¡No soy un bebé! × YugKook

By Gii79--

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Jungkook, un omega de veintiún años que ha esperado mucho tiempo por su pareja, un alfa de quince años que aú... More

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Final
Epilogo

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By Gii79--

Las extremidades de SeokJin temblaban como si fuera un ternero recién nacido, las piernas no le respondían de la manera en la que le hubiera gustado y su cuerpo estaba tan desconectado de su cerebro que fácilmente podría dividirse y ser dos personas diferentes.

Su bebe

Su pequeño niño, siendo un alfa y emparejado.

Sabía que no debía enloquecer, era lo que debía pasar. Había tenido largos ochos años para asimilarlo y realmente creyó haberlo hecho. Pero ahora, en medio de todo, se sentía como en una tormenta en medio de la bahía y grandes olas golpeando sin piedad contra su pequeña casa de seguridad, amenazando cruelmente con derribarla y arrastrarla hasta el mar de la locura paterna sin ninguna posibilidad de regresar.

¡Ni siquiera podía tomar las llaves con sus dedos sin que se le resbalaran!

- ¿Papá? - la dulce voz de su pequeña Lisa lo obliga parpadear una y otra vez hasta que un cortocircuito lo obliga a reaccionar, incluso parpadea y se da cuenta que, su sobrecargado cerebro, ni siquiera registrada dónde está.

-Si nena, papá está aquí contigo - Le sonríe, pero la pequeña recibe el gesto como una amenazante mueca de terror

-Estas sudando, papi ¿Estas bien? - Pregunta acercándose lentamente hasta el mayor, mira por sobre su flequillo recto hasta que los pulmones del omega sueltan todo el aire y se relaja ante esos ojos achocolatados que lo anclan a la tierra con un simple parpadeo.

-Si amor - Sonríe relajado - Papi esta mejor ahora que me sonríes - Agachándose hasta llegar a su altura, expone su mejilla, esperando un beso en ella, que la niña no se niega a regalar - Esa es mi pequeña - exclama abrazándola hasta su cuerpo.

SeokJin no tenía ni idea de lo que iba a pasar con ellos cuando supo que estaba esperando a una niña. Él siempre había estado rodeado de niños, él mismo era un hombre y muy pocas veces había interactuado con mujercitas, incluso con Yoona había sido algo menos forzoso, pero esta vez se trataba de su hija.

Yugyeom y Namjoon eran salvajes veinticuatro horas al día, si no estaban rompiéndose un hueso, estaban rompiendo sus preciados adornos y otros objetos de la casa (Y hasta la casa misma). Ellos siempre estaban llamando al plomero porque al cachorro se le fue un juguete por el excusado o a algún obrero para que tape algún hueco que hicieron tratando de colgar un cuadro que finalmente terminó traspasando el cemento hasta el otro lado. Con esos dos nunca podía saber, por las dudas guardaba el número de todo tipo de trabajadores. Y luego de eso, iba a tener que soportarlos a ambos gruñéndoles a los desconocidos hasta que salieran de su "territorio".

Pero... ¡una niña! Ellos iban a dejarla caer del segundo piso mientras intentaban hacerla volar o algo por el estilo.

Incluso él mismo tenía miedo de no saber sostenerla y acunarla cuando la tuviera entre sus brazos, pero Lisa siempre había hecho todo más fácil, desde el principio fue impactante e increíblemente tranquila, risueña e independiente. En ella había encontrado su pequeño minuto de paz cada vez que la miraba. Lo era también para los alfas.

-Ven, cariño, le haremos una visita a Kookie - Le sonrió invitándola a tomar su abrigo del perchero

Lisa rió entusiasmada y corrió en sus pequeñas zapatillas de ballet y el brillante tutú perlado que usaba para sus clases hasta que llegó al lugar, tomó la más rosa de sus prendas y lo colocó rápidamente para esperar a su progenitor que había dejado de temblar desde que su alma fue absorbida por los orbes marrones de su hija.

Quizás era una buena cosa tener a Lisa cantando canciones de Michael Jackson mientras conducía hasta el departamento del omega podía sentir su mala energía drenar mientras el vehículo se llenaba de Smooth Criminal, un pequeño gusto heredado de su padre alfa.

Para cuando el auto se estacionó fuera del edificio ya casi no había rastro de toda la preocupación que lo abordó al principio. Pero sin duda no podía quitar la angustia de saber que, luego de esta conversación, era inevitable soltar la mano de su chiquillo y dejarlo volar fuera del nido en busca de su propio camino.

