las personas en si... o al menos no la mayoría...

Pensaba eso ya que su trato hacia ellas siempre era serio y en ocasiones distante, pero por supuesto no las trataba mal al primer encuentro, solo...que no parecía interesado en iniciar algún tipo de conversación con nadie. Por supuesto el caso de Matthew era peor, ya que él se había vuelto cercano a mi, y como Liam no lo conocía y por tanto desconfiaba de él pues entonces lo trataba de esa forma.

Era un poco incómodo tanto para él como para mi, pero para eso usaba mis puntos de vistas con mi hermano, para que viera como algunas personas pueden llegar queridas y hasta necesarias en nuestras vidas, después de todo, nos tenemos el uno al otro, pero...en quien nos apoyaremos cada uno por individual cuando no esté el otro?...

Eso era lo que me preocupaba, no por tanto por mi, sino por él, no es posible que pueda estar toda su vida recibiendo mi único cariño.

...

Cuando estuvo lista la cena llamé a Liam para que bajará, este no tardó en aparecer bajando las escaleras con su típica pijama; un mono gris y una camisa negra...y por supuesto sus pantuflas de gato, mientras que yo tenia mis shorts negros, los cortos que eran mis favoritos, y un suéter sin cierre de dormir de color azul marino...y mis medias de unicornio.

Nos sentamos a la mesa y empezamos a degustar la comida.

-Te quedó muy rico -me dijo Liam.

-Gracias -sonreí con gentileza a lo que Liam hizo lo mismo- ¿Cómo te fue en el trabajo?

-Ciertamente, mejor que otros dias, no bien, pero no tan mal...no fue tan agotador -suspiró.

-Ho...

Debe trabajar muy duro...

-Entonces...buen trabajo hoy -lo miré con un pequeño sonrojo en la mejilla, ya que no acostumbraba a decir ese tipo de cosas.

Liam pareció sorprenderse un poco.

-E-em...si, gracias -desvío la mirada a otro lado como nervioso, más me pareció un poco extraño.

Luego de unos segundos de silencio en los que nadie dijo nada y el ambiente ya se estaba tornando un poco pesado, él alzó un poco la vista y luego dijo:

-Realmente no quiero que te le acerques mucho...

Ya sabía a donde iba eso.

-Siento que es...demasiado...

-¿Demasiado que? -lo miré con reproche.

-Demasiado "amable" -dijo finalmente.

-¿Y eso que tiene de malo, Liam?

-Nada, pero...

No supo que decir y miró al suelo, con una expresión que parecía de angustia.

-Solo no quiero que todo eso vuelva a pasar... -me miró directamente a los ojos con la expresión débil.

Esas palabras hicieron a mi cuerpo congelarse momentáneamente. Seguía dándome escalofríos. Bajé la mirada para concentrarme en otra cosa, después de todo no podía dejar que mi pasado me intimidara.

Con suavidad lo volví a mirar, y con una expresión gentil le dije:

-No volverá a pasar

Nuestros ojos se mantuvieron conectados por unos segundos, en los cuales podía notar su dejo dejo de preocupación pero tapado por una mirada cariñosa. Con esto nos apoyabamos el uno al otro, nos comunicabamos que estaríamos ahí para el otro como siempre.

Por estas cosas eran por las que más amaba a mi hermano, porque, a pesar de ser muy firme como persona, también era comprensivo y cariñoso conmigo, y aunque algo no le agradara o no lo veo prudente, pero sabía era necesario, intentaba ver desde otro punto de vista, y así lograr comprenderlo.

En esos momentos, realmente agradecía tener a Liam como hermano, como familia.

-Buenas noches, hermano -lo abracé por el pecho recibiendo el mismo cariño.

-Hasta mañana, cosita -me pellizcó los cachetes con una sonrisita.

-¡Oye! -me sonrojé hasta las orejas.

Antes de que pudiera decir otra cosa Liam había desaparecido por el marco de su puerta dejando su risa burlona en el aire.

Chistosito...

Me dirigí a mi habitación y me aceé para después meterme en la cama, acurrucándome al instante. Pero entonces recordé que Matthew me iba a escribir, y justo entonces sonó mi teléfono.

Lo tomé y lo desbloqueé, el mensaje, como esperaba era de Matthew, reciente.

-Hola :)
Mañana llevemos toda toda la información para revisarla juntos y ver donde nos podemos reunir para terminar el resto -escribió.

-De acuerdo, llevaré mi pendrive entonces -le respondí.

-Perfecto ;)

Sonreí sin darme cuenta.

-Oye...

-Dime

Se tardo un poco en responder pero al fin me llegó el mensaje.

-Ya espero abrazarte mañana otra vez

No hacia falta verme en un espejo para saber que mi rostro estaba al rojo vivo.

-No escribas esas cosas!!!

-No puedo, ya le agarre el gusto. Hasta mañana ~ -fue lo único que me respondió antes de que mi cabeza explotara de la vergüenza.

Ni siquiera me moleste en responder

Ya verá que algún día me voy a vengar...

Aún así no pude evitar sonreír. Me acomoda otra vez en mi cama y con una sonrisa empecé a cerrar los ojos. Sin embargo recordé la nota que había encontrado dirigida a mi y mi corazón se sobresalto un poco. No quería pensar mucho en eso, ya que pensaba que si lo hacía solo traería más problemas, así que me forzé a dejarlo de lado y ponerme a dormir, y no tarde mucho en quedarme dormido.

TheDx

El bello muchacho calló en los brazos de Morfeo a los instantes y, mientras su silueta dormida yacía relajada entre esas sábanas, alguien más, una persona que aun no conocía se ubicaba al otro lado de la calle, mirando en dirección a su ventana. Esta persona llevaba dentro de sí unos sentimientos fuertes e innegablemente extremos hacia él, sentimientos que sabía, no dejaría de lado ni se separaría nunca.

..........

Hola. Lamento no haber actualizado, pero ya saben todo el tema del liceo y...La bendita pubertad que no lo deja al un uno ser j.j.
Pero de todas formas, espero que que les haya gustado el capítulo, gracias por su paciencia y que tengan una buena resistencia del corazón hasta que publique el otro capítulo.

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