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Jungkook se encontraba arrunchado entre las largas y fibrosas piernas de Yugyeom, mientras que el alfa lo sostenía fuertemente de la cintura, sus cuerpos tendidos sobre el sillón de la sala que había sido comprado con ese mismo motivo, para pasar larga tardes en aquella posición mientras netflix se encargaba de la ambientación. Aunque ambos sabían que, de una u otra manera, siempre terminaban más concentrados contando el número de pecas del cuerpo del otro o trazando caminos sobres los brazos para descubrir nuevas rutas de caricias. Pero esta vez, los mimos excesivos no tenían el simple fin de completar el acto amoroso, Yugyeom estaba arrullando a su omega angustiado que esperaba por la inminente y prometedoramente devastadora visita de su suegro.

-Tranquilo, Kookie... papá no se ensañará contigo - Pidió por vigésima novena vez en la ultima hora que llevaban de ese modo

-No lo entiendes, bebé. Soy el mayor de los dos, no se supone que iba a dejarme llevar por el calor y permitir que me marcaras -

- ¿Te arrepientes de nuestro lazo? - La herida desbordaba en aquella pregunta

Jungkook suspiró mientras negaba con la cabeza - No, no lo hago y eso es lo que me causa más culpa. Porque si Jin viene ahora y quiere arrancarte de mis brazos, estoy seguro como la mierda que no dejaré que pongas un solo pie fuera de esta casa sin dar una buena pelea - Aseguró - Pero no se supone que sea así, hace unos días tuvimos una charla y esto era un tema importante de ella -

- ¿Ah, sí? ¿Mantenías estas conversaciones de nosotros con mi padre y no conmigo? - Yugyeom se alejó un poco de los cabellos de su omega para mirarlo sobre el hombro

-Mmm, no. Más bien era yo, sentado como un niño castigado frente a SeokJin mientras él me manipulaba para hacerme prometerle que cuidaría de ti sin importar qué y que respetaría tus tiempos hasta que tuvieras la madurez suficiente para formar una familia -

- ¿Y cuándo seria eso? -

- ¿Según tu padre? - Pregunta con una media sonrisa en su boca, correspondiendo la mirada a aquellos ojos que lo buscan con duda - A los treinta años, cuando tuvieras un trabajo y el futuro asegurado -

-¡Dios mío, hubiera sido capaz de enviarme directamente a un convento! -

-No creo que existan ese tipo de cosas en la actualidad, pero había más... -

- ¿Más? -

-También tenía que dejarte experimentar sobre todo: sexo, fiestas, viajes... parejas... -

El rostro del alfa perdió brevemente el color, parpadeo numerosas cantidad de veces hasta que reaccionó.

- ¿Y realmente estabas dispuesto a hacerlo? -

Jungkook levantó sus hombros como restándole importancia, había prometido que sí, que dejaría al alfa tener todo tipo de experiencias para que disfrutara su juventud, pero había tenido que controlar fuertemente a su lobo para que no le saltara a Jin encima y se devorara su piel como si de un caramelo se tratara. En cambio, ahora, marcado, eso sería muy doloroso.

Aun así, si Yugyeom quisiera hacerlo, no se lo impediría, aunque eso significara morir dolorosamente por dentro.

-Si tú quieres hacerlo, yo no te lo impediría - El alfa fortaleció su agarré, era un pequeño pedido para una explicación - Ya sabes, estamos en otros tiempos y los alfas y omegas se separan ahora todo el tiempo, eres joven y no puedo retenerte a mi lado solo porque moriría sin ti, no voy a manipularte para quedarte junto a mí en caso de que no quieras estarlo -

El alfa gruño en su oído, antes, la idea le habría parecido interesante, pero ahora no. No. No podía ni siquiera imaginarse sobre otro cuerpo, haciéndole las cosas que le hizo a Jungkook hace solo unas horas.

-No quiero eso -

-Quizás no ahora, pero... - Jungkook no quería decirlo, mucho menos pensarlo, pero tenía que darle ese margen, Yugyeom aún era un cachorro y tenía mucho tiempo por delante.

-Pero no, no quiero. Cállate, cállate - Sus ojos se cerraron con fuerzas y apretó la cintura del omega, enterró la nariz en su nuca mientras suplicaba -Siempre estarás conmigo y yo contigo ¿Bien? Siempre.

-Oh - Por primera vez, Jungkook, escuchó el rugido feroz de la voz de mando sobre su piel.

En algún otro tiempo, Yugyeom había intentado usarla, pero sin su presentación, había sido más bien como un imperativo. Aunque ahora, con la sangre de lobo corriendo por sus venas, esa palabra había logrado erizarle hasta el último vello de su cuerpo, un chorro potente de lubricante se derramó por su entrada y tuvo que apretar las piernas para detenerse y no embarrar el tapiz rojizo.

El ambiente se llenó de feromonas y el alfa dentro del menor se vio revolucionado totalmente, volviéndose loco de deseo y el calor calcinante encendiendo su piel.

-Koo- Kookie -

Jadeo, su erección presionándose contra la espalda baja de Jungkook le advertía al omega que su pareja había recibo los estimulantes aromas de su excitación.

- ¿Qué quieres, bebé? - Jungkook aprovechó su posición para mecerse lentamente sobre el prominente bulto que se apoyaba en su espalda subiendo lentamente hasta que quedó entre la linea divisoria de sus nalgas cubiertas de la fina tela del pantalón pijama.

Yugyeom se frotó duramente contra la porción de piel que le brindaba su omega, cerró los ojos y tiró de su cabeza hacia atrás dejándose acariciar. Sus manos se ajustaron a los brazos del mayor y sus dedos apretaron la piel creando un halo rojizo alrededor de ellos. Jungkook sujetó las rodillas del alfa, lo escuchaba retener dolorosamente el aliento mientras él se restregaba en su miembro.

-Jun- Jungkook, deten... detente - La orden llegó a sus oídos como una súplica, estaba siendo torturado, su polla latía dolorosamente con cada movimiento y la sangre permanecía bombeando con furia bajo sus pantalones - Voy a co-

Sus manos empujaron a Jungkook pero el omega se resistió, disfrutando enormemente de las sensaciones que era capaz de producirle al pequeño alfa con un simple vaivén, le gusta tener ese control.

-Tranquilo, amor. Te daré algo muy bueno -

Pronto el alfa dejó de sentir el fuerte cuerpo de su chico sobre él y entonces sus ojos se abrieron buscando al motivo de su lujuria. Los ojos marrones de Kook lo miraban traviesos desde su posición: de rodillas entre sus piernas. Una lengua relamió su boca y manos se colaron sobre el elástico de su prenda antes de bajarla permitiéndole a su pene rebotar hacia arriba por el rapido movimiento al desvestirlo.

-A- alfa... - Jungkook jadeo, frente a él, la jugosa y vívida polla de Yugyeom lo saludaba caliente y apetecible, de su glande brotaba una ínfima gota de pre- semen que prometía bañar sus papilas con el dulce néctar de su esencia

-Chupa - su voz saliendo ronca y colmada de placer, ver los ojos hambrientos de su pareja lo llevaba al límite.

Yugyeom solo había visto esto en películas y videos prohibidos que a veces se escabullían en su grupo de amigos, no sabía si su pareja iba a querer hacerlo aunque de todas maneras se arriesgó. A pesar de todo lo que había visto, nada se comparaba con la lasciva imagen de su hombre, tan cercano a su miembro y esa sonrisa cargada de fuego arrebatador que amenazaba con quemar su piel y sus sentidos.

Jungkook probó el jugo que emanaba de su alfa y entonces no pudo contener el agudo gemido de su garganta, se relamió antes de llevárselo hasta lo más profundo de su boca, allí donde su garganta se cerraba. Su cabeza subía y bajaba sobre el chico y su cabello caía sobre su frente en todas las direcciones.

Yugyeom sujetó con una mano una porción de éste apartándolo fuera de la imagen de su omega devorándolo con desesperación, los dedos de sus pies se curvaban y sus ojos amenazaban con cerrarse mientras su mente se llenaba de Jungkook comiéndose su polla, pero se esforzaba por mantenerse lúcido mientras seguía apreciando la belleza del ángel a sus pies.

Los dedos del mayor hallaron el saco de sus testículos que se tensó completamente ante su agarre, Kook se reposicionó, arrodillándose completamente para succionar y liberar su presa, podía sentir a Yugyeom tirar más fuertemente de su cabello pero eso solo lograba ponerlo más candente, se esforzó por darle a su compañero una mamada digna de ser recordada por el resto de sus días. Sintió la tensión en sus cabellos y el fuerte bramido del chico y supo que no faltaba mucho para su culminación.

-Oh mierda, Jungkook... sal de allí -Tiró de él, podía sentir el cosquilleo en su pelvis y su orgasmo construyéndose fuerte y pesado dentro de su nudo

El omega no se inmutó, se sujetó se los muslos fríos que contrastaban fantásticamente con la porción de cuerpo que tenía dentro de su boca y se mantuvo subiendo y bajando, chupando y lamiendo con más y más velocidad, ahuecando las mejillas para darle más presión y antes de que el alfa pudiera quejarse, grandes tiras blanquecinas de esperma se dispararon dentro de la cavidad húmeda y chorreante de Jungkook.

Podía sentir los hilos calientes llenándolo, la base del pene de su chico totalmente hinchada y palpitante mientras se descargaba completamente llenado su boca garganta y, prontamente, su estomago.

Cuando el martilleo constante de la polla en su boca cesó, supo que habia recibido toda la carga por fin, chupando se arrastró a lo largo de todo el falo y con ojos llorosos miró hacia arriba, donde la mente de Yugyeom seguía adormecida. Le guiñó un ojo y entreabrió la boca para mostrarle el producto de su felación. Hilos largos, perlados y viscosos cubrían la lengua y labios del omega, estirándose desde su paladar hasta sus dientes y acumulándose al fondo de su cavidad. Kook cerró la boca y al abrirla de nuevo, no había nada.

Fuegos artificiales se dispararon en su cabeza al ver la sugestiva acción de su omega. Gruño con lujuriosa necesidad y tomándolo por los hombros, lo acercó a su boca y lo consumió con un beso extasiado. Mordió sus labios hasta que el otro abrió su boca y sus lenguas se hallaron, probándose a si mismo en el efecto.

- ¿Eso significa que te gustó? - Sonrió el mayor cuando su acto cesó

-Esa ni siquiera debería ser una pregunta - Sonrió antes de volver a introducir su desesperada lengua en la boca del otro

Quizás era por su desbordante celo o por la necesidad infinita que sentía de tener al chico a su lado, pero Yugyeom no podía dejar a Jungkook lejos de su piel. Necesitaba tocarlo, recorrerlo, adorarlo con su cuerpo. Tiró de él sobre el sillón y mentalmente dibujo cada una de las maneras en la que iba a follarselo, la imagen mental despertando nuevamente su libido.

-Espera - Lo detuvo empujándolo por sobre los hombros cuando nuevamente sus erecciones se molieron una contra la otra, quería esto más que nada en el mundo, la idea de ser tomado en cada rincón de su hogar le fascinaba pero... - Tu padre llegará en cualquier momento - Beso - Debemos acomodar esto - Beso -Debe oler a sexo por cada rincón.

-Dejémoslo así - Tomó una pierna del omega y lo aferró a su cadera antes de empujarse sobre él. Jungkook estaba igualmente duro pero sus pantalones contenían su erecto pene - Necesito que este lugar huela a nosotros - Jadeo cuando mordió su cuello y sus dientes rozaron la marca de la unión

-Pero... bebé - Juntó, difícilmente, las fuerzas para empujarlo y plantase delante de él. Vio los ojos heridos del rechazo en el menor pero rápidamente tomo sus mejillas entre las palmas de sus manos y lo besó - Si tu padre viene y algo de aquí no resulta bien, el querrá llevarte. ¿Quieres eso? -

-Por supuesto que no - Odiaba la idea de que su progenitor pudiera mandar sobre sus decisiones, odiaba no tener la edad suficiente para elegir lo que deseaba hacer

-Bien, entonces hagamos esto juntos y si todo sale bien... - un nuevo beso corto y se acercó a su oído para susurrar: - Haremos el amor toda la noche -

-Me estas chantajeando - Rió, ignorando la piel erizada en su nuca - Pero estoy tentado, hagámoslo. -

En menos de diez minutos habían metido las sabanas y sus prendas húmedas dentro de la lavadora con suficiente jabón para quitar hasta el más mínimo fluido y acomodaron el resto de la sala, aromatizando todos los ambientes con supresor de olores ambientales.

Para cuando Yugyeom salió de la ducha (que Jungkook se había negado a tomar con él para evitar caer en tentaciones que terminarían con ellos empapados pero no necesariamente de agua), el timbre sonó justo a tiempo, el alfa rugió en el pecho de Yugyeom y sus brazos volaron a la cintura de Jungkook, lo abrazó y besó la marca antes de permitirle abrir. Había dos cosas en su mente: la amenaza y el celo.

- ¿Listo? -

-Listo-

El mayor sujetó el pomo y lo giró lentamente, sus ojos cruzándose inmediatamente con los de SeokJin frente a ellos. Los brazos del alfa se apretaron más y su mirada neutra le hizo saber a su padre que, lamentablemente, no era bienvenido en estos momentos.

-Bien, no diré que estoy feliz de verlos ¿Puedo pasar? -

Jungkook acarició los brazos que cruzaban por su estómago posesivamente y asintió al mayor

-Pasa - ambos se movieron dejando entrar al omega.

Jin suspiró y se sentó esperando a los otros dos que tomaron su lugar frente a él luego de cerrar la puerta.

-Bien, seré breve... Yugyeom debe volver a casa cuando su celo haya terminado, esto no es una pregunta, es una orden. No pretenderé que estoy feliz por su falta de consideración y responsabilidad, pero lo hecho está hecho y no hay vuelta que darle. Solo esto, ustedes no pueden vivir juntos, por lo me-

-No me iré - El alfa interrumpió ¿Por qué de repente la diferencia de edad se hacía más grande? Él no debería recibir ese tipo de órdenes de su padre

-Escucha, hijo, voy a respetar que tengas una pareja y tu necesidad de estar a su lado, sé lo que se siente, no soy de palo. Pero aún eres un cachorro y estoy seguro que tu padre pensará como yo. -

Jungkook apretó las manos de Yugyeom que no dejaba de temblar dándole fortaleza por medio de su lazo, pero aun así sentía la ola de emociones que lo abrumaban, principalmente la ira.

- ¿Y si me niego? -

-No puedes hacerlo -afirmó - ¿Qué piensas tú, Jungkook? - El omega menor, sabía que esa era una indirecta manera de presionarlo para que convenza al alfa. Pero él no iba a cometer el error de antes, no consideraría a Yugyeom como a un niño que no tiene decisión propia, por supuesto que entedía al mayor, pero él también debía poner su cuota de comprensión.

-Creo que deberías escuchar a Yugyeom, seguro puede decidir por si mismo con buenos argumentos -

- ¿Acaso puedo confiar en su criterio? Si no duda en meterse en la cama del primer omega en celo que encuentra -

-No soy cualquier omega, SeokJin, soy su pareja-

La tensión aumento entre ellos.

-Bien, lo siento. Lo que quiero decir, es que aún no tiene lo que se necesita para decidir por su cuenta -Devolvió - ¿Qué hará? Vivir aquí mientras tú estudias y trabajas. ¿Vas a mantenerlo, Jungkook? ¿Lo enviaras al instituto, compraras su comida, su ropa y pagaras el club? No creo que eso suceda... Y que hay de la carta ¿Han hablado de eso ya? -

Jungkook se tensó, no, esa no era la idea.

-Jungkook es mi omega, mi compañero. Por supuesto que no permitiré que el haga todo eso por mí, yo soy su alfa. - Respondió el alfa

- ¿Dices entonces que tú vas a mantenerlo a él? ¿Y cómo lo harás Yugyeom? Si ni quiera haces tu cama o lavas tu taza luego del desayuno... Difícilmente tienes ahorros y- -

-Buscaré la manera, sabes que lo haré. No soy un bebé, aceptarlo papá. No ganaras esta vez - Yugyeom reaccionó ante la afilada insistencia de su padre. Jin permanecía con brazos y piernas cruzados y eso solo significaba que no habia lugar para reproches o cuestionamientos, la decision estaba tomada.

-Bien, veo que no llegaremos a ningún lado hoy - Suspiró - Te permitiré pasar tu celo aquí, pero en tres días debes volver a casa. - Se puso de pie y se dirigió a la puerta, Jungkook miró aturdido a su alfa - Tienen tiempo de razonar ésta loca idea con algo de realismo y cuando vuelva a verlos espero tener una charla con dos hombres inteligentes y no con un par de cachorros calientes -

Jungkook sintió las palabras hiriéndoles el ego. Iba a ponerse de pie hasta que vio un paquete caer frente a la mesa de te.

-No se arriesguen, aunque sean compañeros de por vida hay muchas más cosas allá afuera para ambos - el omega se retiró cerrando la puerta a sus espaldas

El alfa abrazó con fuerzas a Jungkook, cada palabra lacerándole el cerebro.

El omega, por su parte, se puso de pie luego de que el contacto se terminó. Caminó hasta el paquete que dejó SeokJin y lo tomó entre sus manos.

- ¿Qué es? - inquirió con curiosidad el menor

-Condones con espermicida, cinco cajas -

No, esto no era una invitación al sexo, era una advertencia. Jin no quería ser abuelo, no quería que ellos cometieran errores. Y aunque tenían unos días por delante llenos de pasión, había muchas cuestiones para tratar. Jungkook sonrió pesadamente cuando sus ojos se dirigieron al pequeño sobre amarillo debajo de las facturas de impuestos en aquella mesa. Si, tenían mucho de qué hablar aún.

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